Una victoria dedicada a la honra de Jehová
“Gritaron: ¡La espada de Jehová y de Gedeón! Y se quedaron en pie, cada uno en su puesto a la redonda del campamento.”—Jue. 7:20, 21.
1. ¿Cuándo, especialmente, es mejor la sabiduría que las armas de guerra?
JEHOVÁ es Dios de guerra que no conoce la derrota. Ningún enemigo solo ni ninguna combinación de conspiradores puede poner en el campo de batalla bastante poder para igualar el suyo. Ningún opositor en todo el universo puede superarlo como general en la estrategia de guerra. Tan sin igual es su sabiduría que con fuerzas tan insignificantes que sean risibles él puede hacer que huyan ejércitos poderosos. Debido a su sabiduría en exceder en maniobras a sus enemigos, él no tiene que usar su poder omnipotente para conseguir victorias. Cuando procede de lo alto, “Más vale la sabiduría que las armas de guerra.”—Ecl. 9:18.
2. ¿Por qué pueden confirmar los testigos de Jehová el hecho de que la sabiduría es mejor que armas o fuerzas?
2 Los verdaderos cristianos conocidos como testigos de Jehová pueden confirmar esta verdad. Guiados por la sabiduría que desciende desde arriba, su serie de victorias sobre las naciones mundanas que están erizadas de las armas más recientes de guerra sigue sin interrupción. Pueden aplicarse a sí mismos las palabras de Pablo: “Las armas de nuestra milicia no son carnales, mas son poderosas en Dios para demoler fortalezas.” (Sant. 3:17; 2 Cor. 10:4) Quizá sufran bajas en su milicia al oponerse a “este presente siglo malo” que “yace bajo el dominio del maligno”, Satanás el Diablo; pero ganan contra las persecuciones y turbas, la prisión y la proscripción gubernamental, hasta triunfan sobre la ejecución de la sentencia de muerte, pues su servicio prospera, sus números aumentan, y su derecho a la vida en el nuevo mundo está seguro. (Gál. 1:4; 1 Juan 5:19; Apo. 2:10) Por esto honran a Dios, porque lo que trae la victoria es su protección y la sabiduría que los guía. Al oponer sus números pequeños contra un mundo armado, aprecian las palabras del Eclesiastés 9:14-16: “Había una pequeña ciudad, y los hombres dentro de ella eran pocos; y vino contra ella un gran rey, y le puso cerco, y edificó contra ella grandes torres. Y fué hallado dentro de ella un hombre pobre pero sabio, el cual con su sabiduría libró la ciudad; pero no hubo quien se acordase de aquel hombre pobre. Dije entonces yo: ¡La sabiduría vale más que la fuerza!” El mundo recuerda a los héroes de sus guerras y los idolatriza; su preservación estaría más segura si no hiciera a un lado la sabiduría desde arriba y no la olvidara.—Ecl. 7:12.
3. ¿En qué punto reanudamos la consideración del drama que implicó a Gedeón y a los trescientos? y ¿cuál es el resultado de esta inspección?
3 El principio de que “más vale la sabiduría que las armas de guerra” halla vindicación en el drama profético que implicó a Gedeón y a sus trescientos guerreros. De nuestro número anterior se recordará que ellos habían expulsado de la mente la adoración de Baal que los entrampaba, y habían despedido de entre ellos a los miedosos y los perezosos egoístas. Ahora, con las filas reducidas a sólo trescientos, hicieron frente a una fuerza opositora de cuando menos 135,000 espadas enemigas. La situación exigía la estrategia. En obediencia al mandato de Jehová, Gedeón emprende un viaje de inspección entre las avanzadas del campamento madianita, y alcanza a oír a dos de los enemigos. Uno cuenta un sueño acerca de una torta de pan de cebada que venía rodando por el campamento y volcaba las tiendas, y el otro interpreta: “No es ésta otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, hombre israelita, en cuya mano Dios ha entregado a Madián, con todo el campamento.” Gedeón volvió a su propio campamento y exclamó: “¡Levantaos, que Jehová ha entregado en vuestra mano el campamento de Madián!”—Jue. 7:9-15.
4. ¿Qué aprenden los cristianos hoy en día al explorar las posiciones del enemigo? y ¿qué oyen a veces de la misma boca del enemigo?
4 Una torta de pan de cebada no es mucho, pero derribó una tienda. El enemigo excedía en número a los trescientos de Gedeón, pero Dios les dijo mediante este sueño que derrotarían a Madián. Los testigos ungidos hoy en día son comparativamente pocos, pero Jehová les abre los ojos a la debilidad de los sistemas de este mundo. Al inspeccionar las posiciones del enemigo, los cristianos disciernen la falsa opinión de las religiones de la cristiandad, la corrupción de su política, la codicia de su comercio, el deseo por poder que arde dentro de su militarismo. Los hombres íntimamente enterados de la situación mundial a menudo se lamentan por la triste condición de la religión, política, comercio y militarismo mundanos, todos los cuales parecen desear con vehemencia una tercera guerra mundial. De su propia boca los mundanajos enemigos se condenan, y a veces loan a los testigos de Jehová por su rectitud como grupo y por su celo como cristianos. No es que favorezcan a los testigos de Jehová, sino que los hechos obligan esta concesión de labios renuentes y abren los ojos a la escritura en la pared. (Dan. 5:5, 25-28; Luc. 19:22) Como el sueño del madianita, el ánimo cristiano inquebrantable es señal doble: la destrucción para el enemigo y la liberación para el siervo piadoso. “En nada aterrados por vuestros adversarios; lo cual es para ellos evidente señal de perdición, mas señal de vuestra salvación [liberación], y eso de parte de Dios.”—Fili. 1:28.
LA ESTRATEGIA, Y EL ATAQUE
5. ¿Cómo y con qué equipo lanza Gedeón el ataque?
5 ¡Arriba! ¡Levántense! ¡Prepárense para la batalla! Gedeón vuelve de su inspección nocturna y excita a su bandita a celo para pelear. Divide su fuerza en tres compañías de cien cada una, y los despliega en las tinieblas de la noche para acción. Bajan de las alturas del monte Gilboa, una fila callada de figuras que al fin rodea al campamento madianita dormido que se desparrama por el valle de Jezreel, al pie del collado de Moré al norte. ¿Bien armados, estos trescientos? No, no en sentido militar; evocarían risa desdeñosa de militaristas soberbios. Cada uno tenía una trompeta, un cántaro, y una antorcha dentro del cántaro. Cada uno sabía las instrucciones, tenía su lugar asignado en la fila tenue que se extendía en torno del campamento, y tenía los ojos clavados en el lugar donde estaba Gedeón para recibir la señal. Al darse la señal cada uno tocó con fuerza su trompeta, rompió su cántaro, puso en alto la tea descubierta de esa manera, y gritó, “¡La espada de Jehová y de Gedeón!”—Jue. 7:1, 15-20.
6, 7. ¿Cuán efectivo contra los madianitas fué este ataque extrañamente conducido?
6 Una escena de la confusión más desordenada y de terror se desató en el campamento madianita. El silencio de la noche destrozado por los toques de trescientas trompetas, su tranquilidad interrumpida por los gritos de trescientas gargantas, sus tinieblas penetradas por las llamas imponentes de trescientas antorchas, y además de esto la dispersión desordenada y asustada del ganado madianita, con todo eso puede entenderse el terror desalentado de los invasores. Los gritos y toques rodaron a través del campamento para dar en la cuesta de Moré, sólo para rebotar otra vez sobre la escena confusa y chocar con el risco del monte Gilboa, y al ser aumentado el ruido y al responder los ecos, parecía que los mismos collados se despertaban y gritaban contra Madián. Los ecos retumbantes convergían en el enemigo, y al salir ellos tropezándose de sus tiendas sus ojos llenos de sueño se abrían en susto alarmado por causa de las llamas que hacían resaltar formas obscuras y excitaban imaginaciones supersticiosas. Creyendo que las trompetas eran las de un ejército numeroso que había penetrado su campamento, los madianitas se figuraron que sus enemigos estaban entre ellos y volvieron sus espadas contra todo hombre que hallaban, contra sus propios números. Estaban confundidos y desconcertados, y se precipitaban desatinadamente, y aumentaban estrépito con sus propios gritos, hasta que pudieron poner en orden sus movimientos desatinados y huir hacia los vados del Jordán y su propio país. La guerra de nervios había destrozado su dominio y se arrojaban los unos contra los otros antes de al fin echarse a huir precipitadamente. El temor contagioso cundió como plaga, y el terror dió alas a la huída. (Deu. 20:8) Ninguna estratagema jamás fué puesta mejor, fué mejor ejecutada, o fué más completamente próspera. Jueces 7:20-22 dice:
7 “Entonces las tres compañías tocaron las trompetas, y rompieron los cántaros: luego con la mano izquierda asieron las teas encendidas, y con la derecha las trompetas que tocaban, y gritaron: ¡La espada de Jehová y de Gedeón! Y se quedaron en pie, cada uno en su puesto a la redonda del campamento: entonces todo el ejército echó a correr, gritando y huyendo. Pues cuando tocaron las trescientas trompetas, Jehová puso la espada de cada cual contra su compañero, y esto por todo el campamento. Y huyó el ejército.”
8. ¿Por qué fué tan efectiva esta estrategia para aterrorizar a los madianitas y sus aliados? y ¿cuál fué su condición al fin de la batalla?
8 Porque siguieron la estrategia dada por Jehová mediante Gedeón, y porque Dios hizo que el enemigo pasmado se matara, los trescientos israelitas ganaron la victoria sin armas carnales. “Más vale la sabiduría que las armas de guerra.” Gritos y toques de trompeta precedían los ataques: “Subió Dios [contra el enemigo] con voces de júbilo, Jehová con estruendo de trompeta.” “Cuando saliereis a campaña en vuestra tierra contra el adversario que os oprima, haréis tocar alarma con las trompetas.” (Núm. 10:9; Sal. 47:5) Casi siempre una trompeta proclama el avance de una compañía; de modo que el tener una trompeta cada uno de los trescientos les pareció a los madianitas que eran invadidos por trescientas compañías de tropas en vez de sólo tres. Al fin de esa batalla lanzada tan aparatosamente, los madianitas opresores y los que conspiraron con ellos estaban muertos, e Israel estaba libre de su cruel señorío.
9. ¿Qué pretensión hacen los opresores antitípicos? pero, ¿cómo y cuándo fué confutada?
9 Los madianitas modernos y sus aliados del día, los agentes visibles de Satanás que rigen sobre los pueblos de la tierra y los oprimen, y sobre todo tratan de aplastar a los que sirven a Jehová, pretenden ser las “potestades superiores” mencionadas en Romanos 13:1. Pero los trescientos antitípicos, y el resto ungido de los miembros del cuerpo de Cristo bajo el mando del Mayor Gedeón Cristo Jesús, disputan esa pretensión. El 5 de agosto de 1928, en una resolución intitulada “Declaración contra Satanás y a favor de Jehová”, que fué adoptada por 12,000 testigos congregados en Detroit, Míchigan, y que más tarde fué impresa en varios idiomas y distribuído en millones de ejemplares, se hizo esta declaración: “A partir de ahora nuestro grito de batalla será, ¡LA ESPADA DE JEHOVÁ Y DE SU UNGIDO!” Todo el tenor de esta Declaración y el discurso público “Gobernante para la gente” que la acompañó, siendo difundidos los dos por una cadena de más de 10 radiodifusoras, en los Estados Unidos de la América del Norte y el Canadá, fué que Satanás era el dios de este mundo y que los guías nacionales eran sus representantes y que ninguna nación terrestre tenía a Jehová como Dios suyo. La verdad de que Jehová Dios y Cristo Jesús, y no los políticos mundanos, son las Potestades Superiores de Romanos 13:1 se hizo más clara y recibió mayor publicidad a partir de 1929, sobre todo en las Watchtówers del 1 y 15 de junio de aquel año.
10. ¿Cómo apoya a los testigos de Jehová hoy en día en esta posición el proceder de Jesús y de los cristianos primitivos?
10 Los apóstoles no consideraban a los políticos mundanos como las “potestades superiores”; de otra manera nunca les habrían dicho: “¡Es menester obedecer a Dios más bien que a los hombres!” (Hech. 5:29; 4:19) Ni tampoco los consideró así Jesús, que expuso y arruinó a los “principados y a las potestades” del comercio y la política y la religión falsa, y las invisibles potestades demoníacas también. (Mat. 4:8-10; 6:19-21; 19:23, 24; 21:12, 13; 23:1-33; Luc. 13:31, 32; Juan 8:44; 18:36; 19:10, 11; Col. 2:14-17) A los cristianos primitivos el poder de tales hombres vino a estar tan muerto como los primogénitos de Egipto al tiempo de la décima plaga, que representó la muerte de los gobernantes mundanos como las “potestades superiores”. El amortiguamiento de los primogénitos (“el principio [o principal] de su vigor”) antitípicos resalta cuando los testigos de Jehová dicen ante los tribunales y autoridades mundanas: “¡Es menester obedecer a Dios más bien que a los hombres!”—Deu. 21:17.
11. ¿Cómo libra a los cristianos y pone en fuga a los madianitas modernos esta verdad?
11 De modo que fué con esta verdad acerca de las verdaderas “potestades superiores” que los testigos de Jehová atacaron a los madianitas modernos, a partir de 1928, y con ella rompieron los lazos que en un tiempo los ataban impropiamente en sujeción a los gobernantes mundanos hasta en cosas de adoración, cuando creían que tales gobernantes eran ‘ordenados por Dios’. El conocimiento de que Dios y Cristo son las Potestades Superiores echó fuera y destruyó el poder de autoridades mundanas sobre los cristianos respecto a la adoración de Jehová. Desde que aprecian esta verdad denodadamente vocean su grito de guerra: “¡La espada de Jehová y de su Ungido!”
12. A pesar de su número comparativamente pequeño, ¿por qué le parece al enemigo que hay multitudes de testigos de Jehová?
12 Este mundo viejo y sus guías están en tinieblas tan profundas como las que descendieron sobre Egipto durante la plaga novena, y el número comparativamente pequeño de testigos de Jehová rodean y se infiltran en este campamento mundial. Pero al enemigo le parece que los testigos son multitudes, porque la organización teocrática hace el mejor uso de la bandita, cada uno quedándose en su lugar asignado, tal como los trescientos de Gedeón se quedaron “cada uno en su puesto a la redonda del campamento”. Son instruídos en los mejores métodos y estrategias de la guerra cristiana, y cuando el Gedeón Mayor hace brillar su verdad y la trompetea desde el templo prestamente se ponen a reflejar esa luz, dejándola brillar en todo el mundo entenebrecido, alzando la voz como trompeta de alabanza a Dios, cerciorándose de que el toque sea claro y cierto, gritando con celo las verdades que hacen libres de opresores duros a los hombres. Los ungidos se asemejan a vasos de barro en los cuales está almacenada la luz atesorada, y para dejar que brille esta luz voluntariamente consumen y gastan sus fuerzas corporales y hasta dejan que sean quebrantados en la muerte como cántaros de barro rotos. Pero su proceder ejemplar sigue brillando y la luz aumenta.—Gén. 4:10; Sal. 47:1; 69:9; 119:105; 150:3; Isa. 58:1; 60:1, 2; Jer. 50:15; Mat. 5:14-16; 1 Cor. 14:8, 9; 2 Cor. 4:6, 7; Heb. 11:4.
13. ¿Por qué creerán los mundanajos que los testigos de Jehová están mal equipados para la guerra teocrática? pero, ¿qué resultado prueba lo contrario cuando estalla la batalla?
13 Quizá crean los mundanajos que los testigos de Jehová están tan mal equipados para el servicio ministerial como los soldados armados de teas y cántaros y cornetas estarían para una guerra carnal. No están equipados de la enseñanza religiosa ortodoxa, ni armados de un diploma de algún seminario teológico. No usan métodos ortodoxos, tal como sentarse en edificios eclesiásticos y esperar que la congregación venga a ellos, o expresar una crítica sobre libros mundanos y parlotear la política o reemplazar la Biblia con credo y rito, o fomentar tertulias y juegos de azar. Pero cuando los testigos se ponen a hablar y dejan que brille la luz de la Biblia, el enemigo se confunde y se aturde y no puede permanecer en pie contra las verdades declaradas. (Juan 7:15; Hech. 4:13) La luz de la Biblia es demasiado fuerte para los enemigos que hace mucho duermen en las tinieblas, de modo que andan a tientas en ceguedad, aturdidos por un mensaje que les es extraño. No pudiendo apoyarse en la Biblia, huyen a la tradición, a credos, a costumbres, a ritos y ceremonias y formalismo, hasta estar en plena fuga de la tierra de la verdadera adoración de Jehová.—Isa. 29:13, 14; Mat. 15:1-9; 23:5; Col. 2:8.
14. ¿Qué cosa manifiesta la confusión del enemigo y la imposibilidad de que sean las “potestades superiores”? y ¿para quiénes están muertos?
14 No pudiendo unirse en una acusación unificada contra los testigos de Dios, los enemigos en un país los llaman comunistas, en otro imperialistas, un año los acusan de ser nazistas, el siguiente los llaman rojos. Los guías mundiales se oponen los unos a los otros, altercando y peleando y matándose. Sus propias acciones manifiestan que no podrían ser las “potestades superiores”; su propia riña interna confusa pone fin a su pretensión de constituirlas. Divididos religiosa, comercial, política y militarmente, no pueden permanecer en pie, sino que caerán, volados de su posición falsa por el mensaje de la verdad y por su propia conducta no cristiana. Los iluminados que creen en la Biblia ven que estos guías de la cristiandad que se suponen representan a Dios no tienen más que fe muerta, fe sin fundamento en conocimiento y sin la vida que le dan las obras bíblicas. Para Dios están muertos en transgresiones y pecados voluntarios, y son como si fueran muertos para los cristianos, que ya no los consideran como “potestades superiores” ‘ordenadas por Dios’. (Mat. 8:22; 12:25; Efe. 2:1; Heb. 11:1; Sant. 2:26) Isaías describe su “muerte” de esta manera: “Jehová, Dios nuestro, otros señores fuera de ti nos han señoreado; mas ahora, de ti solo y de tu Nombre haremos mención. Muertos están ellos, no vivirán; difuntos, no se levantarán; porque tú los has visitado y destruído, y has hecho perecer toda memoria de ellos.”—26:13, 14.
OTROS SE REÚNEN A LA BATALLA
15, 16. ¿Cómo respondieron los otros israelitas cuando los madianitas fueron puestos en fuga? y ¿qué contención entre los israelitas se decidió pacíficamente?
15 En el drama antiguo el ataque impávido que hicieron los trescientos de Gedeón barrió al enemigo aterrado hacia el Jordán en plena fuga, y este éxito asombrante puso ánimo en las venas de otros israelitas y los promovió a reunirse al perseguimiento. El relato de eso y de lo que sucedió después se halla en Jueces 7:23-25 y 8:1-3:
16 “Y fueron convocados los hombres de Israel, de Neftalí y de Aser y de todo Manasés, y persiguieron a Madián. Gedeón envió mensajeros también por toda la serranía de Efraim, diciendo: ¡Bajad al encuentro de los Madianitas, y tomad delante de ellos los vados de las aguas, hasta Bet-bara, y el Jordán! Juntáronse pues todos los hombres de Efraim, y tomaron las aguas hasta Bet-bara, y el Jordán. Y prendieron a los dos príncipes de Madián, Oreb y Zeeb: y mataron a Oreb sobre la peña de Oreb, y a Zeeb le mataron en el lagar de Zeeb; y siguieron en perseguimiento de Madián; mas las cabezas de Oreb y Zeeb trajéronlas a Gedeón de la otra parte del Jordán. Entonces los hombres de Efraim le dijeron a Gedeón: ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, de no llamarnos cuando fuiste a campaña contra Madián? Y le regañaron con aspereza. Mas él les dijo: ¿Pues qué he hecho yo en comparación de vosotros? ¿Acaso no son mejores las rebuscas de Efraim que la vendimia de Abiezer? En mano de vosotros Dios ha entregado a los príncipes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿qué pues he podido hacer yo en comparación de vosotros? Entonces templóse su ira contra él, cuando dijo esto.”
17, 18. ¿Quiénes tomaron parte en la batalla corredora en el día de Gedeón? y en el cumplimiento ¿cómo se manifiestan estas diferentes personas, para formar qué clase?
17 Después del ataque inicial la pelea se desarrolló en batalla corredora, y al extenderse ésta al Jordán y más allá refuerzos de Israel entraron para tomar parte con los trescientos en perseguir al enemigo. Los primeros que espontáneamente entraron en la batalla vinieron de Neftalí y Aser y Manasés, tribus de las cuales habían venido originalmente los 32,000 pero cuyas filas fueron reducidas a los trescientos que al fin fueron usados, como resultado de pruebas para extirpar a los miedosos y egoístas. Sin duda algunos que ahora se presentaron para pelear habían estado entre los 31,700 previamente enviados a casa. Otros, tales como los efraimitas, recibieron la llamada a la acción después de que la fuga estaba en toda su fuerza.
18 En el cumplimiento, el resto ungido sufrió la purificación en el templo para hacerlos aptos para el combate piadoso, y cuando al fin fueron equipados de bastante verdad para poner en fuga a los representantes visibles de Satanás para expulsarlos del territorio de Jehová donde se habían establecido sin derecho como “potestades superiores”, los ungidos lanzaron el ataque. Con la Biblia los testigos probaron que los guías mundiales habían invadido el lugar que pertenecía a Dios y Cristo, y su denuedo en exponerlos, y el hecho de que el enemigo no podía contestar y retener su posición, hizo que otros observadores vieran que los agentes de Satanás no podían justificar su pretensión de ser las “potestades superiores”. Por esto como “potestades superiores” estos guías mundiales vinieron a estar muertos ante los ojos de los observadores, que se lo contaron a otros, que en turno les contaron a aun más personas esta verdad que picaba como estocada de espada la fábula de que los gobernantes opresores eran las “potestades superiores”. Algunos entre los primeros que acudieron al lado del resto ungido en 1930 y unos cuantos años después habían conocido a los testigos antes y habían asistido a reuniones, pero, como el egoísta hijo pródigo de la parábola, se habían apartado en sus propios caminos agradables de la menor resistencia. (Luc. 15:11-32) Luego vuelven a la adoración del Padre, junto con más y más personas que recibieron por primera vez la invitación de tomar parte en la guerra cristiana. Estas personas agregadas que son recogidas son las “otras ovejas” del Señor, que al fin formarán una grande muchedumbre de entre todas las naciones, pueblos, tribus y lenguas.—Apo. 7:9-17.
19. ¿Desde cuándo se ha presentado en grandes números la clase de las “otras ovejas”, debido a qué publicidad extensa?
19 ¿No fué después de la muerte de los primogénitos en Egipto que la muchedumbre mixta se ve marchando con Israel? (Éxo. 12:38) Y ¿no fué después de matar el poder madianita mediante la fuga que los grandes refuerzos se unieron a los trescientos? Por lo tanto después de que comienza la décima plaga antitípica y la fuga es cuando la clase de las “otras ovejas” se presentan en grandes números. La verdad de que las “potestades superiores” son Dios y Cristo se aclaró en 1928 y 1929, y desde entonces esa verdad puntiaguda se ha blandido muchas veces como parte importante de la espada del espíritu. Ha sido parte de la pelea corredora que sigue en vigor a través de los años, adquiriendo publicidad extensa que atrae atención mediante miles de casos ante los tribunales, casos que implican disputas con autoridades mundanas sobre los derechos de predicar, el saludo de banderas, el atribuir salvación a los hombres, el servicio militar, etc. Cuanta más luz de verdad brillaba; cuanto más reverberaban los gritos y trompeteos de alabanza, tanto más acudían los hombres de buena voluntad a las filas de los testigos de Jehová.
20. En el tipo y en el antitipo, ¿quiénes se levantaron para interrumpir la retirada del enemigo, y por qué son tan eficaces sus esfuerzos?
20 Los madianitas y sus aliados habían invadido la tierra que debía de ser ocupada por verdaderos adoradores, la habían contaminado y saqueado, la habían empobrecido, la habían dejado desolada y sin fruto. Pero cuando fueron puestos en fuga por los israelitas revivificados y fortalecidos, y huyeron hacia su propia tierra para escaparse, hallaron que nuevas fuerzas habían venido para interceptar su retirada. Estas tropas nuevas, los efraimitas, hicieron estragos entre los madianitas, hasta degollando a sus dos príncipes, Oreb y Zeeb. Asimismo hoy en día de entre sus propias organizaciones los enemigos que se retiran encuentran fuerzas inesperadas que salen de repente de entre sus propias filas, y los enemigos no saben por donde escaparse. Al penetrar el mensaje a nuevas tierras miles más emprenden la lucha, manifestando que este mundo les es cosa muerta, sin ninguna esperanza de vida. Igual que los efraimitas, toman los puestos de batalla que les asigna la cabeza de la organización de los trescientos. Allí es donde los esfuerzos son eficaces, donde la organización nos pone, donde la unidad de acción contra el enemigo resultará.
21. ¿Cómo se sentirán algunas de las “otras ovejas” cuando se enteren por primera vez de su privilegio de predicar? pero ¿el aprecio de qué hechos les clarifica las cosas?
21 Pero, ¿qué hay de la queja que hicieron los efraimitas por no haber sido llamados más temprano? Allá en el tipo el propósito de Dios era el de usar un número limitado en el ataque inicial, para que el crédito por la victoria correctamente fuera a Jehová. (Jue. 7:2-4) De manera parecida, el triunfo sobre los madianitas modernos no es a fuerza de números, y ninguna carne ha de gloriarse ante los ojos de Dios. La victoria tiene que ser para honra de Jehová. A él no le hace falta ninguna criatura para poner en fuga al enemigo; él podría predicar la verdad haciendo que las piedras gritaran. (Luc. 19:40; 1 Cor. 1:29) Sin embargo, decidió usar una “manada pequeña”, un resto ungido para hacer la obra de poner en fuga al enemigo. Más tarde, al incorporarse en las filas luchadoras más y más de la clase de las “otras ovejas”, quizá algunos lamenten que no fueron informados más pronto acerca de estas verdades bíblicas, para que pudieran tener parte más cabal en la obra de la predicación del evangelio. Pero aprecian la razón para lo que les pareció llamada tardía al servicio, cuando se enteran del propósito de Jehová de recoger y probar, cernir y juzgar primero al resto ungido.—Juan 10:16; 1 Ped. 4:17.
22. ¿Cómo contestó Gedeón, y qué principios bíblicos aplicó él, para poner fin a la riña interna?
22 Mediante una respuesta suave y atinada Gedeón apartó la ira de los efraimitas. Aplicó principios expresados siglos más tarde: “En cuanto a honra, prefiriendo cada cual al otro”; “Con humildad de ánimo, estimando cada cual al otro como mejor que él mismo.” (Pro. 15:1; Rom. 12:10; Fili. 2:3) No era tiempo para riña interna, de modo que redujo la ira de ellos indicando la parte rica que habían tenido en confirmar la victoria, hasta agregando generosamente, “¿Qué pues he podido hacer yo en comparación de vosotros?” “¿Acaso no son mejores las rebuscas de Efraim que la vendimia de Abiezer?” les pregunta.
23. En el cumplimiento, ¿cómo puede decirse lógicamente que el resto ungido cosechó la “viña” del enemigo y que las “otras ovejas” sólo rebuscaron, y que sin embargo esa rebusca contribuye mucho a la victoria?
23 “Abiezer” representaba la casa de Gedeón, y en este drama indicaría el resto ungido de los miembros del cuerpo de Cristo. La organización terrestre de Satanás se conoce como “la viña de la tierra”, y en cuanto a la guerra visible entre ella y los testigos de Jehová el resto ungido es el primero que proclama la verdad que comienza la batalla. (Apo. 14:18-20) La predicación impávida del resto es lo que pone en fuga al enemigo y le hace echar a correr hacia la derrota completa. Para cuando las “otras ovejas” entran en la lucha la mayor parte de los frutos doctrinales de la “viña” del enemigo se han cosechado como falsedades, y no quedan más que las rebuscas. Sin embargo, las “otras ovejas” entran en el conflicto al tiempo crítico para llevar a cabo un servicio vital, tal como las rebuscas de Efraín en la batalla antigua, a saber, el entrampar y degollar a los madianitas en fuga y el dar muerte a los rezagados, hicieron gran contribución a la victoria final.
24. ¿Por qué no tienen causa para regañar ahora a nadie las “otras ovejas” por su comienzo tardío en la guerra teocrática, sino que están satisfechas y se regocijan en la obra de rebuscas que les toca?
24 Gedeón reconoció esto, tal como el resto ungido hoy en día con gusto declara que las “otras ovejas” ahora desempeñan la parte mayor en perseguir y arrinconar y matar el fruto doctrinal e ideológico de la organización visible de Satanás. La clase de las “otras ovejas” no tiene ninguna causa para regañar a nadie por su comienzo tardío. Los efraimitas han de haber sabido que los madianitas estaban en el país, que Gedeón congregaba fuerzas para combatirlos, y que cuando menos pudieron haber ofrecido sus servicios sin ser invitados formalmente. Asimismo, muchos que ahora constituyen las “otras ovejas” antes sabían algo de la obra del resto y pudieron haberse asociado con él. Es verdad que no fueron invitados a tomar parte en el servicio mucho entre 1920 y 1930, la invitación habiéndoseles extendido más tarde, tal como en el tipo les vino más tarde a los efraimitas. Después de instrucción, las “otras ovejas” aprecian por qué tuvo que esperarse su recogimiento, que el propósito de Jehová era el de recoger por completo a la “manada pequeña” primero, y están satisfechas con el arreglo de Dios y se regocijan en los privilegios de servicio que poseen ahora, tal como los efraimitas fueron apaciguados después de ser instruídos por Gedeón. Lo mismo es verdad ahora que las “otras ovejas” entran cerca del fin de la obra de predicar el evangelio, después de que ha estado en progreso por diecinueve siglos, después de la muerte del primogénito antitípico, y se regocijan que la obra final de rebuscas que hacen ellas es tan asombrosamente fructífera y contribuye tanto al recogimiento de los que constituirán la grande muchedumbre del Apocalipsis 7:9.
ACABANDO CON EL RESTO DEL ENEMIGO
25. ¿Cuál fué la experiencia de Gedeón con los hombres de Sucot y Penuel?
25 El relato de los últimos períodos de la batalla típica sigue. “Entretanto Gedeón había llegado al Jordán, y lo había pasado, él y los trescientos hombres que tenía consigo; cansados, pero siguiendo el alcance de los fugitivos. Y dijo a los hombres de Sucot: Dadme, os ruego, panes para la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y Zalmuna, reyes de Madián. Pero los principales de Sucot le contestaron: ¿Acaso los puños de Zeba y Zalmuna están ya en tu mano, para que demos pan a tu tropa?” Gedeón siguió adelante, y les hizo la misma petición a los hombres de Penuel, y recibió la misma contestación. Gedeón pronunció juicio contra Sucot y también contra Penuel, y siguió persiguiendo al enemigo.—Jue. 8:4-9.
26. ¿Quiénes tratan de manera parecida al resto ‘cansado, pero siguiendo’?
26 Ya hace muchos años que el resto ungido sigue avanzando en la batalla de la verdad contra las mentiras, pero, aunque está envejeciéndose y está casi agotado, no cede al cansancio de la carne sino que sigue persiguiendo al enemigo, “cansados, pero siguiendo el alcance de los fugitivos.” A menudo podrían usar la ayuda simbolizada por el “pan” o “un vaso de agua fría”. Los que se niegan a ayudar a los hermanos de Cristo son juzgados adversamente por el Rey, que les dice: ‘Tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber... Idos al castigo eterno.’ (Mat. 25:42, 46; 10:42, Ver. Am. Norm. [en inglés]) Los tales fueron prefigurados por los hombres de Sucot y Penuel, y tendrán fin parecido.
27. ¿Qué punto de vista adoptaron los hombres de Sucot y Penuel? y ¿cómo prefiguraron tan bien a las clases de las “cabras” y del “siervo malo” de hoy en día?
27 Los de Sucot y Penuel todavía creían que los madianitas ganarían, y temían represalias si ayudaban a la banda de Gedeón. El enemigo fugitivo que ya se había encuevado en Carcor constaba de 15,000 personas, 50 veces los que estaban con Gedeón, y para los hombres de poca fe que miraban las apariencias externas, ciegos al poder de Jehová que apoya a su pueblo, la victoria mediante Gedeón aun parecería esperanza tenue. Los hombres de Sucot y Penuel todavía consideraban a sus opresores como sus gobernantes, como potestades superiores a las cuales habían de someterse. ¡Qué parecido a las clases de las “cabras” y del “siervo malo” de hoy en día, que se niegan a ayudar al resto ungido, no pudiendo ver que detrás de estos hermanos del Señor están Cristo y Jehová, y todavía temen a los guías mundiales, asociándose con ellos y considerándolos como las “potestades superiores”! Tales personas cabrías creen que esta organización mundial bajo Satanás está bien, creen que continuará como el poder dominante, y se identifican con ella. Por esto en el tipo y también en el antitipo se ve que la fuga y la batalla corredora dividían a los pueblos, algunos saliendo y tomando parte en la lucha contra los opresores satánicos, otros poniéndose de parte de los condenados que invadieron el campo de la adoración de Jehová.—Mat. 25:31, 32.
28. ¿Con el relato de qué sucesos termina el drama profético?
28 El relato de la riña típica sigue: “Mas Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y su ejército con ellos, como quince mil hombres, todos los que quedaron de todo aquel ejército de los hijos de Oriente; porque cayeron ciento veinte mil hombres que sacaban espada. Subió pues Gedeón por la vía de los que habitan en tiendas, al oriente de Noba y Jogbea, e hirió al campamento; porque el campamento estaba sin recelo. Y huyeron Zeba y Zalmuna: mas él, siguiendo en su alcance, prendió a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna; pues había aterrado a todo el campamento.” (Jue. 8:10-12) Al volver victoriosamente por el camino de perseguimiento, Gedeón dió castigo apropiado a los hombres de Sucot y Penuel, descubrió el hecho de que los reyes madianitas Zeba y Zalmuna eran los que habían matado a sus hermanos, y les dió muerte justa.—Jue. 8:13-21.
29. ¿Qué deben de tener presente las “otras ovejas”, y por qué?
29 Gedeón y sus trescientos fueron los que dieron principio a la batalla bajo la dirección de Jehová; ellos fueron los que la terminaron por la gracia de él. De modo que el resto ungido es el que desempeña el papel principal en la guerra cristiana visible contra los agentes de Satanás, siendo usado para comenzarla y terminarla en lo que toca a estos “postreros días”. Aunque los efraimitas tuvieron el privilegio de cautivar y degollar a los príncipes madianitas Oreb y Zeeb, sin embargo le tocó a Gedeón tomar y destruir a los dos reyes de Madián. Es necesario que las “otras ovejas” tengan presente estas cosas, para que siempre aprecien su relación al resto, a la organización, y a Cristo Jesús y a Jehová Dios. El hecho de que a fuerza de número ellos llevan a cabo ahora la mayor parte de la obra de testificar no debe de hacer más que hacerlos humildes en su privilegio precioso; nunca debe de hacer que se ensalcen contra el resto ungido, bajo cuya dirección inmediata trabajan ellos. Reteniendo de esa manera la correcta actitud mental, nunca serán abatidos y destruídos con los antitípicos hombres cabríos de Sucot y Penuel.—Mat. 23:12.
30, 31. En la guerra carnal y en la guerra cristiana, ¿qué semejanzas y qué contrastes hay en cuanto a poseer poder y ser movilizados y organizados?
30 Así fué que el pueblo de Dios en los días de Gedeón fué librado de la esclavitud madianita, mediante una batalla que continuó desde el ataque inicial hasta que se exterminó el resto del enemigo. Gedeón siguió hasta el fin. Para inculcar en los ministros la importancia de seguir después de predicar de puerta en puerta, considérese la semejanza en los pasos que se toman, pero el contraste en los resultados que se producen, mediante la guerra moderna carnal y la guerra cristiana.
31 Los hombres de este viejo mundo que está llegando a su fin tienen en su mano el poder de matar a millones, por la gracia del Diablo. Tienen sus bombas de bacteria y bombas atómicas y esperan producir potentes bombas de hidrógeno. Los hombres del venidero nuevo mundo tienen en la mano el poder de manifestar el sendero de la vida a millones de personas, por la gracia de Dios. Tienen y entienden la Palabra de Dios, que se desborda de aguas de la vida. El mundo viejo está movilizado para producir la muerte, alimentando materias primas a las líneas de montaje en fábricas para producir granadas y bombas y gases venenosos. Los siervos del nuevo mundo están movilizados para producir el mensaje vivificador, manteniendo imprentas que amontonan abastecimientos de Biblias y ayudas bíblicas. El mundo viejo está organizado para distribuir sus matadores, reclutando ejércitos para conducir los tanques y barcos y aviones que entregan la muerte a los campos de batalla. Los trabajadores del nuevo mundo están organizados en compañías para distribuir el mensaje de la vida, haciendo visitas de puerta en puerta y testificando en la calle en los campos de predicación en toda la tierra. Las fuerzas del mundo viejo y también las del nuevo mundo siguen, acabando con el enemigo, pero, ¡qué contraste en cuanto a los resultados!
32. (a) ¿Qué contraste hay entre las operaciones de las fuerzas del mundo viejo y las de las fuerzas del mundo nuevo? (b) Indíquese mediante ilustración la necesidad de conducir revisitas y estudios bíblicos en las casas.
32 Cuando el mundo viejo acaba con el enemigo que queda después que los ejércitos hayan ganado la victoria, envía fuerzas de ocupación, saquea y oprime, demanda reparaciones, y establece campos esclavizantes de trabajo y campos de prisión. Después de que los publicadores del Reino distribuyen literatura bíblica hacen esfuerzos adicionales, revisitando a los que la consiguieron, para contestar preguntas, para conducir estudios de la Biblia en las casas, para enseñarles a los interesados cómo predicar, para soltarlos de la esclavitud de este mundo viejo e introducirlos a la esperanza de la libertad en un mundo nuevo de justicia. Los ministros teocráticos saben que la verdad de la Biblia se asemeja al agua, y que puede decirse que dentro de la pasta de una ayuda bíblica hay un depósito de tal agua. Además, cuando el agua se queda represada y sin mover se enrancia y se estanca; tiene que fluir como corriente para estar clara y centelleante. De modo que los ministros vuelven a visitar y a animar a los que consiguen las publicaciones a abrirlas, a dejar que el mensaje en la página fluya libremente mediante el ojo a la mente y que llene el corazón. Si las aguas de la verdad han sido ensuciadas y corrompidas por madianitas mentirosos de hoy en día, el ministro que vuelve a visitar a la gente puede asentar el lodo que los calumniadores arrojan y clarificar el agua y lograr que corra al oyente en claridad centelleante. (Eze. 34:18, 19; Apo. 22:1, 17) De modo que los ministros tienen que volver a visitar a la gente, no sólo para enseñar la verdad pura sino también para acabar con las calumnias sucias o mentiras que dejan los que todavía pretenden ser representantes de Cristo o pretenden ser “potestades superiores” ‘ordenadas por Dios’. Tales acciones teocráticas de acabar con las calumnias del enemigo hacen falta para librar completamente a los oprimidos y para eliminar a cualesquier opresores rezagados.
LOS FRUTOS DE LA VICTORIA DEDICADOS A DIOS
33, 34. ¿Qué confirma la opinión de que con la derrota de Madián termina el significado profético del drama? sin embargo, ¿qué sucesos siguieron que contienen instrucción general?
33 Parece que con la derrota total de los madianitas el drama termina su significado profético. Como confirmación de este punto de vista, nótese que inmediatamente después de la victoria final la gente quiso hacer a Gedeón rey sobre ellos, y a su prole después de él. (Jue. 8:22, 23) Esto apenas puede tener significado antitípico, puesto que en el cumplimiento el Gedeón Mayor Cristo Jesús fué entronizado como Rey antes de que el resto ungido fuera reunido contra los madianitas del día, ni tendrá Cristo ningún sucesor que reine en su lugar en el trono, como se propuso en el caso de Gedeón. Después de que Gedeón rechazó el reinado para él mismo y para sus hijos, hizo una propuesta alternativa, que fué aceptada y condujo a ciertos sucesos. Pero el drama profético había terminado, de modo que tampoco estos sucesos tienen significado antitípico. Sin embargo, revelan un principio general y una lección práctica que son instructivos debido a sus grandes rasgos. La historia relata:
34 “Les dijo empero Gedeón: Voy a haceros una petición, y es que me deis cada cual un zarcillo de su despojo; (pues los vencidos traían zarcillos de oro por ser Ismaelitas.) Y ellos contestaron: De muy buena gana te lo daremos. Tendieron pues un manto, y echaron allí cada cual un zarcillo de su despojo. Y fué el peso de los zarcillos de oro que él había pedido, mil setecientos siclos de oro; sin contar las medialunas, y los pendientes, y los vestidos de púrpura que había sobre los reyes de Madián: y sin contar los collares que tenían al cuello de sus camellos. Y de ello hizo Gedeón un efod, y lo puso en su ciudad, en Ofra: y todo Israel idolatraba, acudiendo allí, tras de ese efod [fornicó tras de ese ephod, V.V.R.]: lo cual vino a ser causa de ruina a Gedeón y a su casa [que fué un lazo para Gedeón y para su casa, Nácar-Colunga].”—Jue. 8:24-27.
35. ¿Qué hechos se destacan?
35 Estos hechos resaltan: El botín de la victoria no se usó para enriquecer a ningún individuo, sino que se reunió para hacer un efod. Esto no fué un ídolo, sino que fué una vestidura sacerdotal usada en el servicio de Dios. (Éxo. 28:6-14) Al hacer el efod el botín se usó para hacer algo que honraba y reconocía a Jehová. El caso fué parecido al tiempo cuando los israelitas despojaron a los egipcios antes del éxodo, y más tarde cuando en el desierto el pueblo contribuyó parte de este oro y materias preciosas para la edificación del tabernáculo, inclusive los efodes. (Éxo. 11:2; 12:36; 35:5, 21-29; 36:5-7) Israel cometió fornicación espiritual con el efod que hizo Gedeón, adorándolo, y vino a ser un lazo para Gedeón y para su casa. Sin embargo, Gedeón ciertamente no hizo el efod con fines idólatras; por honra de Jehová había rechazado el reinado para sí mismo y en vez de eso dirigió la atención al efod como representante de Dios. Pero la gente erróneamente adoró el efod más bien que lo que representaba, igual como pasó con la serpiente de bronce que Moisés había hecho correctamente, pero que más tarde fué idolatrada. (Núm. 21:9; 2 Rey. 18:4) El efod no sirvió el fin para el cual fué hecho, y hasta “resultó ser peligro para Gedeón y para su casa”; pero el relato no dice que Gedeón lo adoró. (Jue. 8:27, Móffatt [en inglés]) Gedeón murió aprobado, y la adoración de Baal ya no fué ejercida en Israel durante su vida.—Jue. 8:33; Heb. 11:32.
36. ¿Qué principio general se manifiesta por el proceder de Gedeón? y ¿cómo aplican ese principio hoy en día los testigos de Jehová?
36 El principio general que se manifiesta es que cualesquier frutos de victorias teocráticas deben de ir a la honra de Jehová, y no para el ensalzamiento de ningún individuo u organización. Los israelitas despojaron a los madianitas de su ropa fina y joyas; asimismo la verdad declarada contra los guías mundiales, sean religiosos o políticos, comerciales o militares, los despoja de la pretensión de ser “potestades superiores” de la cual se visten, los quita de su posición ensalzada, saquea el prestigio y adoración de que gozaban, y pierden los títulos lisonjeadores que les permitía centellear y brillar. Cualesquier tesoros de servicio de que hayan gozado se han ido, porque usaron sus puestos para hacer alarde de sí mismos. Estas cosas que llaman atención no se transfieren a los testigos que cuentan la verdad, sino que se reúnen y se entregan para la honra de Jehová. Al aprender la verdad los hombres de buena voluntad despojan de sus títulos y adornos impropios a éstos que antes eran honrados y dan toda alabanza a Jehová, y le atribuyen a Dios y a Cristo todos los títulos de honra, tales como “Padre” y “Potestades Superiores”.—Job 32:21, 22; Sal. 150:6; Isa. 42:8; Mat. 23:9.
37. ¿Qué lección práctica contienen los sucesos antiguos? y como resultado ¿de qué deben de estar enterados los cristianos hoy en día?
37 La lección práctica en los sucesos antiguos que siguieron la parte profética del drama es que los frutos de la victoria nunca deben de ser idolatrados. Cualesquier aumentos o ganancias en número de publicadores que vienen de la obra de predicar el evangelio nunca deben de acreditarse a los hombres ni a una organización visible, ni tampoco debe de ser causa para que se jacte la criatura de la cantidad de trabajo logrado; todo esto se debe a Jehová Dios y a Cristo Jesús y debe de dedicarse a ellos y a la vindicación del nombre de Jehová. Para ilustrar, un labrador siembra semilla y la riega y cultiva, pero, ¿hace él que brote la semilla y crezca y al fin dé fruto? ¿No se debe al Creador el crédito por el crecimiento? El apóstol Pablo desinfló a los que consideraban que las criaturas eran las responsables por los aumentos en la organización mediante tal ilustración, diciendo: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios dió el aumento. De manera que no es nada, ni el que planta, ni el que riega, sino Dios que da el aumento.” (1 Cor. 3:6, 7) Los ministros pueden plantar la semilla de la verdad y regarla revisitando a la gente y conduciendo estudios bíblicos en las casas, pero Dios es el que recoge a los nuevos para dar crecimiento y aumento a la organización visible de predicadores.
38. ¿Qué debe de recordarse respecto a las organizaciones mundanas? pero, ¿por qué nunca será entrampada de esa manera la presente organización visible de Jehová?
38 Hay que recordar esto respecto a las organizaciones en general. Cuando son jóvenes y van creciendo, esforzándose para subir, el celo es fuerte y evangelizador; pero cuando han ganado su lugar y se hacen fuertes y ricas y respetadas a menudo pierden su fuerza viril y se hacen laxas, gordas, perezosas, y con orgullo indican su tamaño, y ponen sus directivos por sobre los mandatos de Dios. Eso les ha sucedido a las organizaciones de las iglesias ortodoxas de la cristiandad grandes y prósperas. Sirven y adoran a la organización en vez de aquél a quien ésta pretende representar, a saber, a Jehová Dios. Pero este lazo jamás entrampará al pueblo purificado de Jehová hoy en día; la organización visible que va creciendo no los llena del orgullo que precede a las caídas, sino que sirve para recordarles que Jehová dirige y bendice la obra, que es su tiempo estacional para recoger los frutos de la predicación del evangelio.—Pro. 16:18.
39. En tiempos anteriores, ¿cómo han sido entrampadas las organizaciones que trataban de servir a Dios o pretendían hacerlo?
39 Sin embargo, es bueno que todos recuerden el lazo que pueden constituir las organizaciones visibles. ¿No pensaron demasiado elevadamente algunos israelitas del arreglo visible cuando se lamentaron que el templo nuevo que se reedificaba después del cautiverio babilónico no igualaba las glorias del templo de Salomón? (Agg. 2:3) En los días de Jesús y después de ellos ciertos judíos tenían orgullo excesivo del templo visible y le atribuían demasiado; fueron recordados con fuerza que Dios no mora en templos hechos por las manos de los hombres. (Mat. 23:18-22; 24:1, 2; Hech. 7:48; 17:24) La organización cristiana primitiva brotó como fruto del ministerio de Cristo Jesús, pero se hizo apóstata, mundana, poderosa, con sólo un resto que permaneció leal a Dios. (Hech. 20:29; 2 Ped. 2:1) Ciertamente la Iglesia Católica Romana que creció de esa apostasía ha sido entrampada, jactándose de su tamaño y riquezas y poder, y adorándose a sí misma y a sus tradiciones y doctrinas y guías clericales en vez de a Jehová Dios. También, cuando Cristo vino al templo para juicio en 1918 un gran número de los que estaban en línea para el Reino fueron expulsados, principalmente porque estimaban adorablemente la organización del período de Elías y sus prácticas y personal, estimación en que se aferraron contumazmente a pesar de la luz que iba de aumento, y eso desagradó a Dios. Fueron entrampados; fueron echados fuera del servicio de Jehová.—Zac. 13:8, 9; Mat. 24:48-51.
40. Paralelo al aumento de la banda de Gedeón hasta el tiempo del ataque contra Madián, ¿cuánto aumentó el resto ungido?
40 Pero la organización visible que ahora crece y prospera ha sido purificada, limpiada de tales prácticas entrampadoras como la adoración de las criaturas. El aumento se acredita a Jehová Dios; no viene por fuerza o poder humano, sino mediante Su espíritu. (Zac. 4:6) En el drama antiguo Gedeón comenzó solo, luego trabajó con diez socios para derribar el altar de Baal, y cuando miles acudieron a él fueron reducidos a trescientos que habían de usarse contra Madián; de modo que su fuerza creció de uno a once a trescientos uno. (Jue. 6:11, 27; 7:7) Asimismo desde el tiempo cuando comenzó el juicio en el templo hasta que el primer toque comenzó a destronar a los gobernantes mundiales como “potestades superiores” el resto ungido aumentó en número. En 1918 hubo un promedio de 3,868 publicadores al mes; en 1928, 23,988.
41. Al aumentar en rapidez la fuga moderna, ¿qué aumentos han venido, y por qué tal aumento?
41 Después de eso la fuga de los madianitas modernos adquirió mayor impulso, y durante los diez años después de 1930 las “otras ovejas” tomaron parte en la lucha, para aumentar el número de publicadores a 47,143 en 1938. En números que siempre iban de aumento entraron durante los próximos diez años, hasta que en 1948 había 230,532 que con regularidad entregaban informes de servicio. En 1949 el número creció a 279,421, con un número máximo de 317,877 en un mes. Por toda esta prosperidad los testigos de Jehová dan gracias a Dios, y no dan crédito de nada de ello a ninguna agencia visible. Jehová Dios predijo este abundante aumento que viene de todas las naciones, como bandadas, como nubes de palomas que obscurecen el cielo por tantas que son. Vienen al arreglo de la organización de Jehová, y las puertas están abiertas para recibirlos, pues nunca se cierran de día ni de noche. Y ¿por qué siempre aumenta la rapidez del recogimiento ahora? ¿Se debe a algunas mentes humanas brillantes en la organización visible? o ¿a métodos o procedimientos eficientes que se practican? No; las “otras ovejas” del Señor ahora aumentan abundantemente porque es el tiempo de Dios para acelerar su venida: “El más pequeño se convertirá en un millar, y el mínimo, en fuerte pueblo: yo, Yahveh, a su tiempo lo aceleraré.”—Isa. 60:1-22, Bover-Cantera.
42. ¿A qué se dedica el aumento? y ¿cómo son hechos idóneos para eso los nuevos?
42 Al aumentar la organización visible, la nueva fuerza debido al mayor número de personas se dedica a la honra de Jehová. No son abatidos como clase laica para sostener y mantener a una clase clerical. No se hacen distinciones de clase ni desprecios ni acepción de personas en la organización visible; todos están bajo Dios y Cristo. (Mat. 23:8; Hech. 10:34) Igual que el resto ungido antes de ellos, las “otras ovejas” que van entrando estudian la Palabra de Dios privadamente y en grupos, para limpiar su mente de las contaminaciones de la religión falsa. Prestan atención al consejo en la Biblia, y reciben con gusto la instrucción que da la organización visible. Luego al tomar puestos en las filas de los publicadores en el campo, marchando hombro a hombro con el resto ungido, toman consuelo de estas palabras: “¡Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra! ¡Misericordia mía, y mi castillo, refugio mío, y mi libertador, escudo mío, y Aquel en quien confío!”—Sal. 144:1, 2.
43. ¿Qué dirán y harán ahora todos los ministros de Jehová en la tierra? y ¿qué anunciará su grito de batalla?
43 Enseñados de esa manera desde arriba, todos los ministros de Jehová en la tierra pueden decir: “La sabiduría vale más que la fuerza”; “Más vale la sabiduría que las armas de guerra.” Sin armas carnales rodearán a este mundo viejo religionizado que yace en las tinieblas, y las ama. (Juan 3:19-21) Dejarán que brille la tea de la verdad, alzarán la voz como trompeta, gritarán las alabanzas de Dios y animosamente blandirán la “espada del espíritu, que es la palabra de Dios”. (Efe. 6:17) Su lugar no es con los 22,000 asustados que se fueron a casa, no es con los 9,700 codiciosos y perezosos que fueron indiferentes a la lucha. Su lugar es con los trescientos fieles guerreros y los refuerzos que se unieron a ellos en perseguir al enemigo en fuga. Y al seguir adelante con la guerra su grito de batalla anuncia a aquéllos a quienes se dedica la victoria: “¡Para Jehová y para el Gedeón Mayor Cristo Jesús!”