SEÍR
(“Peludo; Hirsuto”).
Se conoce con este nombre a la región montañosa situada entre el mar Muerto y el golfo de Aqaba. (Gén. 36:8, 30; Deu. 2:1, 8.) En el tiempo de Abrahán los horeos habitaban en Seír. (Gén. 14:6.) Más tarde, Esaú, nieto de Abrahán, se estableció en Seír, mientras que su hermano gemelo Jacob residió en Padán-aram. (Gén. 32:3.) Pero parece que Esaú no se trasladó definitivamente a Seír hasta algún tiempo después de que Jacob regresara a Canaán. (Gén. 36:6-9.) Finalmente, los edomitas, descendientes de Esaú, desposeyeron a los horeos (Deu. 2:4, 5, 12; Jos. 24:4) y la tierra llegó a llamarse Edom. Sin embargo, el nombre más antiguo, “Seír”, también llegó a aplicarse tanto a los descendientes de Esaú como a la zona donde ellos vivían. (Núm. 24:18; compárese con 2 Reyes 14:7; 2 Crónicas 25:11.) Durante el reinado del rey Ezequías, miembros de la tribu de Simeón fueron al monte Seír y, después de aniquilar al resto de los amalequitas, empezaron a residir allí. (1 Cró. 4:41-43.) Para más detalles en cuanto a la geografía e historia de Seír, véase EDOM, EDOMITAS.