El poner a prueba su fidelidad
“Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren frente a diferentes pruebas, sabiendo como ustedes lo saben que esta cualidad probada de su fe produce aguante.”—Sant. 1:2, 3, NM.
1. Describa la fe.
JEHOVÁ es la fuente de la fe verdadera. La fe que se basa en conocimiento acertado es una cadena fuerte que une al hombre con Dios. Sin embargo, como sucede con cualquier cadena, ésta sólo es tan fuerte como lo es el eslabón más débil. Por lo tanto es bueno examinar nuestra fe, probarla, para ver si puede resistir bajo la tensión o si tiene que ser reforzada. Nuestra fe en Jehová Dios está edificada sobre un fundamento sólido, el registro inspirado de la Biblia. La fe verdadera es muy diferente de la credulidad simple o superstición ciega. La fe no significa el creer en algo sólo porque otros crean. La fe no es gobernada por emoción o sentimientos, ni es sustentada por razones egoístas, personales. La fe tiene como principio fundamental suyo a la lógica, los hechos, la razón y la verdad.
2, 3. ¿Cómo conseguimos la fe verdadera?
2 Los cristianos verdaderos no son introducidos por fuerza a su fe por temor a los acontecimientos mundiales. Por eso no podemos aceptar el argumento del arzobispo Miguel de Toronto, quien dijo: “El comunismo es una bendición disfrazada porque está haciendo más cristiana a la humanidad.” El comunismo de ninguna manera promueve la fe verdadera en Dios, ni promueve dicha fe el temor al comunismo. La fe no viene a causa de que seamos forzados a abrazarla. Si la gente adopta el cristianismo a causa del temor al comunismo, ¿es grato eso a Dios? ¿Lo aceptan a causa de que ello los protegerá de algo que temen? No, la fe no viene por medio del temor, ni se edifica sobre el temor. Las Escrituras manifiestan que sólo hay una fe verdadera y sólo una manera de obtenerla.
3 Para conseguir la fe necesitamos una actitud de corazón mansa y enseñable. Nuestra fe no está puesta en hombres ni en la sabiduría de los hombres, pues ésta es sobrepujada en alto grado por el conocimiento ilimitado de nuestro Creador. Con razón la Biblia dice que la sabiduría del mundo es insensatez a la vista de Dios. La fe viene, no mediante dicha sabiduría humana, sino por un estudio de la Biblia, la Palabra divina de verdad. Este es el fundamento de la fe verdadera. Sin embargo, el conocimiento en sí mismo no necesariamente le da fe a una persona. Tiene que ser reforzado con el entendimiento que viene mediante la organización de Dios y por medio de Su espíritu. (1 Cor. 2:9, 10) A fin de establecer la fe de sus apóstoles, Jesús dió el significado de los acontecimientos de su día: “Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas él les interpretó cosas tocantes a él mismo en todas las Escrituras.” (Luc. 24:27, NM) Sus apóstoles tuvieron necesidad de dicha instrucción y corrección, pues Hechos 1:6 muestra que ellos esperaban la restauración del reino a Israel durante el ministerio terrestre de él. De manera semejante hoy nuestra fe es vigorizada al oír la Palabra de Dios con una mente receptiva junto con la instrucción que recibimos de aquellos de semejante fe preciosa.
4. ¿Cuál es el fundamento de la fe?
4 Un ejemplo del fundamento sólido para la fe lo manifiesta Pablo en el capítulo 15 de 1 Corintios, acerca de la resurrección. Primero él presenta la evidencia acerca de la resurrección de Cristo por el testimonio de los apóstoles y quinientos hermanos que presenciaron su reaparición. Muestra la evidencia bíblica sobre el tema, usando también ilustraciones y argumentación para mostrar una buena razón por la cual podemos poner nuestra fe en el poder de Dios para resucitar. Por lo tanto la fe de Pablo no era un asunto de suposición o una ilusión sentimental. Él tenía una razón para su fe. Nosotros de manera semejante debemos ‘examinarlo todo,’ confirmando así nuestra fe, edificándola sobre un fundamento seguro de conocimiento acertado. A causa de dicha fe verdadera tenemos confianza en cosas no vistas todavía.
5. ¿Por qué tuvieron fe hombres de la antigüedad?
5 Entre los ejemplos sobresalientes de fe estuvo Abrahán. Tan inmovible fué su fe que procedió hasta el punto en que ya se disponía a matar a su hijo, confiando en el poder que Dios tenía para resucitarlo. Su gran fe le fué imputada como justicia. Además, Abrahán esperaba una ciudad cuyo edificador y hacedor es Dios, así como hoy esperamos que el reino de Cristo traiga paz y felicidad a los hombres de fe durante esta generación. Esto está en armonía con las palabras de Jesús en el padrenuestro: “Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:10; 24:34, NM) Antaño otros hombres, como Moisés y Elías, tuvieron su fe confirmada vez tras vez a medida que Jehová actuaba a favor de ellos. Moisés sabía que podía confiar en Jehová cuando golpeó la roca en el desierto y brotó agua para apagar la sed de la gente y el ganado. Su confianza le provino de fe basada en experiencia y conocimiento. (Heb. 11:23-29) Elías manifestó fe semejante, pidiendo fuego del cielo para consumir el sacrificio que había preparado en desafío a Baal, y para honrar a Jehová. Su fe fué una “expectativa segura de las cosas esperadas”; él sabía que podía poner su confianza en Jehová. Hoy no esperamos milagros o una señal para establecer nuestra fe. Pero así como tenemos confianza y seguridad en una persona que conocemos bien, así aprendemos a conocer a Dios por medio de un estudio de su Palabra y esto nos da confianza y seguridad.
EL ESCUDO DE LA FE
6. ¿Qué lucha se avecina, y cómo podemos prepararnos para ella?
6 En el capítulo 6 de Efesios, Pablo manifiesta que tenemos que seguir “adquiriendo poder en el Señor y en la potencia de su fuerza.” Nosotros estamos en una lucha contra las maquinaciones de Satanás, a quien se describe, junto con sus inicuas fuerzas espirituales en lugares celestiales, como peleando contra el Cordero y contra los del resto sobre la tierra para destruirlos. Ahora Satanás está reuniendo a sus príncipes demoníacos para un asalto total en contra de los que representan a la sociedad del Nuevo Mundo de Jehová. Por lo tanto se nos dice que nos pongamos la armadura completa de Dios para que podamos resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas concienzudamente, mantenernos firmes.
7. ¿Cuál es el propósito de un escudo en guerra real o espiritual?
7 “Sobre todo,” Pablo continúa, “tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los dardos encendidos del inicuo.” Este escudo grande como se usaba por los soldados realmente era un cuadrilongo grande hecho de dos capas de madera, cubierto de lona y luego de cuero. Era una verdadera protección para el soldado en batalla, ya que desviaría los golpes así como los dardos encendidos—flechas o lanzas que estaban cubiertas en la punta con brea y se disparaban encendidas contra el enemigo. Un soldado podía agazaparse detrás de su escudo grande y ser protegido de estos dardos. Hoy el escudo de la fe es de la más grande importancia. Así como el soldado en el ínterin de las batallas examinaba su escudo protector para ver que no tuviera debilidades, así el cristiano continuamente tiene que examinar y fortalecer su fe para no perder su protección en tiempo de necesidad. Sabemos que el inicuo continuamente trae vituperio y persecución como dardos encendidos contra el pueblo de Dios, y hay que tener la protección de la fe para desviarlos.—Efe. 6:10-20, NM; Isa. 59:17.
8. ¿Cómo podemos mantener firme nuestra fe?
8 También tenemos que dirigir nuestras oraciones y súplicas a Jehová para que se nos halle sirviéndole a todo tiempo con plena fe y en armonía con su espíritu y propósito. Como buenos soldados tenemos que mantenernos despiertos, alerta al ataque, y con arrojo y libertad de palabra tenemos que anunciar las buenas nuevas que hemos recibido. Tenemos que mantener firme nuestra fe usando los medios provistos: siendo renovados en conocimiento mediante el asistir a las reuniones y hablar la verdad a otros, siguiendo el proceder de la justicia y las buenas obras, estando activos en el servicio mediante la predicación, y estando vigorizados en el espíritu de Dios invocándolo en oración. Haciendo estas cosas, usted podrá mantenerse firme contra las embestidas de Satanás, protegido por un impenetrable escudo de fe que no sólo le da protección a usted sino valor a todos los que lo contemplan.
NO TODOS TIENEN FE
9. ¿Por qué hay muchos débiles de fe? ¿Qué les falta?
9 A pesar del hecho de que Jehová ha hecho toda provisión para fortalecer la fe de la gente hoy día, no todos tienen fe. De hecho, la fe de muchos cristianos profesos ha sido destrozada. El eslabón débil de su cadena de confianza en Dios ha sido roto. Como escribió el cardenal Santiago McGuigan, del Canadá: “Dios está muerto en lo que toca a la comprensión de las masas de hombres y mujeres hoy día. Aun para aquellos que todavía le rinden alabanza de dientes afuera él goza de poca o ninguna parte en la formación de la vida humana.” ¿Está muerto Dios para usted? O ¿vive usted con fe? Los que tienen fe apoyada por conocimiento acertado son inmovibles en sus convicciones. (1 Cor. 1:4-9, NM) Pero la mayoría del género humano ha permitido que su fe sea socavada. Han edificado sobre suelo arenoso que rápidamente puede ser barrido en tiempos de aprieto. Este fundamento débil que destruye la fe de muchas personas sinceras a menudo se debe a enseñanzas falsas y prácticas religiosas corruptas.
10. ¿Por qué no confiar en pasos políticos para conseguir la paz?
10 Como ejemplo, en todas partes del mundo hoy día personas honradas ponen fe en los esfuerzos políticos para lograr paz duradera y unidad mundial. Sin embargo aun la historia seglar manifiesta vez tras vez la inutilidad de dichos esfuerzos humanos para traer tranquilidad a este globo. Los que conocen el relato de la Biblia inmediatamente disciernen que la fuente del disturbio es Satanás, a quien Pablo identifica en 2 Corintios 4:4 (NM) como el “dios de este sistema de cosas.” Por esto, en vez de traer paz mundial mediante esfuerzos políticos o religiosos, estos esfuerzos están predestinados a fracasar. Las Escrituras manifiestan que, cuando los hombres piensen que han logrado la paz prescindiendo de Dios, repentina destrucción vendrá sobre ellos y los reinos de la tierra serán desmenuzados para abrir paso al reino de Jehová. Los que están confiando en dichos esfuerzos humanos no podrán menos que ser desilusionados, pero la fe en el reino de Dios es segura.—1 Tes. 5:2, 3; Dan. 2:44.
11. ¿Qué tiene de malo la “curación por fe” ahora?
11 Asimismo la confianza que se coloca erróneamente en los “sanadores por fe” trae desilusión y mantiene alejada la fe verdadera de los que son cegados de esa manera. La evidencia bíblica es que dichas curaciones temporales no son de Dios. (2 Tes. 2:9) Seguramente que no pueden ser de Dios y mediante su espíritu cuando los que practican dichas cosas enseñan doctrinas que deshonran a Dios, doctrinas de fuego del infierno, trinidad, inmortalidad del alma y otras cosas contrarias a la Palabra de Dios. La curación verdadera para el género humano hoy día viene por medio del ‘agua de la vida,’ que es la fuente de la fe. Jesús habló a la mujer samaritana concerniente a esto, diciendo: “El agua que yo le daré llegará a ser en él una fuente de agua burbujeando para impartir vida eterna.” Dichas aguas espiritualmente curativas y la perspectiva de vida sólo van a los que adoran de acuerdo con el espíritu y con la verdad. (Juan 4:14-24, NM) En el nuevo mundo de justicia la obra de restaurar a hombres de fidelidad a la salud física, como se ejecutó en una escala limitada por Jesús y sus apóstoles durante su ministerio terrestre, se llevará a cabo plenamente después del Armagedón. Esto no se hará como un favor especial a una persona acá o allá, sino a todos los hombres de fe que vivan en ese tiempo. Entonces, no sea desviado ahora poniendo fe en cosas erróneas con motivos egoístas.—Apo. 21:4; 22:2.
12. ¿Cómo ponen muchos su fe en cosas erróneas?
12 Si ponemos fe en algo que absolutamente no nos puede ayudar, no debemos perder la fe en Dios a causa de que no seamos recompensados. Muchas personas ponen su confianza en medallones, estatuas de yeso, fetiches, talismanes y representaciones gigantescas de antepasados muertos. ¿Deberían las personas vivas e inteligentes orar a y adorar lo que está muerto o es inanimado? Es insensatez hacerlo, así como es temerario el poner fe en el campo de la demonolatría, la superstición y la brujería. (Isa. 8:19, 20) Nuestra fe debe estar puesta en el Dios vivo, eterno, como se revela por medio de su Palabra. Cuando la fe no es guiada correctamente de acuerdo con la Palabra de Dios, con seguridad vendrá la desilusión. Los que oran por colocaciones o por intervención divina para conservar su vida en circunstancias peligrosas manifiestan que basan su esperanza en deseos personales egoístas en vez de en conocimiento de la Palabra de Dios. Ellos no deben esperar que les venga un favor especial de Dios. Y Santiago explicó que, aun cuando se pida algo, quizás no se reciba si se pide con un propósito equivocado. (Sant. 4:3, NM) Dios no intercede acá o allá a causa de que una persona use una medalla o lleve una Biblia. Es la fe y la devoción de la persona y su adhesión a los mandamientos de Jehová lo que vale, porque Dios puede contemplar el corazón. Algunos pierden la fe a causa de un concepto erróneo de tales cosas y a éstos se les ha destruído su fe a causa de la falta de conocimiento, siendo descaminados por pastores falsos.
DEMOSTRANDO FE VERDADERA
13. ¿Deben debilitar la fe los tiempos difíciles? ¿Por qué?
13 Ningún cristiano permitirá que el desastre, tiempos difíciles, accidentes, enfermedades o muerte destruyan su fe en Dios. En el registro bíblico podemos ver que a Job le acontecieron cosas semejantes. Él perdió su casa, propiedad, hijos; y finalmente su esposa se volvió en contra de él, instándolo a que maldijera a Dios y muriera. Estas cosas no fueron actos causados por Dios, sino más bien fueron acciones de Satanás para destruir la fe de Job si le era posible. Job tuvo agrado en esperar a Jehová para ser librado, y su fe fué recompensada. Él no fué probado más allá de su aguante, aunque clamó por liberación. Así como Job fué fiel, así Cristo, a quien él representó, fué fiel aun hasta la muerte. ¿Es nuestra fe hoy día de la misma calidad? Lo será si se basa en conocimiento acertado. Si estamos dispuestos a seguir el consejo de Jehová, entonces recibiremos su protección y guía.
14. ¿Mediante qué provisiones nos ayuda Jehová?
14 Jehová cuida a los que le sirven. Mediante su Palabra nos guía en la senda correcta que debemos seguir. Es para nuestro propio bienestar y a favor de nuestros propios intereses el que nos mantengamos en esa senda. Mediante su espíritu nos da fuerza en tiempo de necesidad, apoyándonos cuando estamos débiles. Mediante su organización nos capacita a mantenernos en armonía con sus propósitos. Recibimos instrucción, corrección y estímulo por la asociación con nuestros hermanos. Mediante nuestro servicio ministerial nuestra fe es continuamente probada y templada. A medida que nos hallamos obligados a hacerle frente a objeciones en el servicio de predicar en el campo y aprendemos a combatir y rechazarlas con la “espada del espíritu,” los puntos débiles de nuestro conocimiento son fortalecidos. Así al ayudar a otros a conseguir un conocimiento acertado, nos estamos ayudando a nosotros mismos. Si seguimos la senda que Jehová traza, nuestra fe jamás se debilitará y nuestro proceder será bendecido.
15, 16. (a) ¿En quién debe descansar nuestra fe? ¿Por qué? (b) ¿Qué actitud debemos tener para con nuestros hermanos? (c) Dé ejemplos bíblicos.
15 Nuestra fe siempre debe ponerse en Jehová más bien que en hombres. Si recordamos que nuestra dedicación es a Jehová jamás nos hará tropezar lo que otros hacen. Cada quien está de pie o cae ante su propio amo; por lo tanto no nos ofenderemos a causa de que aparentemente se nos desatienda o pase por alto en las reuniones de congregación. No nos enojaremos a causa de que no se nos dé una parte en la reunión tan frecuentemente como deseamos, o porque seamos pasados por alto en conexión con privilegios de servicio. El amor nos ayuda a olvidar dichas cosas insignificantes. Si somos maduros en nuestra fe tendremos la debida actitud cristiana para con nuestros hermanos a todo tiempo. Cuando tengamos madurez en nuestra perspectiva siempre seremos constantes en nuestra disposición, actitud y tratos con otros, aun si ellos varían y cambian. Sabemos que nuestros hermanos aman a Dios, o no le estarían sirviendo. Por esa razón debemos tener confianza en ellos a medida que se prueben fieles a Jehová. Debemos amarlos por su fe y servicio y pasar por alto diferencias personales. Dicha unidad y devoción piadosas son vitales cuando nos hallamos bajo persecución. Es una parte de rehacer nuestra mente. Si no podemos llevarnos bien en tiempos pacíficos, ¿cómo podemos llevarnos bien en tiempos de peligro? Además, si no podemos amar a nuestro hermano y mostrarle gran paciencia por sus acciones, ¿cómo podemos decir que verdaderamente amamos a Dios a quien nuestros hermanos están sirviendo? Sí, la fe, semejante al amor, nos ayudará a pasar por alto cosas de poca importancia.
16 José mostró esta madurez de perspectiva aunque fué maltratado por sus hermanos y vendido en esclavitud. Cuando sus hermanos vinieron a él por alimento y ayuda, en vez de devolver mal por mal él mostró su disposición correcta devolviendo el mal que ellos le habían hecho con bien. Lo que otros habían hecho no cambió su perspectiva ni influyó en su manera de actuar. Él les dijo: “En cuanto a ustedes, ustedes pensaron mal en contra mía. Dios lo pensó para bien con el propósito de obrar como en este día para conservar viva a mucha gente. Así que no teman ahora. Yo mismo seguiré proporcionando alimento a ustedes y sus hijitos.” (Gén. 50:20, 21, NM) Su prueba de fe no lo indispuso ni lo quebrantó, y no lo volvió en contra de sus hermanos. Una reacción diferente se ve en el hermano del hijo pródigo. Protestó en contra de la bienvenida calurosa que se le dió al libertino, mostrando egoísmo en vez de amor. Pero, como Jesús dijo, hay más gozo en el cielo por el regreso de uno que se ha extraviado que por noventa y nueve que han permanecido en el rebaño. (Mat. 18:13) Por eso siempre debemos regocijarnos al ver que un hermano corrige su proceder; debemos mostrar gozo así como lo muestra el Padre en el cielo. Sea lo que fuere lo que otra persona haga, eso no debe debilitar nuestra confianza en Jehová o en sus propósitos.
17, 18. ¿Cómo y por qué mostramos confianza en la organización de Jehová?
17 Tener fe en la organización ungida que Jehová usa hoy también es importante. Se manifiesta en las Escrituras que la organización ungida es el “esclavo fiel y discreto” que distribuye el alimento a su tiempo debido. Ciertamente nos regocijamos con el alimento y entendimiento espirituales que hemos recibido; y debemos hacernos fuertes en nuestra fe como resultado de ello. Debemos probar todas las cosas y edificar nuestro fundamento de conocimiento y fe bíblicos sobre aquello que sabemos que es bueno y verdadero. Sin embargo, habiendo recibido dicha información y conocimiento por medio de la clase del esclavo fiel, ¿debemos de repente desarrollar pesimismo o incredulidad a causa de que no entendemos claramente todas las cosas? Recordamos que Daniel tuvo preguntas concernientes al material que él había registrado bajo inspiración, pero tuvo agrado en esperar en Jehová para el entendimiento correcto. Debemos adoptar una semejante actitud positiva y ejercer fe en vez de ser negativos en nuestra perspectiva o demandar prueba irrazonable.
18 Sabemos que la luz de la verdad brilla más y más claramente hasta el día perfecto y que Jehová por medio de su organización constantemente nos aclara y nos revela la verdad. En el relato de Mateo 7:9 Jesús hace recordar que si un hijo pidiera pan a su padre él no le daría una piedra, y tampoco nos descamina nuestro Padre celestial cuando buscamos la verdad. Como palabra de advertencia, Santiago escribe que el que carezca de sabiduría siga pidiéndole a Dios, “pero que siga pidiendo en fe, absolutamente sin dudar, porque el que duda es como una ola del mar impelida por el viento y echada de un lado a otro. De hecho, que no piense ese hombre que recibirá algo de Jehová.” (Sant. 1:5-8, NM) Por lo tanto, continúe probando todas las cosas bíblicamente, al mismo tiempo ejerciendo fe en las provisiones que Jehová hace y las instrucciones que da por medio de su organización.
19. ¿Cómo prueba nuestra fe la disciplina? ¿Qué beneficios se reciben?
19 La fe también se pone a prueba según nuestra reacción a la disciplina. Nos es preciso tener confianza en la organización de Dios y en las acciones que adoptan las congregaciones. Con el fin de mantener elevada la norma de adoración pura la levadura de la injusticia tiene que ser quitada. Si somos corregidos por haber cometido un error o maldad y se nos administra disciplina, debemos agradecer la reprensión. Jamás piense usted: “Yo tengo la razón y todo el mundo está equivocado.” Más bien muestre fe en la organización y aprecio por el castigo recibido. Quizás un amigo de usted haya sido expulsado. ¿Cómo mostramos fe en la organización? Sabemos que la disciplina nunca perjudica a una persona que está inclinada a la justicia. Lo que es importante es cómo ese individuo reacciona a la corrección con el espíritu apropiado. Eso es lo que vale a la vista de Dios y de los hermanos. Hebreos 12:4-13 (NM) da mucha instrucción buena que muestra que no debemos dar escasa importancia a la disciplina que proviene de Jehová ni desfallecer cuando somos corregidos por él. “Es para disciplina que ustedes están aguantando. Dios está tratando con ustedes como con hijos. Pues ¿cuál es el hijo a quien un padre no disciplina?” Ciertamente debemos someternos al “Padre de nuestra vida espiritual,” ya que su corrección es para nuestro bien. “Cierto, ninguna disciplina parece gozosa por el momento, sino dolorosa; sin embargo después a los que han sido entrenados por ella les produce fruto pacífico, a saber, justicia.”
20. ¿Qué actitud debemos tener cuando se nos corrige?
20 Esa realmente es la razón por la cual se administra la disciplina, para producir el fruto de la justicia. Esto no puede hacerse si el que es disciplinado resiste el espíritu de Dios y la acción de su organización. ¿Debería decir el que es disciplinado: “Estos siervos que me reprenden no son perfectos; ellos cometen errores también,” y así condenar a otros en vez de reconocer su propio error? ¿O mostrará fe verdadera y con contrición aceptará la corrección con oración y esperanza de que Dios lo perdonará? ¿Se esforzará por enmendar su situación? ¿Mostrarán sus amigos amistad y sabiduría verdadera con fe en la organización, observando las estipulaciones de la reprimenda, o manifestarán poca fe al tratar de justificar el proceder incorrecto de él mediante la asociación notoria, malaconsejada?
21. ¿Cómo podemos mantener nuestra fe viva y firme?
21 La fe también puede ser probada por cosas pequeñas, por un tirón suave que apenas se nota, pero que es peligroso. En vez de ser puesto a prueba por oposición, un hermano puede ser asfixiado por oportunidades mundanas. Pronto encuentra que la fe que ha edificado se está derrumbando a causa de negligencia. Quizás haya sido ascendido y tenga que dedicar más tiempo al trabajo. Esto significa menos tiempo para reuniones y servicio y su bienestar espiritual. Él está prosperando materialmente pero muriéndose espiritualmente. Otro hombre se casa y espera trabajar con su esposa en el servicio, sólo para hallar que está dedicando largas horas a trabajar en otras cosas, primero consiguiendo un automóvil, luego edificando una casa y finalmente atendiendo a su familia, que aumenta. Halla poco tiempo para el servicio de Dios porque no está impulsado por fe firme; no está dando a las cosas importantes el primer lugar en su vida. Es semejante a aquellos que, cuando fueron invitados a la fiesta de bodas, dijeron: ‘Acabo de casarme, o he comprado un campo o ganado y por lo tanto no puedo ir.’ (Luc. 14:18-20) Seamos casados o solteros, la importancia del servicio de Jehová siempre debe tenerse presente, pues procediendo así probamos nuestra devoción a Él. Moisés puso un buen ejemplo como uno que evitó las complicaciones del sistema del viejo mundo. Él rehusó todas las riquezas y placeres de Egipto, porque él consideró de más grande valor su servicio fiel a Dios. (Heb. 11:24-26) Siempre recuerde que la fe, como el amor, puede enfriarse. Si continuamos manifestando amor verdadero para con Dios, entonces nuestra fe también continuará firme.
OBRAS DE FE
22. ¿Cómo podemos mostrar nuestra confianza en Jehová?
22 La persona que tiene fe verdadera seguirá el proceder que Jesús ejemplificó. El servicio de Jehová y el promover los intereses del Reino serán los intereses impulsadores en su vida. Jesús nos aseguró que Dios haría provisión para satisfacer las necesidades de la vida si fielmente le servimos. Aunque un hombre tiene que trabajar para suministrar las cosas necesarias para su familia, no hay necesidad de que almacene para el futuro edificando grandes graneros y preocupándose por los años venideros. David indicó que él había sido joven pero ahora era viejo y que nunca había visto a los siervos de Jehová desamparados o mendigando el pan. Jesús mostró el mismo punto al decirnos que oráramos: “Danos hoy nuestro pan para este día.” Dios maravillosamente hace provisión para los lirios y generosamente para los animales, y él puede hacer lo mismo para nosotros. ¿Creemos eso? Sabemos que eso es cierto, y por lo tanto podemos dedicarnos sin temor al servicio de Dios. Si lo hacemos tendremos el privilegio de ayudar a otros a conseguir la vida y también recibiremos la bendición de Dios por el servicio prestado. De modo que no se deje agobiar con las cosas de este mundo, sino muestre fe y deje campo para el servicio de Dios.
23. Diga maneras en que podemos mostrar la fe.
23 Usted puede mostrar fe yendo regularmente a las reuniones; y usted protege su salud espiritual procediendo así, fortaleciendo las debilidades de su conocimiento. La fidelidad se manifiesta ejecutando diligentemente asignaciones pequeñas y llevando a cabo de manera gozosa las responsabilidades dadas por medio de la organización de Jehová. Esto es ser fiel en lo que es poco, y, como resultado, más privilegios serán añadidos. También mostramos fe al no desanimarnos cuando algunos se oponen a la verdad que les llevamos. Pacientemente y con tacto continuamos llevando el mensaje a los que desean oír. Podemos mostrar fe conversando con nuestros amigos y conocidos de nuestros oficios acerca de nuestra esperanza. Los ejemplos bíblicos manifiestan que la predicación se hizo por hombres de toda clase y aun a los que se mofaban y se oponían. Noé fué conocido como un “predicador de justicia,” aunque la gente se mostró desatenta a su mensaje de amonestación. La fe de José fué conocida por Faraón mismo al continuar José honrando a Jehová en Egipto. Recordamos cómo Daniel jamás ocultó su fe o mostró vergüenza por ella a pesar de su alto rango en el gobierno babilónico. Más recientemente tenemos el ejemplo de Cristo, que mostró la importancia de predicar dedicándose de tiempo cabal al servicio de Jehová e instando a sus seguidores a que hicieran lo mismo. Hoy los testigos de Jehová son conocidos por su sinceridad y celo al hablar acerca del Reino a medida que dan a conocer su fe desde los terrados.—Mat. 10:27.
24, 25. ¿Qué oposición predicen las Escrituras? ¿Cómo se está esparciendo la verdad a pesar de eso?
24 ¿Da usted a conocer su fe a sus amigos? ¿Cumple usted fielmente con las estipulaciones de su dedicación? ¿Al voto que usted hizo a Jehová? ¿Está usted cumpliendo la comisión que Jesús dió para todos los cristianos de que estas buenas nuevas del Reino se predicarían por todo el mundo? (Ecl. 5:4, 5; Isa. 61:1, 2; Mat. 24:14) Jamás permita usted que su fe decrezca, aunque su propia familia se oponga a usted. Miqueas 7:6 manifiesta que los peores enemigos del hombre pueden ser los de su propia casa; la hija puede volverse en contra de la madre y el hijo en contra del padre. Jesús siguió y explicó que, a causa de fe o a causa de la falta de fe, uno sería tomado y el otro dejado al fin del sistema de este viejo mundo, aunque hubieran estado viviendo o trabajando juntos. (Mat. 24:40, 41) La fe es nuestra protección y nuestra salvación, aunque sea puesta a prueba por vínculos de familia.
25 Sabemos que la fe puede mover montañas, pero ¿dejamos que ella nos mueva a nosotros? Si algunos no quieren oír la verdad, no tenemos que imponérsela a fuerza como perlas de verdad a los puercos, sino que debemos dejar que nuestra fe sea conocida de modo que los que quieran puedan oír y aprender. Entonces podremos decir con las palabras de Pablo: “Ellos no dejaron de oír, ¿verdad? Pues, de hecho, ‘a toda la tierra salió su sonido, y hasta los cabos de la tierra habitada sus palabras.’” (Rom. 10:18-21, NM) De nuevo Pablo declaró: “Por todo el mundo se habla de la fe de ustedes.” (Rom. 1:8, NM) Ciertamente eso es cierto hoy a medida que el mensaje atronador de la verdad se proclama por los fieles testigos de Jehová en 160 países en todas partes de la tierra. Si desplegamos nuestra fe de esta manera y la damos a conocer a otros eso alegrará el corazón de Jehová y nosotros tendremos el gozo de dirigir a los hombres de buena voluntad hacia la vida.—Zac. 8:23.
26. ¿Es la fe lo único que se necesita para la salvación?
26 Algunas personas piensan que se salvarán a causa de su fe sola, pero muchos textos bíblicos manifiestan que la fe tiene que ser puesta a prueba y salir de la prueba aprobada por las obras. Tiene que basarse en conocimiento acertado y tiene que demostrarse hasta el fin consumado. En relación con esto, Apocalipsis 2:25, 26 (NM) dice: “Con todo, retengan firmemente lo que tienen hasta que yo venga. Y al que venza y que observe mis hechos aun hasta el fin cabal yo le daré autoridad sobre las naciones.” No piense usted que Dios es un sentimentalista que transigirá, cambiará su palabra o hará provisión especial para alguna persona que no muestre fe y amor durables a él. Dios no cambia sus requisitos justos. Sólo el que tengamos fe ahora no nos salvará si permitimos que esta fe se debilite y muera.
27. ¿Es cierto el dicho “una vez salvo siempre salvo”? Dé textos.
27 Aunque una persona progrese en la verdad y llegue a la apreciada relación de filiación con Dios, teniendo conocimiento acertado y recibiendo el espíritu de Dios, no obstante si su fe para con Dios se desmorona esa persona muestra que no es un hijo sino un desechado. Es semejante al hijo que prometió a su padre que trabajaría y entonces no lo hizo. Resultó infiel a su palabra y voto. (Mat. 21:28-31) En Hebreos 10:26 (NM), se nos dice: “Porque si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento acertado de la verdad, ya no queda ningún sacrificio por los pecados.” Hebreos 6:4-6 (NM) claramente dice: “Porque es imposible tocante a los que de una vez por todas han sido iluminados y que han probado el don gratuito celestial y que han llegado a ser participantes del espíritu santo y que han probado la palabra correcta de Dios y los poderes del venidero sistema de cosas, pero que han apostatado, revivificarlos de nuevo al arrepentimiento, porque empalan al Hijo de Dios otra vez para sí mismos y le exponen a vergüenza pública.” Tales personas tuvieron fe, fueron bendecidas por Dios, sólo para repudiar su filiación y ser desechadas. El ejercer fe y el fortalecerla protege a uno para que no llegue a dicha condición. Ahora nos estamos acercando a la gran hora de prueba en el Armagedón. Tenemos que mostrar nuestra fe mediante acción positiva de una manera u otra. Si somos tibios en nuestra devoción a Jehová, o mostramos falta de fe que impela a acción, seremos desechados.—Apo. 3:10, 16.
28. ¿Por qué no debe desanimarse nadie de participar en el servicio de Dios?
28 Esto no debe desalentar a los que son débiles en la fe o nuevos en entendimiento, sino que más bien debe estimularlos a fortalecer su conocimiento y fe en Dios y a aumentar su servicio para honra de Él. Jesús explicó que si tenemos fe aun tan minúscula como un grano de mostaza ella puede mover montañas. (Mat. 17:20) Mantenga fuerte su cadena de fe que lo mantiene en unión con Dios refrescando de continuo su mente en conexión con Su Palabra; manténgala libre y brillante mediante uso constante. Inspecciónela para ver si tiene defectos y luego corríjalos. Como Pablo escribió: “Sigan examinándose para ver si están en la fe, sigan probando lo que ustedes mismos son.”—2 Cor. 13:5, NM.
29. ¿Qué requiere Dios de nosotros además de fe?
29 Si nuestra fe está arraigada profundamente y está fundada en conocimiento acertado, entonces la pequeña semilla de fe crecerá y florecerá sin ser afectada por el frío de la indiferencia o el calor de la persecución. Esta fe continuará creciendo conforme la cultivemos y será ricamente bendecida por Jehová. Dicha fe está estrechamente enlazada con otras cualidades, como se manifiesta en 2 Pedro 1:5-11 (NM). Tenemos que hacer un esfuerzo esmerado por suministrar a nuestra fe virtud, a la virtud conocimiento, gobierno de uno mismo, aguante, devoción piadosa, cariño fraternal y amor. “Porque si estas cosas existen en ustedes y rebosan, impedirán que ustedes sean inactivos o infructíferos tocante al conocimiento acertado de nuestro Señor Jesucristo. . . . Por esta razón, hermanos, con más motivo hagan lo sumo posible a fin de hacer firmes para ustedes mismos su llamada y selección; porque si siguen haciendo estas cosas jamás fracasarán.” Por lo tanto siéntanse estimulados a avanzar con fe en Jehová. No se dejen intimidar por las pruebas que pueden acosar al cristiano, sino cuenten con el poder y la Palabra de Dios y pongan su confianza en él.