Establecida la inocencia
◆ En el Brasil se ofreció a un testigo de Jehová y a otra persona, un hombre mundano, el empleo de cavar un pozo. Los dos trabajaron hasta que el pozo llegó a ser de considerable profundidad; entonces ocurrió un accidente. El compañero de trabajo del Testigo cayó en el pozo y se mató. La policía arrestó al Testigo para someterlo a interrogatorio y posiblemente acusarlo de asesinato, puesto que frecuentemente se cometen asesinatos en medio de circunstancias como ésta. Parecía que al Testigo le iba a ir mal, puesto que no había personas que lo pudieran probar inocente. Finalmente la policía le pidió que les mostrara sus documentos de identificación. Él no los tenía consigo. Lo único que tenía consigo era su tarjeta de identificación como ministro firmada por el siervo de congregación y que lo identificaba como testigo de Jehová. Les mostró la tarjeta. Cuando descubrieron que en verdad era testigo de Jehová, la actitud de la policía cambió completamente. Dijeron: “Sabemos que los testigos de Jehová no matan. Usted es inocente.” Inmediatamente pusieron en libertad al Testigo.