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  • La lucha por libertad para predicar por todo el mundo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1955
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1955
w55 15/5 págs. 301-307

La lucha por libertad para predicar por todo el mundo

“El rey concedía á los Judíos que . . . estuviesen á la defensa de su vida.”—Ester 8:11, Val.

1. ¿Qué profecías señalan a una lucha por libertad para predicar por todo el mundo?

JEHOVÁ Dios manda que estas buenas nuevas se prediquen por todo el mundo. (Mat. 24:14) Jesús advirtió: “Ustedes serán aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.” (Mat. 24:9, NM) David declaró: “¿Por qué se amotinan las naciones? . . . y príncipes consultarán a una contra Jehová, y contra su Ungido, diciendo: ¡Rompamos las coyundas de su yugo, y echemos de nosotros sus cuerdas!” (Sal. 2:1-3) Esto significa que habrá una lucha por libertad para predicar por todo el mundo.

2. Nuestra lucha por libertad para predicar tiene ¿qué paralelo antiguo?

2 Esta lucha mundial de la actualidad halla un paralelo en los tiempos antiguos. En el siglo quinto a. de J.C. el Imperio persa era la potencia mundial. Estaba gobernado por Asuero, a quien comúnmente se conoce en la historia como Jerjes. El pueblo de Dios estaba en cautiverio y esparcido por todo aquel mundo. El inicuo primer ministro, Hamán, procuraba destruir a todos los del pueblo de Dios a través del imperio. (Ester 3:6) Embaucó al rey de modo que firmara un inalterable decreto de muerte para ellos. Entonces Jehová usó a Ester, la nueva esposa del rey. A ruego de Mardoqueo ella intervino. Se hizo una petición para dar alivio de la sentencia de muerte que había sido ordenada por el rey. El rey concedió la petición de Ester. No cambió el decreto, pero él ordenó que todos los judíos en cada una de las provincias y en cada ciudad estuviesen a la defensa y lucharan por su vida. (Ester 8:11, 12) Los del pueblo de Jehová se juntaron en todas las ciudades y provincias. Lucharon por su vida en todo ese imperio.—Ester 9:16.

3, 4. (a) ¿Por qué es tan vital que luchemos por libertad para predicar? (b) ¿Quién es el enemigo principal de nuestra libertad para predicar, y qué tácticas emplea él?

3 ¿No están los testigos de Jehová del día presente en la misma posición que aquellos antiguos siervos de Dios? ¡Sí, exactamente! Tenemos que luchar por nuestra vida por todo el mundo. Puesto que nuestra vida está en peligro luchamos por libertad para predicar las buenas nuevas. ¡Nuestra vida depende de predicarlas fielmente! De hecho, la necesidad de hacerlo está impuesta sobre todos nosotros. ¡Ay de cada uno de nosotros, hasta el último, si no declaramos las buenas nuevas pública y denodadamente! (1 Cor. 9:16; Eze. 3:20) Jehová ha declarado: “Si yo digo al impío: ¡Impío, vas a morir!; si tú no hablas al impío para apercibirle de su mal camino, el impío morirá por su iniquidad, pero de su sangre te pediré yo cuenta a ti.” (Eze. 33:8, NC) La única manera en que podemos esperar salvarnos es predicando y declarando las buenas nuevas para la salvación de otros.—1 Tim. 4:16.

4 El Diablo es el gobernante invisible de este presente inicuo sistema de cosas. (2 Cor. 4:4) ¿No conoce Satanás las Escrituras? ¡Seguramente que sí! ¿No se las citó a Jesús? (Mat. 4:6) Él sabe que la única manera en que puede destruir a los testigos de Jehová, conforme a Ezequiel 33:8, 9, es obligándonos a dejar de predicar en todas las naciones como mandó Jehová que se predicara. Él sabe que si cesamos sufriremos la muerte. En su esfuerzo por pararnos, él, por lo tanto, hace agravio en forma de ley contra nosotros por todo el mundo. Por lo tanto, la Palabra revelada de Jehová manifiesta que tenemos que luchar por la libertad. ¡Llamémosla “La lucha por libertad para predicar por todo el mundo”!

5, 6. (a) ¿Quién es el Autor de la libertad y a quién usa él para hacernos libres? (b) ¿Cómo únicamente podemos mantenernos libres, y qué ejemplo nos puso Jesús en conexión con esto?

5 ¿De dónde emana nuestra libertad? ¿Es de las naciones de este mundo y sus gobernantes? ¡No! Jehová Dios es el autor de la libertad. Con nosotros hay libertad. Como está escrito en 2 Corintios 3:17 (NM): “Ahora, Jehová es el espíritu; y donde está el espíritu de Jehová, hay libertad.” Nosotros hemos sido libertados por el Hijo de Dios, Jesucristo. “Si permanecen en mi palabra, ustedes verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Entonces si el Hijo los liberta, realmente serán libres.” (Juan 8:31, 32, 36, NM) Tenemos como bendición esa libertad que apreciamos como tesoro. Pero tenemos que luchar para conservarla. Es el conocer y hablar la verdad con exactitud lo que nos mantiene libres.

6 ¿Quién fué el primero que poseyó esta libertad? Jesús fué el primero que declaró tenerla. Fué perseguido. Tuvo que luchar por su derecho para predicar. Lo hizo, siguiendo adelante sin ninguna protección de parte del gobierno romano. Él declaró el derecho para predicar dado por Dios. Dió esta libertad a otros. (Gál. 5:1) ¿Reclamó alguna garantía como ciudadano? No, él no tenía ciudadanía romana. Su ciudadanía estaba en el cielo. Él reclamó la libertad fundamental para predicar dada por Dios. ¿Tuvo miedo porque no tenía ninguna protección de parte del gobierno de César? ¡No! Él declaró su libertad con un arrojo que fué amedrentador. Demostró su confianza en el poder de Jehová, el Dador de libertad. Él dijo: “Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero que no pueden matar el alma; sino más bien estén en temor de aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.”—Mat. 10:28, NM.

7, 8. ¿Por qué no debe sorprendernos la persecución? Al contrario, ¿qué efecto debe tener en nosotros?

7 ¿No nos manifiesta esto que Jesús esperaba ser perseguido por los gobernantes a causa de reclamar la libertad dada por Jehová Dios? ¡Sí! Y Jesús también sabía que la persecución no se consumiría en él ni terminaría con su muerte. Sabía que cada uno de sus seguidores sería perseguido así como él lo había sido. ¿Indicó él que esto se limitaría sólo a unas cuantas naciones? ¡No! ¡Él manifestó que esta persecución vendría de todas, de cada nación! Él dió la razón. Sería porque nosotros llevamos su nombre. Jesús dijo: “Si ellos me han perseguido a mí, los perseguirán también a ustedes; . . . Pero ellos harán todas estas cosas contra ustedes a causa de mi nombre.”—Juan 15:20, 21, NM; Mat. 24:9.

8 El maltrato que recibimos no nos sorprende. No es como si fuera inesperado. (1 Ped. 4:12) ¿Nos desanima? No, realmente nos anima. Nos demuestra que nosotros somos las personas dignas de llevar su nombre. Jesús también mencionó nuestra persecución como una señal del cercano fin de este inicuo sistema de cosas. Por eso alzamos la cabeza y nos regocijamos. La persecución es una señal segura de que nuestra liberación completa del presente inicuo sistema de cosas rápidamente se acerca. “Pero al empezar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se está acercando.” (Luc. 21:28, NM) Esto nos da valor para seguir adelante en “la lucha por libertad para predicar por todo el mundo.”

LUCHANDO SIN GARANTÍA CONTRA LA PERSECUCIÓN

9, 10. (a) A pesar de la persecución y la falta de garantías legales, ¿qué manera de proceder siguieron los apóstoles? (b) ¿Cuál era su actitud respecto al derecho de predicar?

9 ¿Se dieron por vencidos los seguidores primitivos tales como los apóstoles y discípulos en la lucha por predicar el evangelio por todo el mundo porque no tenían una licencia o garantía contra la persecución de parte de César? Sólo un apóstol fué ciudadano romano. Ese fué Pablo. Los otros eran judíos que vivían bajo ocupación militar por Roma sin ningún derecho de ciudadanía romana. Todos ellos siguieron predicando osadamente, como Jesús, aunque sus derechos no estuvieron garantizados por César. Los derechos de Pablo como ciudadano romano no detuvieron su persecución. Aparentemente él fué perseguido más que algunos de los otros apóstoles. Todos ellos tuvieron que luchar por libertad para predicar. Los apóstoles no pudieron ser detenidos por no tener ellos una licencia o garantía de César. Ellos continuaron predicando. Muchos hasta entregaron su vida por las buenas nuevas.

10 Pelearon por libertad para predicar la Palabra de Dios. A causa de que reclamaron la libertad dada por Jehová los apóstoles primitivos fueron atropellados, arrestados, perseguidos, encarcelados y azotados con látigos. (Hech. 4:3; 5:17-27) Los religiosos falsos no podían aguantar el oír su mensaje mordaz y penetrante. A los apóstoles se les acusó de haber trastornado al mundo. (Hech. 17:6) Les mandó el sumo sacerdote que ya no predicaran en el nombre de Jesús. Pedro y los apóstoles hicieron una declaración de derechos, ¡su libertad dada por Dios! Ellos dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 5:29, NM) El odio que se tenía a su predicación y libertad no terminaba en los tribunales. Cuando ganaban sus causas ante los jueces y salían absueltos los seguía la chusma que asistía al proceso. Sus perseguidores los golpeaban. (Hech. 5:40) ¿No volvía loco al enemigo la justicia hecha en los tribunales?

11, 12. (a) ¿Quiénes sufrieron, y cómo, debido a que lucharon por libertad para predicar? (b) ¿De qué instrumento legal se valió Pablo en su lucha por libertad para predicar?

11 ¿Qué más sucedió a causa de la lucha denodada de la iglesia primitiva por conservar su libertad? Comúnmente se sabe que, después de Jesús, Esteban fué el primer mártir cristiano. A la fuerza lo trajo una chusma al Sinedrio. Allí dió él un elocuente testimonio público. Los de la chusma se apoderaron de él. Entonces lo arrastraron hasta la orilla de la ciudad. ¡Lo echaron de la población! Allí lo mataron a pedradas fuera de los límites de la ciudad. Saulo (que después llegó a ser el apóstol Pablo) estuvo presente y conspiró con los asesinos de Esteban. (Hech. 6:11-8:1) No olviden, tampoco, que el rey Herodes hizo que Santiago fuera decapitado con la espada.—Hech. 12:2, UTA.

12 El apóstol Pablo mismo fué apedreado. Lo atropellaron y lo arrastraron afuera de los límites de la ciudad de Listra. Allí lo dejaron, dándolo por muerto. (Hech. 14:8-19) La prosperidad de la obra misional de Pablo y Silas suscitó otra chusma de religiosos falsos en Filipos. Los atropellaron e hicieron que fueran arrestados y echados en la cárcel y les metieron los pies en el cepo. Un terremoto a media noche los libertó. (Hech. 16:16-26) Las autoridades amedrentadas querían que los testigos de Jehová salieran de la ciudad secretamente. ¿Aceptaron Pablo y Silas la componenda? ¡No! Hicieron que se dispusiera de la causa abiertamente. Pablo reclamó su ciudadanía romana. Esto asombró a sus acusadores. Su denuedo de habla los amedrentó. (Hech. 16:37, 38) ¿No usó Pablo su ciudadanía con el fin de luchar para predicar? Cuando estuvo ante Festo sin vacilar apeló a César, un derecho que los judíos no tenían. (Hech. 25:10-12) Pablo no podía haber apelado su causa a César e ido a Roma para una audiencia si no hubiera sido ciudadano romano.

13, 14. ¿Cuál fué el registro de Pablo como luchador por la libertad para predicar, y qué consejo nos dejó para que lo siguiéramos?

13 Pablo peleó por libertad para predicar las buenas nuevas por todo el mundo. Siempre estaba listo con una respuesta. Siempre estaba vigilante para luchar por libertad para predicar por todo el mundo. Él escribió: “Es del todo propio para mí pensar esto concerniente a todos ustedes, a causa de que los tengo en mi corazón, todos ustedes siendo participantes conmigo en la bondad inmerecida tanto en mis cadenas de prisión como en defender y legalmente establecer las buenas nuevas.” (Fili. 1:7, NM) Peleó por el derecho de predicar con arrojo, aun cuando estaba en prisiones. (Efe. 6:19, 20) Pablo, aun mientras estaba preso en Roma esperando proceso ante César, no dejó de predicar. Mientras estuvo bajo la constante vigilancia de un soldado durante dos años en Roma él predicó las buenas nuevas. Predicó a grandes números de personas que venían a verlo, y lo hizo “con la mayor libertad de palabra, sin estorbo.”—Hech. 28:30, 31, NM.

14 Probablemente Pablo estuvo en la cárcel más frecuentemente que ningún otro apóstol. Se le golpeó con el látigo excesivamente y a menudo casi lo mataron. ¿Hubo ocasión en que permitiera él que alguna de estas cosas lo hiciera retroceder? ¡No! Él arrostró y venció estos peligros y muchos otros en su lucha por libertad para predicar por todo el mundo. (2 Cor. 11:21-27) ¿Nos dejó algún consejo que seguir? Noten sus palabras a Timoteo. Por medio de éstas nos dice a todos que seamos luchadores por libertad para predicar: “Lucha por la victoria en la correcta contienda de la fe.”—1 Tim. 6:12, NM.

15. ¿Quiénes son nuestros verdaderos enemigos, y cuál es nuestra única arma de ataque?

15 Pablo definidamente identificó a nuestros enemigos verdaderos. ¿Se dijo que eran carne y sangre? ¡No! Él manifestó que no pueden ser alcanzados por las armas carnales de este mundo malo. ¿Quiénes son ellos? Son los demonios invisibles que dominan y gobiernan a este viejo mundo con su caudillo el Diablo. (Juan 14:30; 2 Cor. 4:4; Efe. 6:12) Por lo tanto, nosotros no nos excitamos ni tememos cuando vemos las hordas del género humano alejado de Dios que están de punta contra nosotros. Claramente vemos que las armas de combate de este viejo mundo de nada sirven en la lucha mundial por libertad para predicar. La única arma que podemos usar en la lucha es la espada de dos filos del espíritu, la cual es la Palabra de Dios. ¿No es poderosa para derribar las fortalezas del error y poder de este mundo? Es la más poderosa de todas las armas de combate. (Efe. 6:17) El apóstol Pablo escribió: “Porque la palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que cualquier espada de dos filos y penetra hasta dividir el alma y el espíritu, y las coyunturas y su tuétano, y puede discernir los pensamientos e intenciones del corazón.” (Heb. 4:12, NM) ¡Eso es verdad! ¡Nunca se olvide de ello!

IDENTIFICADOS POR LA PERSECUCIÓN

16. Al seguir a Jesús, ¿en qué respecto seremos como él, y de qué manera?

16 ¿Qué prueba tenemos de que Jehová nos está usando para cumplir profecías que Jesús declaró? ¡La evidencia innegable es que estamos siendo perseguidos como Jesús fué perseguido, y por la misma razón! Él usa la persecución que nos ha sobrevenido para definidamente identificar el tiempo en que ahora estamos. (Mat. 24:9) Identificó su ocupación cuando estuvo ante Pilato: “Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37, NM) Nosotros seguimos en sus pisadas habiendo recibido la misma asignación de Jehová, ¡dar testimonio a la verdad! Como resultado se nos persigue por todo el mundo. Se nos odia por todo el mundo por causa de su nombre.

17, 18. (a) ¿Qué registro hicieron los testigos de Jehová en la lucha por libertad para predicar desde 1933 basta 1945? (b) Desde entonces ¿qué han experimentado en los países de dominio comunista?

17 Es un relato muy conocido lo concerniente a la lucha por libertad que pelearon los testigos de Jehová para predicar en tierras dominadas por los nazistas y fascistas desde 1933 hasta 1945. Miles de testigos fueron arrojados a los campos de concentración. Muchos fueron atormentados y muertos. Un sinnúmero murió a causa de su lealtad a Jehová Dios. Estos pudieran haber vivido si hubieran optado por renunciar al nombre de Jehová Dios. Toda persona bien informada sabe de la intensa persecución que sufrieron los testigos de Jehová en los Estados Unidos y el Canadá durante el período de 1933 a 1945. ¡Recuerde los miles de casos en los tribunales y los centenares de asaltos por chusmas! Más de setenta países en un tiempo u otro durante los pasados cuarenta años han hecho decretos restrictivos y han perseguido a los testigos de Jehová.

18 ¿Hizo la caída de la Alemania nazista, la Italia fascista y el Japón al fin de la II Guerra Mundial que no fuéramos perseguidos más? ¡No, no hizo eso! En tierras dominadas por los gobernantes comunistas en la Europa oriental hemos sido proscritos porque rehusamos dejar de predicar. Miles de testigos de Jehová han sido arrojados a calabozos y campos de concentración. Vea lo que ha sucedido en la Alemania Oriental, Polonia, Checoeslovaquia y otros países. ¡Miles de testigos de Jehová están en las cárceles y campos de trabajo forzado! Hoy en todos los países comunistas los testigos de Jehová son acechados y los persiguen como a fieras los cazadores, la policía secreta. Se imponen edictos restrictivos para prohibir por completo la predicación del evangelio en esas tierras comunistas. Allí han encarcelado a nuestros hermanos y los juicios que se les ha concedido han sido una farsa. A muchos se les ha dado muerte.

19. ¿De qué manera son diferentes los arrestos de los testigos de Jehová a los de los clérigos?

19 Ninguna otra organización religiosa sobre la tierra ha sido perseguida por el nombre de Jehová Dios, nombre que también es representado por el nombre de Jesús. Sí, es verdad que algunos clérigos religiosos han sido encarcelados en estas tierras comunistas. Pero éstos no fueron encarcelados por causa de la justicia. (1 Ped. 3:14) Fueron encarcelados debido a razones políticas. No fueron encarcelados debido a que testificaran a favor de Jehová Dios o por llevar el nombre de Jesús. Hoy las iglesias católicas y protestantes todavía están libres para celebrar servicios eclesiásticos públicos en tales lugares como Polonia, Checoeslovaquia, Alemania Oriental y en otros países comunistas. En estos países los testigos de Jehová no pueden adorar a Dios públicamente.

20. (a) Durante los pasados dos años, ¿en qué otros países en particular han sufrido violenta persecución los testigos de Jehová? (b) ¿Qué han mostrado los informes del Yearbook de los pasados nueve años?

20 En otros países continúa la persecución. ¿Sabe usted que recientemente, en enero de 1954, la legislatura de Quebec, Canadá, impuso una proscripción contra los testigos de Jehová? Estipuló para los testigos de Jehová tratamiento semejante al que ordenó Adolfo Hitler en la Alemania nazista. Esto se efectuó a ruego del primer ministro católico de Quebec, Duplessis. No olvide que la proscripción contra los testigos de Jehová continúa en la República Dominicana y en otros países. Recordemos los atropellos y tiroteos de emboscadas contra nuestros hermanos reunidos en asambleas en las Islas Filipinas durante años recientes. Considérese la multitud de otros casos de persecución por todo el mundo que se revela en los informes de cada Yearbook of Jehovah’s Witnesses (Anuario) durante los últimos nueve años. ¡Observe los países democráticos de Europa: Italia, Francia, Suiza y las tierras escandinavas! De hecho, por todas partes del mundo, África, Asia y las islas del mar, una lucha ardua y buena se ha peleado por libertad para predicar. Nosotros, mediante la ayuda de Jehová, nos aferramos a esta libertad por todo el mundo. Aunque es una lucha en muchos tribunales del país y significa persecución para los siervos fieles de Jehová, nos adherimos tenazmente a este glorioso tesoro de servicio, predicando por todo el mundo.

21. ¿Cuál es el único grupo cristiano que cumple lo predicho en Mateo 24:9, y cómo se siente éste acerca de ello?

21 Seguramente este testimonio procedente de muchas tierras, que se levanta hasta la altura de las montañas, demuestra que la persecución continúa. ¿Qué grupo cristiano es identificado por el cumplimiento mundial que tienen hoy día las palabras de Jesús? Aquí está la prueba tan clara como es posible exponerse. Los hechos hablan por sí mismos. No es necesario que se diga más para demostrarlo. Es indisputable. ¿Quiénes componen este grupo? Ustedes, los fieles testigos de Jehová. Ustedes son a quienes Jesús identificó. Ustedes son quienes sufren persecución por causa de la justicia en todas las naciones. (Mat. 24:9; 2 Cor. 1:7; Col. 1:24) ¿Están ustedes tristes? ¡No! ¡Ustedes se sienten felices al ser dicho pueblo favorecido! (Sant. 1:12) Pedro dijo: “En verdad, ¿quién es el hombre que les hará daño si ustedes se hacen celosos de lo que es bueno? Pero aun si tienen que sufrir por causa de la justicia, ustedes son felices.”—l Ped. 3:13, 14, NM.

22. Las circunstancias indican que hagamos ¿qué? en nuestra lucha mundial por libertad para predicar.

22 Esta persecución mundial nos somete a una variedad de pruebas. Nos obliga a usar todo método posible en la lucha por libertad para predicar por todo el mundo. Nuestro método de luchar necesariamente tiene que variar en diferentes países. Esto es así a causa de que nuestra lucha tiene que ser legal. Los procedimientos judiciales establecidos por leyes para luchar legalmente difieren en todas las naciones del mundo. Es imposible que todos los procedimientos judiciales sean los mismos en todas partes.

23, 24. (a) ¿Cómo se lleva a cabo la lucha por libertad para predicar en tales países democráticos como los Estados Unidos y el Cómmonwealth Británico de Naciones? (b) Donde no es posible proceder de tal manera, ¿cómo se lleva a cabo?

23 Países democráticos como los Estados Unidos, el Cómmonwealth Británico de Naciones y algunos países de Europa, son liberales al darnos procedimientos judiciales para usar en nuestra lucha. Nos permiten apelar a “César” al dejarnos hacer nuestra defensa en los tribunales. ¿Hacemos uso de los tribunales en dichos países? ¡Sí! Libremente y sin vacilar apelamos a los tribunales para la defensa del derecho de predicar. Jehová ha usado a los jueces para ayudarnos a establecer legalmente las buenas nuevas. Han apilado un gran montón de victorias. Estas se levantan como un bastión. Cientos y miles de causas han sido apiladas a la altura de una montaña en la lucha mundial por libertad para predicar. Subsisten como un baluarte poderoso.

24 Otras naciones no nos conceden apelar a los tribunales para proteger nuestra predicación. Tenemos que apelar a “César,” a saber, al jefe de estado, tal como el primer ministro o el presidente o jefe de gobierno. Esto lo hacemos. Reclamamos nuestros derechos y discutimos ante ellos como Moisés ante Faraón. Cuando la autoridad para proteger y defender el derecho para predicar se coloca por “César” en manos de algunos funcionarios estatales, provinciales, municipales o locales, sin reserva apelamos a tales funcionarios. Pedimos a todos ellos que den órdenes para proteger el derecho que tenemos para hacer nuestra obra. ¿No hemos apelado repetidamente a autoridades de algunos países para que éstas levanten proscripciones? ¡Recuerde la montaña de cablegramas enviados a Adolfo Hitler! ¡Considere las peticiones que pedían el levantamiento de la proscripción y estaban a favor de una Declaración de Derechos en el Canadá! Piense en las grandes peticiones dirigidas al Congreso contra el boycoteo católico romano impuesto a estaciones de radio en los Estados Unidos que transmitían programas de los testigos de Jehová. Hemos pedido a las autoridades que den órdenes permitiendo la importación de literatura. En muchos países hemos apelado a los funcionarios pidiendo que dejen entrar en sus países a misioneros enviados de la oficina principal de la Sociedad para predicar allí. Jamás hemos descuidado alguna oportunidad de luchar legalmente por el derecho mundial para predicar.

[Ilustración de la página 305]

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