Sea sufrido para con todos
“SEAN SUFRIDOS PARA CON TODOS.”—1 TES. 5:14
1. ¿Entre quiénes puede hallarse gran paciencia, y por qué?
ENTRE todas las criaturas de la Tierra, solo el hombre parece tener la cualidad divina de ser sufrido. Aun entre los hombres esto es raro. Principalmente esto se debe a que la gran paciencia o el ser sufrido es fruto del espíritu de Dios. (Gál. 5:22) Por lo tanto, se puede hallar principalmente entre personas en quienes obra el espíritu de Dios. El ejercer este fruto verdaderamente es una bendición, no solo para el que es sufrido, sino también para sus asociados. La gente que vive hoy en este mundo impaciente, egoísta, necesita ser más sufrida unos para con otros.
2. (a) ¿Qué hechos ponen de relieve la escasez de esta cualidad en la Tierra? (b) ¿Qué hace deseable la gran paciencia?
2 Cuando tenemos presente que la gran paciencia es un aguante de maltrato sin irritación ni represalia, sin murmuración ni queja, y que tiene en mira como su fin altruista la salvación de la humanidad, inmediatamente estamos aterrados por la escasez de esta cualidad divina entre la humanidad, y también estamos impresionados por la necesidad tan grande de ella. La necesidad se hace aun más evidente cuando comprendemos que toda la humanidad ha sido concebida en pecado y ha nacido en un mundo alejado de Dios e impregnado de corrupción. (Sal. 51:5; 1 Juan 5:19) La supervivencia diaria en sí exige gran paciencia hasta cierto grado, el tolerar ofensas e injusticias menores. Las personas que están conscientes de sus flaquezas personales están agradecidas eternamente por cualquier longanimidad que se les extiende. Realmente esperan tierno cariño, simpatía y compasión de otros. El no recibir misericordia y entendimiento puede y a menudo arroja a los hombres a abatimiento terrible. Muchos han llegado a estar abrumados bajo los pensamientos gravosos de su propia indignidad. De modo que la práctica de la gran paciencia descarga sus pensamientos, les da un nuevo comienzo en la vida, por decirlo así. La gran paciencia llega a ser una bendición preciosa para ellos, una cualidad que hace más tolerable y llevadera la vida para todos. Es el camino más excelente del amor, porque “el amor es sufrido.”—1 Cor. 12:31; 13:4.
3. ¿Qué otros factores tocante a gran paciencia han de tenerse presentes?
3 Al siervo de Dios se le pide que no solo sufra por mucho tiempo bajo las injusticias de otros, sino que se le manda que lo haga con el apropiado estado de ánimo, es decir, sin quejarse de ello. Su longanimidad tiene que ser en imitación de Dios y de Jesucristo. Jehová no guarda rencor ni abriga mala voluntad ni resentimiento contra sus opositores. Es esta cualidad de gran paciencia la que tiene mérito. Jesús dijo: “Ustedes en efecto tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.”—Mat. 5:48.
4. ¿Qué ayuda a los cristianos a aguantar bajo sufrimiento, y cómo confirman esto las Escrituras?
4 Además del maravilloso ejemplo de Jehová de gran paciencia, el cristiano también tiene estímulos adicionales que lo ayudan a aguantar bajo sufrimiento. Él necesita éstos, porque el sufrimiento nunca es fácil. Jesucristo en su famoso Sermón del Monte brevemente mencionó cuáles son éstos, cuando dijo: “Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos.” (Mat. 5:10-12) Sí, Jesús atrajo la atención al galardón por sufrir el mal. Y cuando comparamos el sufrimiento aguantado con las riquezas del reino y la vida eterna, ¡verdaderamente es cosa pequeña sufrir por causa de la justicia! De hecho, tenemos toda razón para regocijarnos y saltar de gozo, si creemos en las promesas de Dios. “Hermanos,” dijo el discípulo Santiago, hermano de nuestro Señor Jesucristo, “tomen por modelo de sufrir el mal y de ejercer paciencia a los profetas, que hablaron en el nombre de Jehová. ¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño y misericordioso. Feliz es el varón que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.” (Sant. 5:10, 11; 1:12) Cuando esté bajo prueba por hacer lo que es correcto, crea en las promesas de Dios y resultará gozo de su gran paciencia.
5, 6. (a) ¿Qué dijo el apóstol Pablo a los colosenses tocante a sufrimiento? (b) ¿Cómo puede llamarse el sufrimiento un privilegio y un don?
5 El apóstol Pablo también comenta sobre este punto de regocijarse durante pruebas y sufrimiento. En su carta a los colosenses, él dice: ‘Sean sufridos con gozo, dando gracias al Padre que los hizo apropiados para su participación en la herencia de los santos.’ (Col. 1:10-12) La longanimidad o gran paciencia del cristiano ha de ser con gozo. Lo será si consideramos tal sufrimiento como privilegio y apreciamos que el aguante produce aprobación y la aprobación la corona de la vida.
6 ¿El sufrimiento un privilegio? ¡Sí! De hecho, es un don sufrir a favor de Cristo. Note cómo el apóstol Pablo recalca este punto en su carta a los filipenses. Dice: “Porque a ustedes se les dio el privilegio a favor de Cristo, no solo de poner su fe en él, sino también de sufrir a favor de él.” (Fili. 1:29) Nadie con fe negará que el creer en Cristo es un privilegio precioso, pero Pablo amplifica más este asunto. Nos informa que el sufrir a favor de Cristo es nada menos que un privilegio y un don, porque una cosa dada es un don. Y a cierto grado, “todos los que desean vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús . . . serán perseguidos.” (2 Tim. 3:12) Un aprecio de este hecho nos ayudará a entender por qué es menester ser sufridos para con todos.
7. ¿Cuál ha sido la experiencia de Pablo con el sufrimiento, y por qué pudo recomendar el derrotero de gran paciencia a otros?
7 El apóstol Pablo no solo escribió acerca de sufrimiento y ser sufrido, sino que él mismo había experimentado mucho sufrimiento. En su segunda carta a los corintios (2 Cor. 11:23-29), relata algunas de las cosas que aguantó a favor de Cristo. Fue encarcelado muchas veces, golpeado a punto de morir; cinco veces recibió treinta y nueve azotes. Fue apedreado, naufragó tres veces. Conoció el hambre, noches sin dormir y peligros. No obstante, pide a sus hermanos cristianos que sean sufridos para con todos. Pudo hacer esto porque conocía el punto en cuestión que implica la integridad del cristiano y porque estaba convencido del premio glorioso de la vida que Dios daría a los que aguantaran. Otro factor que fortaleció a Pablo fue su convicción de que nada podría sobrevenirle al cristiano a menos que Jehová lo permitiera. Y si Dios permitía que sucediera, entonces él como siervo de Dios se deleitaría en el servicio, cualquiera que fuere el precio.—2 Cor. 6:3-10; 2 Tim. 4:6-8.
EJEMPLOS EN EL SUFRIMIENTO
8. ¿Qué habilitó a José a ser sufrido para con sus perseguidores?
8 Sorprende ver que este hecho de la voluntad de Dios en el sufrimiento lo recalcan vez tras vez los siervos fieles de Dios. Considere, por ejemplo, a José, el hijo de Jacob. Fue vendido a Egipto por sus hermanos, pero él no se encolerizó con ellos. Fue acusado falsamente y encarcelado; no obstante su espíritu no se avinagró. Cuando después de muchos años encontró a sus hermanos y se les manifestó, ¿qué dijo? “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron a Egipto. Pero ahora no se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para preservación de vida Dios me ha enviado delante de ustedes.” (Gén. 45:4, 5) José vio la dirección de Dios detrás de todo lo sucedido. Esto le ayudó a ser sufrido para con todos los que le causaron perjuicio.
9. ¿Cómo respondió el rey David al ultraje, y por qué?
9 En una ocasión el rey David sufrió el ultraje de un hombre malhablado de nombre Simei. Este hijo de Gera le arrojaba piedras a David y gritaba: “¡Salte, salte, tú culpable de derramamiento homicida de sangre y, que no sirves para nada!” Abisai, siervo de David, quería que fuera muerto. Pero David dijo: “Que invoque el mal, porque Jehová mismo le ha dicho: ‘¡Invoca el mal sobre David!’” (2 Sam. 16:5-13) David aguantó la humillación como manifestación de la voluntad de Dios. No muchos hombres en puestos de poder habrían hecho lo que hizo David. Pero David deseaba agradar a Jehová y no agradarse él mismo. Esto es lo que le ayudó a ser sufrido.
10. ¿Qué hecho recalcó Jesús ante Poncio Pilato, y cómo le ayudó esto a ser sufrido?
10 Cuando Jesucristo estaba siendo escarnecido, azotado y una chusma enloquecida daba alaridos pidiendo su vida, el gobernador Poncio Pilato le preguntó curiosamente a Jesús: “¿De dónde eres tú?” Pero Jesús no le dio respuesta. Por consiguiente Pilato le dijo: “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para ponerte en libertad y tengo autoridad para fijarte en un madero?” Jesús le dijo lo que todo siervo de Dios que ha sufrido sabe: “No tendrías autoridad alguna contra mí a menos que te hubiese sido concedida de arriba.” (Juan 19:1-11) Jesús reconoció la voluntad de Dios en lo que estaba sucediendo. Si eso significaba sufrimiento, entonces sufriría y lo haría gozosamente.—Sal. 40:8; Heb. 10:5-10.
11. ¿Qué espíritu vemos en los seguidores de Jesús? Dé ejemplos.
11 Vemos la misma resolución y espíritu en los seguidores de Jesucristo hasta nuestro día. Cuando Pedro y los otros apóstoles de Jesús fueron azotados por representar a Cristo, se regocijaron “porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor de su nombre.” (Hech. 5:41) Cuando Pablo y Silas fueron echados en prisión después de descargarles muchos golpes, entonaron canciones de alabanza a Dios. (Hech. 16:22-25) La historia abunda de ejemplos de cristianos que cantaron mientras se les arrojaba a los leones y se les quemaba en el madero. Relatos modernos de testigos cristianos de Jehová los describen como personas que se enfrentaban denodadamente a la guillotina, cámaras de gas, pelotones de fusilamiento, campos de concentración, prisiones, minas de sal, etc. A éstos se les, ha grabado en la mente y corazón el punto en cuestión de integridad a Dios. Saben por qué sufren. Y saben, también, las promesas gloriosas por la fidelidad, que los habilita a regocijarse en el sufrimiento.—Juan 15:18-21.
CULTIVANDO EL FRUTO DE LA GRAN PACIENCIA
12. ¿Cómo puede desarrollarse gran paciencia en nuestra vida? Dé cuatro requisitos básicos para obtener espíritu de Dios.
12 ¿Cómo podemos llegar a este mismo aprecio de la voluntad de Dios? ¿Cómo podemos cultivar gran paciencia en nuestra vida? La gran paciencia es un fruto del espíritu de Dios. Por lo tanto, para tener esta cualidad necesitamos tener espíritu de Dios. Principalmente hay cuatro cosas que tenemos que hacer para obtenerlo. (1) Tenemos que estudiar la Palabra de Dios que está llena de espíritu, la Biblia. (2 Tim. 3:16, 17; Heb. 4:12) Al aplicar sus principios en nuestra vida el espíritu de Dios se manifestará en un nuevo modo de vivir para nosotros. Entonces llegaremos a apreciar nuestra relación con Jehová nuestro Creador y el punto en cuestión de integridad a Dios, que nos implica. (Job, capítulos uno y dos) (2) Luego tenemos que asociarnos con los que se interesan en llevar a cabo la voluntad de Dios. Tal asociación nos estimulará a la fidelidad. Nos ayudará a ‘hacemos hacedores de la, palabra, y no solamente oidores.’ (Sant. 1:22) (3) La oración también es esencial para obtener y mantener el espíritu de Dios. Por lo tanto, tenemos que aprender a orar a Jehová y a ‘persistir en la oración.’ (Rom. 12:12; 1 Tes. 5:17) El pueblo de Jehová sabe que “el ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor.” (Sant. 5:16) Y (4), además de todo esto, hay la necesidad de practicar diariamente las cosas buenas que se aprenden de la Biblia. Necesitamos practicar gran paciencia para con todos. (Fili. 4:9) Si aplicamos este consejo, entonces seremos recipientes del espíritu de Jehová y de las bendiciones que esto trae.
MANIFESTANDO GRAN PACIENCIA PARA CON TODOS
13, 14. ¿Qué son exhortados los cristianos a hacer? ¿Qué ejemplos tenemos para seguirlos? ¿Cómo servirá esto de ayuda?
13 A los cristianos se les exhorta a ‘ser sufridos para con todos,’ realmente a ‘vestirse de gran paciencia,’ a ‘andar de una manera digna del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad en mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose encarecidamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz.’ (1 Tes. 5:14; Col. 3:12-14; Efe. 4:1-3; 1 Cor. 13:4) ¿Cómo podemos hacer esto de la mejor manera?
14 Jesucristo es nuestro dechado. Y en vista de que él vino al mundo para salvar pecadores, haríamos bien en prestar atención a su ejemplo. Nos dejó una muestra de su gran paciencia en Saulo de Tarso. Saulo por su propio reconocimiento fue blasfemo, perseguidor de cristianos, hombre insolente, uno que aprobó el asesinato del cristiano Esteban. No obstante Cristo extendió su mano y lo hizo un representante cristiano especial, un apóstol, a quien hoy conocemos como el apóstol Pablo. A Timoteo Pablo dijo: “La razón por la cual se me mostró misericordia fue para que por medio de mí como el caso más notable Cristo Jesús demostrase toda su gran paciencia como muestra de los que van a cifrar su fe en él para vida eterna.” (1 Tim. 1:12-16) Que esta demostración de gran paciencia de Cristo sea nuestra muestra cuando nos preguntemos cuán sufridos debemos ser unos para con los otros.—Mat. 6:14, 15; 18:21, 22; Sal. 103:13, 14.
15, 16. (a) ¿Por qué se necesita gran paciencia en el círculo de la familia? (b) ¿Cómo puede aplicarse gran paciencia tocante a esposos y esposas? (c) ¿Qué ejemplo tenemos para mostrar que la gran paciencia es provechosa?
15 Vivimos en tiempos críticos, difíciles de manejar, donde la cualidad de gran paciencia está constantemente en demanda. (2 Tim. 3:1-5) En el círculo de la familia, por ejemplo, a menos que se demuestre paciencia y longanimidad, a la familia se le robará su gozo. No prosperará. La gran paciencia es como aceite confortante sobre irritaciones acaloradas. Su fin es unidad y felicidad. El apóstol Pedro nos da consejo sano en armonía con esto. Aconseja a las esposas a estar en sujeción a sus propios esposos, “a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. . . . Que su adorno . . . sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.” Luego a los esposos, dice: “Ustedes, esposos, continúen morando con ellas [las esposas] de igual manera de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.” (1 Ped. 3:1-7) El apóstol hace un llamamiento a los cónyuges para que consideren el aspecto espiritual de su vida en primer lugar, para que sufran por mucho tiempo bajo las flaquezas de unos y otros con la salvación en mira, no solo para sí, sino para su cónyuge también.
16 La gran paciencia no es jamás la solución fácil. Es esperanza con paciencia. Es oración que se efectúa en conformidad con lo que se espera recibir. Algunas esposas han sufrido el ultraje de sus esposos incrédulos por diez, doce, dieciséis años y más, para finalmente ver a sus esposos entrar en el camino de la vida. Hay esposos, también, que han hecho lo mismo. Escribe un esposo: “Por doce años fui el peor enemigo de mi propia esposa . . . porque ella aprendió la verdad.” Relata que la golpeaba, que se emborrachaba por despecho y para ser tan malo como le fuera posible. “Así pasaron doce años en mi lucha desenfrenada contra la verdad y contra mi esposa e hijo,” dice él. “Hace un corto tiempo me puse a repasar los pasados doce años de mi vida. Este análisis me aplastó. Discerní cuán terriblemente malo había sido para con mi esposa, mientras que ella había aguantado todo con humildad. . . . Mientras más cruel era, más amor y misericordia mostraba ella. Sí, solo es ahora cuando discierno todo esto . . . Hace dos semanas simbolicé mi dedicación al único Dios verdadero Jehová mediante inmersión en agua, a aquel Dios que, durante el tiempo de mi locura, condujo a mi esposa y a mi hijo de manera tan maravillosa.” Un magnífico galardón cosechado después de doce años de gran paciencia. Que esta carta sea un estímulo para usted para ser sufrido para con miembros incrédulos de su familia.
17. (a) ¿Cómo y por qué debe aplicarse la gran paciencia hacia los hijos? (b) ¿Cómo pueden ser sufridos los hijos? (c) ¿Qué consejo deben seguir tanto los padres como los hijos?
17 La cualidad de gran paciencia también debe aplicarse hacia los hijos en la familia. Si la conducta de los adultos no siempre es angelical, esto debe ayudar a los padres a entender que sus hijos no siempre serán llamados “ángeles.” Con frecuencia los hijos reflejan en la conducta la herencia del pecado. Por lo tanto, tienen derecho a la misma paciencia que esperamos que otros nos muestren debido a nuestras flaquezas heredadas. Los hijos, también, con su vívido sentido de justicia y expectativa de madurez adulta, deben apreciar que sus padres tampoco son perfectos. Por eso se necesita que los hijos sean sufridos para con los padres. Esto se puede lograr de la mejor manera si tanto los padres como los hijos llevan a cabo el mandamiento bíblico de Efesios 6:1-4, que dice: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; que es el primer mandato con promesa: ‘Para que te vaya bien y dures largo tiempo sobre la tierra.’ Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” La gran paciencia de parte de los padres y de los hijos hará posible el cumplimiento de este mandamiento, para bendición de ambos y para gloria de Dios.
18. ¿Por qué deben ser sufridos los cristianos para con sus parientes mundanos?
18 El círculo de la familia hace recordar los parientes mundanos. Aquí, también, se puede practicar paciencia. La bondad cristiana desarma. Impresiona de manera excelente a los mundanos. Los parientes incrédulos pueden ver que nuestro cristianismo no es únicamente palabras, sino verdaderamente una manera agradable de vivir. Esto quizás los estimule a que algún día lleguen a ser testigos cristianos de Jehová también. Tenemos que sufrir por mucho tiempo con ese fin.
GRAN PACIENCIA EN LA CONGREGACIÓN
19. ¿De qué maneras deben ser sufridos los superintendentes para con los de la congregación?
19 Otro lugar donde se puede aplicar la gran paciencia es en la congregación cristiana. El superintendente tiene que ser sufrido para con todos los de la congregación, sean recién llegados o que hayan estado muchos años con la congregación. Puede aconsejar, pero nunca intimidar ni mostrar impaciencia. El superintendente tiene que tolerar la debilidad de los que habitualmente llegan tarde con la esperanza de que mejoren. Lleva la carga de los inactivos con el anhelo esperanzado de que se hagan activos. Es longánimo cuando sus auxiliares no cumplen con sus responsabilidades como deberían hacerlo. Cuando algunos son morosos, cuando es débil la participación en las reuniones, cuando los padres son indiferentes y los niños se portan mal, el superintendente debe desplegar paciencia, ser sufrido. Sufre por mucho tiempo con la esperanza de que todos los que están bajo su custodia quizás lleguen algún día a un aprecio pleno del ministerio cristiano y lo adopten de toda alma como el camino de la vida y vivan.—Col. 3:23.
20. ¿En qué ocasiones hallarán necesario el ser sufridos los siervos ministeriales auxiliares?
20 Los siervos ministeriales auxiliares, también, tienen que ejercer gran paciencia en la congregación. Tienen que ser longánimos cuando quizás el superintendente parezca un poco exigente a veces, cuando sus hermanos cristianos no cumplen con sus privilegios de la manera apropiada. Por ejemplo, el siervo de la escuela del ministerio tiene que ejercer gran paciencia cuando no se presentan los que están en el programa para cumplir con sus asignaciones; el siervo de cuentas tiene que aguantar cuando se demoran en dar las contribuciones; el siervo de literatura es paciente cuando los pedidos de literatura no son recogidos, y los conductores de centros de servicio son sufridos cuando hay poca o ningún apoyo para el servicio, cuando no se estudian las lecciones, cuando pocos se presentan para ayudarle en el aseo del Salón del Reino. Es menester que los siervos sean sufridos para con todos.
21. ¿Por qué y cómo tienen que practicar gran paciencia los misioneros y los ministros de Betel?
21 Los misioneros que se hallan en asignaciones en el extranjero y los ministros de las casas Betel, donde se imprimen Biblias y ayudas bíblicas, también tienen que practicar gran paciencia. En algunos territorios misionales la gente es lenta para captar aprecio a las buenas nuevas en cuanto al reino establecido de Dios. El misionero tiene que aguantar. Tiene que ser paciente consigo mismo al aprender un nuevo idioma, cuando se adapta a un modo de vivir enteramente nuevo. En las casas Betel los ministros con frecuencia viven como grupos grandes y en lugares relativamente reducidos, lo cual puede ser molesto a veces. Las faltas de nuestro prójimo deben aguantarse y pasarse por alto. Los horarios y las rutinas exigen ajuste, disciplina. Pero los ministros aguantan revistiéndose de amor y de su fruto—gran paciencia.—Col. 3:12-14.
22. ¿En qué otras ocasiones hallarán necesario el practicar gran paciencia los siervos y los miembros de la congregación? ¿Cómo tiene que llevarse esta carga?
22 Cuando los ministros yerran el blanco, invariablemente recae una carga pesada sobre la congregación. Los que son puestos a prueba por mala conducta u otras flaquezas arrojan cargas pesadas sobre el cuerpo de siervos. Estas tienen que llevarse con amor. (Rom. 15:1-6) Las personas expulsadas causan grandes penalidades y aflicción no solo a los miembros de la congregación sino a menudo a familiares. No obstante, hay que aguantar tales vituperios en el espíritu de Cristo.
GRAN PACIENCIA PARA CON TODOS LOS EXTRAÑOS
23. (a) ¿Por qué los cristianos hallarán necesario ser sufridos para con otros fuera de la congregación cristiana, y cómo debe llevarse este sufrimiento? (b) ¿Cómo han demostrado gran paciencia los padres e hijos cristianos? (c) ¿De qué manera han desplegado los testigos de Jehová gran paciencia en el ministerio del campo, y ha pasado inadvertido esto? (d) ¿Qué mira tienen los cristianos en cuanto a sufrimiento, y por qué?
23 Hay enormes cargas que han de soportarse hoy a favor de Cristo. Muchos cristianos por medio de las circunstancias son obligados a trabajar entre personas del mundo que usan habla soez, que mienten, defraudan, hurtan y que hacen casi toda cosa indecente imaginable. No obstante, el cristiano tiene que aguantar esto sin ser contaminado por ello. (Juan 17:15-19; 1 Cor. 5:9–6:11) Los ultrajes raciales, los odios religiosos, los prejuicios nacionales, todos debe aguantarlos el cristiano. ¡Cuánto tiempo han sufrido los ministros de Jehová debido a agravio en forma de ley! ¡Cuánto tiempo han aguantado los odios de dictadores en Rusia, España, Portugal y otros lugares sobre la Tierra! ¡Cuánto tiempo han sufrido los padres cristianos y sus hijos la injuria de patriotas ondeadores de banderas que pasan por alto la ley de Dios que prohíbe la idolatría! ¡Cuánto tiempo han aguantado los cristianos los insultos, la rudeza y las puertas azotadas ante su cara mientras efectúan su ministerio de casa en casa! Han mostrado paciencia casi divina en su actividad de revisitas y estudios bíblicos de casa. ¡Aún se regocijan! Y su aguante no ha pasado inadvertido. Una publicación católica romana declaró recientemente que una característica por la que simpatizaba con los testigos de Jehová era su “anuencia a sufrir burla e injuria por sus creencias.” Los cristianos son un espectáculo ante los hombres y los ángeles. Como atletas ansiosos, no están contentos con sentarse en la banca, sino que se regocijan cuando se les da la oportunidad de probar su habilidad. Porque, ¿cuál atleta no sufre al prepararse y esforzarse por vencer o ganar el premio? El recibir la oportunidad de competir a menudo es considerado un honor y privilegios raros efectivamente, a pesar de lo que cueste. Así opinan los cristianos en cuanto a su búsqueda del premio de la vida eterna. Sus hermanos los animan y consideran felices a los que han aguantado. “Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo,” dijo el apóstol Pedro, “son felices, porque el espíritu de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes.” (1 Ped. 4:14, 16; 2:20) Descansando sobre ellos el espíritu de Jehová, aguantan el sufrimiento por mucho tiempo con gozo.
24. ¿De qué maneras es singular la gran paciencia del cristiano, y cuál es su galardón?
24 Por lo tanto, la gran paciencia del cristiano es verdaderamente singular. Promueve la paz y la unidad. Abre de par en par la puerta al arrepentimiento. Nutre a la obediencia y afirma más la fe. Jehová es glorificado por ello, su organización avanza y su pueblo es hecho feliz. Por medio de gran paciencia el cristiano se garantiza para sí y para otros el premio—el único premio por el que vale la pena sufrir—el premio de la vida eterna. ¿Qué mayor estímulo podría haber para que uno sea sufrido para con todos?