SADUCEOS

Prominente secta religiosa del judaísmo relacionada con el sacerdocio. (Hech. 5:17.) N o s e sabe exactamente cuándo aparecieron los saduceos como secta religiosa. La primera mención histórica que se hace de ellos por nombre es en los escritos de Josefo, donde se indica que en la última mitad del segundo siglo antes de la era común estaban opuestos a los fariseos. (Antigüedades Judías, Libro XIII, cap. X, sec. 6.) Josefo también da información acerca de las enseñanzas de esta secta. Sin embargo, hay cierta duda de que esta información se atenga a los hechos. A diferencia de los fariseos, dice Josefo, los saduceos negaban el destino, afirmando que la persona, por sus propias acciones, era la única responsable de lo que le aconteciese. (Antigüedades Judías, Libro XIII, cap. V, sec. 9.) Rechazaban las muchas tradiciones orales que observaban los fariseos y también la creencia farisaica de la inmortalidad del alma y los castigos o recompensas futuros en el Hades. Los saduceos eran más bien ásperos en sus tratos entre sí. Se decía que eran dados a la disputa. Según Josefo, sus enseñanzas atraían ‘a los ricos’. (Antigüedades Judías, Libro XIII, cap. X, sec. 6; Libro XVIII, cap. I, sec. 4; La Guerra de los Judíos, Libro II, cap. VIII, sec. 14.)

Tal como lo indicó Juan el Bautista, los saduceos tenían que producir frutos propios de arrepentimiento. Eso era debido a que no habían guardado la ley de Dios, como tampoco lo habían hecho los fariseos. (Mat. 3:7, 8.) El propio Cristo Jesús comparó su enseñanza corruptora a la levadura. (Mat. 16:6, 11, 12.)

Con referencia a sus creencias religiosas, Hechos 23:8 dice: “Los saduceos dicen que no hay ni resurrección, ni ángel, ni espíritu, pero los fariseos los declaran todos públicamente”. Fue con relación a la resurrección y al matrimonio de cuñado que un grupo de saduceos trató de entrampar a Cristo Jesús. Pero él los hizo callar. Por medio de referirse a la Ley, la cual los saduceos afirmaban aceptar, Jesús refutó su opinión de que no hay resurrección. (Mat. 22:23-34; Mar. 12:18-27; Luc. 20:27-40.) Más tarde, cuando el apóstol Pablo estuvo ante el Sanedrín, dividió a ese alto tribunal judío por medio de poner a los fariseos en contra de los saduceos. Eso fue posible debido a las diferencias religiosas que existían entre ellos. (Hech. 23:6-10.)

Aunque estaban divididos en sentido religioso, los saduceos se unieron a los fariseos para tentar a Jesús por medio de pedirle una señal (Mat. 16:1) y en su oposición general a él. Hay evidencia en la Biblia que indica que los saduceos desempeñaron un papel importante en procurar la muerte de Jesús. Algunos saduceos eran miembros del Sanedrín, el tribunal que conspiró contra Jesús y más tarde le condenó a muerte. El saduceo y sumo sacerdote Caifás era parte de ese tribunal y probablemente también otros sacerdotes prominentes. (Mat. 26:59-66; Juan 11:47-53; Hech. 5:17, 21.) Por lo tanto, cuando las Escrituras Griegas Cristianas hablan de ciertas acciones emprendidas por los principales sacerdotes, seguramente había saduceos implicados. (Mat. 21:45, 46; 26:3, 4, 62-64; 28:11, 12; Juan 7:32.) Parece ser que los saduceos llevaron la delantera en el intento de detener el crecimiento del cristianismo después de la muerte y resurrección de Jesús. (Hech. 4:1-23; 5:17-42; 9:14.)