Contestando el desafío a la adoración verdadera

¿Qué elementos nacionalistas en particular desafían la adoración verdadera de los siervos de Jehová, y qué respuesta dan estos siervos de Dios?

En particular las fuerzas nacionalistas totalitarias desafían la adoración verdadera del pueblo de Jehová, por ejemplo las que están detrás de la Cortina de Hierro y la Cortina de Bambú. La respuesta que el pueblo de Jehová da a este desafío es la misma de los apóstoles: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” Le dan a Jehová lo que le corresponde, a saber, su devoción exclusiva y obediencia suprema.—Hech. 5:29.a

¿Cómo obraron el rey Ezequías y su pueblo ante las amenazas asirias, y qué significado encierra esto para los tiempos modernos?

Como táctica para ganar tiempo el rey Ezequías al principio pagó algún tributo. (2 Rey. 18:13-16) De manera semejante hoy el pueblo de Jehová, cuando bajo amenaza por fuerzas nacionalistas, avanza cautelosamente para preservar el derecho que Dios le ha dado de ejercer la adoración verdadera. Bajo tales condiciones efectúa su testificación pública de maneras inconspicuas y vuelve a visitar a personas interesadas y conduce estudios bíblicos con ellas.—Mat. 10:16.

Para frustrar al invasor enemigo, el rey Ezequías y su pueblo cegaron las fuentes de fuera de Jerusalén y edificaron un túnel que introdujo agua bajo tierra a Jerusalén. (2 Cró. 32:1-4; 2 Rey. 20:20) Igualmente el “esclavo fiel y discreto” ha protegido la corriente de aguas espirituales de la verdad. Por medio de actividad de publicar en todo el mundo, ya sea abierta o clandestinamente, ha hecho disponible esta provisión espiritual al pueblo de Dios a pesar de enconada oposición.

Además, el rey Ezequías entró en el templo para orar y consultó al profeta Isaías. (2 Rey. 19:1, 2) De modo semejante hoy, el pueblo de Dios obtiene fortaleza y consuelo en tiempos de tensión al asociarse con compañeros de adoración en el templo espiritual de Jehová. (Heb. 10:23-25) Ellos también inquieren del “esclavo fiel y discreto” cuál es la manera correcta de proceder.—Mat. 24:45-47.

¿Qué derrota triple sufrió el rey Senaquerib, y qué representó esto?

Fiel a la promesa de Dios, el ejército asirio no invadió a Jerusalén, ni disparó allí una sola flecha, ni se presentó contra ella con escudo ni alzó contra ella cerco de sitiar. (2 Rey. 19:32-34) El no haber hecho ninguna de estas cosas representa bien el que las fuerzas totalitarias no han podido entrar a la fuerza y contaminar la adoración verdadera de Jehová Dios. El pueblo de Jehová ha demostrado fe invencible, permaneciendo inexpugnable contra el enemigo.—Isa. 54:17.

Y es evidente que Senaquerib y su ejército no solo no lograron llegar más cerca de Jerusalén que Libna, sino que Jehová por su ángel en una solo noche mató a 185.000 soldados asirios, acabando con la flor y nata del poderío armado de Senaquerib. (2 Rey. 19:35) Esto prefigura que Jesucristo y sus huestes celestiales librarán a todos los que participan en la adoración verdadera destruyendo a sus opositores nacionalistas en la batalla del Armagedón.—Rev. 16:14, 16.

Se pudiera decir que el rey Senaquerib sufrió una tercera derrota porque fue muerto violentamente por dos de sus hijos mientras adoraba a su dios Nisroc. (2 Rey. 19:37) Satanás, “el padre de la mentira,” igualmente descubrirá que su religión de hechura propia no es protección alguna. Cristo lo arrojará en el abismo.—Juan 8:44; Rev. 20:2, 3.

¿De qué grandioso privilegio habrán de disfrutar ahora los adoradores de Jehová, y en qué deben fijar su corazón?

Del privilegio de hablar a otros acerca de los triunfos de Jehová en tiempos pasados y de los que todavía acontecerán a favor de la “grande muchedumbre.” Estos pueden esperar sobrevivir al Armagedón para disfrutar de vida sin fin en la Tierra. Todos los que quieran conseguir vida eterna ya sea como parte de los “nuevos cielos” o de la “nueva tierra” deben fijar su corazón en la adoración verdadera de Jehová, el único Dios verdadero. Tienen que santificar el nombre de él en su corazón y vida y participar en su vindicación. Hacen esto por medio de dar a conocer el nombre y reino de Jehová de toda manera posible y en toda oportunidad.—2 Ped. 3:13; Sal. 48:12-14.

[Nota]