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  • ¿Ha hablado usted con sus parientes?

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  • ¿Ha hablado usted con sus parientes?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1966
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1966
w66 1/6 págs. 341-345

¿Ha hablado usted con sus parientes?

¡“HEMOS hallado al Mesías”! Imagínese el gozo de Andrés de la ciudad de Betsaida cuando dijo esas palabras a su propio hermano, Simón Pedro. El primer pensamiento de Andrés fue compartir estas maravillosas nuevas con su propio hermano. Debido a que no se retrajo, Andrés, experimentó el gozo de ver que su hermano aceptara la verdad de Dios—y hasta llegar a ser un apóstol de Jesucristo.—Juan 1:41, 44.

Cornelio, un oficial del ejército gentil que vivía en Cesarea, fue otro que halló gran gozo como resultado de compartir la Palabra de Dios con sus parientes. Después de que Jehová hizo arreglos para que el apóstol Pedro visitara a Cornelio para que le explicara el camino de Dios, la Biblia dice, Cornelio ‘convocó a sus parientes y a sus amigos íntimos.’ Cuando Pedro le explicó el camino de la verdad, estos “parientes y . . . amigos íntimos” estaban presentes. ¿El resultado? Aceptaron la verdad, y espíritu santo “cayó sobre todos los que oían la palabra.”—Hech. 10:24, 44.

El proceder adoptado tanto por Andrés como por Cornelio es un ejemplo excelente para todos los cristianos. De lo que usted ha aprendido de la Santa Biblia, usted sabe con certeza que es “la verdad.” El compartir esta verdad con sus amigos y parientes allegados es una acción amorosa. Además, usted puede tener una oportunidad de testificar a sus parientes que otros quizás no tengan. ¿Se aprovecha usted de estas oportunidades?

AYÚDELOS A TENER ESTADO DE ÁNIMO FAVORABLE

Pero, ¿cómo debería uno proceder en cuanto a hablarles a los parientes de uno? Por lo general no es prudente tratar de decirles todo a la vez. Unos cuantos puntos principales, o solo uno, quizás basten las primeras veces, así como en el ministerio de casa en casa, para abrir su apetito espiritual. Pero si usted comienza a darles lo que ellos creen que es un sermón extensivo, quizás haya reacción adversa. Por otra parte, si usted solo presenta unas cuantas verdades, quizás los ayude a manifestar un estado de ánimo favorable, puesto que los pequeñuelos espirituales “necesitan leche, no alimento sólido.” Así gradualmente aumente su apetito y entendimiento espirituales.—Heb. 5:12-14.

Además, es mejor no asumir que instantáneamente abrazarán las verdades en cuanto al reino de Dios la primera vez que usted hable con ellos. Muchas personas han recibido informes malos en cuanto al pueblo de Jehová y tienen prejuicios que necesitan ser removidos. De modo que lo que hay que hacer es pedir la dirección de Jehová en oración y luego buscar una oportunidad favorable.

Presente las verdades de Dios con prudencia, esforzándose por no contrariarlos diciéndoles bruscamente que sus creencias están equivocadas. Esto requiere una actitud amorosa, que no sea amenazante, ni despótica, sino razonable al tratar con ellos. Jehová no obliga a las personas a aceptar su verdad, de modo que las palabras del apóstol Pablo son sumamente apropiadas: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal.” “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos.”—Col. 4:6; 2 Tim. 2:24, 25.

Si usted prudentemente les habla a sus parientes, y ellos no están favorablemente dispuestos, entonces, ¿qué? Manténgase restringido. Aun si es rechazado, esfuércese por dejar a sus parientes con el mejor estado de ánimo posible, porque habrá otras oportunidades para hablarles. Además, mientras usted espera otra oportunidad, tenga presente que posiblemente sean visitados por otros testigos de Jehová en su ministerio de casa en casa. Si usted deja a sus parientes con un estado de ánimo favorable, es posible que respondan al mensaje de la verdad. Por eso, aunque quizás no acepten lo que usted diga de la Biblia al principio, haga lo que pueda para ayudarlos a llegar a ser más receptivos.

CONSIDERE LO QUE LES INTERESA

Al tratar de compartir la verdad de Dios con sus parientes, esté alerta a lo que les interesa. ¿Están preocupados por las condiciones mundiales? Si es que sí, esto le facilitará a usted el que les diga lo que ha aprendido acerca de la profecía de la Biblia y nuestro día. O quizás hagan preguntas, posiblemente de manera indirecta, que usted puede contestar con la Biblia. Por otra parte, quizás hayan tenido ciertas experiencias que abrirán el camino para una discusión bíblica. Siendo usted discernidor, quizás reconozca algunos intereses especiales que tengan que abrirán el camino para presentarles la verdad.

Un testigo de Jehová de Pensilvania tenía un pariente que había estudiado profundamente la historia y la arqueología antiguas. Este Testigo previamente había tratado de interesar a su hermano, sin ningún éxito. Pero un día mientras hablaban acerca de historia y arqueología antiguas, él comprendió que aquí había una oportunidad ideal para decirle la verdad. Sacó el libro “Babylon the Great Has Fallen!” God’s Kingdom Rules! y lo usó para mostrar cómo la historia y la arqueología antiguas armonizan con las profecías de la Biblia. Se aceptó el libro y también una invitación para ir al estudio de libro de congregación. Después él dijo: “Me sorprendí de que en una clase de estudio bíblico se explicaran los hechos de la historia tan detalladamente.” Comenzó a concurrir a las reuniones y a salir al ministerio del campo. Leyó todo libro corriente de la Sociedad Watch Tower y pidió que otro Testigo celebrara un estudio con él con el libro “Hágase tu voluntad en la Tierra.” Dedicó su vida a Jehová, y dijo: “Había estado buscando algo como esto.”

La Atalaya y ¡Despertad! también pueden ayudarle a usted a usar con buen provecho cualesquier intereses especiales que tenga un pariente, porque estas revistas abarcan una variedad muy extensa de temas. Por eso, cuando artículos de La Atalaya y ¡Despertad! tratan temas en los cuales se interesa algún pariente, esté seguro de que él reciba un ejemplar.

¿PUEDE USTED O ALGÚN OTRO COMENZAR UN ESTUDIO CON ELLOS?

Si sus parientes muestran interés y viven cerca, ¿por qué no tratar de iniciar un estudio bíblico de casa? Esta es una de las maneras más eficaces de ayudar a los parientes que están favorablemente dispuestos. Una testigo de Jehová de Michigan informa: “Cuando aprendí la verdad por primera vez fue mi deseo principal interesar a toda mi familia. Empecé un estudio bíblico con una de mis hermanas. Luego comencé otro estudio con otra hermana, y ella, a su vez, me dijo que mi sobrina, que vivía al lado de su casa, de vez en cuando obtenía La Atalaya y ¡Despertad! Fuimos a verla y ella mostró algo de interés. Mientras tanto, mi hermana de mayor edad fue a trabajar para un señor que asistía a las reuniones en el Salón del Reino. Él le estimuló tanto el interés que, cuando ella se enteró de que todos estábamos estudiando la Biblia, comenzó a venir cada semana para asistir a nuestros estudios. Le pregunté si podía ir y estudiar con ella. Dijo que sí. Ahora mi madre está asistiendo también. Además, mi sobrino adolescente pidió que se celebrara un estudio particular con él. A través de los pasados seis años se habían plantado y regado las semillas de vez en cuando, pero fue apenas desde el año pasado que Jehová comenzó verdaderamente a hacerlas crecer. Tengo doce sobrinas, sobrinos y hermanas y mi madre—adultos y adolescentes—aprendiendo la verdad.” ¿Ha tratado usted de iniciar un estudio con sus parientes?

Si usted no está efectuando mucho progreso en interesar a sus parientes, quizás desee solicitar la ayuda de otros Testigos. En el Brasil una Testigo a menudo le había hablado a un pariente acerca de la verdad, sin tener éxito. “Tengo mi religión,” le dijo su hermano. Un día cuando ella visitaba a su hermano, se enteró de que una familia de Testigos se había mudado al vecindario. Les pidió que visitaran a su hermano de vez en cuando, puesto que eran vecinos de él. Poco después la Testigo visitó de nuevo a su hermano carnal, y, ¡qué sorpresa! ¡Su hermano mismo se había hecho predicador de la verdad bíblica!

SACANDO EL MEJOR PARTIDO DE LAS VISITAS

¿Qué hay si sus parientes no viven cerca? ¿Sería posible visitarlos? Durante la visita, puede surgir una oportunidad para que usted considere verdades bíblicas. Aun si el viaje es muy breve, pueden sembrarse las semillas de la verdad. Cuando un Testigo de Texas fue a visitar a sus parientes, tenía solo un día; de modo que se levantó temprano en la casa de su padre y, antes de levantarse de la mesa del desayuno, le habló en cuanto al Reino. “De allí,” informa él, “fui a ver a un tío y a una tía. Hacía varios años que esta tía me había dado una Biblia, lo cual inició mi investigación de la verdad. Le dije: ‘Puesto que usted me ayudó una vez dándome una Biblia, yo quiero ayudarla ahora.’ Después de darle un testimonio, al cual ella y su esposo escucharon atentamente, fui a ver a un primo y le dejé literatura bíblica. De ahí fui a ver a otro tío y a otra tía. Luego regresé a la casa de mi papá y tuve la oportunidad de testificar a dos de mis hermanos que estaban de visita. De ahí fui a casa de mi hermana y ella y su esposo también mostraron interés. Sacando el mejor partido del tiempo, pude obtener trece suscripciones nuevas a La Atalaya y ¡Despertad!, ayudando a mis parientes a obtener regularmente las palabras de la verdad.”

A veces los parientes de uno viven en un país extranjero. Quizás sea posible hacer un viaje al país donde residen. Una Testigo de los Estados Unidos de Norteamérica hizo un viaje para visitar a su familia en Roma, Italia. Al llegar, fue recibida por veintidós parientes y amigos. ¡Qué oportunidad para compartir la verdad! En poco tiempo, pudo hablarles a muchos de ellos acerca del reino de Dios; de hecho, el primer día su sobrina y hermano aceptaron la verdad. En menos de un mes, su madre de ochenta y siete años comenzó a mostrar interés. Esta Testigo pudo ayudar a nueve parientes a llegar a un conocimiento de la verdad o, por lo menos, a comenzar a estudiar.

TESTIFICANDO POR CORRESPONDENCIA

Pero, ¿qué hay si sus parientes viven en un lugar muy distante y no le es posible visitarlos? Entonces, ¿ha tratado usted de testificar por carta? También, usted podría enviarles por correo publicaciones que fueran especialmente adecuadas para ellos. Los números especiales de La Atalaya y ¡Despertad! enviados por correo a los parientes quizás despierten su interés. Invítelos a hacer comentarios sobre lo que usted les escribe o les envía. Un Testigo de Misisipí informa:

“Envié los números especiales de La Atalaya y ¡Despertad! a varios parientes y recibí una respuesta de parte de una prima que no había visto por unos veinte años. Ella disfrutaba tanto de las revistas que cortaba párrafos, los pegaba con cola a su carta y hacía comentarios junto con preguntas. Ahora ella recibe las revistas por suscripción, y ha hecho preguntas sobre muchos artículos. Después de leer un número especial, ella dijo: ‘Estoy guardando éste intacto—¡es tremendo!’ Ella ha progresado por correspondencia.”

NO DESISTA

Así como sucede con el testificar en persona, sucede con el testificar por correo; puede requerir tiempo. Pero no desista. ¿Qué hay si lo rechazan varias veces? La gente hace esto también en el ministerio de casa en casa, no obstante, los testigos de Jehová no desisten sino que amorosamente siguen volviendo a visitar varias veces al año, para darles más oportunidades. Debemos darles a nuestros parientes la misma consideración amorosa.

Además, el tiempo y el cambio de las circunstancias pueden hacer a los parientes más favorablemente dispuestos; por eso no desista. En Misisipí una Testigo tenía una abuela que ella creía que no escucharía las verdades del Reino; por eso, durante un tiempo no dijo nada. Pero ella informa: “Mi madre le dio a mi abuela un tratado bíblico y en una carta que me envió a mí mi abuela mencionó esto. Le escribí en respuesta, dándole el sermón corriente. Pasaron cuatro meses. Escribí otra vez. Todavía no hubo respuesta. Luego, aproximadamente un mes después, nos sorprendimos cuando mi abuela nos visitó inesperadamente por espacio de tres días. Vino al Salón del Reino y pidió un ejemplar del libro Babylon. Hemos mantenido correspondencia regularmente desde entonces, y ella se suscribió a las dos revistas. En su última carta ella dijo que había terminado el libro Babylon y ahora quiere estudiarlo. Ella dice que su lectura ahora se limita a la Biblia y a la literatura bíblica.” Muchos han respondido con el tiempo a la verdad debido a que los Testigos que eran parientes de ellos no desistieron.

Por eso, comprenda que, sea que testifique verbalmente o por carta a sus parientes, esto quizás requiera tiempo. Un Testigo en el estado de Nueva York mantuvo correspondencia con su familia en Checoslovaquia por espacio de ocho años. Después de siete años su madre comenzó a aceptar la verdad y dijo en una carta que le gustaría que alguien la ayudara en un estudio de la Biblia. Una Testigo local comenzó un estudio bíblico y ella progresó rápidamente. En una carta reciente ella escribió: “Querido hijo: Pensando continuamente en ti y en tu familia estoy muy feliz al escribirte ahora que yo también soy tu hermana en la verdad. El domingo pasado me bauticé y ahora estoy muy feliz de que también puedo ser sierva de Jehová Dios.” ¡Esto, después de ocho años de testificar por carta!

Por eso, prudente y amorosamente persevere en testificar a sus parientes. Ayúdelos de toda manera posible, no desistiendo. Una Testigo de California escribió que, cuando ella y su esposo aprendieron la verdad, entusiásticamente le hablaron a su familia. “No nos dieron la acogida que esperábamos. Pero cuando trabajé de precursora, me hicieron muchas preguntas. Para contestarlas, tenía el libro ‘Asegúrense de todas las cosas’ junto al teléfono, y mientras hablaba, lo hojeaba, dando respuestas bíblicas a sus preguntas. Esto prosiguió por algún tiempo, y comprendieron que estaban aprendiendo más por teléfono que en su propia iglesia; de modo que pidieron que comenzara yo a estudiar con ellos. En poco tiempo mi hermana y su esposo e hijos se interesaron y comenzaron a salir al ministerio del campo. Mi hermana se ha bautizado.” ¡Esto requirió nueve años!

AYUDANDO A CÓNYUGES

De todas las personas con quienes el cristiano quiere compartir verdades bíblicas, en primer lugar en la lista está el propio cónyuge del cristiano. El retener tal verdad de esta persona no sería mostrar amor. No obstante, a veces las esposas se retraen. Quizás sea el temor de que el esposo se oponga al mensaje del Reino. Pero a veces esta oposición solo está en la mente de la esposa. Una señora de São Paulo, Brasil, mostró interés en la Biblia, y una Testigo hizo arreglos para volverla a visitar, pero ella advirtió: “No venga cuando mi esposo esté en casa. A él no le agrada que yo hable de religión con nadie.” En medio de la visita se presentó de súbito el esposo. Sorprendida, la Testigo continuó la discusión bíblica, atrayendo al esposo a la conversación. Habiendo sido despertado su interés, hizo muchas preguntas. Al fin dijo que él tenía un libro religioso que no entendía. Al pedírsele que mostrara el libro, sacó el “Sea Dios Veraz.” La Testigo le mostró el valor del libro y ofreció ayudarle a entenderlo. Accedió, y se comenzó un estudio bíblico con él y su esposa. Ha cambiado enteramente su manera de pensar en cuanto a religión.

Vez tras vez se ha descubierto que el tiempo ideal para hablarle al esposo es al tiempo en que se inicia un estudio bíblico, para que el esposo pueda participar del estudio. Tanto el Testigo como la esposa pueden animar prudentemente al esposo a participar del estudio. Aun si el esposo solo desea escuchar, esto será sumamente provechoso para despertar interés y estimular preguntas.

Si una esposa observa que su esposo no escucha o se opone cuando ella trata de explicar verdades bíblicas, quizás sea aconsejable pedir que otro Testigo la ayude. En Nueva Caledonia se inició un estudio bíblico con una señora tahitiana cuyo esposo se oponía a la verdad. Cada vez que su esposa le hablaba en cuanto a lo que ella aprendía, él contestaba: “No eres tú la que debe enseñarme algo.” De modo que la esposa prudentemente pidió a uno de los hermanos que le hablara a su esposo. Se sorprendió al recibir respuestas bíblicas para todas sus preguntas. Se inició un estudio bíblico y ahora es un predicador regular de las verdades de Dios.

Pero, ¿qué hay si el esposo se opone al mensaje del Reino y no escucha a nadie? El apóstol Pedro trató este problema cuando escribió: “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” (1 Ped. 3:1, 2) Así su conducta excelente puede efectuar un cambio de parecer en un incrédulo que, quizás, ninguna testificación verbal efectúe. ¡Cuán importante es la conducta correcta para todos los que quieren ayudar a sus parientes a llegar a ser cristianos verdaderos!

El compartir la verdad con los parientes de uno, como lo hicieron Andrés y Cornelio, abre la oportunidad para unir a la familia de uno en la verdad de Dios. Sobre todo, dado que esta generación se enfrenta a la guerra de Dios del Armagedón, su oportunidad para la vida está en juego. Si van a sobrevivir al Armagedón para entrar en el nuevo orden paradisíaco de Dios bajo su reino, la ayuda de usted puede ser vital.

Por eso, persevere diligentemente en compartir la verdad, haciéndolo amorosamente, prudentemente, con palabras benignas. No desista, aun si es rechazado repetidas veces, así como usted nunca desiste con la gente en su territorio. Aun si no quieren escuchar, usted puede testificar mediante su conducta cristiana. Mediante tal consideración amorosa que se muestre a través de los años, usted puede compartir la felicidad de ayudar a sus propios parientes a llegar a ser sus hermanos y hermanas espirituales. ¡Qué bendito gozo! ¿Ha abierto usted el camino para este gozo hablándole a sus parientes?

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