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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1968
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1968
w68 1/12 págs. 718-724

Obteniendo consuelo de las Escrituras

“Me he acordado de tus decisiones judiciales desde tiempo indefinido, oh Jehová, y hallo consuelo para mí mismo.”—Sal. 119:52.

1, 2. (a) ¿Qué efectos puede tener la música? (b) ¿Cómo se ha enlazado bíblicamente la música con Jehová Dios?

EN EL antiguo Oriente Medio, el pastor solitario que cuidaba sus rebaños a campo raso a menudo llevaba algún instrumento musical, quizás un caramillo. Con éste rompía el silencio de la noche y se entretenía. Aunque se hallaba solo, podía obtener consuelo de la música. La música puede agitar las emociones, o producir un efecto calmante, con el resultado de una sensación de paz y contentamiento.

2 Apropiadamente, entonces, el salmista dijo en cuanto a las reglas justas de Jehová Dios: “Melodías han llegado a ser para mí tus disposiciones reglamentarias en la casa de mis residencias como forastero. En la noche me he acordado de tu nombre, oh Jehová, para guardar tu ley.” (Sal. 119:54, 55) A veces hermosas melodías fluían de un arpa en manos de un instrumentista hábil, quizás durante canciones de alabanza a Dios. “Clamen gozosamente, oh justos, a causa de Jehová,” exclamó el salmista, agregando: “De parte de los rectos la alabanza es propia. Den gracias a Jehová con el arpa; con un instrumento de diez cuerdas prodúzcanle melodía. Cántenle una canción nueva; esmérense en tocar las cuerdas junto con gozoso gritar. Porque la palabra de Jehová es recta, y toda su obra es en fidelidad.” (Sal. 33:1-4) David no olvidó la melodía ni la letra de tales composiciones musicales, pues dijo: “Ciertamente me acordaré de mi música de cuerda en la noche; con mi corazón de veras mostraré preocupación, y mi espíritu escudriñará cuidadosamente.”—Sal. 77:6.

3. ¿Qué efecto tiene la Biblia en los que se dirigen a ella por ayuda espiritual?

3 Tal como la música puede calmar a una persona y producir una sensación de contentamiento, así también la Palabra de Jehová Dios, la Biblia, tiene un efecto provechoso y consolador en los que se dirigen a ella por ayuda espiritual. No es raro que los humanos imperfectos que se enfrentan a pruebas sufran de abatimiento, desconsuelo o temor. No obstante, palabras escritas hace siglos bajo inspiración divina se escribieron para instrucción de los cristianos, para que aguantando y “por medio del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”—Rom. 15:4.

ABORDANDO EL ABATIMIENTO

4. ¿Carecen de antiguos paralelos bíblicos los sentimientos de abatimiento de parte de los cristianos en la actualidad? Pruebe su respuesta.

4 “Es un caso perdido. Parece que todo lo que hago me sale mal. ¡Soy un fracaso!” Palabras como éstas no son raras. Muchos expresan sentimientos como ésos. Aun cristianos fieles a veces son víctimas del abatimiento. Sin embargo, las Escrituras muestran que algunos de los siervos fieles de Jehová de tiempos antiguos también se sintieron así. Por ejemplo, cuando Esaú tomó hititas por esposas, “fueron fuente de amargura de espíritu a Isaac y Rebeca.” Y Rebeca, por la infelicidad que sintió, fue impulsada a decir: “He llegado a aborrecer esta vida mía a causa de las hijas de Het. Si alguna vez toma esposa Jacob de las hijas de Het como éstas de las hijas del país, ¿de qué me sirve la vida?” (Gén. 26:34, 35; 27:46) Durante su prueba severa, Job habló como un hombre que creía que Dios lo había abandonado. (Job 29:2-5) Nehemías, preocupado por la condición devastada de Jerusalén y sus muros, se mostró triste mientras estuvo delante del rey Artajerjes. (Neh. 2:1-3) Tan abatido y angustiado estuvo el apóstol Pedro por haber negado a Jesucristo que “lloró amargamente.” (Luc. 22:62) El apóstol Pablo dijo en cuanto a sus pruebas y sentimientos: “Se nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que no podamos movernos; nos hallamos perplejos, mas no absolutamente sin salida; se nos persigue, pero no se nos deja sin ayuda; se nos derriba, pero no se nos destruye.” (2 Cor. 4:8, 9) Evidentemente debido a que el abatimiento agobiaba a algunos cristianos en Tesalónica, Pablo exhortó a compañeros creyentes allí a que ‘hablaran confortadoramente a las almas abatidas.’ (1 Tes. 5:14) Así se ve que las sensaciones de abatimiento de parte de los cristianos en la actualidad no están sin paralelos antiguos. Pero, ¿qué se pudiera hacer para hacerle frente al abatimiento?

5. ¿Qué punto de vista sería bueno adoptar al abordar los problemas? Ilustre.

5 A veces el abatimiento se desarrolla debido a que una persona tiene varios problemas serios. La vida se hace triste porque parece que éstos se combinan y forman una situación tremenda y enredosa. Pero, en vez de considerarlos así, ¿por qué no abordarlos individualmente, hasta donde sea posible? El hacer esfuerzos adecuados por resolver uno a la vez ciertamente es mejor que enlazar estos problemas en la mente de uno y padecer frustración. Por ejemplo, es posible que el cónyuge de una cristiana se oponga a la religión de ella. Este es un problema y tal vez ella pueda enfrentarse con éxito a él aplicando consejo inspirado como el que se encuentra en 1 Pedro 3:1-6. Sin embargo, posiblemente los hijos también se hayan estado portando mal en la escuela. Este es otro problema. Quizás lo único que tenga que hacer es informárselo a su esposo, para que él emplee medidas correctivas. O, quizás sea preciso explicar a los niños los requisitos de Dios, como lo que se dice en Proverbios 6:16-19. Posiblemente se haya desarrollado un desacuerdo entre esta persona y otra cristiana. Este es un problema separado y los cristianos deben atender a tales asuntos de la manera que bosquejó Cristo. (Mat. 18:15-17) Así que, entonces, en vez de abatirse al considerar varios problemas realmente no relacionados como si formaran un dilema principal, encárguese de estos asuntos separada y eficazmente aplicando la Palabra de Dios en la vida.

6. ¿Qué relación tienen la actividad y el descanso con el abatimiento?

6 También es preciso descansar y dormir suficientemente. Quizás una persona no haga un horario apropiado de sus actividades. Quizás se acueste muy de noche por estar viendo televisión o participando en alguna forma de diversión, y descubra que los buenos efectos que había esperado lograr así se nulifican por el abatimiento que a menudo aflige a la persona que está fatigada. Para evitar o combatir el abatimiento, son importantes la actividad equilibrada y el descanso adecuado.

7. Si uno está abatido porque no tiene muchas posesiones materiales, ¿qué puntos bíblicos puede considerar provechosamente?

7 Algunos cristianos no tienen muchas posesiones materiales; no son ricos materialmente. Esto puede hacer surgir descontento o abatimiento. No obstante, piense en Jesucristo. Él dijo en una ocasión: “Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza.” (Luc. 9:58) A pesar de esto, ¿se sentía feliz Jesús? Por supuesto que sí, dado que efectuaba la voluntad de su Padre celestial. (Heb. 10:5-9; Sal. 40:6-8) El no necesitó muchas posesiones materiales para estar contento. Francamente declaró: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia, porque aun cuando uno tenga en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee.” Jesús probó esto con una ilustración que muestra que uno no se conserva vivo simplemente porque tiene “muchas cosas buenas almacenadas para muchos años.” La vida depende de ser rico para con Dios. (Luc. 12:13-21) Cristo aconsejó a sus discípulos que no se inquietaran acerca de cosas como alimento y ropa e indicó que Dios sabe que necesitan tales cosas y se encarga de que se les suministren a los que ‘buscan continuamente su reino.’—Luc. 12:22-31.

8. (a) ¿Qué ejemplos encontramos en Jesús y sus apóstoles en lo que toca a riquezas materiales? (b) ¿Por qué no es éste el tiempo para estar abatidos a causa de escasez o falta de cosas materiales?

8 Durante su existencia prehumana en el cielo, Cristo disfrutó de cosas espirituales de mucho mayor valor que cualquier cosa material. (Juan 1:1-3; Col. 1:15-17) No obstante, se despojó para venir a ser humano. (Fili. 2:5-8) Como hombre perfecto en la Tierra, Jesús prescindió de riquezas materiales y esplendor mundano y en él los cristianos verdaderos que quizás no sean acaudalados tienen un ejemplo superlativo de contentamiento piadoso. Pedro y otros apóstoles renunciaron a muchas cosas materiales para seguir a Jesús; Pedro mismo dijo en cierta ocasión: “¡Mira! Nosotros dejamos todas las cosas y te hemos estado siguiendo.” (Mar. 10:28) Pero, ¿no fueron ricamente remunerados? En un tiempo anduvieron con Jesucristo y lo oyeron hablar como hombre en la Tierra. Hoy disfrutan de bendiciones maravillosas con él en el cielo, habiendo sido resucitados a la vida espiritual en el cielo por su fidelidad hasta la muerte. (Rev. 2:10; 11:18; 1 Cor. 15:20-23, 50-52) Por supuesto, no todos los cristianos tienen una esperanza celestial. Pero los cristianos con perspectivas terrestres se dan cuenta de que hay bendiciones maravillosas esperando a los fieles aquí en la Tierra y que no falta mucho tiempo para que se realice el cumplimiento completo de estas palabras: “Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite llenos de médula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado.” (Isa. 25:6) Ahora mismo Jehová está suministrando abundante alimento espiritual para los que lo aman y suministrará aun más abundantemente cosas espirituales y materiales para los que disfrutan de su favor. De él, dijo verazmente el salmista: “Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente.” (Sal. 145:16) Este no es tiempo para sentir gran descontento o ceder completamente al abatimiento a causa de escasez o falta de cosas materiales. Es tiempo para obtener consuelo de las promesas bíblicas de magníficas cosas en el futuro y de servir a Jehová leal y gozosamente.

9. (a) ¿Qué deberían pedir en oración los cristianos abatidos? (b) ¿Qué dijeron Jesús, Pablo y Pedro acerca de la inquietud?

9 Los cristianos plagados de abatimiento por diversas razones harán bien en orar a Jehová pidiendo su espíritu santo y que les ayude a cultivar y manifestar gozo, un fruto del espíritu. (Luc. 11:13; Gál. 5:22, 23) Jesús aconsejó: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propio mal.” (Mat. 6:34) El apóstol Pablo recomendó la oración, no la preocupación, cuando escribió a los filipenses: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.” (Fili. 4:6, 7) De modo semejante, dijo Pedro: “Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo debido; a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.” (1 Ped. 5:6, 7) Sí, Jehová realmente se interesa por los que confían en él. Por supuesto, no es malo pensar en cuanto a un problema y dar pasos prácticos y adecuados para resolverlo, si es posible. Pero, después que hayamos hecho cuanto podamos acerca del asunto, la preocupación no logrará nada más y nunca puede reemplazar a la oración. Apropiadamente, David dijo: “Haz rodar sobre Jehová tu camino, y fíate de él, y él mismo obrará.”—Sal. 37:5.

AGUANTANDO EL DESCONSUELO

10. La muerte de un amado o amigo allegado ¿qué reacción causó en los casos de David, Abrahán y Jesús?

10 Cuando el rey David se enteró de la muerte de Absalón, se llenó de desconsuelo, cedió al llanto y exclamó: “¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Oh que yo pudiera haber muerto, yo mismo, en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!” (2 Sam. 18:33) Siglos antes, cuando Abrahán perdió a su esposa amada Sara en la muerte, se lamentó y lloró a causa de ella. (Gén. 23:2) Jesucristo también estuvo muy desconsolado cuando murió su amigo Lázaro, pues antes de ir a la tumba para levantarlo de la muerte “Jesús cedió a las lágrimas.” (Juan 11:35) Aunque hay varias razones para desconsuelo, la muerte de un pariente o amigo allegado ciertamente es una causa de gran pesar, a veces casi totalmente abrumador.

11. ¿Qué consuelo pueden obtener de las Escrituras los cristianos cuando muere un conocido apreciado?

11 Cuando la muerte reclama a un conocido apreciado, es natural sentir tristeza. Sin embargo, como el apóstol Pablo, los cristianos comprenden y tienen confianza en el hecho de que habrá una “resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) Por consiguiente, no ‘se apesadumbran como lo hacen también los demás que no tienen esperanza.’ (1 Tes. 4:13) Aunque Jehová Dios determina quiénes llenan los requisitos para una resurrección, hay miles de millones de muertos humanos que serán levantados, y la certeza bíblica de eso consuela. Especialmente es posible obtener confortación de la Biblia cuando el amado que ha muerto ha sido un cristiano fiel. Si ese individuo tenía la esperanza de una resurrección terrestre, por ejemplo, relativamente pronto, durante el reinado de mil años de Cristo, será despertado del sueño de la muerte aquí mismo en la Tierra. (Rev. 20:11-13) Uno por lo general no siente tristeza prolongada cuando un amigo querido sale a un viaje largo, porque espera verlo de nuevo al regresar. El ver desde un punto de vista semejante a éste la muerte de uno de esos cristianos fieles a quien uno haya conocido puede ayudar a disminuir el desconsuelo.

12. (a) ¿Cuándo aplican las palabras de Eclesiastés 7:1? (b) ¿En qué hará bien el cristiano afligido en concentrar sus pensamientos, y de qué pueden obtener confortación los huérfanos de padre y las viudas?

12 Salomón declaró en cierta ocasión: “Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace.” (Ecl. 7:1) Eso aplica si una persona al morir tiene ante Dios un buen nombre edificado debido a obras piadosas, porque entonces habrá de recibir una resurrección. A menudo el desconsuelo que resulta de la muerte de un cristiano amado aumenta al meditar uno en experiencias que compartió con el difunto. Pero, ¡cuánto mejor será el dar mayor consideración a las perspectivas maravillosas del futuro, como las asegura la Palabra de Dios! En oración, el cristiano afligido debe buscar ayuda de Jehová, “el Dios de todo consuelo.” (2 Cor. 1:3) Debe esforzarse por concentrar sus pensamientos en las maravillosas promesas que Jehová ha hecho en las Escrituras, obteniendo consuelo de ellas. También hay confortación en la certeza bíblica de que Jehová tratará tiernamente a los huérfanos de padre y a las viudas que lo aman. En una canción inspirada exclamó David: “Canten ustedes a Dios, celebren con melodía su nombre; levanten una canción a Aquel que cabalga por las llanuras del desierto como Jah, que es su nombre; y estén jubilosos delante de él; padre de huérfanos de padre y juez de viudas es Dios en su santa morada. Dios está haciendo morar en casa a los solitarios; está sacando a los prisioneros a la plena prosperidad.”—Sal. 68:4-6.

ENFRENTANDOSE AL TEMOR

13. ¿Qué efecto puede tener el temor en una persona?

13 Hoy la humanidad se enfrenta a muchos peligros, y el temor ronda la Tierra. Esta emoción sumamente perjudicial quizás hasta la sientan a veces a cierto grado personas dedicadas a Dios. Concerniente al temor se ha dicho: “En muchas personas la influencia del temor es mucho más seria en su efecto que la peor forma de cualquier enfermedad terrible. En las enfermedades epidémicas el terror que inspiran a menudo es tan fatal como la infección... paraliza el sistema, y le roba al cuerpo la elasticidad natural de su fibra nerviosa, y a la mente la animación que da la esperanza, haciendo víctimas de aquellos que, por la edad y la fuerza, tenían la mejor probabilidad de escapar. El temor es un veneno mental, y el más potente de todos los adversarios de la salud y la medicina; a menudo está fatalmente activo en los desenvolvimientos mórbidos que resultan en varias formas de locura; y tal como la fe ha curado más enfermedades que aquellas para las cuales los médicos han dado recetas, así el temor es más destructor que la peor enfermedad física.”—The Encyclopedia Americana, edición de 1956, tomo XI, página 74.

14. ¿De qué pueden obtener consuelo las personas que tienen fe en Jehová a pesar de las condiciones que producen temor por toda la Tierra?

14 Obviamente, hay buena razón para evitar o para vencer tal temor. Las personas que tienen fe en Jehová pueden enfrentarse al futuro sin aprensión, porque a pesar de las condiciones que empeoran y que producen temor por toda la Tierra, pueden obtener consuelo de las palabras de Jesucristo. Después de revelar que estos “últimos días” serían marcados por acontecimientos horrendos, dijo: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:25-28) También, Pedro dio exhortación inspirada de evitar los temores mundanos, diciendo: “No teman lo que para ellos es objeto de temor, ni vayan a agitarse.”—1 Ped. 3:14.

15. En vez de permitir que la mente esté siempre puesta en asuntos que causan temor, ¿qué debe hacer uno?

15 Si una persona permite que su mente esté siempre puesta en los asuntos que causan temor, no es probable que logre progresar mucho en vencer esta emoción. Por eso, deben hacerse esfuerzos por reemplazar tales pensamientos con los que producen otros sentimientos. El llenar la mente con cosas espiritualmente sanas siempre es sabio y provechoso. Escribió el apóstol Pablo: “Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.”—Fili. 4:8.

16. (a) ¿Qué temor recomienda la Biblia? (b) ¿Cómo sacan provecho de ello los que tienen este temor?

16 Sin embargo, hay un temor que las Escrituras recomiendan. No es un temor mórbido, sino el temor apropiado y provechoso de desagradar a Jehová Dios. Por eso, se nos dice en las palabras finales del libro de Eclesiastés: “La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque esto es el deber todo del hombre. Porque el Dios verdadero mismo traerá toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala.” (Ecl. 12:13, 14) Jehová siempre ha apoyado a los que le temen apropiadamente. El patriarca Abrahán fue uno de esos hombres, y sobre él Génesis 15:1 dice: “Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abrán en una visión, diciendo: ‘No temas, Abrán. Soy para ti un escudo. Tu galardón será muy grande.’” David dijo: “Aunque ande en el valle de sombra profunda, no temo nada malo, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado son las cosas que me consuelan.” (Sal. 23:4) Los que temen a Jehová podrán aguantar aunque los rodeen sucesos horrendos y pueden compartir los sentimientos del Salmo 46:1-3: “Dios es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias. Es por eso que no temeremos, aunque la tierra sufra cambio y aunque las montañas caigan tambaleantes en el corazón del vasto mar; aunque sus aguas se pongan bulliciosas, espumen en exceso, aunque se mezan las montañas a causa de su bramido.”

17. ¿Por qué no temer al hombre ni a los demonios?

17 Algunas personas temen al hombre, pero Jesús dijo: “No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.” (Mat. 10:28) A lo más, el hombre solo puede quitarnos la vida presente. Sin embargo, Dios puede destruir a la persona en el Gehena, del cual no hay resurrección y por lo tanto no hay vida futura como alma humana. Ni siquiera los demonios pueden obstruir la resurrección de una persona. Por eso, los cristianos no deben temerles. Además, estas inicuas criaturas espíritus no pueden dominar al siervo de Dios mientras éste se aproveche plenamente de las provisiones espirituales de Jehová estudiando la Biblia y las publicaciones cristianas, asistiendo a las reuniones cristianas, orando a Dios y participando fielmente en el ministerio cristiano. El individuo que hace estas cosas está equipado con el conjunto protector de la armadura espiritual de Dios. (Efe. 6:11-18) No obstante, si un cristiano fuese acosado por temores, que ore a Jehová por ayuda, como lo hizo David, quien dijo: “Inquirí de Jehová, y él me contestó, y de todos mis sustos él me libró.”—Sal. 34:4.

18. Si uno tiene abatimiento, desconsuelo o temor, ¿qué actividad pudiera ayudarle?

18 Si a veces usted siente abatimiento, desconsuelo o temor hasta cierto grado, es posible que entonces le sea sumamente provechoso aumentar sus esfuerzos por ayudar a otros, como por medio de actividad ministerial ensanchada. Probablemente esto aparte la mente suya de los asuntos que causan gran preocupación personal. Jehová nos consuela para que “nosotros podamos consolar a los que están en cualquier clase de tribulación por medio del consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.” (2 Cor. 1:4) En sí el ayudar a otros es un trabajo remunerador.—Hech. 20:35.

19. (a) ¿Qué factor significativo sin duda ha ayudado a sostener a los siervos de Dios en medio de las circunstancias más penosas? (b) ¿Qué habrá de remover con seguridad las emociones sumamente perjudiciales para los miembros del cuerpo espiritual de Cristo y para la “grande muchedumbre”?

19 Recuerde, también, que las pruebas y tribulaciones actuales durarán poco, especialmente puesto que ahora nos encontramos en los mismísimos portales del prometido nuevo orden de Jehová. (2 Cor. 4:16-18; 2 Ped. 3:11-13) Un factor significativo que sin duda ha ayudado a sostener a los siervos de Dios en medio de las circunstancias más penosas, como cuando han tenido que sufrir persecución brutal o encarcelación, es el tener presente la maravillosa esperanza que está delante. Pablo exhortó: “Regocíjense en la esperanza que está delante.” (Rom. 12:12) “Por el gozo que fue puesto delante de él [Cristo] aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza.” El seguir su ejemplo hará posible que los cristianos eviten cansarse y desfallecer en sus almas. (Heb. 12:2, 3) Jehová ayuda a los fieles en tiempo de angustia o penalidad, como muestra el Salmo 37:39, 40 al decir: “La salvación de los justos proviene de Jehová; él es su plaza fuerte en el tiempo de angustia. Y Jehová los ayudará y les proveerá escape. Les proveerá escape de los inicuos y los salvará, porque se han refugiado en él.” Los del cuerpo espiritual de Cristo que han muerto en fidelidad han recibido una resurrección a la vida celestial y mediante esto ya se han eliminado de ellos las emociones humanas imperfectas que tuvieron en otro tiempo y que posiblemente los angustiaron. Para la “grande muchedumbre” de cristianos fieles con esperanzas terrestres ahora hay la perspectiva de perfección humana a su tiempo, la cual ciertamente no estará acompañada de emociones sumamente perjudiciales.—Rev. 7:9, 10.

20. ¿Cómo puede usted hallar consuelo para usted mismo?

20 Acuérdese siempre de las decisiones judiciales de Jehová y halle consuelo para usted mismo. (Sal. 119:52) Obtenga confortación y ayuda de las Escrituras. Que le levanten el ánimo, como la música hermosa y calmante. Asegúrese de estar regularmente entre aquellos que por toda la Tierra mantienen felicidad cantando alabanzas a Jehová. “Alaben a Jah, porque es bueno celebrar con melodía a nuestro Dios; porque es agradable... la alabanza es propia.”—Sal. 147:1.

“Espera en Jehová y guarda su camino, y él te ensalzará para tomar posesión de la tierra. Cuando los inicuos sean cortados, tú lo verás. . . . La salvación de los justos proviene de Jehová; él es su plaza fuerte en el tiempo de angustia. Y Jehová los ayudará y les proveerá escape. Les proveerá escape de los inicuos y los salvará, porque se han refugiado en él.”—Sal. 37:34, 39, 40.

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