Testificando en la escuela
LECCIONES DE IDIOMA
Los padres de una jovencita que está en su cuarto año de escuela en Nueva York escriben esta experiencia: “La clase había estado estudiando idiomas y cómo comenzaron los distintos idiomas. Se le asignó a la clase que escribiera informes sobre el tema de cómo comenzaron los idiomas. El resto de los niños de la clase agotaron el material que se hallaba en la enciclopedia, pero nuestra hija, de su estudio de la Biblia, supo dónde conseguir los hechos verdaderos. Escribió una composición explicando lo que sucedió al tiempo de la edificación de la torre de Babel. Además, obtuvo del siervo de literatura el folleto ‘Estas buenas nuevas del reino’ en cincuenta idiomas, y los llevó a clase como una ilustración. La maestra quedó tan impresionada con la composición y los distintos idiomas ilustrados por los folletos que hizo un cuadro de exhibición y puso todos los folletos allí. De este modo, durante varias semanas, el folleto Buenas nuevas, en todos sus idiomas, estuvo a plena vista en el aula. La maestra le dijo que le daría la calificación más alta posible—A superior—por compartir con otros lo que había aprendido.”
SERMÓN EN LA CLASE
Un joven Testigo de Georgia, EE. UU., relata esta experiencia: “Un día cuando no tuvimos que cambiar de clases, decidí que repasaría mi sermón. Busqué a mis amigos, que también son testigos de Jehová. Mientras presentaba el sermón ‘¿Quiénes son los testigos de Jehová?’ la maestra me interrumpió y dijo: ‘Eso es interesante. Me gusta oírlo. ¿Quieres presentarlo a toda la clase?’ De modo que presentamos ese sermón a toda la clase. La maestra disfrutó mucho del mismo y los alumnos también. Obtuve una suscripción de uno de mis condiscípulos.”
CERTAMEN
La siguiente experiencia viene del Canadá: “Cada año en la mayoría de las escuelas se celebra un certamen de oratoria. De cada clase de inglés de uno a tres entran en las competencias semifinales. Cinco entonces se escogen para las finales. Fui uno de los que debía ir a las semifinales. Se nos dijo que presentásemos nuestro discurso sobre el tema ‘Las cosas que quisiéramos ver cambiar.’ Escogí ‘Odio en amor.’ Dos años antes no había pasado las semifinales, pero para sorpresa mía y el gozo de otro hermano y el mío propio, nos encontramos en las finales.” Y salieron al frente, en posiciones de primero y segundo y usando la ocasión para dar un buen testimonio. Lo que más les ayudó, dice el primero, fue la escuela del ministerio.
EL ENSAYO SOBRE LA VOCACIÓN
Un Testigo de catorce años de edad relató esta experiencia en Milwaukee: “Mi asignación de deberes para el fin de semana fue escribir sobre ‘Mi vocación para la vida después de la graduación de la escuela secundaria.’ Inmediatamente vi la oportunidad de dar un testimonio. En mi ensayo expliqué quiénes son los testigos de Jehová, la obra que hacen y que es mi deseo llegar a ser miembro de la familia de la oficina principal de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract en Brooklyn Nueva York. Así que mi primer paso después de la graduación será presentar mi solicitud para ese servicio. Entregué la composición al maestro. Posteriormente me la devolvió, y bajo una S superior en rojo había escrito: ‘Disfruté mucho de su composición, y ahora puedo apreciar la obra de los testigos de Jehová. Estaba escrito muy sincera y seriamente, y estoy muy satisfecho de tenerlo a usted . . . en mi clase.’”
SE LE CONTESTAN LAS PREGUNTAS AL MAESTRO
Una niña dice de su escuela en Alabama en la cual hay unos veinte testigos jóvenes de Jehová: “Un maestro se interesó en los testigos de Jehová. Se le colocó un número especial de La Atalaya. Leyó todo el artículo especial a la clase. Cuando este maestro tiene alguna pregunta concerniente a la Biblia, le pregunta a uno de los Testigos. Pues, como dice él, ‘los testigos de Jehová conocen y entienden la Biblia.’ El director de la escuela también ha manifestado interés. Esto se demostró cuando me llamó a su despacho y me pidió que trajera mi Biblia a la escuela y le contestara sus preguntas. Después, cuando se enteró que mi prima y yo no pensábamos asistir a la universidad, preguntó por qué. Explicamos que proyectábamos dedicar nuestras vidas a enseñar acerca de Jehová Dios y su reino. Sorprendente como parezca, nos instó a jamás desviarnos de esa meta.”