‘Porque tú lo dices bajaremos las redes’
ASI lo expresó el apóstol Pedro cuando Cristo Jesús dirigió a sus discípulos a tratar de pescar en aguas más profundas. Habían pescado toda la noche sin tener éxito, pero el Pescador Magistral estaba hablando, y les señalaba una nueva pesquera, una que todavía no habían probado. Había seguridad firme en su voz, convicción de que tendrían éxito. Y lograron éxito, sí, tal que sobrepujó por mucho sus esperanzas.—Luc. 5:4-6.
Así, también, ha sucedido en tiempos modernos. Hoy los seguidores de Jesús se han mostrado dispuestos a ser guiados por las instrucciones recibidas por medio de la congregación cristiana de Aquel que los invitó a hacerse “pescadores de hombres.” (Mat. 4:19) Muchos se han mudado a nuevas pesqueras. Porque él lo ha dicho han ‘bajado las redes’ en nuevas zonas. Pero, ¿han obtenido los mismos resultados asombrosos? ¿Y hay todavía oportunidades semejantes para otros que respondan de buena gana a la orden del Pescador Principal?
Considere los hechos y determine usted mismo las respuestas a esas preguntas. Mientras Jehová Dios mantenga abierta la oportunidad de participar en esta inmensa actividad de “pesca,” esta obra de ‘pescar vivos a hombres’ y traerlos a una condición de seguridad en la organización de Dios, todavía hay tiempo para que muchos se sometan a la dirección de Su espíritu y, donde sea posible, se muden a un nuevo territorio de “pesca.”
¿PUDIERA CHILE LLEGAR A SER SU CASA?
“¿Le gustaría estar en un grupito aquí en Chile, comenzando como misionero?” escribe un testigo de Jehová. “Desempacamos nuestras maletas, tendemos la cama, y luego salimos a luchar con un idioma que todavía es bastante nuevo para nosotros. Eso es lo que hicimos hace casi diecinueve años. Con la ayuda del espíritu de Jehová, seguimos, y ahora esto es lo que nos parece nuestro ‘hogar.’
“Lo que verdaderamente presenta un desafío tocante a la obra de pesca espiritual aquí es el tener más oportunidades de conducir estudios bíblicos en los hogares de la gente de los que realmente pueda uno atender. Y luego el ver a muchas personas progresar desde superstición crasa hasta fe firme en la Palabra de Dios produce una sensación indescriptible de satisfacción. Sí, usted disfrutaría de hallarse entre estas personas amigables que siempre nos dan las gracias cuando estudiamos la Biblia con ellas o simplemente cuando les hacemos una breve visita. ¡Verdaderamente éste es nuestro HOGAR!”
Y a continuación se presenta un informe desde el extremo más al sur de Chile: “En 1956 fue asignado a trabajar en Punta Arenas el primer grupo de misioneros, y tuve el privilegio de ser uno de ellos. En ese tiempo no había ninguna congregación, y las extremadas condiciones del tiempo producían muchos obstáculos. Pero, ¡qué felices estamos de que nos aplicamos y permanecimos! Pues ahora hay más de ochenta Testigos en esta congregación... esto además de los otros a quienes por razones económicas se les hizo necesario mudarse a otras partes de Chile.
“Un negociante con quien estudiamos la Biblia arrostró la censura de amigos y parientes, todos católicos, y perseveró en adquirir conocimiento exacto. Su padre trajo a un juez del tribunal superior, un amigo de la familia, a visitarlo y tratar de disuadirlo. Pero esta persona recién interesada pudo mostrarle al juez la base de su nueva fe en la Biblia. El juez tuvo que reconocer que el nombre de Dios es Jehová.”
Pero toda la situación de Chile lo señala como una de las pesqueras selectas de nuestro tiempo. Desde la llegada del primer misionero entrenado en Galaad allá en 1945, cuando solo había 59 Testigos en todo el país, el aumento ha sido conmovedor. El número de publicadores del Reino ha llegado a 5.223. Pero eso todavía significa que cada publicador del país tiene que atender a una población de unos 1.700. Si usted es testigo de Jehová, ¿puede participar con ellos y aligerar su tarea?
PERSPECTIVAS DE PESCA EN EL PERÚ
Fue con sentimientos tanto negativos como positivos que los primeros misioneros llegaron al Perú en 1946. El entrenamiento en la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower los había hecho conscientes del problema del idioma, pero ahora tendrían que aplicar directamente lo poco del idioma que habían aprendido. Sin embargo, sin importar lo grande que pareciera el problema sabían que tenían que confiar en que el espíritu de Jehová les ayudara a desempeñar su cometido. En ese entonces había muy pocos Testigos locales.
¿Y cuáles han sido los resultados en ‘hombres pescados vivos’ desde aquel tiempo? En 1956 había 524 publicadores del Reino en 13 congregaciones. En 1966 hubo 2.530 publicadores en 63 congregaciones, y en este año, 1968, ya se ha informado un máximo de 3.100. Pero en un país de más de 12.000.000 de habitantes todavía hay maravillosas oportunidades de pesca.
Escuche este emocionantísimo relato de un misionero acerca de su estudio bíblico conducido con un constructor de barcos del río Amazonas: “Cuando llegaba para el estudio el Sr. R... hacía cesar todo el trabajo de los barcos y llamaba a los trabajadores a una porción del taller al aire libre donde había sombra y todos se sentaban para el estudio. Semana tras semana embebía las aguas de verdad de la Biblia acerca de las promesas de un nuevo orden. Pronto estuvo deseoso de hablar a otros acerca de ello... primero a sus propios parientes. Me preguntó si quería acompañarlo por el Amazonas para visitarlos. Salimos a las 4:00 a.m. de una mañana oscura, bien equipados con Biblias y literatura. El desayuno se preparó en un brasero mientras nos dábamos prisa para llegar a nuestro destino. Llegamos alrededor de las 6:00 p.m.
“Parecía que todos los mosquitos del país habían llegado al mismo tiempo, pues las 7:00 p.m. es la hora regular en que se alimentan estos insectos. Recogimos nuestro equipo y emprendimos la marcha a través de la selva por una vereda pequeña, bien definida. Hacía calor, un calor pegajoso, pero los ruidos de la selva eran fascinantes. Finalmente llegamos a un pequeño claro de la selva donde vimos nuestra ‘casa’ construida en lo alto de soportes. Ya era tarde, de modo que colocamos el mosquitero y nos acostamos.
“Después de unos días de trabajar ‘de choza en choza’ hicimos arreglos para celebrar una reunión pública una noche. Unas cincuenta personas vinieron de la selva circunvecina. Nuestra linterna también atrajo a millares de insectos y mosquitos. Con una chaquetilla cerrada hasta el cuello y un sombrero puesto de modo que me cubría las orejas, dirigí la palabra a un auditorio sumamente atento. Todos querían literatura.”
Por supuesto, el Perú también tiene sus elevadas zonas montañosas donde el aire es ralo y las noches son bastante frías como para que uno se ponga cobijas. Pero por todas partes del país uno encuentra oídos que oyen y mentes que inquieren. Hay muchos lugares que necesitan ayuda. Algunas ciudades grandes todavía no tienen un solo Testigo, y nunca han sido tocadas. Santiago de Chuco es una de éstas. Se halla al norte del Perú, donde ahora el gobierno está construyendo una carretera hacia el interior. Esta hará accesibles inmensos campos nuevos, no solo a personas de habla española, sino también a muchas tribus indias que apenas están teniendo contacto ahora con la sociedad moderna. Y poblaciones como Chachapoyas, Moyobamba, Boca Grande y Boca Chica todas están abiertas a los que puedan venir y servir donde tanta falta hace su ayuda.
VENEZUELA TAMBIÉN INVITA
Aquí está un país que tiene 10 millones de habitantes. Coloque a su lado la cifra de 5.314 Testigos, y podrá ver que hay necesidad de más pescadores de hombres, porque son muchos los residentes ansiosos y amigables. Lo ansiosos que están de oír las buenas nuevas se puede deducir de las siguientes experiencias.
Un misionero viajó por muchas de las ciudades y poblaciones del país exhibiendo las películas de la Sociedad Watch Tower. En un lugar un señor interesado se puso a pintar una pared de su casa de color blanco para que sirviera de pantalla. En un poblado montañoso cerca de Carúpano un tendero amigable suministró electricidad de su planta de luz... el único lugar donde podía conseguirse por kilómetros. También ofreció el uso gratis de la arena donde celebraba peleas de gallos, y hasta lanzó cohetes para informarle a la gente de las colinas el acontecimiento. Ochenta y cinco personas respondieron, muchas de ellas montando burros.
Hay misioneros graduados de la Escuela de Galaad que han pasado muchos años en la obra de ‘pescar hombres’ en Venezuela, algunos de ellos por más de diez años. ¿Cómo se expresan sobre su registro de perseverancia? “Como misioneros,” dijo uno, “estamos en una posición bendita, pues estamos libres de las preocupaciones generales que acosan a la gente del mundo, libres de tener que emplear la mayor parte de nuestras horas hábiles en trabajo seglar como tendríamos que hacer si no fuéramos misioneros. Al regresar a casa cada noche después de un día completo de servicio uno siente satisfacción, pues sabe que verdaderamente ha hecho la voluntad de Jehová.”
Dijo otro: “El haber podido dedicar muchos años al servicio misional aquí en Venezuela ha enriquecido mucho mi vida. La actividad constante en el ministerio me ha servido de salvaguarda contra los peligros de un mundo que vive de manera tan contraria a los principios bíblicos. También me ha ayudado a mantener una visión clara del magnífico propósito de Jehová.”
Y un Testigo con catorce años de servicio misional escribe: “Me alegro de haber estado en esta magnífica obra todos estos años, porque me ha proporcionado la oportunidad de observar la misericordia y protección de Dios y sus maravillosas maneras de guiar los pasos de sus siervos anuentes. Ahora estoy convencido más que nunca antes de que mi decisión de ser misionero fue la única decisión correcta que tomar y la tomaría de nuevo.”
Otro Testigo con dieciséis años de actividad misional se expresa así: “En este servicio mis pensamientos no están divididos, sino que constantemente están en la Palabra de Jehová. Esto me ayuda a evitar malas asociaciones que ciertamente habrían presentado un peligro en cualquier otra ocupación. Y cuando uno se cansa físicamente en este trabajo tiene la satisfacción de saber que se ha gastado en una obra que vale la pena, el servicio de Jehová.”
Todos estos “pescadores” perseverantes le dirían a usted, si tuviesen la oportunidad: “Sí, necesitamos urgentemente más manos dispuestas para atender las redes.” Sin duda todavía hay muchos ‘peces excelentes’ en aguas venezolanas.
SIGUIENDO EL EJEMPLO APOSTÓLICO
El apóstol Pedro y sus compañeros pescadores se sometieron a la orden del Maestro, Cristo Jesús. Entonces el determinar cuándo y dónde habían de efectuarse sus próximas actividades de pesca quedaba con Aquel a quien Jehová usó para crear tanto a los peces como a los hombres, Aquel que podría conducirlos en el camino del éxito y de la paz. Hoy, nosotros también podemos someternos para servicio bajo el Pescador Magistral, que puede dirigirnos infaliblemente a abundantes y satisfactorias redadas de hombres. Por medio de la congregación cristiana él suministra el equipo, el entrenamiento y la cooperación, para que los testigos de Jehová individualmente lleguen a ser más peritos en manejar las “redes.”
Una vez que hayamos aprovechado toda esta ayuda y estímulo, ¿qué vamos a hacer? ¿Estar satisfechos con usar nuestras habilidades de “pesca” de manera limitada? ¿O estamos dispuestos a extendernos con la inmensa organización de “pesca” y llegar a regiones nuevas y no tocadas del mar de la humanidad? Chile, el Perú y Venezuela son algunos de los lugares donde los “pescadores de hombres” que han estado trabajando con ahínco en su vocación han localizado inmensos bancos de “peces” y han hecho señas para que vengan a ayudarlos. ¿Puede usted responder?
Si puede hacerlo, eso significa organizar sus asuntos teniendo en mira esa meta. Significa prescindir de muchas de las cosas no esenciales y hacer planes que puedan llevarse a cabo. Por ejemplo, usted podría escribir y pedir información a Office of the President, Watch Tower Bible and Tract Society, 124 Columbia Heights, Brooklyn, N.Y. 11201, en cuanto a los requisitos para los que quisieran servir en un país extranjero. También, usted podría escribir a la oficina sucursal en el país donde usted cree que pudiera servir y pedir información en cuanto a las posibilidades de entrar en ese país, dando detalles como su edad, salud, conocimiento del idioma que se habla allí, etc.
Sin falta, cuente primero el costo. Solteros y solteras, matrimonios y hasta familias se han mudado y han servido donde hacían más falta en conexión con la proclamación de las “buenas nuevas.” Pero cada caso tiene sus propios rasgos singulares. Presente su caso a Jehová en oración. Pídale Su dirección en el asunto. Y recuerde que el Hijo glorificado de Dios, Cristo Jesús, ahora dirige el entero esfuerzo global de “pesca,” asegurando así buen éxito para los que se dejan guiar por él tocante a cuándo y dónde efectuar sus actividades de “pesca.” ¿Puede usted decir como Pedro: ‘Porque tú lo dices, Maestro, bajaremos las redes’?