Aumento de la Teocracia
1. ¿Por qué tenia el joven un cordel de medir? ¿Qué se le dijo al ángel que le dijera?
EL PROFETA Zacarías, un individuo usado por Jehová, tuvo una visión de un hombre con un cordel de medir. El relato, de acuerdo con el capítulo dos de Zacarías, nos dice que este joven que tenía en su mano un cordel de medir, salió para medir a Jerusalén y ver cuánta era su anchura y cuánta era su longitud. En el momento que se retiraba el ángel que había estado hablando con el joven, otro ángel vino a su encuentro y le dijo: “Corre, habla a ese mancebo, diciendo: ¡Jerusalem será habitada como las aldeas sin muros, a causa de la muchedumbre de hombres, y de bestias que habrá en medio de ella: porque yo mismo, dice Jehová, le seré un muro de fuego en derredor; y para gloria seré yo en medio de ella!” (Zac. 2:4, 5) Este joven ciertamente estaba interesado en Jerusalén, de otro modo no hubiera tomado el tiempo para averiguar cuánta era su anchura y cuánta su longitud.
2. ¿Qué fué prefigurado por el joven? ¿Por qué no tiene muros la ciudad?
2 Hoy día encontramos sobre la tierra un grupo de hombres y mujeres cristianos que, así como este joven, están interesados sinceramente en la Jerusalén, que está arriba y que es la madre de todos nosotros. (Gál. 4:26, NM) Tienen verdadero interés en la organización de Dios y en su expansión. Sus límites no se indican con muros. No, es una ciudad creciente parecida a una aldea sin muros. Sería difícil tomar medidas exactas, porque su crecimiento es constante debido a las muchedumbres que van entrando. La clase de fieles cristianos que fué prefigurada por este joven era una organización bastante pequeña durante los años de 1914 a 1918, porque en ese entonces sólo un resto del pueblo fiel de Dios estaba verdaderamente examinando las profecías y tratando de determinar su significado para descubrir cuál sería su trabajo en esta gran organización de Jerusalén. Querían saber su tamaño y deseaban conocer más acerca de la obra de Dios.
3 ¿Cómo era diferente el interés de los religiosos mundanos al interés de la clase del “joven”?
3 El mundo había entrado en la guerra. Nación se había levantado contra nación y reino contra reino. Había enfermedad y pena y dolor, esparcidos desde un punto de la tierra hasta el otro, como se predijo en Mateo, capítulo 24. Las naciones y los pueblos de la tierra eran extremadamente egoístas e interesados solamente en conseguir las cosas que ellos deseaban. Ellos no tenían tiempo para Dios ni estaban tratando de ajustarse a los principios de Dios en cuanto a la verdad y a la justicia. Hasta los religiosos de las grandes organizaciones protestantes y católicas, las órdenes religiosas judías y paganas, todas estaban envueltas en los asuntos del mundo, dedicando después su atención a la Sociedad de las Naciones y a los problemas de este sistema de cosas viejo y moribundo. Se les había olvidado la declaración en la Palabra de Dios: “Cualquiera, pues, que desea ser un amigo del mundo se está constituyendo un enemigo de Dios.” (Sant. 4:4, NM) No, las naciones del mundo no tenían tiempo para buscar el reino de Dios como la única esperanza para la humanidad. Esta buscada se dejó a un resto del pueblo de Dios, a solamente unos pocos seguidores fieles prefigurados por este joven en la visión de Zacarías. Ellos estaban listos para usar el cordel de medir en la organización de Dios.
4. ¿Cómo, después de 1918, comenzó la expansión de la organización como la de una ciudad sin muros?
4 Esta ciudad de Jerusalén no había de ser como una ciudad con muros, teniendo fronteras limitadas para que nadie pudiese entrar o salir si se cerraran las puertas; sino que sería como una aldea sin muros y sin límites. Había de ser una ciudad creciente debido a la muchedumbre de hombres y de bestias que vendrían para habitar en ella. Había de seguir extendiéndose y alcanzando nuevos campos. Esto es precisamente lo que ahora le está sucediendo a la organización de Dios. Desde 1918 en adelante este resto pequeño del pueblo de Dios siguió proclamando persistentemente que el reino de Dios se había acercado. Las naciones no estaban interesadas en ese reino. Ellas se hallaban opuestas a él. Pero, por otra parte, miles de personas de buena voluntad de entre todas estas naciones escucharon el mensaje de los ungidos de Dios y vinieron a la organización de Dios, a Jerusalén, a esta ciudad creciente, y buscaron consejo e instrucción en ella. Según los registros de la misma Sociedad, allá por el año de 1918 sólo había 3,868 personas que estaban proclamando el mensaje del Reino a los pueblos del mundo, invitándolos a buscar refugio, consuelo y consolación dentro de Jerusalén. El espíritu del Señor estaba sobre esta banda pequeña de siervos fieles y ellos predicaron y se extendieron firmemente hasta los cabos de la tierra con estas buenas nuevas. No pasó mucho tiempo antes que muchas de las personas que estaban escuchando y estudiando con los testigos de Jehová para aprender de Jehová se pusieran de parte de él. La ciudad siguió creciendo.
5, 6. ¿Cómo siguió cumpliéndose Isaías 54:2, 3 a pesar de la Guerra Mundial II? ¿Cómo llegó a ser “un solo rebaño, un solo pastor”?
5 Cuando las naciones del mundo entraron en su segunda guerra mundial, dando por resultado mayor regimentación y dominio total entre la gente, este resto junto con las personas de buena voluntad siguió predicando la Palabra. Hoy día vemos reunido en esta ciudad sin muros un número todavía más grande de aquellos que Jehová sabe pertenecen a él. ¿No es ahora como fué declarado hace siglos por el profeta Isaías en el capítulo 54, versículos 2, 3, “¡Ensancha el lugar de tu tienda, y extiéndanse las cortinas de tu habitación! ¡no seas parca en ello! ¡alarga tus cuerdas, y haz más fuertes tus estacas! ¡Porque te extenderás hacia la derecha y hacia la izquierda; y tu simiente heredará las naciones, y volverán a poblar las ciudades que están ahora desoladas!”? Los testigos de Jehová ven esta obra de expansión en progreso. Ellos viven en la ciudad creciente.
6 Junto con esta grande “muchedumbre de hombres” hay también una multitud de ganado, y esto muy bien puede representar la riqueza de la organización de Dios. Cristo Jesús dijo: ‘Otras ovejas tengo, que no son de este redil; a éstas también tengo que reunir para que haya un solo rebaño, un solo pastor.’ Cristo Jesús es el Buen Pastor de esta gran organización que él acabará de reunir un poco antes de la batalla del gran día del Dios Todopoderoso que es el Armagedón.
7. ¿Quiénes todavía serán hallados y ‘marcados en sus frentes’, y por qué?
7 Hoy, en 1951, encontramos al resto del pueblo de Dios trabajando lado a lado con la grande muchedumbre que ha recibido la marca en sus frentes de manos de la clase ungida. El profeta Ezequiel (9:1-11) nos dió un cuadro del hombre con el tintero de escribano que fué por la ciudad y marcó en sus frentes a los que gemían y lloraban por causa de las abominaciones que existían en su ciudad u organización. Ciertamente hay miles, y quizá todavía resulte en millones, de personas que están gimiendo y llorando por causa de las condiciones terribles que existen en la cristiandad y en el mundo entero y que están buscando consolación, verdad y consuelo. Estos serán hallados; de esto no puede haber duda, porque, como dijo Pablo, “Jehová conoce a los que le pertenecen.”
8. ¿Por qué los que van entrando a la organización no temen debido a que no tiene muros materiales”?
8 El Buen Pastor de Dios, Cristo Jesús, está llevando a cabo la obra de recogimiento en este día, y él ha asignado a su pueblo en la tierra el trabajo de predicar las buenas nuevas del nuevo mundo entrante. Estas buenas nuevas atraen a los mansos hacia la Palabra de Dios, y ésta hace que ellos se acerquen más a Jehová. Habiendo entrado en esta aldea sin muros, confiando en Dios y en su Palabra, ellos no temen lo que les pueda suceder. Están seguros de recibir protección ¿No fué capaz Dios de proteger a la congregación de Israel para que no fuera tragada en el derrumbamiento que cubrió a la oposición infiel? ¿No fué capaz Dios de proteger a Noé y a su familia a través del diluvio? Por lo tanto, pues, ¿no es capaz Jehová Dios de preservar a los que han entrado en esta aldea sin muros? ¡Ciertamente que sí! Porque según la visión de Zacarías, “¡le seré un muro de fuego en derredor; y para gloria seré yo en medio de ella!” Por esto, pues, los que han venido a la organización del Señor, a Jerusalén, reconocen a Jehová como su Dios y a Jerusalén como Su organización y moran seguros porque Dios es su protector. Ellos no tienen que confiar en los muros o baluartes que las naciones de este mundo establecen para protegerse, porque “Jehová conoce a los que le pertenecen”.
9. ¿Quién es la gloria en medio de la organización, y por qué?
9 La gloria de esta organización entera, la Jerusalén que esta arriba, su mujer, es Jehová mismo, porque él dijo, “para gloria seré yo en medio de ella.” En estos últimos días del mundo viejo, es Jehová Dios quien ha edificado esa organización y producido el aumento de la Teocracia. Su crecimiento y esplendor no se deben a ningún hombre u organización terrestre. Él, por medio de su Hijo, es quien está recogiendo a las “otras ovejas” por centenares de miles, haciendo de ella una gran ciudad. Jehová le da su bendición y su protección. Estas personas en la grande ciudad no están ociosas, sino que siguen extendiéndose, predicando el mensaje del reino de Dios hasta los cabos de la tierra para que todos conozcan que Jehová es el Supremo del universo y que se ha acercado la vindicación de su nombre y palabra.
HUÍDA DE LA GRANDE BABILONIA
10, 11. ¿Qué llamada ha salido a su pueblo en Babilonia? ¿Cómo ha sido cumplido esto, y por quiénes?
10 La llamada se hace en el versículo seis de esta profecía de Zacarías, “¡Ah! ¡ah! ¡huíd de la tierra del Norte!” Este es un oráculo del Señor o un mandamiento directo de él. “Porque os he esparcido como los cuatro vientos del cielo, . . . ¡Ah Sión! ¡escápate, tú que habitas con la hija de Babilonia! . . . para gloria suya me ha enviado a las naciones que os despojan (porque aquel que os toca a vosotros, le toca a él en la niña [la pupila, Rótherham] de su ojo).”—Zac. 2:6-8.
11 Se debe a la misericordia de Dios y a su amor bondadoso que él ha recogido al resto de entre la nación del norte, que es Babilonia. En otro lugar él declaró, ‘Salgan de ella, mi pueblo, y no sean participantes de sus plagas, y no sean contaminados con sus pecados.’ (Apo. 18:4) Él se ha encargado de ver que el resto de su pueblo, Sión, se escape de este mundo inicuo dominado por el Diablo a un lugar de seguridad en la ciudad de él, al lado de sus “otras ovejas” que ahora están saliendo. Los gobernantes del mundo han tratado de regimentar a todas las gentes de las naciones y hacer que se mantengan en línea con sus dictados egoístas. Sin embargo, Dios manda que ellas se escapen de Babilonia y que lleguen a ser un pueblo libre—si no corporalmente, entonces en conciencia; ¡y así sucede! Ellas salen de debajo de su opresión y servidumbre y manera pecaminosa de vivir. Ya no son esclavos de esa organización inicua. Pagarán a César las cosas que le pertenecen, ¡pero no le pagarán las cosas que pertenecen a Dios! Sus ojos están abiertos al nuevo mundo y a la sociedad del Nuevo Mundo. “Para tal libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto manténganse firmes, y no se dejen restringir otra vez en·el yugo de esclavitud.”—Gál. 5:1, NM.
12. ¿Cómo no están satisfechos con tener libertad sólo para sí mismos?
12 Los que ya se han librado de la opresión de Babilonia, aunque en algunos casos ellos todavía están en cárceles, campos de trabajo o en campos de concentración, no están satisfechos con mantener para sí mismos esta libertad. A cada oportunidad ellos hablarán con extranjeros, aunque físicamente todavía estén en cautiverio en Babilonia. Ellos ayudarán a los extranjeros para que vean claramente el camino a la vida y harán esto guiándolos lejos de este viejo sistema y hacia el nuevo que conduce a la vida eterna. Pablo dijo en Hebreos 13:1: “Que su amor fraternal continúe. No olviden la bondad para con los extranjeros.”—NM
13. ¿Cómo afecta a Jehová cuando les perseguidores tocan a su pueblo? Pero ¿por qué lo permite?
13 A los que renuncian la injusticia y que toman sus puestos cabalmente de parte de Jehová, él los cuidará como cosa suya porque “Jehová conoce a los que le pertenecen”. Si alguno toca a éstos que él ha escogido y bendecido, es como tocar la pupila de su ojo. La organización de Jehová, la Jerusalén libre, es nuestra madre y es la cosa más cercana al Señor. Él la ha creado y formado para Su alabanza. Le irá muy mal al individuo o a las naciones que luchan contra Dios o contra sus testigos. Estos pertenecen a él y al debido tiempo él ejecutará su juicio contra los opositores. Esto no quiere decir que Jehová no permitirá que algunos individuos o partes de su organización sufran daño. Él lo permitirá; para que los individuos que estén implicados puedan probar su integridad y fidelidad. No obstante, él tomará nota de los ofensores, y al mismo tiempo él nos informa, “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen a ustedes mismos, amados, sino den lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza, yo recompensaré, dice Jehová.’”—Rom. 12:18, 19, NM.
14. ¿Cómo manifestó que él tenía conocimiento anticipado de cómo seríamos tratados? A pesar de eso ¿qué recogimiento va en progreso?
14 Jehová está al tanto de lo que está sucediendo en toda su organización. Él sabe cómo tratarán a su pueblo. “Además, ustedes serán entregados hasta por sus padres y hermanos y parientes y amigos, y a algunos de ustedes se les hará morir, y ustedes serán objetos de odio por parte de todas las personas por causa de mi nombre. Y con todo ni un cabello de sus cabezas de ninguna manera perecerá.” (Luc. 21:16-18, NM) Aun así, se dará un testimonio más grande que nunca antes en vindicación del nombre de Jehová. Estamos en los últimos días de este viejo mundo y tenemos que esperar estas cosas. Ahora es el tiempo para recoger una grande muchedumbre por causa de su nombre, y esta muchedumbre con prisa se está recogiendo desde los cabos de la tierra. De modo que un llamamiento agudo y fuerte está saliendo hasta los fines de la tierra a todos los habitantes de Babilonia que están gimiendo y llorando para que huyan y se escapen de sus actos opresivos ahora y de su destrucción completa más tarde. Si usted ama al Señor, entonces busque su protección y venga a su ciudad, a la aldea sin muros, porque Jehová es un muro de fuego en su derredor. Él ama a los que están en ella, y tocar a uno de sus fieles siervos es como tocar la pupila de su ojo.
15. ¿Qué hará en breve a las naciones? Por eso ¿qué nos manda hacer?
15 El tiempo no está muy distante cuando Jehová Dios despojará y destruirá a las naciones. Cuando se le preguntó a Jesús cuál sería la señal del fin de este mundo, él dió a sus apóstoles muchas cosas que ellos debían esperar, y éstas las estamos viendo en cumplimiento hoy día. No será un largo tiempo, por lo tanto, hasta el Armagedón. Los que han llegado a conocer al Señor pueden hacer como él ha mandado: “¡Canta y regocíjate, oh hija de Sión! pues he aquí que yo vengo, y habitaré en medio de ti, dice Jehová. Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo; y yo habitaré en medio de ti: y conocerás que Jehová de los Ejércitos me ha enviado a ti. Y Jehová habitará en Judá.” (Zac. 2:10-12) ¿Cree usted esto? ¿Hablará a otros de las cosas que usted sabe? ¿Mostrará usted paciencia y perseverancia cuando les habla?
16. ¿A favor de qué ayudaremos a los individuos a hacer su determinación? ¿por qué, y cómo?
16 Es cosa difícil para algunos determinar qué es lo que desean hacer: quedarse con este viejo mundo moribundo con sus riquezas, placeres y popularidad presente o, según lo consideran ellos, “aventurarse” con el nuevo mundo. Ustedes que conocen a Dios y que están familiarizados con su Palabra ¿mostrarán su fe por medio de obras buenas? Cuando uno estudia y conoce la Palabra de Dios y cree esa Palabra, ya no es asunto de aventurarse. Es asunto de estar seguro de lo que será el resultado. Si usted está seguro, entonces tratará de convencer a otros que están ya listos para separarse de Babilonia. Si uno huye del viejo mundo y de las naciones que lo están despojando ¿qué será el resultado? En primer lugar quiere decir que el individuo estará en línea para recibir vida eterna. Tendrá oportunidad para adorar al Dios Altísimo, su Creador, durante toda la eternidad. Pero para poder recibir las bendiciones de esa vida tiene que aceptar al Hijo Cristo Jesús; porque la escritura dice que cualquiera que cree en Él podrá recibir vida eterna. ¿Le ayudará usted, como cristiano, para que él aprenda estas cosas? No será cosa fácil; requerirá la paciencia y el tiempo de ambos de ustedes.
17, 18. ¿Cuál es la actitud del mundo en que vivimos todavía? No obstante, ¿a favor de qué tenemos que ponernos de parte, y en imitación de quién?
17 Todos nosotros tenemos que recordar que estamos viviendo en un mundo viejo, en el mundo que está opuesto al establecimiento del reino de Dios. Ha estado opuesto al Reino por siglos. Hasta cuando el Rey Cristo Jesús estuvo sobre la tierra e hizo su predicación magnífica, las naciones del mundo se encargaron de ver que se le diera la muerte y que fuera destruído en una estaca. Murió como un pecador condenado, como un sedicioso, como un hombre en contra del dominio romano de César y como un hombre odiado por los mismos judíos religiosos que estaban buscando el Mesías. Él sufrió grande persecución. No fué cosa fácil para el Rey Cristo Jesús vivir en este viejo mundo. Él sabía que buscaban su muerte, y por fin la lograron pero eso no le asustó. Él tenía su trabajo que hacer y lo hizo para llegar a ser el testigo más grande de todo tiempo a favor del nombre y de la palabra del Dios Todopoderoso.
18 Los fieles seguidores de Cristo Jesús tienen que proceder de la misma manera. No hay dos caminos en cuanto a esto. Tienen que estar de parte del reino de Jehová. Ellos ya no quieren ser despojados por las naciones y ser sujetados a ellas; por eso huyen de este. Viejo mundo de Babilonia con su dominio diabólico y se colocan bajo el dominio del Rey del cielo Cristo Jesús, sabiendo ellos que él ahora está dominando en los cielos. Él fué colocado sobre su trono por Jehová Dios y fué hecho gobernante en 1914.
UNA GRANDE MUCHEDUMBRE ANUNCIA EL REINO
19. En cumplimiento de Apocalipsis 19:6 ¿qué dice ahora una grande muchedumbre, y por qué?
19 ¡Qué cosa tan maravillosa ha acontecido! Hoy encontramos a una grande muchedumbre de personas que han escuchado el mensaje del Reino y que están diciendo, “Alaben a Jah, porque Jehová nuestro Dios, el Todopoderoso, ha empezado a gobernar como rey.” (Apo. 19:6, NM) Sí, el tiempo ha llegado para la vindicación del nombre de Jehová, y los que han huído de la organización babilónica reconocen que Jehová se ha hecho rey colocando a su Hijo sobre el trono para que gobierne en medio de sus enemigos. Este es un día de regocijo.
20, 21. ¿Qué efecto tuvieron los milagros obrados por los apóstoles y sus compañeros? ¿Cómo fueron aun mal interpretados y motivo de disgusto?
20 En los días primitivos de la iglesia Jehová Dios mediante su espíritu santo o fuerza activa dió poder a los apóstoles para que hicieran milagros, y esto hizo que muchas personas se dieran cuenta del mensaje y de lo que los apóstoles decían. Sin embargo, estos dones milagrosos llegaron a su fin con la muerte de los apóstoles, y nosotros no los vemos en operación al tiempo presente.
21 Se acordará del informe en el capítulo 14 de los Hechos donde los apóstoles Pablo y Bernabé estaban predicando las buenas nuevas y acababan de obrar un milagro. Después de ver las maravillas obradas por estos hombres, la gente quiso hacerlos dioses; porque ellos creían que los dioses del cielo habían descendido a la tierra y que se habían hecho hombres. “No obstante, cuando los apóstoles Bernabé y Pablo oyeron de esto, se rasgaron sus vestidos exteriores y se lanzaron entre la muchedumbre clamando y diciendo: ‘Hombres, ¿por qué hacen ustedes estas cosas? Nosotros también somos criaturas humanas teniendo las mismas flaquezas que ustedes, y les estamos declarando las buenas nuevas, para que ustedes se conviertan de estas cosas vanas al Dios viviente, que hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas que hay en ellos.’” (Hech. 14:14, 15, NM) Pablo y Bernabé no tomaron para sí el crédito por haber hecho el milagro. Ellos sabían que se había hecho por el poder de Dios, y le dieron todo el honor a él. Dijeron a los que estaban en su derredor que el que los había apoyado en hacer este milagro era el Creador del cielo y de la tierra, y que en cuanto a ellos, no eran nada más que criaturas humanas ordinarias. El único propósito que ellos tenían al predicar y obrar milagros era guiar a la gente hacia el único Dios verdadero y nada más. Ellos querían mostrarle a la gente que los dioses paganos en el templo donde los gentiles ofrecían sus sacrificios no eran dioses vivientes y dignos de adoración. Ellos estaban haciendo un contraste entre la verdad de la Palabra de Dios y la religión falsa. Aunque ellos sincera y honradamente estaban tratando de hacer bien a la gente, ésta los persiguió y los molestó grandemente en otras partes de su viaje a causa de los milagros que obraron y especialmente por causa del mensaje que ellos predicaron. No obstante, la verdad se estableció firmemente en aquellos días primitivos.
22. ¿Qué hay acerca de tales milagros ahora? ¿Qué sufrimos de parte de las naciones, y a pesar de esto al hacer qué cosa manifestamos perseverancia?
22 Así es hoy con los ministros del evangelio. Las buenas nuevas todavía se están predicando, y aunque no tienen poder para hacer milagros, ellos sí tienen el poder y la comisión de Dios para predicar este evangelio hasta los cabos del mundo. El pueblo del Señor ha sido librado de la organización babilónica y de las naciones que lo despojaban. Porque huyeron de estas organizaciones ellos son atormentados por los babilonios. Oh, sí, ellos todavía están en el mundo, pero ya no forman parte de él. Han entrado a la ciudad sin muros bajo la protección de Jehová y saben que “Jehová conoce a los que le pertenecen”. Los fieles seguidores de Cristo Jesús, sin hacer caso de la opresión, buscarán la justicia y la devoción piadosa. Ellos permanecerán firmes a pesar de toda la oposición que se dirija contra ellos, porque saben que así como Cristo y los apóstoles fueron perseguidos y se les permitió sufrir muchas pruebas y tribulaciones; asimismo ellos ahora tienen que hacer igual, y es sólo mediante la perseverancia que ellos podrán ganar la victoria. La mira de los testigos de Jehová es ayudar a la gente; por esto ellos no pueden desistir.
23. ¿Con qué cualidades tenemos que perseverar en la obra de predicación? ¿Por qué?
23 Cuando Pablo le escribió a Timoteo, le indicó que tenemos que tener fe, amor y perseverancia y que tenemos que continuar nuestro trabajo de predicación con una disposición apacible. No hemos de enojarnos y vociferar y delirar como hace la gente de las naciones de este viejo mundo. No hemos de portarnos como se portan sus representantes principales en las conferencias de las Naciones Unidas. El habla ruidosa y abusiva que se oye al tiempo de las elecciones es típica de su falta de amor mutuo. Los cristianos no pueden participar en esa clase de habla. No es decente. Más bien, mediante el uso de amor y devoción firmes y fieles ellos tienen que manifestar su perseverancia con una disposición apacible. Una disposición tal como ésta les será útil al hablar con la gente en el mundo, y con ella podrán persuadir a toda clase de personas a escuchar el mensaje que ellos tienen. Ellos no pueden ser orgullosos ni arrogantes, tampoco se creen mejores que las otras personas. Para poder contender por la victoria en este combate de fe, tienen que predicar la Palabra de una manera que sea agradable a Dios y de una manera que atraiga a la gente que está buscando la verdad y la justicia. ¿No es el deseo de Dios ver que hombres de todas clases se salven? ¿y no desean esta misma cosa los testigos de Jehová, también?
24. ¿Cómo estamos haciendo una confesión correcta mundialmente y con qué resultados desde 1945?
24 Pablo dijo, “Lucha por la victoria en la correcta contienda de la fe, agárrate firmemente de la vida eterna a la cual fuiste llamado y por la cual declaraste públicamente la confesión correcta delante de muchos testigos.” (1 Tim. 6:12, NM) Por lo tanto, para que un cristiano luche por la victoria en la contienda correcta de la fe, tiene que hacer confesión pública y decirle a toda clase de personas lo que él cree. Los testigos de Jehová en todo el mundo están haciendo precisamente eso, y los resultados que se han logrado durante los últimos seis años manifiestan la grande bendición de Jehová. Más abajo se indica el número de publicadores o ministros del Reino que han proclamado el mensaje del Reino cada mes durante el año que allí se menciona. La última cifra indica el aumento en el número de publicadores sobre el año anterior.
Publicadores 1945, 127,478; aumento sobre 1944, 16,973.
Publicadores 1946, 158,034; aumento sobre 1945, 30,556.
Publicadores 1947, 181,071; aumento sobre 1946, 23,037.
Publicadores 1948, 230,532; aumento sobre 1947, 49,461.
Publicadores 1949, 279,421; aumento sobre 1948, 48,889.
Publicadores 1950, 328,572; aumento sobre 1949, 49,151.
25. Por eso ¿qué aumento ha habido en ministros cada año? ¿Cómo están contendiendo por la victoria?
25 Se notará que durante los últimos tres años ha habido un aumento cada año de aproximadamente 49,000 ministros predicando la Palabra. En otras palabras, 49,000 personas han estado saliendo del viejo mundo cada año, poniéndose definitivamente de parte del reino de Dios y proclamando esta acción públicamente delante de muchos testigos. De esta manera ellos están contendiendo por la victoria. Aunque han pasado por muchas pruebas y dificultades, “Jehová conoce a los que le pertenecen,” y el que toca a uno de estos testigos toca la pupila de su ojo. ¡Jehová ama su fidelidad, y él da el aumento! ¿Está participando usted en el aumento?