Ningún “fraude piadoso”
LOS críticos modernos de la Biblia arguyen que muchos libros de la Biblia son de hecho pia fraus, un fraude piadoso; y ésta es una teoría muy común. Quieren decir que el libro de Éxodo fue escrito cuatro siglos después de Moisés; el libro de Deuteronomio fue escrito unos pocos siglos después de Moisés, y aún más tarde, después del retorno de Babilonia, el libro de Levítico. Estos críticos sostienen que los que escribieron estos libros los atribuyeron luego a Moisés por el beneficio de agregar el peso de su nombre a los escritos de ellos. Los críticos conceden que tales hombres tenían buen propósito y eran sinceros, pero dicen que sencillamente no tenían suficiente entendimiento para darse cuenta de que lo que estaban haciendo era fraudulento.
¿Qué hay acerca de esta teoría? Es tan solo eso, una teoría y nada más, producto del orgullo y la ignorancia de hombres que se han creído sabios. Tres líneas de testimonio destruyen su teoría.
Primero, no hay base alguna para esta teoría salvo en la mente de los hombres que critican la Biblia. No es el resultado de que hayan descubierto ciertos hechos y que extrajeran conclusiones empíricas de ellos. Es meramente haber desarrollado una teoría que se amolda a la filosofía de uno y luego haber buscado en vano algo que la apoye, y haberla predicado aun sin hallar apoyo alguno. En prueba de lo antedicho, note el testimonio del prominente arqueólogo estadounidense W. F. Albright:
“La suposición de que los fraudes piadosos y los pseudoepígrafes [escritos espurios que se da a entender son de personajes bíblicos—Webster] eran comunes en Israel, es sin paralelo en el Oriente pre-helénico. Lo que hallamos es justamente lo contrario, una veneración [religiosa] tanto por la palabra escrita como por la tradición oral.”—The American Scholar.
En segundo lugar, está el testimonio antiguo, venerable e inequívoco de la tradición judía, la cual tiene por cierto peso en la ausencia de cualquier evidencia en lo contrario. No deja lugar alguno para cualquier teoría de pia fraus respecto a quién escribió los cinco libros de Moisés, el Pentateuco.
En tercer término, y la más poderosa de todas, tenemos el testimonio de otros escritores inspirados de la Biblia y en particular el testimonio del mismo Hijo de Dios, Cristo Jesús. Estos profetas, siempre que tratan del tema, atribuyen con unanimidad los libros de Moisés a Moisés. Y, permítase agregar, lo mismo es cierto de otros libros de la Biblia.—1 Rey. 8:53; Sal. 103:7; Mal. 4:4; Mat. 24:15; Juan 5:46.
La teoría del “fraude piadoso,” por lo tanto, es un instrumento o arma formada contra el pueblo de Dios que no tiene éxito, como dijo Jehová por boca de su profeta Isaías: “Cualquiera que sea el arma que se forme contra ti no tendrá éxito, y cualquiera que sea la lengua que se levante contra ti en el juicio la condenarás. Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí.”—Isa. 54:17.