BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w56 1/8 págs. 451-453
  • Paz mental mediante conocimiento acertado

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Paz mental mediante conocimiento acertado
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1956
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • PALABRAS SANAS
  • Manteniendo la mente renovada
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1952
  • “Tengan paz”
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
  • La Palabra viva
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1954
  • “La paz de Dios que supera todo pensamiento”
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1956
w56 1/8 págs. 451-453

Paz mental mediante conocimiento acertado

La enfermedad mental es el más grande problema aislado de salud del mundo. Se explica lo que usted puede hacer para protegerse contra un trastorno de la mente.

¿CÓMO puede usted protegerse de la locura y neurosis en un mundo que se ha vuelto loco? Las grandes cantidades de libros y películas que han lanzado a la psiquiatría a un lugar prominente en las noticias no han suministrado la respuesta. Tampoco han provisto el remedio adecuado los incontables experimentos por medio de la medicina hipnótica paraldehido, el choque eléctrico, drogas milagrosas, barbituratos o bromuros, terapia colectiva, baños de vapor, etc. Más de la mitad de todas las camas de los hospitales de los Estados Unidos las ocupan ahora personas que padecen de enfermedades de la mente—más que el número de las víctimas de poliomielitis, cáncer, enfermedades cardíacas y todas las otras enfermedades juntas. Las estadísticas predicen cruelmente que uno de entre cada diez americanos será hospitalizado algún día por alguna enfermedad mental severa.

Por lo tanto, debería ser asunto de seria consideración para todos cómo resguardar la mente del colapso mental. El Creador de la mente mostró al hombre cómo esto puede hacerse. Principalmente es por medio de reforzar la mente con la clase correcta de conocimiento, conocimiento capaz de resistir el paso acelerado del modo de vivir del día moderno y su tensión nerviosa, conocimiento que calme los temores y ansiedades que se originan de las guerras y condiciones de un mundo decadente, conocimiento con el cual hacer frente al número creciente de problemas que se multiplican más rápidamente y llegan a cumbres críticas más prontamente, conocimiento que dé seguridad y cree paz. Esto quiere decir que la información que almacenamos en nuestra mente tiene que ser de la más escogida, la que más contribuya a la edificación. Ciertamente, esto excluiría la propaganda, la chismografía, las mentiras, tradiciones religiosas falsas y cualquier otra clase de ideas, influencias o impresiones degradantes. Lo que debería ponerse en la mente nos lo dice el apóstol Pablo: “Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de importancia, cuantas sean justas, cuantas sean puras, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, sigan considerando estas cosas. Las cosas que aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron en conexión conmigo, practíquenlas; y el Dios de paz será con ustedes.”—Fili. 4:8, 9, NM.

Después de aplicar la mente al conocimiento acertado y al modo correcto de pensar, hay que reforzar el conocimiento por medio de confiar completamente en Dios y en lo que él dice. Como Pablo sigue explicando: “No estén ansiosos por cosa alguna, sino que en todas las cosas por medio de oración y súplica junto con acción de gracias den a conocer sus peticiones a Dios, y la paz de Dios que sobrepasa a todo lo que se pueda pensar guardará su corazón y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.” Sólo al grado que confiemos en Dios y en su Palabra tendremos paz.—Fili. 4:6, 7, NM.

Hay una verdad a la cual imposible sería darle demasiado énfasis, a saber, que las palabras, sean buenas o malas, simbolizan ideas. Y son las ideas lo que mueve a los hombres a actuar. La Palabra de Dios, la Biblia, contiene sus palabras, sus ideas. Son las palabras de Dios, sus ideas, las que tenemos que hacer entrar en nuestra mente. Para que sean poderosas tienen que surtir efecto en nuestro modo de pensar y en el derrotero de nuestra vida. Si estas palabras se reciben en corazones y mentes buenos y honrados ellas guían al siervo de Dios a un proceder correcto, lo cual resulta en vida duradera para él y en la exaltación del Dios cuyos mandamientos se obedecen. El que simplemente tengan en su posesión un libro llamado la Biblia sin que apliquen las cosas que Dios ha hecho que se expongan en ese libro de nada les sirve a los que lo poseen. El adherirse a los principios teocráticos es lo que trae paz, no el simplemente saber de ellos. Porque la Biblia es verídica, viva y poderosa, permanece en el mundo como baluarte contra la inundación de propaganda perjudicial. Solamente ella ofrece una salvaguardia para el corazón y la mente del hombre.

PALABRAS SANAS

La Biblia es un libro de salud espiritual y mental. ¿Cómo es eso? Porque no sólo edifica la mente con aprecio a Dios y sus propósitos, inspirando fe, confianza y creencia en él, sino que también ayuda a proteger la mente contra invasiones sutiles por expresiones y ardides demoníacos y la fortalece para resistir en este día inicuo. No tenemos dudas respecto a esto. Pablo aconsejó a Timoteo: “Sigue reteniendo el dechado de sanas palabras que oíste de mí con la fe y amor que están relacionados con Cristo Jesús.”—2 Tim. 1:12-14, NM.

¿Sanas palabras? Sí, definitivamente. Sanas en el sentido de que las palabras de Dios crean esperanza en nosotros y traen gozo y consuelo, los cuales son curativos. Jehová es el Dios vivo. Sus palabras son vivas, vigentes y poderosas en nuestra mente. Fortalecen y afirman la mente hasta un grado de paz que sobrepasa todo lo que uno pudiera imaginarse. Esto también es curativo. En su primera epístola a su compañero, Pablo dijo: “Si cualquier hombre enseña otra doctrina y no se aviene a palabras saludables, las de nuestro Señor Jesucristo, ni a la enseñanza que armoniza con la devoción piadosa, está hinchado de orgullo, no entendiendo nada, sino estando mentalmente enfermo sobre preguntas y debates acerca de palabras.”—1 Tim. 6:3, 4, NM.

Es obvio que el viejo mundo no tiene esta paz. Tampoco la tienen los inicuos. Ellos están hinchados de orgullo. Su mente está enferma, y no entienden nada. “Yo que creo el fruto de los labios, paz, paz al que está lejos y al cercano, dice Jehová; yo pues le sanaré. Pero los inicuos son como la mar cuando está en tormenta, la cual no puede sosegarse, y sus aguas revuelven el barro y el cieno. ¡No hay paz, dice mi Dios, para los inicuos!”—Isa. 57:19-21.

Es posible lograr paz mental perfecta, pero para hacerlo tenemos que estar totalmente de acuerdo con el Dios que suministra paz y con su justa nación. Note las palabras del profeta: “¡Abrid las puertas, para que entre la nación justa, guardadora de verdad! Guardarás en perfecta paz al alma que se apoya en ti, por lo mismo que en ti confía. ¡Confiad en Jehová para siempre, porque en Yah Jehová está la Roca de la eternidad!”—Isa. 26:1-4.

Adquiera conocimiento correcto para que aprenda usted a confiar en el gran Jehová. Fortalezca su mente con su Palabra de verdad. Confíe plenamente en ella. “Fortalezcan su mente para actividad, manténganse completamente equilibrados y tengan la esperanza puesta en la bondad inmerecida que les ha de ser traída en la revelación de Jesucristo,” y el Dios que suministra paz estará con usted.—1 Ped. 1:13-16, NM.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir