¡Equivocados por decenas de miles de años!
● De un informe de la Prensa Asociada del 30 de junio de 1952: “Los Parques de la capital nacional informaron orgullosamente hoy que había una flor en un loto indio de los Jardines acuáticos de Kenilworth aquí. No es una flor ordinaria. Brotó ayer de una planta que se desarrolló de semillas que tienen decenas de miles de años de edad. Las semillas de las cuales el loto indio creció se encontraron en depósitos geológicos en la Manchuria del sur hace dos años por el Dr. Seido Endo, paleontólogo de la Universidad Sendai del Japón. El Dr. Endo dijo que las semillas se encontraron debajo de una capa de rocas y por lo menos tenían decenas de miles de años.” Presumiblemente los lectores creyeron esta fantástica pretensión de edad. ¿Cómo habían de saber que esta pretensión, que contradiría a la Biblia, ya habla sido probada errónea por el reloj de radiocarbono, el cual había fijado la edad de estas semillas de loto en sólo 1,000 años? (Vea “El reloj de radiocarbono,” ¡Despertad! del 22 de mayo de 1952.) Eso en sí mismo es bastante edad para las semillas, y hubiera constituido una noticia interesante, pero el primer cálculo de la edad, aunque falso, era más espectacular. Aparentemente unas cuantas “decenas de miles de años” importan poco al “científico” que habla por publicidad, o al servicio de noticias que da a conocer sus palabras.