La apatía es peligrosa
¿CUAN a menudo han tocado en su puerta recientemente los testigos de Jehová? ¿Casi cada semana? ¿Quizás una vez al mes? Es posible que a veces usted haya estado demasiado ocupado para escuchar el mensaje de la Biblia que traían. Pero si alguna vez usted se ha detenido a escuchar lo que dicen, habrá observado que se adhieren estrechamente a la autoridad de la Biblia sobre toda cuestión. Habrá notado que no hablan como el clero, y que muchas cosas que le muestran de la Biblia son bastante diferentes de lo que enseñan las iglesias.
Pero ahora surge la pregunta: ¿Está usted haciendo algo en cuanto a ello? ¿O ha concluido que no tiene que hacer nada? ¿Ha decidido dejar que las cosas sigan tal como están, sobre la base de que toda religión es buena? Ciertamente usted tiene que saber que cuando una religión enseña que Jesucristo es Dios y que María es la Madre de Dios, y otra religión presenta prueba de la Biblia que muestra que Jesús no afirmó ser Dios y que María por lo tanto no es la Madre de Dios, las dos no pueden estar en lo correcto. Y si una está en lo incorrecto, ¿cómo puede alguna persona que busca la verdad apoyar de algún modo lo que Dios desaprueba? El amor a la verdad lo impulsará a usted a librarse de la adoración falsa y a participar activamente en la adoración verdadera ahora.
Por otra parte, quizás usted simplemente sea indiferente a las cuestiones religiosas que están en disputa en estos días. ¿Es posible que usted crea que mientras tenga una Biblia en su casa y la lea de vez en cuando todo está bien? ¿Es éste un punto de vista sólido y saludable? No lo es, cuando usted repasa estas palabras de Jesucristo: “A todo el que oye estos dichos míos y no los hace se le asemejará a un varón necio, que edificó su casa sobre la arena. Y descendió la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron contra esa casa y se hundió, y fue grande su desplome.” (Mat. 7:26, 27) La actitud de apatía puede resultar en desastre.
EJEMPLOS AMONESTADORES
El relato de la Biblia contiene ejemplos amonestadores para nosotros de personas que manifestaron apatía. Considere la posición que adoptaron las multitudes que deben haber visto las operaciones de la construcción del barco de Noé y oyeron el mensaje amonestador que dio ese fiel siervo de Dios. No iban a permitir que algún suceso insólito perturbara el derrotero normal de su vida. “Así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos.” (Mat. 24:38, 39) Estas fueron palabras de Jesús, y él agregó: “Así será la presencia del Hijo del hombre.”
¿Y qué hay de la actitud que adoptaron aquellos jóvenes que estaban comprometidos para casarse con las hijas de Lot? Dios le había advertido al suegro en perspectiva de ellos acerca de la venidera destrucción de Sodoma. El los apresuró con el mensaje urgente: “¡Levántense! ¡Sálganse de este lugar, porque Jehová está arruinando la ciudad [Sodoma]!” Ellos le oyeron, pero, ¿le prestaron atención? ¿Hicieron algo en cuanto a ello? No, porque el relato pasa a decir: “A los ojos de sus yernos parecía como hombre que bromeaba.” (Gén. 19:14) No se impresionaron por la urgencia del mensaje de Lot. ¿No le impresiona a usted tampoco la urgencia del mensaje que dan los testigos de Jehová? Usted ciertamente haría bien en examinar cómo responde a éste.
Como Lot, los testigos de Jehová de hoy están advirtiendo acerca de la proximidad del gran día de la cólera de Dios, instando a la gente a dar los pasos prácticos que los pondrán en relaciones pacíficas con Dios antes de que llegue ese terrible día. (Sof. 1:14-18; 2:2, 3) La apatía le costó la vida a los yernos de Lot, porque solo Lot y sus hijas escaparon. Ahora la apatía puede costarle la vida a usted.
¿Se puede usted imaginar lo que habrán pensado los individuos apáticos cuando comprendieron el grado cabal de la calamidad que les había sobrevenido? Al subir más y más las aguas del diluvio hacia los picos de las montañas más altas, ¿no recordarían los contemporáneos de Noé aquella puerta abierta del arca que Dios finalmente cerró? ¿Y qué hay de los yernos de Lot cuando abatió la tempestad de fuego literal sobre su ciudad natal? ¿No se dieron cuenta entonces, cuando ya era demasiado tarde, de que la advertencia de Lot había sido correcta después de todo? Entonces, ¿qué hay del mensaje que usted ha recibido vez tras vez de parte de los testigos de Jehová? Pronto será demasiado tarde para obrar en armonía con él.
RESPONSABILIDAD DE ACTUAR
Cuando la apatía y la complacencia impiden que uno se ponga enteramente en contra de lo que es incorrecto a la vista de Dios, le sobreviene a uno una grave responsabilidad. En un ejemplo bíblico el resultado fue desastroso. Este fue el caso de Elí, sacerdote del antiguo Israel en el lugar de adoración de Dios en Silo. Sus dos hijos sacerdotales eran “hombres que no servían para nada,” que mostraban gran falta de respeto a la adoración limpia de Jehová. (1 Sam. 2:12-17) Elí los reconvenía, pero no emprendía acción positiva, aunque sus hechos malos eran de conocimiento común y estaban trayendo vituperio al nombre de Jehová. Elí no se desasoció de la iniquidad de ellos.—1 Sam. 2:29.
Ahora Elí recibió un terrible mensaje de parte de Dios: “¡Mira! Vienen días en que ciertamente cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu antepasado, de modo que no llegue a haber anciano en tu casa. Y ésta es la señal para ti que les vendrá a tus dos hijos, Ofni y Finees: En un mismo día ambos morirán.” (1 Sam. 2:31, 34) En cumplimiento de esa palabra, Elí recibió la noticia sorprendente de la derrota de Israel en la batalla con los filisteos, la pérdida del arca del Dios verdadero y la muerte de ambos hijos suyos. La sacudida le hizo caer de espaldas y romperse la cerviz.—1 Sam. 4:17, 18.
¿Se ha enterado usted de la naturaleza blasfema de las enseñanzas y prácticas del clero? ¿Se ha enterado usted de que no están de acuerdo con la Palabra de Dios? Entonces, ¿qué ha hecho en cuanto a ello? ¿Cree usted que es correcto no decir o no hacer nada en cuanto a ese asunto por tal de mantener la paz? ¿Sigue usted postergando el día en que se haya de poner firmemente en contra de lo incorrecto, como Elí? Ese derrotero apático podría acarrearle el desagrado de Dios. Podría ponerlo a usted en peligro.
El escuchar a los testigos de Jehová simplemente porque usted disfruta de su evidente sinceridad o de su habilidad para usar las Escrituras no traerá la aprobación de Dios a menos que usted se esfuerce por hacer algo en cuanto a su propia relación con él. El no afanarse y aplicar en su vida las cosas aprendidas de los Testigos podría colocarlo a usted en la misma clase que aquellos israelitas infieles que oían las declaraciones formales del profeta de Dios, Ezequiel, pero que no se sentían impulsados a actuar. Jehová informó a su profeta: “¡Mira! tú eres para ellos como una canción de amores sensuales, como uno con bella voz y que toca bien un instrumento de cuerdas. Y ciertamente oirán tus palabras, pero no hay ninguno que las ponga por obra.”—Eze. 33:32.
SE NECESITA ACCIÓN INMEDIATA
¿Puede haber alguna duda acerca de lo que usted debería hacer? La necesidad urgente es amoldar su vida a los requisitos de Dios. Uno de éstos es el de reunirse regularmente con otros que tienen vivo aprecio de la verdad de la Biblia. (Heb. 10:24, 25) Las reuniones de los testigos de Jehová están disponibles para usted, y sin duda usted ha recibido muchas invitaciones afectuosas para asistir. Allí tendrá la oportunidad de participar en la consideración de grupo de las enseñanzas de la Biblia, una práctica que resulta en rápido progreso a la madurez cristiana.
‘Bueno, lo haré el mes que entra,’ es posible que usted esté diciendo, ‘o, tan pronto como enderece algunos problemas apremiantes.’ Pero, ¿qué podría ser más importante que su vida? Usted no puede darse el lujo de demorarse. Elí se demoró en actuar hasta que fue demasiado tarde. Los yernos de Lot pudieran haber hecho algo si hubieran tenido solo unas cuantas semanas o unos cuantos meses más para pensar en ello. Pero llegó la hora de Dios para la destrucción de Sodoma. Nada podría demorarla. Así, también, el cerrar la puerta del arca de Noé llegó a la hora decretada por Dios, y entonces nada pudo predominar para tenerla abierta.
Ahora es el tiempo para desechar la actitud de apatía, y actuar resueltamente para su propia seguridad. El titubear ahora podría ser fatal. Su mismísima vida está en la balanza. Rápidamente aproveche la oportunidad de alcanzar vida eterna en el nuevo orden bajo el reino de los cielos de Dios. ¡Actúe AHORA!