PISGÁ
(posiblemente de una raíz que significa: “cortar”; o: “hender”; por lo tanto quizá, “Fragmento Cortado”; o: “Hendidura”).
La primera mención que se hace de este lugar es en relación con los lugares donde acampó Israel a lo largo de su marcha hacia la Tierra Prometida. (Núm. 21:20.) Estaba en la parte meridional del territorio que fue conquistado a los amorreos cuando su rey, Sehón, rehusó dejar pasar a los israelitas a través del país. (Deu. 4:46, 49; Jos. 12:1-3.) Más tarde, Balac, el rey de Moab, llevó a Balaam “al campo de Zofim, a la cima de Pisgá”, en su inútil intento de maldecir a los israelitas. (Núm. 23:14.)
Sin embargo, lo que más se recuerda de Pisgá es que fue desde su cima que Moisés contempló, poco antes de su muerte, una extensa vista de la Tierra Prometida. (Deu. 3:27; 34:1-3.) Pisgá fue designada como parte del territorio tribual de Rubén. (Deu. 3:16, 17; Jos. 13:15, 20.)
Cada vez que aparece el nombre Pisgá en la Biblia está calificado con expresiones tales como “la cabeza de”, “la cima de”, o “las laderas de” Pisgá, por lo que con frecuencia se le llama el monte Pisgá, aunque no en las Escrituras.
Se sabe que Pisgá estaba en la región septentrional de la cordillera de Abarim, justo al este del mar Muerto, pero se desconoce su ubicación exacta. Sin embargo, las referencias bíblicas a este lugar elevado de observación no contradicen la opinión de que Pisgá corresponde con Ras en-Siyaghah, promontorio situado a 16 Km. al E. de la desembocadura del Jordán en el mar Muerto. Ras en-Siyaghah está un poco al NO. de Jebel en-Neba, la cima que tradicionalmente se identifica como el monte Nebo.
Las características físicas de esas dos elevaciones encajan con la breve descripción bíblica. Ras en-Siyaghah es unos 100 m. más baja que Jebel en-Neba y está separada de esta última por una ligera depresión o collado que parece un fragmento cortado o hendidura, lo cual concuerda con el posible significado de Pisgá. Aunque es ligeramente más baja que la otra cima vecina, Ras en-Siyaghah está más cerca a Jericó y desde ella se puede contemplar una vista despejada del mar Muerto, que queda unos 1.128 m. más abajo, así como una vista espléndida del valle del Jordán, de la cordillera central donde están situadas Hebrón, Belén y Jerusalén, y del monte Hermón, a unos 1 60 Km. más al norte.