Tacto teocrático en casas divididas
“¿Se imaginan ustedes que vine a dar paz sobre la tierra? No, les digo en verdad, sino más bien división. Porque de ahora en adelante habrá cinco en una casa divididos, tres contra dos y dos contra tres. Estarán divididos, padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija e hija contra su madre, suegra contra su nuera y nuera contra su suegra. En verdad, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa.”—Luc. 12:51-53; Mat. 10:36, NM.
1. ¿Cuándo es más difícil el comportamiento teocrático dentro del círculo de la familia?
CUANDO todos los miembros de la familia están dedicados a Jehová se hace posible el comportamiento teocrático. La familia reconoce la jefatura del hombre y la autoridad paternal, y ambas se ejercen con amor. La familia estudia junta, asiste a reuniones junta, sirve en el campo junta, y comparte los deberes domésticos. Pero ¿qué hay si no todos los miembros de la familia son testigos de Jehová que acepten Sus principios?
2. Si la esposa no está en la verdad y el esposo sí, ¿cuál es la responsabilidad de él para con ella, y qué consejo dado por Jesús puede aplicar él?
2 ¿Qué hay si el esposo es testigo de Jehová pero la esposa no? Eso no modifica la responsabilidad del esposo como cabeza de la casa. Él tiene que suministrar alimento, ropa y abrigo. Más que eso, todavía tiene el papel marital de amar a su esposa, de ser un compañero para ella, de ver que ella tenga alguna diversión, y cuando sea oportuno tratará de ayudarla a ver la verdad. Cuando Jesús envió a sus apóstoles a predicar les dijo que no trataran de hacer que la gente oyera el mensaje a fuerza, sino que dejaran de hablar cuando la verdad fuera rechazada. Además, habían de ser “cautos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas.” (Mat. 10:16, NM) Este consejo también aplica al hogar. La verdad no ha de hacerse aceptar a la fuerza a nadie. Cuando sea conveniente preséntela con tino. Ella no es un garrote con el cual usted haya de apalear a su consorte. No es algo que haya de ser metido a fuerza pura y martilleo constante. En vez de usar dichos métodos de intimidación, tras sembrar atinadamente la verdad prosiga con la predicación sin palabras mediante el ejemplo, dejando que su comportamiento cristiano hable en recomendación de la verdad.
3-5. ¿Qué se halla escrito en 1 Pedro 3:1-5, y cómo aplica?
3 Esta predicación sin palabras mediante ejemplo se recomienda específicamente a las esposas cuyos esposos no están en la verdad: “De la misma manera, ustedes esposas, sométanse a sus propios esposos, para que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. Y que no sea su adorno el de trenzados externos del pelo ni el de ponerse ornamentos de oro ni el usar prendas de vestir exteriores, sino que lo sea la persona secreta del corazón en la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. Porque así, también, anteriormente las mujeres santas que esperaban en Dios solían adornarse, sometiéndose a sus propios esposos.”—1 Ped. 3:1-5, NM.
4 Aun si el esposo no está en la verdad, si ‘no es obediente a la palabra,’ la esposa que es devota a Jehová todavía tiene que estar sujeta a su esposo. Cuando el pasaje bíblico supracitado habla de ganar al esposo incrédulo sin palabra, y de la esposa no trenzándose el pelo o poniéndose ornamentos ni usando prendas de vestir exteriores, no significa que jamás hablará ella de la verdad, o se peinará o arreglará su cabello atractivamente, que jamás usará joyas y ciertamente no significa que jamás usará prendas de vestir exteriores. Más bien, por esta expresión enérgica está manifestando qué cosa es la que debe recibir el énfasis principal, que la ornamentación más importante es un espíritu sereno y apacible, un proceder casto, un profundo respeto para su esposo. Más importante que la apariencia exterior de su persona es “la persona secreta del corazón,” lo que ella es adentro, interiormente, en el corazón. ¿Qué clase de persona mora allí, qué motivos hay, qué disposición o espíritu hay? Esta persona secreta del corazón se manifiesta por su comportamiento, y si éste es bueno la revestirá de hechos castos y maneras respetuosas. (Rom. 7:22; 2 Cor. 4:16; 1 Tim. 2:9, 10, NM) Las mujeres santas de tiempos antiguos se adornaban así, pero también usaban joyas y prendas de vestir finas, y varias veces Jehová se refirió a su pueblo bajo el símbolo de una mujer y él mismo adornó a dicha mujer con vestiduras suntuosas y joyas costosas. (Gén. 24:22, 53; Éxo. 3:22; 35:22; Ester 5:1; Isa. 61:10; Eze. 16:10-14) Por eso no debemos tratar de restringir el significado de este texto dentro de una camisa de fuerza de exactitud literal, sino reconocer que está manifestando enérgicamente dónde debe darse el énfasis principal.
5 De modo que la esposa dedicada a Jehová manifestará por su comportamiento cristiano el buen efecto que la verdad ha tenido en ella, y quizás esto gane al esposo incrédulo sin palabras, o tenga más efecto que las palabras. A veces se pierden esposos a causa de palabras, demasiadas palabras. Ella, naturalmente, explicará la verdad a medida que tenga oportunidad y mostrará por qué asiste a las reuniones y sale al servicio, pero nunca apremiará las cosas demasiado ni dejará de emplear tacto. Ella cuidará especialmente de desempeñar sus deberes de esposa, de mantener limpia la casa, preparar buenas comidas, cuidar de sus hijos y dedicar algún tiempo a su esposo como compañera de él. Ella acomodará su obra de testificación en su horario en el tiempo en que esté menos en pugna con sus obligaciones de esposa.
6. Si el cónyuge de usted no está en la verdad, ¿es eso base para separarse? o ¿cuándo podría separarse, con qué limitaciones?
6 El hecho de que su cónyuge no esté en la verdad no es base para separarse: “Si algún hermano tiene una esposa incrédula, y sin embargo ella está de acuerdo en vivir con él, que él no la deje; y la mujer que tenga un esposo incrédulo, y no obstante él está de acuerdo en vivir con ella, que no deje a su esposo.” Quizás con el tiempo el cónyuge incrédulo de usted acepte la verdad a causa de observar el buen comportamiento de usted u oír su testimonio discreto: “Esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?” Pero si el incrédulo desea separarse, no es necesario que el creyente trate de impedirlo, sino que puede dejar “que se aparte.” A veces el incrédulo hace intolerables las condiciones, sin embargo permanece con el creyente. La situación puede hacerse tan difícil que el creyente decida separarse, no pudiendo continuar. Tal vez el esposo trate a su esposa con extremada violencia física o no le suministre sostén material, o la esposa tal vez se oponga al servicio teocrático del esposo o de otra manera ponga en peligro su bienestar espiritual, poniendo en peligro sus perspectivas de vida eterna. Si el creyente decide que esto es lo que sucede en su matrimonio puede separarse, pero dado que el adulterio o la muerte son las únicas cosas por las que se cancela un matrimonio a la vista de Jehová el creyente no está libre para volverse a casar, aun si se obtiene un divorcio legal: “Si de hecho se aparta, que permanezca soltera o si no que se reconcilie con su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa,” sin estar bajo restricciones semejantes.—1 Cor. 7:12, 13, 16, 15, 11; Mat. 19:9; Mar. 10:11, 12; Rom. 7:2, 3, NM.
7. ¿Qué harán los padres cuyos hijos no están en la verdad?
7 Frecuentemente la división en una casa está entre padres e hijos. Si los padres son siervos dedicados de Jehová pero sus hijos no, los padres se esforzarán por instruir a sus hijos, usando paciencia y tacto. Tienen que presentar la verdad de tal manera que sus hijos puedan entenderla, y también llevar sus hijos a las reuniones de congregación con ellos. Aunque en muchas familias modernas el arreglo es exactamente lo contrario, los padres todavía están obligados a tener a sus hijos en sujeción y bajo su dirección, y si una cabeza de familia no puede hacer esto se le considera incapaz de ser siervo especial en la congregación cristiana. Así como los siervos de la congregación desempeñan sus deberes con amor y tacto, así los padres tienen que ejercer su autoridad paternal con una firmeza que esté templada por amor y tacto. Si sólo uno de los dos padres está en la verdad, entonces ese padre tiene que instruir a los hijos al grado posible, y de tal modo esperar salvar a los hijos.—1 Tim. 3:4, 5; 1 Cor. 7:14.
8. ¿Qué proceder han de adoptar los hijos cuando sus padres no están en la verdad?
8 La situación es más delicada cuando los hijos aceptan la verdad pero los padres no. Los hijos todavía están bajo la dirección de sus padres y tienen que someterse a ella, como lo hizo Jesús. No obstante al mismo tiempo tienen que tener presente el servicio de Jehová, como lo hizo Jesús cuando niño. Los hijos seguramente tratarán de explicar la verdad a sus padres y manifestar la obligación que sienten de estudiar y servir, y, aún más importante, tratarán de mostrar por su comportamiento y cooperación mejorados el cambio que en dirección a lo mejor la verdad ha efectuado en ellos. Quizás mediante ello ganen a sus padres. Ha sucedido antes. Quizás sus padres permitan que los hijos traigan a casa a testigos adultos, maduros en la verdad, para presentar un testimonio más cabal concerniente a la esperanza del Nuevo Mundo.—Luc. 2:48, 49, 51.
9. ¿El prestar atención a qué consejo es especialmente importante en las casas divididas?
9 Es especialmente importante mantener una lengua discreta con nosotros cuando vivimos en una casa dividida. El consejo divino es: “Que lo que digan siempre sea con gracia, sazonado con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.” Si esto aplica a los extraños, seguramente aplica a los que están dentro del círculo de la familia. “No devuelvan mal por mal a nadie,” incluyendo lenguaje malo. El responder con una refutación airada quizás no resulte en bien personal para un miembro incrédulo de la familia, pero los que aman a Jehová no harán “nada movidos por espíritu de contradicción o egotismo, sino considerando con humildad de mente que los demás son superiores a ustedes, vigilando, no con interés personal sobre sólo sus propios asuntos, sino también con interés personal sobre los de los demás.” Rehuse el irritarse o gritar, y comprenda que es mejor aceptar abuso que cometerlo: “No se ponga el sol mientras estén ustedes en un estado irritado. No proceda de su boca ningún dicho corrupto, sino todo dicho que sea bueno para edificar según haya la necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes. Quítense de ustedes toda amargura maliciosa e ira y cólera y gritería y habla injuriosa junto con todo lo perjudicial.”—Col. 4:6; Rom. 12:17; Fili. 2:3, 4; Efe. 4:26, 29, 31, NM.
10. ¿Dónde tienen que terminar el transigir y las concesiones, y por qué no debemos sentirnos indebidamente deprimidos si fracasan todos nuestros esfuerzos por ganar a miembros de la familia?
10 Los creyentes que son miembros de una casa dividida deben hacer muchas concesiones para conservar la paz y quizás ganar a los incrédulos, pero hay un punto donde la transigencia tiene que terminar, y ése es cuando la integridad a Jehová se pone en peligro. El estudio, la asistencia a las reuniones y el servir pueden ser reducidos, pero jamás deben cesar. Podemos ceder en muchos puntos, pero ceder la integridad es ceder todo, incluyendo la vida misma. Cuando se trata de una acción definitiva, aun con los miembros de la familia, “tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” La acción definitiva constituirá una prueba dolorosa. Pedro escribió: “Amados, no estén perplejos debido al ardor de fuego entre ustedes, lo cual les está sucediendo como una prueba, como si algo extraño les estuviera aconteciendo.” Ciertamente es una prueba ardiente cuando tenemos que aguantar el abuso por parte de personas que amamos, cuando nuestros enemigos se hallan dentro de nuestros mismísimos círculos de familia; pero no debemos pensar que es algo extraño. ¿No advirtió Jesús mismo: “¿Se imaginan ustedes que vine a dar paz sobre la tierra? No, les digo en verdad, sino más bien división. Porque de ahora en adelante habrá cinco en una casa divididos, tres contra dos y dos contra tres. Estarán divididos, padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija e hija contra su madre, suegra contra su nuera y nuera contra su suegra. En verdad, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa.” De modo que si todos nuestros esfuerzos por ganar a los incrédulos en nuestra casa fracasan no debemos dejar que eso nos deprima o descorazone. Eso sucede en cumplimiento de las palabras de Jesús. Y así como la Biblia dice que el leopardo no puede cambiar sus manchas, no hay por qué esperar cambiar a una cabra en oveja ni debe una oveja actuar como una cabra; siga siendo oveja.—Hech. 5:29; 1 Ped. 4:12; Luc. 12:51-53; Mat. 10:36, NM.
INTEGRIDAD EJEMPLAR EN EL FRENTE DOMÉSTICO
11. ¿Cómo hizo frente una joven a la oposición de su familia, con qué resultado?
11 Oiga solamente dos de los miles de casos en que los enemigos de uno se hallan en su propia casa. Una joven de dieciséis años fué visitada en su casa; luego se le hicieron algunas revisitas y finalmente se estableció un estudio bíblico con ella. La oposición por parte de la familia aumentó, y finalmente los padres le propusieron o desistir de su nueva religión o salir de la casa. Ella rehusó renunciar a la verdad, y la echaron de la casa sin siquiera darle tiempo de recoger su ropa. Cuando ella se fué a vivir con otros testigos los padres se encolerizaron más, acudieron al juez del tribunal para menores y la acusaron de delincuencia criminal. En su proceso los padres de ella testificaron en contra de ella, le imputaron a ella y a la organización muchas acusaciones falsas. Las cosas parecían estar a favor de los padres, pero Jehová dió la victoria y libró a la joven de la custodia de sus padres. Hoy está casada con un testigo y está criando a sus hijos para que sean testigos también. Pero eso no es todo. La conducta cruel e inhumana adoptada por los padres hizo que el hermano de ella se pusiera de su parte como testigo de Jehová. Él fué echado de la casa y puesto en un orfanatorio. Cuando cumplió suficientes años de edad para conseguir su libertad, salió, emprendió la testificación, vino a ser un trabajador de tiempo cabal y ahora está dando todo su tiempo en servicio en la casa Betel de Brooklyn.
12, 13. ¿A qué prueba se enfrentó un joven, cómo le hizo frente, y qué resultó finalmente?
12 Considere la prueba de fe que tuvo un joven cuando apenas aprendía la verdad. Su entera familia se opuso a él. A medida que leía la literatura y hablaba de la verdad, su padre, madre, hermano y hermana todos decían que se estaba volviendo loco. Finalmente tuvo que dejar de hablarles de la verdad para evitar continuas batallas. Después que él asistió a su primera reunión en el Salón del Reino local su padre hizo un último esfuerzo desesperado para hacer que el joven suspendiera su asociación con la verdad. Hubo una discusión de familia sobre lo que se le exigía, que abandonara la verdad, esta odiada y despreciada religión nueva. Estaba él solo contra toda la familia, y en presencia de su padre y de su madre rehusó dejar de leer la verdad y asociarse con los testigos de Jehová. Cuando él dijo esto, su padre, que era un policía estatal, sacó su pistola automática .45, la oprimió entre los ojos del joven, y vociferó: “¡O dejas la religión esa o te vuelo los sesos!” Poniendo su confianza en Jehová, el hijo dijo: “¡No, no la dejo, y si usted tiene suficiente valor para halar el gatillo, hálelo!” Al padre le faltó valor, metió la pistola en su funda, y salió de prisa de la habitación maldiciendo.
13 El joven fué bautizado más tarde, se hizo publicador, luego llegó a ser siervo en la congregación local, y ahora está en la casa Betel. Pero las pruebas no se habían acabado. Cuando ingresó en el servicio de tiempo cabal su esposa lo abandonó y le puso demanda de divorcio porque él optó por servir a Jehová con todo su corazón, mente, alma y fuerza. El Job de tiempos antiguos no es el único que ha tenido una esposa que le dijera que maldijera a Dios y muriera, y ¡él no es el único que ha rehusado y dicho que mantendría su integridad hasta que muriera! (Job 2:9; 27:5) Mientras tanto la madre quedó impresionada por el proceder de su hijo, y cuando el padre se divorció de ella y la dejó sin sostén ella se puso de parte de Jehová, emprendió la obra de precursora y murió fiel en el servicio. El hijo todavía está sirviendo en la casa Betel.
14, 15. ¿En qué mantenimiento espectacular de integridad nos gloriamos?, sin embargo, ¿qué otra lucha por la fe jamás hemos de olvidar?
14 A menudo oímos de las pruebas de testigos fieles que se encuentran detrás de la cortina de hierro, en campos de trabajo, campos de concentración, sufriendo frío y hambre y tormento, enfrentándose a pelotones de fusilamiento. Nos estremecemos al pensar en sus pruebas, nos maravillamos por su integridad, nos regocijamos por su posición firme y celo resuelto a través de todo ello. Nos gloriamos por la contribución notable que hacen a la vindicación de Jehová y oramos por su ánimo continuo ante el aumento de los tormentos y muertes que se les imponen. Recordemos también a otros que se encuentran detrás de la cortina de hierro o bajo gobiernos dictatoriales que, además del riesgo de sufrir dichas cosas, están siendo probados penosamente de otros modos. ¿Qué hay de aquellos cuya casa es un frente dividido con un choque constante de voluntades, una guerra de nervios y batalla de fricción que rabia sin cesar, y que están en peligro de ser descubiertos o traicionados y entregados al gobierno? ¿Es fácil dicha vida? ¿No es una prueba dolorosa amar a su consorte, sin embargo ver a ese consorte obrar en contra de usted, oponerse a Jehová, encaminarse a la destrucción? Quizás los hijos se vuelvan contra los padres, ocasionando angustia indecible. Sumamente agudo es el dolor de heridas causadas por personas amadas.
15 No es fácil el aguantar tormento físico, lo mismo puede decirse de la angustia mental; es penoso enfrentarse a un pelotón de fusilamiento una vez, y lo mismo puede decirse de enfrentarse a una andanada de abuso diariamente, año tras año, y ser regañado incesantemente y ridiculizado en su propia casa, excluído del círculo de la familia y de sus asuntos porque uno sirve a Jehová. En muchos casos uno puede salirse de esto más fácilmente que de una prisión o un campo de concentración. Sin embargo, no olvidemos la guerra fría que hiela el círculo de la familia donde algunos están en la verdad y algunos no, donde en el frente doméstico se desarrolla una lucha por la fe, lucha constante de 24 horas al día. De modo que no olvidemos el aguante paciente de estas personas al enfrentarse a sus problemas a través de los años. Aunque quizás estas pruebas y persecuciones no sean tan espectaculares, no obstante pueden ser muy penosas. Los puñales más agudos que pueden ser metidos en el corazón del hombre son aquellos que están impelidos por personas amadas de su propia casa, pero ¡ni siquiera ellos pueden desviar a los siervos dedicados de Jehová del servicio fiel!
16. ¿Qué consuelo hay para los que han perdido sus familias por su firme aceptación y defensa de la verdad?
16 ¿Hay algunos de los que ahora están leyendo estas líneas que han perdido sus familias a causa de la verdad, como en los dos casos que se mencionaron en párrafos anteriores? ¿Es usted semejante a ellos? ¿Piensa usted que ha perdido una familia? Si tal es el caso, levante la vista y vea a sus nuevos hermanos y hermanas de la sociedad del Nuevo Mundo unidos a usted en el servicio de Jehová, y al contemplarlos comprenda que usted está experimentando el cumplimiento de la promesa de Jesús: “Nadie ha dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o campos por mi causa y por causa de las buenas nuevas que no haya de recibir un céntuplo ahora en este período de tiempo, casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y campos, con persecuciones, y en el sistema de cosas venidero vida eterna.” (Mar. 10:29, 30, NM) Y no es sólo la docena de hermanos o los cien hermanos y hermanas a su alrededor en su congregación local lo que ha conseguido. No, sino que hay cientos de miles de ellos por toda la tierra, listos para recibirlo con los brazos abiertos, con las puertas abiertas, y, sobre todo, con corazones abiertos. ¡Y este gran círculo de familia teocrático no será roto por regaños incesantes, por inquietud por pequeñeces, por pelea, por rebelión o por impiedad, porque es una familia unida bajo Jehová Dios y su Rey Cristo Jesús, y todo miembro de ella está resuelto a mantener comportamiento teocrático perpetuo dentro de este gozoso círculo de familia! ¡Que Jehová nos ayude a proceder así siempre!