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  • ESCRITO PENSANDO EN LOS NO JUDÍOS
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    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
  • Libro bíblico número 41: Marcos
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
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Ayuda para entender la Biblia
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MARCOS, LAS BUENAS NUEVAS SEGÚN.

Registro divinamente inspirado del ministerio de Jesucristo escrito por Juan Marcos. Este relato de las “buenas nuevas acerca de Jesucristo” empieza con la obra del precursor de Cristo—Juan el Bautista—y concluye con un informe de las circunstancias relacionadas con la resurrección de Jesús. Por lo tanto, abarca desde la primavera de 29 E.C. hasta la primavera de 33 E.C. (Mar. 1:1.)

Este evangelio, el más corto de los cuatro, es un registro rápido y descriptivo del ministerio del Hijo de Dios, Jesucristo, un obrador de milagros. Son frecuentes expresiones como: “inmediatamente” o “en seguida”. (Mar. 1:10, 12, 18, 21, 29.) Prácticamente la mitad del relato son conversaciones y la otra mitad describe los hechos.

FUENTE DE INFORMACIÓN

La tradición antigua indica que Pedro proveyó la información básica para el evangelio de Marcos, lo que estaría en armonía con el hecho de que Marcos estuvo asociado con Pedro en Babilonia. (1 Ped. 5:13.) Según Orígenes, Marcos compuso su evangelio “como Pedro se lo había indicado”. (Historia Eclesiástica, de Eusebio de Cesarea, Libro VI, cap. 25:5, pág. 392.) El testimonio de Tertuliano es: “Se sostiene que el Evangelio de Marcos es de Pedro, de quien Marcos era intérprete, […] porque se puede considerar lo que publican los eruditos como la obra de su maestro”. Eusebio (Historia Eclesiástica, Libro III, cap. 39:15, pág. 194) escribe la declaración de Juan “el presbítero” según la citó Papías (c. de 140 E.C.): “Y el Presbítero decía esto: Marcos, intérprete que fue de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque no con orden, cuanto recordaba de lo que el Señor había dicho y hecho. […] Marcos en nada se equivocó al escribir algunas cosas tal como las recordaba. Y es que puso toda su preocupación en una sola cosa: no descuidar nada de cuanto había oído ni engañar en ello lo más mínimo”.

A la luz de la evidencia, Juan Marcos también tuvo otras fuentes de información. Ya que los primeros discípulos de Jesús se reunían en la casa de su madre en Jerusalén (Hech. 12:12), Marcos debió estar familiarizado con otras personas que, aparte de Pedro, habían conocido bien a Jesucristo, le habían visto en su obra y le habían oído predicar y enseñar. Es probable que él fuese el “cierto joven” al que intentaron detener los que arrestaron a Jesús, pero que “se escapó desnudo”. Por lo tanto, es posible que Marcos mismo hubiera tenido algún contacto personal con Jesús. (Mar. 14:51, 52.)

ESCRITO PENSANDO EN LOS NO JUDÍOS

Aunque las “buenas nuevas” según Marcos serían de interés y beneficio a los lectores judíos, al parecer no fueron escritas específicamente para ellos. Parece ser que se escribieron principalmente para lectores no judíos, en especial para los romanos. Su carácter conciso y directo se ha considerado idóneo para el intelecto de los lectores romanos. Los términos latinos a veces son transliterados al griego, como cuando se usa la palabra griega prai·tó·ri·on para el término latino praetorium. (Mar. 15:16, Kingdom Interlinear Translation.) Asimismo, se emplea la voz griega ken·ty·rí·on para la palabra latina centurio, un oficial al mando de cien soldados. (Mar. 15:39, Kingdom Interlinear Translation.)

El relato contiene explicaciones que no habrían sido necesarias para lectores judíos: indica que el Jordán era un río y muestra que el templo se podía ver desde el monte de los Olivos (Mar. 1:5; 13:3); menciona que los fariseos practicaban el “ayuno” y que los saduceos “dicen que no hay resurrección” (Mar. 2:18; 12:18); y explica que la víctima pascual se sacrificaba “el primer día de las tortas no fermentadas” y que la “Preparación” era “la víspera del sábado”. (Mar. 14:12; 15:42.)

Mientras que normalmente no hubiera sido necesario explicar los términos semíticos para los lectores de Palestina, el evangelio de Marcos incluye muchas veces tales explicaciones. Se dan traducciones para “Boanerges” (“Hijos del Trueno”); “Talithá Kumi” (“Jovencita, te digo: ¡Levántate!”); “corbán” (“un don dedicado a Dios”); y “Elí, Elí, ¿lamá sabakhthaní?” (“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”). (Mar. 3:17; 5:41; 7:11; 15:34.)

CUÁNDO Y DÓNDE SE ESCRIBIÓ

Según la tradición antigua (Clemente, Eusebio, Jerónimo) el evangelio de Marcos se dio a conocer por primera vez en Roma. Marcos estaba en Roma cuando Pablo se hallaba preso en aquella ciudad por primera vez. (Col. 4:10; File. 1, 23, 24.) Más tarde, estuvo con Pedro en Babilonia. (1 Ped. 5:13.) Luego, cuando Pablo se encontraba preso en Roma por segunda vez, pidió que Timoteo viniese pronto y trajese a Marcos. (2 Tim. 4:11.) Probablemente Marcos regresó entonces a Roma. Ya que no se hace ninguna mención de la destrucción de Jerusalén en cumplimiento de la profecía de Jesús, Marcos debió haber compilado su relato antes de aquella destrucción, acaecida en 70 E.C. Su presencia en Roma—al menos una vez y probablemente dos, durante los años 60-65 E.C.—permite suponer que Marcos completó su evangelio en esa ciudad durante aquellos años.

RASGOS SINGULARES DEL RELATO DE MARCOS

Aunque en su mayor parte Marcos abarca en su libro información similar a la registrada por Mateo y Lucas, también provee detalles complementarios. Algunos arrojan luz sobre los sentimientos de Jesús: estaba ‘contristado por la insensibilidad de los corazones’ de las personas que objetaron a que sanase en sábado a un hombre que tenía la mano seca (Mar. 3:5); como en su territorio natal no le recibieron de manera favorable, Jesús “se admiró de la falta de fe de ellos” (Mar. 6:6); y “sintió amor” por el joven rico que preguntó en cuanto a los requisitos para conseguir la vida eterna. (Mar. 10:21.)

Asimismo, el relato de Marcos es el único que revela ciertos puntos concernientes al fin de la vida terrestre de Jesús. Por ejemplo: informa que en el juicio de Jesús los falsos testigos no estaban de acuerdo (Mar. 14:59); que aquel a quien obligaron a rendir servicio para que llevara el madero de tormento de Jesús era Simón de Cirene, “el padre de Alejandro y de Rufo” (Mar. 15:21); y que Pilato se aseguró de que Jesús estuviera muerto, antes de conceder permiso para que José de Arimatea tomara el cuerpo para enterrarlo. (Mar. 15:43-45.)

Una de las cuatro ilustraciones de Jesús registradas en el libro de Marcos solo aparece en este evangelio. (Mar. 4:26-29.) El relato menciona un mínimo de diecinueve milagros efectuados por Jesucristo, dos de los cuales (la curación de un hombre sordo que tenía un impedimento del habla y la de cierto hombre ciego) solo se mencionan en el evangelio de Marcos. (Mar. 7:31-37; 8:22-26.)

REFERENCIAS A LAS ESCRITURAS HEBREAS

Aunque parece que Marcos escribió principalmente para los romanos, este registro contiene referencias y citas de las Escrituras Hebreas. Muestra que la obra de Juan el Bautista fue un cumplimiento de Isaías 40:3 y Malaquías 3:1. (Mar. 1:2-4.) Asimismo, el relato incluye ejemplos de cómo Jesús aplicó, citó o aludió a las Escrituras Hebreas. Por ejemplo: el dar a Dios un mero servicio de labios (Mar. 7:6, 7; Isa. 29:13); honrar a los padres (Mar. 7:10; Éxo. 20:12; 21:17); la creación del hombre y la mujer y la institución del matrimonio (Mar. 10:6-9; Gén. 1:27; 2:24); varios mandamientos (Mar. 10:19; Éxo. 20:12-16; Lev. 19:13); los comentarios de Jesús con respecto al templo. (Mar. 11:17; Isa. 56:7; Jer. 7:11); su declaración en cuanto a ser rechazado (Mar. 12:10, 11; Sal. 118:22, 23); las palabras de Jehová a Moisés en la zarza ardiente (Mar. 12:26; Éxo. 3:2, 6); los dos grandes mandamientos sobre el amor (Mar. 12:29-31; Deu. 6:4, 5; Lev. 19:18); las palabras proféticas de Jehová al Señor de David sobre la subyugación de los enemigos (Mar. 12:36; Sal. 110:1); el esparcimiento de los discípulos de Jesús (Mar. 14:27; Zac. 13:7); la declaración de Jesús de haber sido abandonado por Dios (Mar. 15:34; Sal. 22:1); sus instrucciones a un leproso sanado (Mar. 1:44; Lev. 14:10, 11) y su declaración profética con respecto a la cosa repugnante que causa desolación. (Mar. 13:14; Dan. 9:27.)

Las referencias a las Escrituras Hebreas en el relato de Marcos demuestran con claridad que Jesucristo confiaba en ellas y las usaba en su ministerio. El evangelio también provee un fundamento para llegar a estar más familiarizado con el Hijo del hombre, el cual “no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”. (Mar. 10:45.)

BOSQUEJO DEL CONTENIDO

I. El ministerio de Juan el Bautista (1:1-11).

II. La actividad de Jesús desde que fue tentado por el Diablo hasta que envió a los doce apóstoles (1:12-6:6).

A. Tentado por el Diablo; empieza el ministerio en Galilea después del arresto de Juan (1:12-15).

B. Llama a sus primeros discípulos; expulsa demonios y cura a los enfermos (1:16-45).

C. Los fariseos también critican sus acciones; traman contra él (2:1-3:6).

D. Cura a muchos y expulsa demonios; selecciona a los doce apóstoles (3:7-19).

E. Refuta la acusación de que expulsaba demonios por medio del gobernante de los demonios (3:20-30).

F. Compara a sus seguidores a hermanos, hermanas y madre (3:31-35).

G. Enseñanza: Varias ilustraciones, entre ellas la del sembrador y la del grano de mostaza; explicación privada para los discípulos (4:1-34).

H. Varios milagros: Calma la tempestad de viento; sana al hombre endemoniado; sana a la mujer que padecía flujo de sangre; resucita a la hija de Jairo (4:35-5:43).

I. Predicación en su propio territorio (6:1-6).

III. El ministerio de Jesús desde que envió a los doce apóstoles hasta que partió de las regiones de Tiro y Sidón (6:7-7:30).

A. Envía a los doce apóstoles (6:7-13).

B. Las noticias de las obras poderosas de Jesús llegan a Herodes (6:14-29).

C. Los apóstoles regresan con un informe en cuanto a su actividad (6:30-32).

D. La enseñanza y los milagros de Jesús: alimenta a cinco mil, anda sobre el mar y sana a enfermos (6:33-56).

E. La cuestión del lavado de manos tradicional (7:1-23).

F. En las regiones de Tiro y Sidón es sanada la hija endemoniada de la mujer sirofenicia (7:24-30).

IV. Desde que Jesús parte de las regiones de Tiro y Sidón hasta que comienza su ministerio en Perea (7:31-9:50).

A. Milagros: Sana a un hombre sordo; alimenta a unos cuatro mil hombres (7:31-8:9).

B. Disputa con los fariseos en cuanto a la señal; advierte en cuanto a la levadura de los fariseos y la de Herodes (8:10-21).

C. Restauración progresiva de la vista de un ciego en Betsaida (8:22-26).

D. Pedro identifica a Jesús como el Cristo y pone objeciones en cuanto a las cosas que le tenían que acontecer a Jesús; Pedro es censurado (8:27-33).

E. Los requisitos para ser seguidor de Jesús (8:34-38).

F. La visión de la transfiguración (9:1-13).

G. Curación de un muchacho endemoniado a quien los discípulos de Jesús no pudieron sanar (9:14-29).

H. Jesús predice su muerte y resurrección; corrige y enseña a los discípulos (9:30-50).

V. El ministerio de Jesús e n Perea e inmediaciones de Jericó (10:1-52).

A. Jesús puesto a prueba sobre la cuestión del divorcio (10:1-12).

B. El reino pertenece a personas que sean como niñitos (10:13-16).

C. Le dice al hombre rico los requisitos para conseguir la vida eterna; las bendiciones que resultan de ser seguidor de Jesús (10:17-31).

D. Los sufrimientos futuros de Jesús; la petición de Santiago y Juan de sentarse a la diestra de Jesús (10:32-45).

E. La curación del ciego Bartimeo cerca de Jericó (10:46-52).

VI. Días finales del ministerio público de Jesús (11:1-14:16).

A. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (11:1-11).

B. La higuera maldecida (11:12-14).

C. El templo limpiado (11:15-18).

D. Se les enseña a los discípulos acerca de la fe y de la oración (11:19-25).

E. Los principales sacerdotes y otros ponen en duda la autoridad de Jesús; su respuesta y la ilustración de la viña y los cultivadores inicuos (11:27-12:12).

F. Los esfuerzos para entrampar a Jesús en el asunto de los impuestos y la resurrección; el mayor mandamiento de la Ley (12:13-40).

G. Jesús observa a los que hacían contribuciones en el templo; la dádiva de una viuda pobre (12:41-44).

H. Predice la destrucción del templo; después da una “señal” en respuesta a la pregunta de los discípulos (13:1-36).

I. Compló contra Jesús; Judas accede a traicionarle (14:1-11).

J. Los preparativos para la Pascua (14:12-16).

VII. 14 de Nisán, el último día de Jesús sobre la Tierra (14:17-15:41).

A. La celebración de la Pascua seguida por la institución de la Cena del Señor (14:12-26).

B. A todos se les haría tropezar y Pedro repudiaría a Jesús tres veces (14:27-31).

C. Los acontecimientos en el jardín de Getsemaní (14:32-52).

1. Jesús ora; Pedro, Santiago y Juan se duermen (14:32-42).

2. Judas traiciona a Jesús con un beso; la chusma detiene a Jesús; todos le abandonan y huyen (14:43-52).

D. Jesús juzgado y declarado culpable de blasfemia; Pedro le niega (14:53-72).

E. Consulta del Sanedrín al amanecer; Jesús ante Pilato, el cual cede ante las demandas de que lo fijen en un madero (15:1-15).

F. Los soldados se burlan de Jesús, lo conducen fuera y es fijado en un madero; expira (15:16-41).

VIII. El entierro de Jesús, su resurrección (15:42-16:8); se aparece después de su resurrección (conclusión larga; 16:9-20).

CONCLUSIÓN LARGA Y CONCLUSIÓN CORTA

Hay quien ha pensado que Marcos 16:8—que termina con las palabras “Y no dijeron nada a nadie, porque temían”—es demasiado brusco para ser la conclusión original de este evangelio. Sin embargo, en vista del estilo general de Marcos, no hay por qué razonar de esa forma. Por su parte, los eruditos Jerónimo y Eusebio, del cuarto siglo, están de acuerdo en que el registro auténtico concluye con la palabra “temían”.

Hay varios manuscritos y versiones que añaden una conclusión larga o una corta después de estas palabras. La conclusión larga (que consiste en doce versículos) se halla en el Manuscrito Alejandrino, el Códice Ephraemi rescriptus y el Manuscrito de Cambridge. También aparece en la Vulgata latina, la Versión Siríaca Curetónica y la Versión Siríaca Peshitta. No obstante, se omite en el Manuscrito Sinaítico, el Manuscrito Vaticano Núm. 1209, el Códice Sinaítico (en siríaco antiguo) y la versión armenia. Ciertos manuscritos y versiones posteriores contienen la conclusión corta. El Códice Regio, del siglo VIII E.C., tiene ambas conclusiones, colocando en primer lugar la conclusión corta. Antepone una nota en cada conclusión diciendo que estos pasajes se hallan en algunas fuentes, sin decidirse por ninguna.

Al comentar sobre las conclusiones larga y corta del evangelio de Marcos, el traductor de la Biblia Edgar J. Goodspeed observó: “La conclusión corta conecta mucho mejor con Marcos 16:8 que la larga, pero no se puede considerar ninguna de las dos como parte original del evangelio de Marcos”. (The Goodspeed Parallel New Testament, pág. 127).

Véase el libro “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”, págs. 181-186.

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