CONDUCTA RELAJADA
El término hebreo que corresponde a esta expresión se usa particularmente con referencia a cuestiones sexuales. La palabra griega transmite la idea de desenfreno, ofensa a la decencia pública o conducta desvergonzada, especialmente con respecto al sexo.
La Biblia aplica la expresión “conducta relajada” a la fornicación, el adulterio, la sodomía y otras formas de inmoralidad sexual. También se usa de manera simbólica para describir la infidelidad espiritual.
ALGUNOS SE VUELVEN AL MAL PROCEDER
La conducta relajada es una de las “obras de la carne”, uno de los deseos carnales que “llevan a cabo un conflicto en contra del alma” y resultan en la desaprobación divina. (Gál. 5:19-21; 1 Ped. 2:11.) La mayoría de los actos de conducta relajada son obra de quienes aman la oscuridad. Los cristianos, por lo tanto, deben abandonar totalmente la conducta relajada. (Rom. 13:13; Juan 3:19-21.) Sin embargo, algunos que afirman ser siervos de Dios y de Cristo se vuelven del camino de la luz. En su día, Pablo estaba afligido por aquellos miembros de la congregación corintia que no se habían arrepentido de la ‘inmundicia, fornicación y conducta relajada que habían practicado’, a pesar de haber sido advertidos en contra de tales prácticas. (2 Cor. 12:21.) Pedro advirtió a los cristianos primitivos que de entre sus propias filas saldrían falsos maestros y que muchos seguirían sus actos de conducta relajada, trayendo oprobio sobre el camino de la verdad. (2 Ped. 2:1, 2.) Las palabras de Jesús a las congregaciones de Pérgamo y Tiatira, escritas por el apóstol Juan alrededor del año 96 E.C., indican que la profecía de Pedro estaba cumpliéndose hasta cierto grado en aquel tiempo. (Rev. 2:12, 14, 18, 20.) Tanto Pedro como Judas expresaron el juicio que les vendría a los que practicaran conducta relajada. (2 Ped. 2:17-22; Jud. 7.)
El razonamiento que usan como excusa
El razonamiento de algunos que practican conducta relajada al intentar seducir y engañar a otros en la congregación cristiana es que la bondad inmerecida de Dios es grande y que pasará por alto sus pecados, pues Él sabe de sus imperfecciones y debilidades carnales. El que estas personas profesen ser cristianos no tiene sentido (Jud. 4), pues su servicio no puede ser acepto a Dios. (Pro. 21:27.)
La Ley expresaba el mismo punto de vista contra la conducta relajada. El punto de vista de Dios no ha cambiado. La conducta relajada estaba condenada por la Ley, y el castigo por la mayoría de estas prácticas era la muerte. (Lev. 18:6-29; 19:29; 20:14.) David imploró a Dios que no le quitase la vida con los “hombres culpables de sangre, en cuyas manos hay conducta relajada”. (Sal. 26:9, 10.)
Por medio de sus profetas Jeremías y Ezequiel, Jehová advirtió a Israel de sus juicios contra el pueblo por la conducta relajada que practicaban tanto de manera física como espiritual. (Jer. 13:26, 27; Eze. 16:27, 43, 58; 22:9; 23:21-49; 24:13.)