NEBUZARADÁN
(“Nebo Ha Dado Descendencia”).
Jefe de la guardia de corps y figura principal de las fuerzas de Nabucodonosor durante la destrucción de Jerusalén en el año 607 a. E.C. No parece que Nebuzaradán estuviese presente durante el sitio inicial y la toma de Jerusalén, puesto que fue aproximadamente un mes más tarde cuando “llegó a Jerusalén”, después que el rey Sedequías había sido llevado a Nabucodonosor y cegado. (2 Rey. 25:2-8; Jer. 39:2, 3; 52:6-11.)
Desde el exterior de la ciudad, Nebuzaradán dirigió las operaciones babilonias para destruir Jerusalén, operaciones que comenzaron el “séptimo día del mes” (el quinto mes, Ab) y que incluyeron saquear los tesoros del templo, destruir el muro, encargarse de los cautivos y permitir que se quedaran algunos de los de condición humilde. (2 Rey. 25:8-20; Jer. 39:8-10; 43:5, 6; 52:12-26.) Tres días más tarde, en el día décimo del mes, parece ser que Nebuzaradán “entró en Jerusalén” y, después de una inspección, prendió fuego a la casa de Jehová, reduciendo la ciudad a cenizas. (Jer. 52:12, 13.) Josefo comenta que en el mismo día—el décimo del quinto mes—en que el templo de Salomón fue quemado, fue incendiado siglos más tarde (en 70 E.C.) el templo reedificado por Herodes. (La Guerra de los Judíos, Libro VI, cap. IV, secs. 5, 8.)
Nebuzaradán, cumpliendo órdenes de Nabucodonosor, dejó en libertad a Jeremías y le habló amablemente. Asimismo, le dejó escoger lo que quería hacer y se ofreció para cuidar de él, facilitándole algunas provisiones. Nebuzaradán fue también el vocero del rey de Babilonia al nombrar al gobernador Guedalías sobre los que quedaron. (2 Rey. 25:22; Jer. 39:11-14; 40:1-7; 41:10.) Aproximadamente cinco años más tarde, en 602 a. E.C., Nebuzaradán llevó a otros judíos al cautiverio, aparentemente aquellos que habían huido a los territorios circundantes. (Jer. 52:30.)