Sigan tras las cosas que son edificantes
1. Aunque todo el mundo quiere la felicidad, ¿por qué tienen los cristianos, más que todos los demás, razones para ver el lado alegre de las cosas?
PUESTO que Jehová ha creado al hombre a su imagen, todo el mundo quiere ser feliz. Los cristianos tienen tantísimas más razones para ser felices que la humanidad en general. Hay toda razón para que ellos siempre vean el lado alegre de las cosas. Ellos solos tienen la verdadera fuente de buenas nuevas que producen gozo genuino. (Mat. 5:3; 24:14, NM) El adorar a Dios y servirle fielmente asegura la felicidad ahora y eternamente. (Juan 13:17; Mat. 7:24) Para una multitud de personas de buena voluntad hacia Dios esto resultará en vida eterna sobre la tierra con bendiciones interminables. “Abres tu mano, y satisfaces el deseo de todo ser viviente. Jehová es justo en todos sus caminos, y bondadoso en todas sus obras.”—Sal. 145:16, 17.
2. ¿Cómo podemos responder a la bondad de Jehová?
2 Todos podemos alegrarnos mucho por la bondad de Jehová. Además, en gratitud podemos observar las palabras de Jesús: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35, NM) Jehová está convocando a su adoración a personas que son gente feliz, a un pueblo que es amigable y está ansioso de que otras personas se unan a él en su felicidad. Su conversación es edificante; recomiendan y enseñan a otros el reino de Dios, en el cual nada faltará.
3. ¿Con qué actitud deben los testigos de Jehová consolar a aquellos a quienes se ha robado, desnudado y golpeado espiritualmente?
3 Con esta esperanza y servicio uno puede mantener la felicidad aun mientras viva en un mundo de personas descontentas afligidas con pesares, dolores y calamidad. Significa consuelo y gozo a las personas que quieren ser consoladas. Muchas de esas personas del mundo son de la clase representada por Jesús en su ilustración acerca del samaritano que era un buen prójimo. Semejantes al desafortunado “cierto hombre” a estas personas se les ha robado, desnudado y golpeado espiritualmente. La actitud del cristiano tiene que ser una de compasión hacia aquellas personas del mundo a quienes predican, aunque estén cargadas de religión falsa, pobreza y otros problemas personales. El cristiano no debe sentir que está bajo una carga al tener que ir a dichas personas y predicarles, como si tuviera el peso del mundo colocado sobre los hombros. No es como si fueran “pordioseros” a quienes se les haya de entregar algo de mala gana con una cara larga. De modo que los testigos de Jehová sin quejarse demuestran que son prójimos buenos obrando misericordiosamente hacia todos, curando sus heridas espirituales con un mensaje alegrador.—Luc. 10:33-37.
4. (a) ¿Qué antigua profecía cumplió Jesús? (b) Si uno da abundante y alegremente, ¿cuál es su recompensa?
4 Al alabar a Jehová tratamos de copiar la actitud mental de su Hijo. Él cumplió bien la profecía antigua: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, . . . para consolar a todos los que lloran; para comunicar la alegría a los que lloran en Sión, dándoles hermosura en lugar de ceniza, el aceite de gozo en vez de lamentos, y el manto de alabanza en lugar de espíritu de pesadumbre.” (Isa. 61:1-3) Así como él lo hizo, nosotros podemos cosechar la recompensa en gran medida por alabar generosamente a Jehová. “El que siembra escasamente también cosechará escasamente, y el que siembra abundantemente también cosechará abundantemente. Que cada uno haga exactamente como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana o bajo compulsión, porque Dios ama al dador alegre.”—2 Cor. 9:6, 7, NM.
5. ¿Cuál fué la disposición mental de Cristo Jesús al predicar y qué evitó él?
5 Con gran provecho para nosotros mismos podemos copiar la disposición mental de Cristo Jesús. Considerado desde el punto de vista egoísta, ¿no tuvo él bastante razón para expresar una queja? Fué un gran sacrificio lo que él hizo. Aquí estaba, enviado solo a la tierra, un solo hombre para comenzar una obra enorme, mundial, de testificar. En lo que toca a penalidades, oposición y persecución, él tuvo todo lo que nosotros pudiéramos experimentar y mucho más. La gente a quien predicó era indiferente y muy pobre en su mayor parte. Estaba enredada en la práctica de la religión falsa. Pero él no deploró su situación ni gimió y tampoco se lamentó por su asignación de predicar a gente de esa clase. Él vino del modo anuente y sin queja que su Padre aprobaba e hizo la invitación: “Vengan a mí, todos ustedes los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” (Mat. 11:28-30, NM) Su mensaje fué refrigerante y confortante. De veras que fué un reflejo apropiado del “Padre de misericordias compasivas y el Dios de todo consuelo.”—2 Cor. 1:3, NM.
6, 7. Para ser prójimos buenos, ¿cómo se comportan los cristianos hacia sus hermanos?
6 ¡Qué actitud tan digna de alabanza para recomendarla a todos! Sin duda alguna tiene la bendición de Jehová. Dice el Salmo 41:1, 2 (UTA): “Cuán feliz es el que es considerado del débil; en el día de angustia el SEÑOR lo libra. El SEÑOR lo protege y lo mantiene vivo; se le llama feliz en la tierra.” La verdadera felicidad yace en buscar maneras de ser amorosos y útiles a nuestros semejantes, no quejándonos acerca de sus desdichas o debilidades sino fortaleciéndolos con la verdad, la cual consuela y edifica.
7 Cristo Jesús, al darnos el segundo de los dos grandes mandamientos, no admite el que el cristiano manifieste una actitud hipercrítica y quejumbrosa hacia sus semejantes: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Mar. 12:31, NM) Si somos honrados con nosotros mismos admitimos nuestros propios errores y descuidos. ¿Nos mofamos de nosotros mismos y nos ridiculizamos cuando cometemos algún error? Porque nos amamos honradamente nos esforzamos por corregirnos y hacer sendas rectas para nuestros pies. Esto proporciona tranquilidad de ánimo y felicidad. Al servir junto a nuestros semejantes cercanos, nuestros hermanos, observamos el mismo principio. Estaremos felices si buscamos maneras de ser amorosos y útiles a ellos.
8. ¿A quién le pertenece culpar y criticar a los que cometen errores dentro de la congregación, y quién suministra la corrección?
8 ¿Se ofende usted y se queja con otros cuando cree que los siervos de su congregación cometen errores? Aun en dichas circunstancias esto no es justificación para censurar o criticar públicamente. “No debes injuriar a Dios ni maldecir a un capitán entre tu pueblo.” (Éxo. 22:28, NM) Pedro negó a Cristo tres veces. (Mat. 26:69-74) En otra ocasión él no estaba “andando rectamente de acuerdo con la verdad de las buenas nuevas.” (Gál. 2:11-14, NM) Sin embargo, es Jehová quien suministra la corrección dentro de su organización. La corrección no proviene de la queja y la chismografía sino de Jehová mediante su organización al debido tiempo y manera de él.—1 Ped. 1:17.
9. Para vivir en felicidad y ver prosperar nuestras congregaciones, ¿qué manera de proceder debemos esforzarnos por alcanzar?
9 Sería una cosa muy excelente el que todos recordaran este principio: el edificar a nuestros hermanos en la fe es la manera de mantener la felicidad. “Por eso, entonces, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificarse unos a otros. Dejen de estar derribando la obra de Dios.” (Rom. 14:19, 20, NM) Es mucho mejor y resulta en bien el seguir tras esta manera de proceder. Todos nosotros queremos llevarnos en paz y gozo con nuestros hermanos, y queremos ver prosperar nuestras congregaciones. “Yo, por lo tanto, el preso en el Señor, les ruego que anden dignos del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad de mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. Quítese de ustedes toda amargura maliciosa e ira y cólera y gritería y habla injuriosa junto con todo lo perjudicial. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como también Dios mediante Cristo libremente los perdonó a ustedes.”—Efe. 4:1-3, 31, 32, NM.
10. ¿De qué maneras podemos demostrar amor a nuestros hermanos, para su edificación y nuestra felicidad?
10 “El amor edifica.” (1 Cor. 8:1, NM) Esta es la llave a todos nuestros tratos con nuestros hermanos para su edificación y para nuestra felicidad. Hay tantas maneras en que tenemos la oportunidad de edificamos unos a otros. Tenemos que evitar la actitud mundana, que es ceñuda, tosca y criticona. Todos nosotros tenemos algunos dones que hemos cultivado para el mejoramiento de nuestro ministerio. (1 Ped. 4:10; Rom. 12:6) Podemos usar éstos para demostrar nuestro amor a favor de nuestros hermanos. “Por eso ustedes mismos también, dado que son seguidores celosos de dones del espíritu, esfuércense por abundar en ellos para la edificación de la congregación.” (1 Cor. 14:12, NM) Quizás podamos ayudar a nuestros hermanos a preparar y a dar comentarios en el estudio semanal de La Atalaya y en otras reuniones de congregación. Tenemos también la oportunidad de ayudar a nuestros hermanos jóvenes o a los que tienen dificultades con el idioma a preparar asignaciones estudiantiles en la escuela del ministerio teocrático. Todos necesitan sermones de tres a ocho minutos para presentarlos en los hogares. ¿No sería una expresión amorosa hacia nuestros hermanos el darles esta ayuda, la cual seguramente los haría felices?
11. ¿Por qué debemos ejercer amor para evitar desacuerdos?
11 Es muy práctico el evitar desacuerdos y disputas con nuestros hermanos por medio de ejercer amor cristiano a favor de ellos. Ahora tenemos todo aliciente hacia ese fin. “Pero el fin cabal de todas las cosas se ha acercado. Sean de mente sana, por lo tanto, y sean vigilantes en cuanto a oraciones. Ante todas las cosas, tengan amor intenso los unos para los otros, porque el amor cubre una multitud de pecados. Sean hospitalarios unos a otros sin quejarse.”—1 Ped. 4:7-9, NM.
12. (a) ¿A qué lección dada por Dios debemos aplicarnos? (b) ¿Cuál es la manera correcta de corregir las dificultades y solucionar los problemas en la congregación?
12 Nuestro Creador amoroso sabe lo que el hombre necesita para lograr y mantener la felicidad. Le agrada a él enseñarnos a conseguir la felicidad de la mismísima manera que él la consigue, mediante el expresar amor a nuestros semejantes. Nosotros queremos aplicarnos diligentemente a esta lección y aprenderla muy bien. “Sin embargo, con referencia al amor fraternal, ustedes no necesitan que les estemos escribiendo, porque ustedes mismos son enseñados por Dios a amarse unos a otros; y, de hecho, ustedes lo están haciendo a todos los hermanos . . . Pero nosotros los exhortamos a ustedes, hermanos, a que lo sigan haciendo en medida más plena, y a tener como mira suya el vivir quietos y a ocuparse de sus propios asuntos y trabajar con las manos, tal como les ordenamos.” (1 Tes. 4:9-11, NM) Nuestros hermanos de la congregación verdaderamente apreciarán el que trabajemos con ellos, si los edificamos mediante el ejemplo que ponemos, si amorosamente los edificamos, no averiguando y derribando, sino de manera provechosa para ellos trabajando regularmente con ellos y elogiando su progreso en alabar a Jehová. Si hay alguna dificultad o problema en la congregación, no nos apresuraremos a acusar a nuestros hermanos o condenarlos y hacer que les sobrevenga censura pública. No adoptaremos la actitud de que algo anda mal aquí y alguien tiene que ser el culpable. En vez de intimidar con una reprimenda severísima podemos corregir mediante un ejemplo amoroso, demostrando el espíritu de misericordia que Jehová extiende tan abundantemente a todos.
13. ¿Qué espíritu reina dentro de las congregaciones de los testigos de Jehová, y por qué es tan importante que los que dirigen pongan el ejemplo correcto?
13 Cuando observamos las congregaciones de los testigos de Jehová hoy día, vemos que en su mayor parte reina un espíritu maravilloso en ellas. Especialmente donde los hermanos son amorosos y amables unos a otros, donde no se quejan y no ridiculizan y escarnecen, Jehová les ha dado muchas bendiciones. La gente de buena voluntad que llega a ser parte de la congregación cristiana prontamente aprende a practicar la actitud de no quejarse. “Finalmente, hermanos míos, sigan regocijándose en el Señor. . . . Que nosotros, pues, cuantos seamos maduros, seamos de esta actitud mental; y si mentalmente ustedes se inclinan de otro modo en cualquier respecto, Dios les revelará dicha actitud. Unidamente háganse imitadores de mí, hermanos, y vigilen a los que andan de la manera que va de acuerdo con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros.” (Fili. 3:1, 15, 17, NM) Dado que los hermanos seguirán el ejemplo correcto, es importantísimo que los que son maduros y que tienen la responsabilidad de dirigir pongan el ejemplo correcto de edificar a sus hermanos sin murmuración.
14. ¿Por qué no permitirá Jehová que nadie introduzca en su organización el hábito de murmurar y quejarse?
14 Así como en el tiempo de Jesús, hay trabajo y problemas, dificultades y penalidades que son comunes a todos los que se esfuerzan por seguir en el proceder de servicio cristiano. Quizás haya cosas acerca de las que pudiéramos quejarnos; sin embargo, tenemos que resistir esta tentación con toda nuestra fuerza porque, si no la resistimos, finalmente nos quitará la única cosa que vale la pena en la vida, la felicidad al servir a Dios. Jehová quiere que seamos diferentes del mundo del cual está separando a los de su pueblo. Él los está apartando y les está enseñando a vivir como una sociedad del Nuevo Mundo. Con esa separación viene la libertad y el ser libertados del espíritu de queja y la manía de criticar. Su organización se compone de personas ocupadas, felices, quienes cada día se esfuerzan más por vivir en conformidad con las normas del nuevo mundo de Dios. Él no permitirá que nadie introduzca en él viejos hábitos mundanos de murmuración y queja. Si una persona se queja pronto hace que otros comiencen a quejarse. ¿Y ha observado usted que los que se quejan generalmente no están predicando, o por lo menos predican muy poco?
15. ¿Qué exhortación adicional se da, y qué satisfacción resultará de seguirla?
15 En vez de quejarnos aceptamos voluntariamente las responsabilidades que Jehová coloca sobre nosotros. Poniendo nuestra confianza en él nos esforzamos por alcanzar contentamiento, viviendo y sirviendo como él se propone que lo hagamos. “Sigan haciendo todas las cosas libre de murmuraciones y argumentos, para que lleguen a ser irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación pervertida y torcida, entre quienes ustedes están brillando como lumbreras en el mundo, manteniendo firmemente asida la palabra de vida, para que yo tenga causa de exultación en el día de Cristo, que no corrí en vano ni en vano me afané. No obstante, aun si yo estoy siendo derramado como libación sobre el sacrificio y servicio público a los cuales los ha conducido la fe, me alegro y me regocijo con todos ustedes. Ahora de la misma manera ustedes mismos también alégrense y regocíjense conmigo.” (Fili. 2:14-18, NM) De esta manera tenemos completa satisfacción, sabiendo que la voluntad de Jehová se está haciendo.
16. ¿Qué es lo que hace falta en algunas congregaciones donde hay criticones y chismosos presentes, y cuál es el peligro adicional?
16 ¿Es la congregación de ustedes una de dichas asociaciones benditas de hermanos que tienen el pleno gozo de Jehová? A veces los hermanos de tierras democráticas no disfrutan de esto. Cuando visitamos sus congregaciones parece que esto falta a un grado alto. A pesar de las circunstancias más afortunadas y ventajas materiales y mayor libertad para predicar, parece que algo falta. Es patente que hay criticones y chismosos presentes; las personas que irritan y perturban se destacan. Con toda seguridad hallamos que en estas circunstancias a los hermanos se les quita de gran manera su gozo de servir a Jehová. En su mayor parte, también, poco progreso están logrando hacia la madurez los publicadores y la congregación no está creciendo. Dicha murmuración y queja desagradan a Jehová. Son aguafiestas para todos porque quitan el gozo de vivir ahora como alabador cotidiano de Jehová y, si se persiste en ellas, quitarán la vida misma.
17. Donde la persecución es grande, como en tierras totalitarias, ¿cómo les va a nuestros hermanos?
17 ¿No ha observado usted a menudo que donde la persecución es grande abunda un verdadero espíritu de amor, armonía y felicidad? Quizás haya obstáculos tremebundos impidiendo el reunirse y predicar regularmente, pero los hermanos los vencen y son felices en ello. Verdaderamente aprecian que han sido librados de la opresión y han sido libertados de un viejo mundo inicuo. A pesar de la persecución Jehová los protege y cuida de que sean alimentados espiritualmente. De modo que estos hermanos no se compadecen de sí mismos. A causa de ser fieles en mantener su integridad tal vez reciban largas condenas de prisión, pero ellos no consideran eso como razón para desesperarse o para murmurar. Por el contrario, reconocen con mayor claridad las bendiciones y favores que han recibido, considerándolo todo inmerecido, y siguen con una fe inmovible. No están siempre corriendo para hacer saber a alguien los trabajos que pasan o dando a conocer sus problemas y quejándose. Estos hermanos no se desaniman en lo absoluto por estas penalidades. La obra no es parada, ni siquiera estorbada, a pesar de los problemas difíciles y la persecución. Las buenas nuevas están siendo predicadas. Las personas de buena voluntad las están oyendo y están entrando y asociándose con la sociedad del Nuevo Mundo aun en los países totalitarios.
18. En las experiencias de los testigos de Jehová en dichas circunstancias, ¿qué lección hay, y con qué provecho para otros?
18 Jehová ha derramado su espíritu ricamente sobre estos testigos que no se quejan; ellos han prosperado y los resultados han sido maravillosos. ¡Qué lección debe ser esto para algunos que se encuentran en tierras donde existe una medida mayor de libertad—este maravilloso espíritu de amor y unidad demostrados por nuestros hermanos en circunstancias menos afortunadas! Su deseo es un deseo verdadero, no sólo de mantenerse felices ellos mismos en su adoración a Jehová, sino en realidad de esparcir su gozo y felicidad a otros. En su predicación copian a Jesucristo, teniendo un mensaje refrigerante que produce consuelo verdadero. Produce gran gozo a todos el oír sus experiencias y cómo retienen su integridad.—1 Tes. 3:4-10.
19. Para disipar el espíritu de queja y mantener un espíritu de humildad, ¿qué tiene que recordarse?
19 No hay por qué los siervos de Jehová estén tristes y se quejen hoy día. Las provisiones amorosas de Dios, su interés en ellos y su cuidado continuo deben bastar para mantenerlos felices. Eso debe ayudarlos a disipar el espíritu de queja y a mantener un espíritu de humildad y mansedumbre con devoción completa a la organización de Jehová. “Por lo tanto, humíllense bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte al tiempo debido, mientras arrojan toda su ansiedad sobre él, porque él los cuida.” (1 Ped. 5:6, 7, NM) A la vez nosotros debemos tener el mismo interés para con él, no llegando a estar concentrados en nosotros mismos o ser egoístas de modo que demos por supuestas las cosas o creamos que Jehová y su organización nos deben algo. Evite el pensamiento presuntuoso de que, a menos que las cosas se hagan de la manera que usted cree mejor, usted no va a permanecer con la sociedad del Nuevo Mundo. Jehová no debe nada a nadie. “Por esta bondad inmerecida, en verdad, ustedes han sido salvados mediante fe; y esto no debiéndose a ustedes, sino que es dádiva de Dios.” (Efe. 2:8, NM) A cada uno de nosotros se le ha dado algo de gran valor. Es la verdad que conduce a la vida y nuestro servicio diario de alabanza. Todos estamos endeudados con Jehová por todo lo que tenemos y por todo lo que esperamos conseguir. No seamos ingratos, menospreciando sus dádivas como si nosotros, personas insignificantes, esperáramos más o pudiéramos proveer mejor para nosotros mismos. Sobre todo, evitemos el quejarnos, porque sabemos que si nos quejamos dejaremos de predicar y entonces con toda seguridad nos haremos desdichados.
20. ¿Qué se necesita para que el cristiano mantenga la felicidad y prospere?
20 Pensando correctamente acerca de estos asuntos, concluímos que la manera de mantener la felicidad es evitar el quejarnos, es edificar a nuestros hermanos y la congregación. Para resultar vencedores a través de todas nuestras dificultades sólo tenemos que aceptar las instrucciones de Jehová, llevarlas a cabo con un estado de ánimo gozoso y disipar la actitud de quejarnos acerca de lo que hemos de hacer. Jehová nos da las instrucciones que necesitamos para prosperar y estar contentos. Para nuestro bienestar eterno tenemos que obedecer voluntariamente, respetar continuamente las instrucciones y andar de acuerdo con ellas.
21. Cuando consideramos las cosas correctamente, ¿cuán afortunados somos los que nos hemos dedicado a Jehová?
21 Considerados correctamente, la adoración y el servicio de Jehová, aunque estén acompañados de pruebas, cargas y persecución, son una experiencia sumamente feliz. Cuando observamos al mundo hoy, nosotros los que nos hemos dedicado a Jehová podemos apreciar por comparación cuán afortunados somos. Ciertamente no tenemos ninguna razón para quejarnos respecto a nuestra suerte. “Entonces, pues, que también los que están sufriendo en armonía con la voluntad de Dios sigan encomendando sus almas a un fiel Creador mientras estén obrando el bien.” (1 Ped. 4:19, NM) Su propósito es pasar vivos a sus alabadores felices a su nuevo mundo justo cuando ejecute el juicio contra todos los que ‘no reconocen el señorío’ al hablar ofensivamente en contra de Jehová y su arreglo del nuevo mundo.—Judas 8, 9, 14-16, NM.
22. A pesar de la opresión que se le ocasiona a la organización de Jehová, ¿por qué nos regocijamos y cobramos ánimo?
22 El ‘mundo del Diablo’ está lleno de pesar y dolor y se encuentra en un estado desdichado, pero no hay razón por la que los testigos de Jehová sean infelices. A pesar de toda la opresión que le han ocasionado a la organización de Jehová los que se oponen a las buenas nuevas, nos maravillamos de su prosperidad y crecimiento. Nos mantendremos firmes y continuaremos en la obra de predicar, cobrando ánimo de la seguridad que Jehová nos ha dado. “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren frente a diferentes pruebas, sabiendo como ustedes lo saben que esta cualidad probada de su fe produce aguante. Feliz es el hombre que continúa aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.”—Sant. 1:2, 3, 12, NM.