¿Dónde busca usted la seguridad?
● El mercantilismo es lo que cuenta hoy día; una actitud de “¿qué saca usted de ello?” ha penetrado en casi toda actividad. Se adora al dinero y las riquezas como las cosas que pueden traer la seguridad, y el deseo de tener “seguridad” a menudo excede a toda otra cosa, incluyendo al amor que le tiene uno a Dios, a su familia, y aun su propio sentido de lo que es decente y justo. No obstante, esta “seguridad” es inestable. Hay muchos factores que pudieran despojarlo de ella: la inflación, los crímenes, la guerra. ¿No hay nada que sea mejor, más firme? Hombres fieles de la antigüedad como Abrahán, Job y Moisés creían que sí había algo. También lo creían Jesús y sus apóstoles. El dinero, o la falta de él, no era la cosa que ellos veían como de primera importancia—ellos daban el primer lugar en su vida al servicio de Dios y sus bendiciones. Estos eran tesoros acumulados en los cielos, “donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran y roban.” (Mat. 6:20, NM) Esta es la seguridad verdadera—las bendiciones procedentes del Dios Todopoderoso; bendiciones que son firmes, estables y seguras. Sólo éstas son de valor verdadero. Nadie se las puede quitar a usted. No sólo llevan a uno a contentamiento ahora, sino a la vida eterna. Acepte estas riquezas verdaderas. Que Jehová, no el dinero, sea su Dios.