El Diablo es “el gobernante del mundo”
¿SE SORPRENDE usted por la declaración de que el Diablo es “el gobernante del mundo,” que es el gobernante de las naciones de la cristiandad así como de todas las otras naciones del mundo? Quizás usted sinceramente crea que el Creador del hombre ocupa esa posición. Es verdad que toda la humanidad tiene que rendirle cuentas a Dios, pero el Diablo es quien está usando a las naciones para que hagan su voluntad. Considere los hechos.
El fruto del espíritu santo del Creador es, según su Palabra escrita, “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” (Gál. 5:22, 23) ¿Es éste el fruto que han estado produciendo las naciones? Considere el registro sanguinario que han establecido simplemente desde 1914. . . más de 35 millones de personas fueron muertas en dos guerras mundiales, sin mencionar los muertos de muchas guerras más pequeñas. Considere la terrible brutalidad que el hombre le ha mostrado al hombre en lugares como los campos de concentración nazis y comunistas. Considere los asesinatos crueles y otros crímenes que se dan a conocer diariamente en los periódicos, y considere el derrumbe general de las buenas normas morales. ¿Es éste el fruto del espíritu de Dios, o en cambio es la clase de fruto que ha de esperarse de un mundo gobernado por el Diablo?
Por supuesto, hay personas que hasta rehúsan creer que existe el Diablo. Su actitud se pudiera comparar a la de ciertos funcionarios públicos norteamericanos que, en un tiempo, rehusaban creer en la existencia de la conocida Mafia o Cosa Nostra. Su incredulidad facilitaba las operaciones de ese sindicato del crimen. Lo mismo aplica a Satanás el Diablo. Una de sus armas más eficaces es inducir a la gente a creer que no existe. A pesar de la incredulidad de algunos hombres prominentes del mundo, la Palabra inspirada de Dios testifica que el Diablo sí existe y, de hecho, es el gobernante de este mundo. Jesucristo mismo habló del Diablo como “el gobernante del mundo,” según se registra en Juan 14:30, y dijo que este gobernante no tenía dominio sobre él. Esto en sí demuestra que “el gobernante del mundo” no podría ser el Padre de Jesús, el Creador del hombre. Considere también el relato bíblico acerca de la ocasión en que Satanás el Diablo le ofreció a Jesucristo todos los reinos del mundo a cambio de adoración. Él pudo hacer tal ofrecimiento porque era su gobernante.—Mat. 4:8, 9.
Concerniente a esta inicua criatura espíritu que se hizo el principal calumniador de Jehová Dios, la Biblia declara que “era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque él es mentiroso y el padre de la mentira.” (Juan 8:44) ¿No muestra el mundo los mismos rasgos? Asesinatos en las ciudades, matanzas violentas en los campos de batalla, mentiras en las mesas internacionales de paz, todo refleja sus rasgos.
PRESENTA FACHADA INOCENTE
El hecho de que el Diablo se ocultaría detrás de una fachada de respetabilidad tal como lo hacen los caudillos del sindicato del crimen de la Cosa Nostra habría de esperarse lógicamente. Ante la vista del público los jefes del hampa parecen ser respetables hombres de negocios, que administran negocios legítimos, pero bajo sus apariencias exteriores llevan a cabo sus hechos viles y actividades ilegales extensas que son perjudiciales para el público. El Diablo sigue de modo experto esta práctica de obrar detrás de una fachada respetable, porque es el amo del engaño.
¿De qué mejor manera podría engañar a la gente y hacer que sin saberlo le sirviera sino asumiendo una fachada religiosamente respetable que exteriormente pareciera buena y esclarecedora? Según este modelo de engaño, ha utilizado a religiones de la cristiandad que superficialmente parecen ser cristianas pero que están envueltas en muchas prácticas no bíblicas y se han hecho parte de su sistema de cosas mundial. Han hecho esto en contra del hecho de que Jesucristo dijo que los cristianos verdaderos se mantendrían separados del mundo, como él lo hizo.—Juan 17:16; Mat. 7:22, 23.
Religiones supuestamente cristianas han estado envueltas en inquisiciones diabólicas, despiadadas matanzas atroces y guerras salvajes. Por tales acciones ¿qué influencia se manifiesta... la de Jesucristo, que mandó a sus seguidores que se amaran los unos a los otros, o la del Diablo? ¿Qué hay de los caudillos religiosos que socavan la fe en la Palabra escrita de Jehová Dios diciendo que está llena de mitos? ¿Qué hay de los que llegan al grado de decir que Dios está muerto? ¿No es esto lo que habría de esperarse del “gobernante del mundo,” que es un constante calumniador del Creador del hombre?
El hecho de que el Diablo, como el amo del engaño, desviaría a la gente por medio de religiones que exteriormente afirman servir al Dios verdadero se predijo en la Biblia en 2 Corintios 11:13-15, que dice: “Porque tales hombres son falsos apóstoles, obreros engañosos, que se transforman en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz. No es, por lo tanto, gran cosa si sus ministros también siguen transformándose en ministros de justicia.”
CIEGA A LA HUMANIDAD
La Biblia muestra que el “gobernante del mundo,” al que también se llama “el dios de este sistema de cosas,” es el gran cegador de la mente de los hombres respecto del Rey del reino de Dios, Jesucristo. Ese reino es la única esperanza segura para la humanidad de que habrá gobernantes justos y paz permanente, pero el Diablo no quiere que la gente confíe en éste. (Isa. 9:6, 7; Dan. 2:44) La Palabra de Dios declara en 2 Corintios 4:4: “El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través a ellos.” ¿Quién más podría ser este dios excepto el Diablo?—Efe. 2:2; 2 Tes. 2:9, 10.
No razone que solo hay unos cuantos extraviados que están en el poder del Diablo. Como dios y gobernante del mundo su influencia afecta a la mayoría de la humanidad. La Biblia da testimonio de esto en 1 Juan 5:19 al decir que “el mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” Y Revelación 12:9 dice que él está “extraviando a toda la tierra habitada.” El que la influencia del Diablo abarca toda la Tierra es evidente por el modo de pensar general, las acciones y rasgos inmorales del mundo.
¿Es usted tan diferente de la mayoría de la humanidad que puede decir que ella está sirviendo al Diablo pero que usted está sirviendo al Dios verdadero? Hay un pueblo que es así de diferente, y todos saben que son diferentes y que no son parte del mundo. Son los testigos de Jehová. Rehúsan servir al dios de este sistema de cosas y quedar bajo su influencia. Van, como el apóstol Pablo, a la gente del mundo “para abrirles los ojos, para volverlos de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios.” (Hech. 26:18) Con gusto ayudan a la gente a librarse del engañador maestro para que sirvan al gran Dador de vida, Jehová Dios. El conducir estudios bíblicos de casa gratuitos es una de las maneras en que hacen esto. Cuando toquen a su puerta, invítelos a entrar y hágales preguntas acerca de los maravillosos propósitos de Dios para la humanidad.