NAVAJA
Las navajas halladas en Egipto son de bronce. Cerca de la ubicación de la antigua Nínive se descubrió un mango de piedra caliza para una hoja de navaja de pedernal o de obsidiana. Estos hallazgos concuerdan con el registro bíblico que indica que se usaron navajas desde tiempos muy antiguos. (Gén. 41:14.)
Aunque los hombres de Israel se dejaban barba y llevaban el cabello moderadamente largo, parece ser que usaban la navaja para recortárselos; además, en Hechos 18:18 se habla de “rapar” (BC) o “cortar al rape” (NM) el cabello. (Véanse también 2 Samuel 19:24; Ezequiel 44:20.) Cuando los levitas entraron en el servicio de la tienda de reunión en el desierto tuvieron que “hacer pasar una navaja por toda su carne”. (Núm. 8:7.) Los que estaban bajo un voto de nazareo no tenían que pasar una navaja sobre su cabeza hasta que terminase el período de su voto. (Núm. 6:5, 18; Jue. 13:5; 16:17; Hech. 21:23, 24.) El levita Samuel fue dedicado por su madre al servicio en la tienda de reunión desde antes de su nacimiento, y ella prometió que ‘no vendría navaja sobre su cabeza’. (1 Sam. 1:11.)
Jehová advirtió a Judá que usaría a los asirios como una “navaja” para “[afeitar] la cabeza y el pelo de los pies” y para “[barrer] hasta la barba misma”, representando con ello, por lo visto, la devastación de gran parte de la tierra de Judá y la acción de llevarse a la población capturada. (Isa. 7:20.)
Debido al cortante daño que una lengua engañosa puede causar, en la Biblia se la asemeja a una navaja. (Sal. 52:2.)