Preguntas de los lectores
● Vi un periódico que llevaba una fotografía que mostraba pastores y rebaños en un campo fuera de Belén al tiempo de la Navidad. Yo creía que hacía demasiado frío allí para que los pastores estuvieran en los campos con sus ovejas alrededor del 25 de diciembre, la fecha tradicional del nacimiento de Cristo. ¿Es cierto esto?—J. B., EE. UU.
Varios periódicos estadounidenses publicaron esta fotografía. Los comentarios que se publicaron al pie de la fotografía del Chronicle-Tribune de Marion, Indiana, el 26 de diciembre de 1968 fueron típicos de los otros, y decían: “Soldados israelíes exploran buscando posibles minas de terroristas en un campo fuera de Belén en la víspera de la Navidad mientras pastores vigilan sus rebaños en el fondo. (Telefoto de la PA por radio desde Tel Aviv)”
Aunque el título dice que la fotografía representa “la víspera de la Navidad,” es obvio que la fotografía se tomó cuando el Sol estaba alto en el cielo ese día, pues las figuras lejanas están bien iluminadas y visibles, y las sombras son muy cortas.
¿Qué dice la Biblia acerca de los pastores cerca de Belén al tiempo del nacimiento de Jesús? En Lucas 2:8 leemos: “También había pastores en ese mismo país que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños.” Note, los pastores realmente estaban viviendo a campo raso, no simplemente dando una vuelta durante el día. Además, tenían sus rebaños en el campo de noche. ¿Encajaría eso con la fecha tradicional de diciembre, o a principios de enero como creen las iglesias ortodoxas y cóptica? ¡No! La estación fría y lluviosa cerca del fin de diciembre no encajaría con el comentario de la Biblia acerca del tiempo del nacimiento de Jesús.
Durante enero de 1969 el superintendente de la congregación de testigos de Jehová de la zona de Belén visitó y entrevistó a los pastores que apacientan sus rebaños en el tradicional “Campo de los Pastores.” A continuación citamos del informe de esa entrevista:
“Cerca del campo hay una cueva grande que se usa como refugio invernal para las ovejas, las cabras y los pastores. Hasta fines de noviembre los rebaños de ovejas duermen en los campos. Durante estos meses las familias de los pastores se unen a ellos, instalando sus tiendas de pelo de cabra negra cerca de allí. Durante octubre y noviembre las cabras pacen con las ovejas durante el día, pero necesitan protección en la noche y por eso las reúnen en la cueva.
“Al descender más la temperatura a fines de noviembre, las ovejas también son metidas al ponerse el Sol. Los pastores mismos entran con las ovejas y las cabras para atenderlas día y noche. El alimento se hace escaso en los campos, por lo cual los rebaños se alimentan de heno y paja almacenados. Durante días severos todos se quedan bajo abrigo durante las 24 horas del día, pero en los días de Sol las ovejas son llevadas a campos cercanos a pacer cualesquier renuevos verdes que comiencen a brotar al comenzar las lluvias de invierno.
“De modo que hay ovejas y pastores que permanecen en la zona de Belén todo el año, y hay días invernales cuando se les ve en el campo durante las horas del día, si lo permite el tiempo. Pero las condiciones no permiten en absoluto actividad a campo raso durante la noche.”
En consecuencia, la fotografía de que se trata de ninguna manera trastorna la conclusión de que las condiciones del tiempo en torno de Belén como a fines de diciembre o a principios de enero no casan con la descripción de Lucas 2:8. Es más razonable, y armoniza con otras evidencias, la posición de que Jesús nació alrededor del 1 de octubre.
● ¿Qué fueron los “demonios de forma de cabra” que la Biblia menciona?—T. W., EE. UU.
La palabra hebrea sa‘ir, que literalmente significa “peludo o lanudo,” por lo general se refiere a una cabra o cabrito. (Gén. 37:31; Lev. 4:24) Sin embargo, en cuatro textos los traductores por lo general consideran que la palabra hebrea tiene un significado que va más allá de su uso común.—Lev. 17:7; 2 Cró. 11:15; Isa. 13:21; 34:14.
En Levítico 17:7 y 2 Crónicas 11:15 se usa el término (se‘irim, plural) en cuanto a cosas a las que se rinde adoración y hacen sacrificios con relación a la religión falsa. En la Versión de los Setenta griega se vierte la palabra como “las cosas insensatas” y en la Vulgata latina es “los demonios.” Traductores y lexicógrafos modernos a menudo adoptan el mismo punto de vista, traduciéndola “demonios,” “sátiros” (Mod, BC, Regina, Biblia de Jerusalén) o “demonios de forma de cabra.”—NM, Lexicon in Veteris Testamenti Libros, Hebrew, German and English Lexicon of the Old Testament.
Evidentemente la adoración falsa que se practicaba en Egipto había afectado a los israelitas hasta cierto grado. (Jos. 24:14; Eze. 23:8, 21) Por consiguiente, algunos doctos consideran que Levítico 17:7 y 2 Crónicas 11:15 indican que había alguna forma de adoración de cabras entre los israelitas, como era prominente en Egipto. Heródoto alega que fue de esta adoración egipcia que los griegos derivaron su creencia en Pan y los sátiros, dioses lascivos del bosque representados con cuernos, cola de cabra y patas de cabra.
La Biblia no declara precisamente lo que realmente eran aquellos “peludos o lanudos.” El término no necesariamente indica ídolos de forma de cabras, pues el uso de “cabras” simplemente puede ser una expresión de desdén así como la palabra para “ídolo” se obtiene de un término que originalmente significaba “bolitas estercolizas.” Posiblemente “peludos” o “cabras” simplemente indicaba que en la mente de los que los adoraban aquellos dioses falsos eran concebidos con una forma semejante a cabra o de apariencia peluda.
El sentido de se‘irim no se define tan bien en Isaías 13:21 y Isa. 34:14, puesto que no se está condenando directamente la adoración falsa. Al representar la ruina desolada que Babilonia llegaría a ser, Isaías escribió: “Allí los frecuentadores de regiones áridas ciertamente se echarán, y sus casas tendrán que estar llenas de buharros. Y allí tienen que residir los avestruces, y demonios mismos de forma de cabra irán brincando por allí.” (Isa. 13:21) Es interesante que la Versión de los Setenta usa “demonios” en este caso; y en Revelación 18:2 la descripción de Babilonia la Grande menciona que es la morada de aves inmundas y “demonios.”
En consecuencia, si ha de entenderse que en Isaías 13:21 y Isa. 34:14 se‘irim se refiere a algo que va más allá del significado de “cabra,” la traducción “demonios de forma de cabra” sería apropiada, siendo consistente con la manera en que se vierte en Levítico 17:7 y 2 Crónicas 11:15.
Isaías pudo haber inyectado en su lista de animales y aves literales una referencia a demonios, no queriendo decir que se presentaban en la forma corpórea de cabras, sino que los paganos en torno de Babilonia y Edom se imaginarían que tales lugares estarían habitados por demonios. La historia muestra que la gente de Siria y Arabia por largo tiempo ha asociado criaturas monstruosas con ruinas semejantes. Y si hubiera animales lanudos y peludos en las ruinas desoladas de Edom y Babilonia, es posible que a los observadores se les haría pensar en demonios.