Uso prudente de tratados bíblicos
◆ En los Estados Unidos el uso prudente de los tratados bíblicos le resultó provechoso a una señora. Una de sus compañeras de trabajo en Maryland era testigo de Jehová. Cierto día le hizo preguntas a la Testigo acerca de las diversas religiones. ¿Podrían tener razón todas? Por hallarse con tiempo limitado en el lugar donde estaba empleada, la Testigo le dio los tratados bíblicos ¿Cuál es la religión correcta? y ¿Qué creen los testigos de Jehová?, animándola a que los leyera. Después de leerlos, deseó más información; y se inició un estudio bíblico de casa. Cuatro meses después de recibir los tratados bíblicos, esta señora estaba asistiendo a las reuniones en el Salón del Reino y participando en el ministerio del Reino.