Cazando y pescando hombres

“JEHOVÁ conoce a los que le pertenecen.” Y ¿quiénes le pertenecen? Todos los amadores de justicia que son de buena voluntad hacia Dios. Debido a que muchos de éstos todavía están confusos y esparcidos Jehová Dios hace que se haga una obra de recogerlos en nuestro día, obra que el profeta Jeremías describió como ‘cazar’ y ‘pescar.’

Parece que muchas personas consideran desdeñosamente todo lo que Jeremías haya dicho en cuanto al futuro y lo clasifican como un pregonero de noticias calamitosas. De hecho, es probable que a cualquiera que pronostique eventos malos se le llame un “Jeremías.” Tales críticos, sin embargo, pasan por alto el hecho de que al predecir la desolación de Jerusalén Jeremías no estaba expresando sus propias opiniones, sino los dichos inspirados de Jehová Dios, y por lo tanto al censurar a Jeremías ellos en realidad están censurando a Jehová Dios. También parece que no quieren tomar nota del hecho de que la amonestación de Jeremías fué oportuna y de que sus profecías se cumplieron, en miniatura, allá en ese tiempo.

¿En miniatura? Sí, porque Jeremías, siendo como fué uno de esos hombres de la antigüedad que “hablaron por parte de Dios al ser ellos impulsados por el espíritu santo,” escribió cosas ‘para nuestra instrucción, para que nosotros’ seamos ‘enteramente competentes, completamente equipados para toda buena obra.’ (2 Ped. 1:21; 2 Tim. 3:17, NM) Incluídas entre tales cosas, por lo tanto, están sus palabras registradas en Jeremías 16:16: “He aquí que enviaré a traer muchos pescadores, dice Jehová, que los pesquen; y después enviaré a traer muchos cazadores que los cacen por todas las montañas, y por todos los collados y por las hendiduras de las peñas.”

PESCANDO HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD

Repetidamente la Palabra de Dios asemeja los hombres de buena voluntad a peces. De este modo el profeta Ezequiel predijo que una corriente de verdad dadora de vida saldría del templo de Dios “y sucederá que a dondequiera que vayan los dos ríos, vivirá toda suerte de alma viviente enjambradora; de modo que habrá una inmensa muchedumbre de peces: porque llegan allí aquellas aguas, y las del mar serán sanadas; pues que toda suerte de animal vivirá dondequiera que llegare el río. Y sucederá que junto a él estarán los pescadores: . . . será un tendedero de redes; según su género serán sus peces (como los peces del Mar Grande), en grandísima abundancia.”—Eze. 47:1-10.

Jesús, también, cuando llamó a sus primeros discípulos, les dijo que dejaran su oficio de pesca y se hicieran pescadores de hombres. Lo mismo se ve en su ilustración acerca de ‘una red barredera que fué bajada al mar, la cual recogió peces de toda clase.’ En una ocasión, cuando en obediencia a las instrucciones de Jesús, Pedro y sus compañeros recogieron una redada de peces tal que la red se rompió, y aun su bote empezó a hundirse debido a la grande redada de peces, Jesús le dijo a Pedro: “Desde ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres.”—Mat. 13:47; Luc. 5:10, NM.

Ahora bien, el pescar peces literales es trabajo arduo y requiere que uno salga en toda clase de tiempo. El manejo de redes grandes requiere que se coopere con otros. También requiere que uno esté familiarizado con los hábitos de los peces y las clases de cebo que han de usarse para las varias especies de peces. También exige conocimiento en cuanto a dónde será más probable encontrar los bancos de peces, en qué clase de tiempo o en qué período del día, mes o año.

Lo mismo es verdad respecto al pescar hombres. Significa trabajo, perseverancia; significa salir en toda clase de tiempo, y significa el cooperar con otros. Significa el hacerse todo para con todos; significa el poder presentar el mensaje de un modo agradable a toda clase de personas. Expresado en las palabras del apóstol Pablo: “Porque, aunque soy libre respecto de toda persona, me he hecho el esclavo de todos, para poder ganar el mayor número de personas. Así que a los judíos me hice como judío, para poder ganar a los judíos; a los que estaban bajo ley me hice como bajo ley, aunque yo mismo no estoy bajo ley, para poder ganar a los que están bajo ley. A los que están sin ley me hice como sin ley, aunque yo no estoy sin ley para con Dios sino bajo ley para con Cristo, para poder ganar a los que están sin ley. A los débiles me hice débil, para poder ganar a los débiles. Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para poder de todos modos salvar a algunos. Pero hago toda cosa por causa de las buenas nuevas, para hacerme un partícipe de ellas con otros.”—1 Cor. 9:19-23, NM.

Y así como los apóstoles a veces pescaban toda la noche sin recoger peces, del mismo modo hoy en día los pescadores de Jehová que pescan hombres quizás trabajen largas horas con aparentemente pocos resultados. Y no obstante, vale la pena, como muestra la siguiente carta de unos misioneros:

“Claro que hay días en que apenas colocamos un folleto o un tratado, a pesar de que, debido a la ley, no podemos pedir contribuciones. Pero hay otras partes donde logramos más éxito. No nos toca a nosotros decir que en nuestra asignación ya no hay personas semejantes a ovejas y por eso ya no tenemos que ir de casa en casa. Aún hay gente que no ha oído nada acerca de nosotros y todavía mayor número de otros que no saben con seguridad qué hacemos y para qué estamos aquí. Al término de nueve meses tenemos seis estudios bíblicos en los hogares de la gente y con sólo cinco meses de estudio una señora se declaró de parte de la verdad y fué bautizada. Aunque es difícil hallar interés porque las personas se temen tanto unas a otras, siempre tenemos que ser de pensamiento positivo. Si uno tiene pensamientos negativos no puede ser persistente, se cansa más rápidamente. Si no tiene suficiente paciencia pronto pierde de vista su propósito.” Sí, el pescar hombres requiere perseverancia.

CAZANDO HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD

Debido a la infidelidad de los pastores profesos de la cristiandad y a causa de su indiferencia en cuanto a las necesidades espirituales de los hombres de buena voluntad se dice que los últimos están esparcidos sobre toda montaña y todo collado y que se han escondido en las hendiduras de las peñas. Ahora, antes que estalle el Armagedón y sea demasiado tarde para huir, es cuando los cazadores tienen que buscar a éstos y hacerlos ponerse en movimiento para que salgan y se identifiquen de parte de Jehová Dios y su reino.

Para cazar se requiere valor, aguante, vigilancia, prontitud para arrojarse a la acción, constancia en seguir la pista y cazar al acecho la caza; una búsqueda diligente en todas las partes aisladas y esparcidas, no dejando ningún lugar sin haberlo tocado o investigado, y especialmente los lugares donde los animales suelen ir para comer, beber o descansar en seguridad, y aun hay que dejar un poco de alimento selecto de la clase deseada para que la caza lo olfatee y para invitarla y atraerla a que se manifieste. La caza requiere que uno vigile y espere, con esperanza. Donde muchos cazadores trabajan juntos, rodean cierta área, la cual ellos han apartado, y entonces avanzan constantemente hacia el centro, golpeando los arbustos y matorrales a medida que se acercan para agitar su presa. De este modo trabajan juntos en unidad, y colectivamente procuran que no se escape nada, y se ayudan unos a otros. Llevan su equipo consigo, mantienen los ojos y oídos abiertos, no abrigan ningún temor a criaturas, y actúan con rapidez en el uso del equipo de que están provistos.

Todos los aspectos de la caza que se han mencionado hallan un paralelo en la caza de hombres de buena voluntad en el día moderno. También se requiere valor para pasar por alto los insultos de los hombres, los vituperios y escarnios de los conocidos, parientes y amigos profesos y seguir cazando. También significa el ir a las partes más lejanas y casi inaccesibles del territorio de uno; significa ir a territorio aislado, quiere decir el trabajar tan cabalmente el territorio que no quede ninguna casa que no haya recibido el testimonio. También significa el salir como misioneros a territorios en que nunca se ha dado el testimonio, tal como lo hizo el apóstol Pablo, y también quiere decir predicar ocultamente como hacen los testigos de Jehová en muchos países totalitarios.

Hoy en día, según el Yearbook (anuario de los testigos de Jehová) de 1955, hay más de 580,000 testigos cristianos de Jehová participando en la obra de cazar y pescar hombres de buena voluntad. Los ochenta millones de horas que ellos dedicaron a esta actividad durante el año pasado representaron mucho trabajo duro, pero junto con ello iba mucha felicidad y un regio aumento también. Debido a lo importante que es esta actividad ellos hacen que todo lo demás sea secundario a ella, así como Jehová mandó a Jeremías y como Cristo mandó a sus discípulos. Y así como la vida de Jesús y la de sus apóstoles y otros discípulos fué rica y completa por causa de su servicio a Dios y a favor de sus prójimos, igualmente la vida de los siervos de Jehová hoy en día será rica y completa sólo hasta el grado que ellos participen en la obra de cazar y pescar. Pronto la venganza de Jehová, la cual Jeremías también predijo, será expresada y entonces no se efectuará más la caza y pesca de hombres de buena voluntad. ¿Está usted haciendo todo lo que puede antes que sea demasiado tarde?