El que hizo todas las cosas

Un artículo preparado especialmente para que los padres lo lean con sus hijos

SÉ ALGO maravilloso. ¿Te gustaría oírlo? Mira tu mano. Dobla los dedos. Ahora coge algo. Tu mano puede hacer muchas cosas, y puede hacerlas bien. ¿Sabes quién hizo la mano? Fue Dios.

Mira mi cara. ¿Qué ves? Ves mi boca, mi nariz y mis dos ojos. ¿Cómo puedes verlos? Con tus propios ojos. ¿Y quién hizo los ojos? Fue Dios. ¿No es maravilloso eso?

Tú puedes ver muchas cosas con los ojos. Puedes mirar las flores. Puedes ver los pájaros. Puedes ver la hierba verde y el cielo azul.

Pero, ¿quién hizo estas cosas? ¿Las hizo algún hombre? No. Los hombres pueden hacer una casa. Pero ningún hombre puede hacer hierba que crezca. El hombre no puede hacer un pájaro, ni una flor ni ninguna otra cosa viviente. ¿Sabías eso?

Dios es El que hizo todas estas cosas. Dios hizo los cielos y la Tierra. También hizo a la gente. Creó al primer hombre y la primera mujer. Jesús, el Gran Maestro, enseñó esto.—Mat. 19:4-6.

¿Cómo sabía Jesús que Dios había hecho al hombre y a la mujer? ¿Vio Jesús a Dios hacerlos? Sí. Jesús estaba con Dios cuando Dios hizo al hombre y a la mujer.

Jesús fue la primera persona que Dios hizo. Fue el primer hijo de Dios. Fue un ángel y vivió en el cielo con su Padre.

En la Biblia Dios dice: “Hagamos un hombre.” (Gén. 1:26) ¿Sabes a quién le hablaba Dios? Le hablaba a su Hijo. ¡Hablaba con el que más tarde vino a la Tierra y se llamó Jesús!

¿Verdad que es emocionante eso? ¡Imagínate! Cuando escuchamos a Jesús, nos está enseñando aquel que trabajó con Dios en hacer la Tierra y todas las otras cosas. Jesús aprendió mucho de trabajar con su Padre en el cielo. Con razón Jesús es el Gran Maestro.

¿Crees que Dios se sentía infeliz por estar solo antes de haber hecho a su Hijo? No. Pero si Dios no se sentía infeliz, ¿por qué hizo a otras personas? Hizo esto porque él es un Dios de amor. Él quería que otros vivieran y disfrutaran de la vida. Debemos darle gracias a Dios por permitirnos vivir.

Todo lo que Dios ha hecho muestra su amor. Dios hizo el Sol. El Sol nos da luz y nos calienta. Todo estaría frío y no habría vida en la Tierra si no tuviéramos el Sol. ¿Verdad que te alegras de que Dios haya hecho el Sol?

Dios también hace llover. Quizás algunas veces no te guste la lluvia porque no puedes salir a jugar cuando llueve. Pero la lluvia ayuda a hacer crecer las flores.

Por eso cuando vemos flores hermosas, ¿a quién vamos a dar gracias por ellas? A Dios. Y, ¿a quién debemos dar gracias cuando comemos frutas y legumbres sabrosas? Debemos dar gracias a Dios, porque su Sol y su lluvia son los que hacen crecer las cosas. ¡Dios es tan bueno al hacer todas estas cosas maravillosas para nosotros!

¿Sabes dónde está Dios? La Biblia nos dice. Dice que Dios vive en el cielo.

¿Puedes ver a Dios? No. La Biblia dice: ‘Ningún hombre puede ver a Dios.’ (Éxo. 33:20) Ningún hombre, mujer o niño en la Tierra puede ver a Dios. Por eso nadie debe tratar de hacer un cuadro o una imagen de Dios. Dios hasta nos dice que no tratemos de hacer una imagen de él.

Pero si no podemos ver a Dios, ¿cómo sabemos que realmente hay un Dios? Piensa en esto. ¿Puedes ver el viento? No. Nadie puede ver el viento. Pero puedes ver las cosas que el viento hace. Puedes ver que las hojas se mueven cuando el viento sopla a través de las ramas de un árbol. Por eso tú crees que hay viento.

También puedes ver las cosas que Dios ha hecho. Cuando ves una flor viva o un pájaro vivo, tú ves algo que Dios ha hecho. De modo que crees que realmente hay un Dios.

Quizás alguien te pregunte: “¿Quién hizo el Sol y la Tierra?” ¿Qué le dirías? Dile que Dios los hizo. La Biblia dice: “Creó Dios los cielos y la tierra.”—Gén. 1:1.

¿Qué hay si alguien te pregunta: “¿Hizo Dios al hombre y los animales también?” ¿Qué le dirás? Dile: “Sí, Dios hizo al hombre y los animales. Dios también hizo los pájaros.” La Biblia dice: ‘Dios creó todas las cosas.’—Rev. 4:11.

Quizás alguien te diga que no cree en Dios. ¿Qué le dirás entonces? ¿Por qué no señalarle una casa? Pregúntale a la persona: “¿Quién hizo esa casa?” Algún hombre la hizo. La casa no se hizo sola, ¿verdad?

Entonces lleva a la persona al jardín y muéstrale una flor. Pregúntale: “¿Quién hizo esto?” Ningún hombre la hizo. Y puesto que la casa no se hizo sola, esta flor no se hizo sola. Alguien la hizo. Dios la hizo.

Pídele a la persona que se detenga y escuche el canto de un pájaro. Luego pregúntale: “¿Quién hizo los pájaros y les enseñó a cantar?” Dios. ¡Dios es Aquel que hizo los cielos y la Tierra y todas las cosas vivientes! Él es Aquel que da vida.

¡Y qué bueno es poder vivir! Podemos oír los hermosos cantos de los pájaros. Podemos ver las flores y las otras cosas que Dios ha hecho. Y podemos comer los alimentos que Dios nos ha dado.

Por todas estas cosas debemos darle gracias a Dios. Ante todo, debemos darle gracias por darnos vida. Si realmente estás agradecido a Dios, harás algo. ¿Qué? Escucharás a Dios y harás lo que él te dice en la Biblia. Así mostrarás que amas a Aquel que hizo todas las cosas.