Historia moderna de los testigos de Jehová
Parte 13—Campeones de la libertad de palabra y de adoración
LA PREDICACIÓN del mensaje del reino de Jehová a través de cientos de radioemisoras en América del Norte y del Sur, Europa, África y Australia prosperó durante la década que comenzó con el año 1927. Las primeras redes de radioemisoras que se usaron con buen resultado fueron la red comercial de la NBC especialmente ensanchada para la convención internacional que se celebró en Toronto, Ontario, en 1927 y, en 1928, una mucho más grande, la primera red preparada especialmente para la Wátchtower para la convención internacional que se celebró ese año en Detroit, Míchigan. De modo que la Sociedad se decidió a operar, y por muchos meses operó, una “Cadena Wátchtower” semanal de treinta emisoras para servir a una multitud de radioescuchas en el Canadá y en los Estados Unidos, emitiendo un programa de una hora que emanaba de los estudios de la emisora de la Wátchtower, WBBR, en la ciudad de Nueva York (Isla de los Estados). Todos los domingos la “hora Wátchtower” incluía discurso por el juez Rútherford junto con música introductiva y concluyente interpretada por la orquesta de WBBR compuesta de hermanos de Betel. Este servicio semanal de emisión en cadena comenzó el 18 de noviembre de 1928 y continuó durante todo 1929 y 1930.a
En 1931 la Sociedad dió comienzo a una emisión semanal a través de 250 emisoras haciendo uso de grabaciones por método eléctrico de una serie de discursos de 15 minutos del juez Rútherford.b En 1932 el servicio radiofónico fué ensanchado para que 340 emisoras transmitieran los discursos bíblicos semanales que desenmascaraban a la religión apóstata. Para el año 1933 la voz de la Sociedad emitida internacionalmente se dejaba oír a través de 408 radioemisoras ubicadas en seis continentes—Argentina, Australia, Canadá, China, Cuba, Francia, África del Sur, Estonia, Uruguay, Alaska, Hawaii, las Islas Filipinas y los Estados Unidos. Solamente en ese año se transmitieron 23,783 conferencias bíblicas separadas.c
El papa de los católicos romanos, Pío XI, había declarado “año santo” el 1933, para introducir una era de acción católica destinada a traer la paz a las naciones.
Simultáneamente, en la primavera de 1933, los católicos americanos bajo la dirección de sus cardenales, obispos y sacerdotes comenzaron una campaña nacional concertada para ‘quitar a Rútherford del aire.’ Para este tiempo la voz de Rútherford era la más conocida y la más frecuentemente oída en la radio americana. Si los clérigos se sintieron molestos debido a las acciones de los representantes de la Sociedad Watch Tówer al repartir millones de tratados delante de las puertas de sus iglesias en los primeros años después de 1900, ahora se les irritaba mil veces más por la predicación bíblica a través de las ondas radiofónicas que no podían contradecir. Por medio de las emisiones efectivas de la Wátchtower las filas de los testigos aumentaban rápidamente. Esta avenida de comunicaciones costó a la Sociedad millones de dólares, todo lo cual fué contribuído voluntariamente por los hermanos durante los años de la gran depresión americana (1929-1935). Como podemos apreciar ahora, mirando hacia atrás, 1933 fué el año en que la jerarquía del Vaticano y los testigos de Jehová entraron en lucha sobre el punto en disputa de la libertad de palabra. Los interlocutores católicos se valieron vigorosamente de presión y de amenazas de boicoteo contra las radioemisoras para hacer que a fuerzas se negara el arrendamiento de su equipo a los testigos.d
El 23 de abril de 1933 el juez Rútherford emitió personalmente por primera vez a través de una cadena especial de la Wátchtower que abarcó cincuenta y cinco emisoras potentes su conferencia de una hora ya mundialmente famosa “El efecto del Año Santo sobre la paz y prosperidad.” Dos meses más tarde, el 25 de junio de 1933, 158 emisoras transmitieron la misma conferencia en forma de grabación eléctrica, habiéndose circulado cinco millones de invitaciones impresas con el fin de crear un auditorio vasto para esta repetición de la emisión.e La reacción a la emisión original del 23 de abril fué inmediata, amarga, vehemente. Algunos directores de radiodifusoras cayeron víctimas de la vigorosa intimidación católica, rehusando radiar más programas de la Wátchtower.
Pocas semanas después nuevamente se manifestó la táctica católica de intimidación en una reunión pública celebrada en Plainfield, Nueva Jersey, el informe oficial de la cual sigue, donde el presidente de la Sociedad Watch Tówer habló sobre el tema “Intolerancia”:
“La persecución de los testigos de Jehová en Plainfield, N.J., proporcionó la ocasión para que se pronunciara una conferencia pública desde el edificio de un teatro el domingo 30 de julio [1933], la cual conferencia fué transmitida por varias radioemisoras. En la ocasión mencionada el conferenciante se encontraba literalmente rodeado de armas de fuego en las manos de sesenta o más policías que habían venido a la reunión sin haber sido invitados y a quienes ni se les necesitaba ni se les quería, pero quienes indudablemente habían sido enviados al sitio por instancia de la jerarquía católica, con la esperanza de que se hallara ocasión para impedir la celebración de la reunión y posiblemente para destruir al conferenciante.”f
Este ultraje contra la libertad de palabra y libertad de adoración en Plainfield, Nueva Jersey, ya era demasiado. En la batalla para el uso de las ondas del aire, a fines de 1933 y a principios de 1934, los testigos de Jehová continuaron en la lucha a favor de los intereses públicos por medio de hacer circular por toda la nación una petición dirigida al Congreso de los Estados Unidos en Wáshington, en la que se protestaba vigorosamente por la intimidación y amenazas católicas contra la libre expresión por la radio. Se consiguieron 2,416,141 firmas para esta petición y se presentó ante el Congreso en Wáshington el 24 de enero de 1934. El legislador McFadden, respaldado por otros, había introducido en el Congreso un proyecto de ley para impedir tal discriminación, boicoteo y otros métodos de amenaza destinados a impedir la emisión de programas preparados para servir los intereses del público. La Sociedad por intermedio de sus interlocutores presentó un volumen de evidencia en apoyo de la petición. El resultado neto fué que el Congreso promulgó una ley que puso todas las comunicaciones eléctricas bajo una nueva agencia administrativa, la Comisión Federal de Comunicaciones. Esta comisión prontamente efectuó investigaciones públicas que le ayudaran a formular sugestiones para presentarlas ante las siguientes sesiones del Congreso para la promulgación de leyes adicionales tocante a la radioemisión, según fuera necesaria.g El 4 de octubre de 1934, el presidente de la Sociedad Watch Tówer apareció personalmente ante esta nueva agencia federal en Wáshington y expuso hechos acerca de las actividades de la Jerarquía católica romana que mostraban como ésta estorbaba injustamente el servicio radiofónico de los testigos de Jehová. A pesar de estas protestas públicas contra las intervenciones injustas, el número de emisiones bíblicas de la Sociedad en 1934 fué de 20,743 conferencias, algo que representó una caída de 3,040 en comparación con el año record de 1933, lo cual manifestó patentemente el efecto dañino de la táctica católica de intimidación que se seguía usando.h
Continuó la diminución en el número de radioemisiones que hubiera sido posible tener, porque en 1935 el total era de 18,287, o sea un decremento de 2,536 conferencias además de la baja que se había sufrido el año anterior. Los testigos de Jehová continuaron con la lucha por la libertad de palabra y adoración haciendo circular por la nación otra petición dirigida al Congreso, para la cual se consiguieron 2,284,128 firmas. Esta petición se presentó ante el Congreso en enero de 1935 pero no se le hizo caso.i Entonces se convocó una convención nacional de los testigos de Jehová en Wáshington, D.C., la que se halló en sesión desde el 30 de mayo hasta el 3 de junio de 1935. Veinte mil personas se reunieron el domingo 2 de junio en esta asamblea para oír el discurso sobresaliente del juez Rútherford, intitulado “Gobierno,” que se pronunció en el salón Wáshington y se emitió simultáneamente por arreglo internacional. El 3 de junio de 1935 el presidente de la Sociedad presentó un escrito ante la Comisión Federal de Comunicaciones en que instó a ésta a dar otros pasos en defensa de la libertad de palabra.j
De paso, esta convención en Wáshington resultó sobresaliente debido al nuevo destello de verdad concerniente a la “grande muchedumbre” de Apocalipsis 7:9, al darse prueba de que sus miembros no pertenecen a una clase espiritual secundaria destinada a ir al cielo, sino que componen un grupo terrestre idéntico al de las “ovejas” de Mateo 25:31-46, revelado en 1923, y a la clase de “Jonadab” que fué puesta de manifiesto en 1932 cuando se puso en circulación el Tomo 3 de Vindication.k
Juzgando por las apariencias parecía que los testigos venían perdiendo la batalla por la libertad de palabra. En septiembre de 1936 se formuló una tercera petición nacional, esta vez la más fuerte en levantar una protesta ante el gobierno de Wáshington por su falta de acción frente a las prácticas continuas e injustas que se llevaban a cabo para suprimir a los testigos. En apoyo de esta protesta finall se presentaron 2,630,001 firmas el 2 de noviembre de 1936 en Wáshington. Igual que la anterior, esta protesta fué pasada por alto.a Pero los testigos no habían de quedar burlados. Ya en 1933 ellos habían dado pasos para desarrollar una campaña alternativa en que se empleaba un servicio sonoro público por si acaso se les obligaba a abandonar la radio. En ese año la Sociedad comenzó la fabricación de máquinas eléctricas portátiles para reproducir, en reuniones públicas y particulares, grabaciones de 33 1⁄3-rpm que se usaban en radioemisión. En 1933 se celebraron 4,646 de tales reuniones en que se usaban grabaciones, con una concurrencia total de 240,434 personas.b También se construyeron automóviles con equipo sonoro para que fueran lentamente por las calles y los lugares públicos haciendo sonar literalmente el mensaje del Reino que se llevaba en discos grabados.c A medida que pasaban los años de la década de 1930, este servicio sonoro creció a proporciones considerables y dió evidencia de producir resultados más tangibles que la radio, pues se hacía contacto con un auditorio visible y se le instruía.
Los resultados del servicio sonoro sin radio indicaban un futuro tan próspero que, en 1934, la Sociedad comenzó la producción de otro instrumento para el servicio, un fonógrafo portátil, y la fabricación de una serie de discos a 78 rpm que contenían conferencias bíblicas efectivas de 4 1⁄2 minutos.d Al principio este fonógrafo portátil se usó extensamente en el servicio de hacer revisitas, pero finalmente llegó a usarse muy extensamente en el servicio de casa en casa al hacer la visita inicial, tocándose en el escalón de las puertas de las casas. Esta, en verdad, era una nueva manera de predicar. Figuró grandemente en la convención que se celebró en Columbus (Ohío) en 1937, adonde concurrieron 25,000 personas el domingo 18 de septiembre, para oír al juez Rútherford pronunciar su importante discurso “Seguridad,” el que al mismo tiempo se emitió a través de 135 radioemisoras. En esa convención se hizo el anuncio de la decisión histórica: que la Sociedad se retiraba voluntariamente de todos los contratos para radioemisión comercial después del 31 de octubre de 1937.e En vez de eso, todos los testigos de Jehová dedicarían su tiempo y fondos a la obra más productiva de ir de casa en casa, haciendo uso del fonógrafo portátil con una selección extensa de más de noventa conferencias bíblicas que darían a millones de personas la oportunidad de oír y aprender las verdades bíblicas. La obra con el fonógrafo cobró nuevo vigor, como se demuestra en el informe para 1938, en el cual se manifestó que se usaban 430,000 discos con conferencias en dieciséis idiomas en 19,600 máquinas sonoras. En 1937 se informó que hubo 10,368,569 oyentes, y en 1938, 13,070,426.f ¡En verdad se levantaba un grito poderoso literal entre todos los habitantes de la tierra!
(Continuará)
[Notas]
a Yearbook para 1930, págs. 34-39.
b Yearbook para 1932, págs. 47-51.
c Yearbook para 1934, págs. 60-64.
d Yearbook para 1934, pág. 63.
e Yearbook para 1934, págs. 60-64; The Golden Age, 1933, págs. 530-536; Bulletin especial de junio de 1933.
f Yearbook para 1934, pág. 66.
g Bulletin, 1 de marzo de 1934.
h Yearbook para 1935, págs. 36, 37.
i Yearbook para 1936, págs. 56, 57.
j The Golden Age, 19 de junio de 1935.
k Vindication, Tomo 3, págs. 77-80; W de 1942, pág. 374.
l The Golden Age, 13 de enero de 1937, pág. 232.
a Informant de septiembre de 1936.
b Yearbook para 1934, págs. 64-66.
c Bulletin de agosto de 1935.
d Yearbook para 1935, pág. 39.
e Yearbook para 1938, págs. 38, 47.
f Yearbook para 1939, págs. 59, 63, 64, 68.
[Ilustración de la página 12]
408 RADIOEMISORAS PARA 1933▸ ESTADOS UNIDOS
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