Determinada a asistir
UNA madre que vive en Los Altos, California, y es testigo de Jehová, explica cómo Jehová Dios bendijo sus esfuerzos por asistir a la Asamblea “Paz en la Tierra” de 1969. Escribe:
“Mi esposo siempre se ha opuesto fuertemente a mis esfuerzos por continuar en la verdad de Dios hasta el grado de maltrato físico y mental y quemar mi literatura bíblica. Yo tenía muchos deseos de estar en la asamblea, pero simplemente no veía cómo pudiera ser posible. Primero, el sitio de la asamblea estaba a unos 650 kilómetros de mi casa. En segundo lugar, tengo dos niñitos a quienes jamás se me ha permitido llevar al Salón del Reino o a las asambleas. Y en tercer lugar, mi esposo rehúsa inexorablemente permitirme tener un solo centavo para cualquier cosa que esté relacionada con la verdad de Dios.
“Mencioné esto a una de las Testigos. Me informó que había reservado una habitación de motel cerca del estadio, y que yo podía quedarme allí y viajar a la asamblea en su automóvil. Me sugirió que hiciera yo esto un asunto de oración diaria y trabajara ahorrando mi dinero, ya que todavía faltaban varios meses para que se celebrara la asamblea.
“Me esforcé por recortar cupones para reembolsos de la tienda, los cuales reembolsos apartaba cuidadosamente cada semana para mis gastos. Además, recibí un regalo en forma de dinero de mis parientes para que lo gastara como yo quisiera. Hice arreglos para que alguien cuidara a nuestros hijos, puesto que mi esposo rehusó permitir que me acompañaran. Aproximadamente una semana antes de que fuera tiempo para salir para la asamblea, calculé cuidadosamente todos los gastos que esperaba hacer, y quedé desilusionada al descubrir que me faltaban unos treinta dólares.
“A la mañana siguiente una Testigo que no sabía nada acerca de mi situación se presentó a mi puerta y me entregó un sobre que contenía un regalo de parte de ella y de su esposo para que yo lo usara para la asamblea. ¡Imagínese el gozo que tuve al averiguar que la cantidad adjunta era de treinta dólares! Para mí esto fue una evidencia tan patente de las bendiciones de Jehová sobre los esfuerzos que hacía por estar en la asamblea que me dio ánimo renovado para continuar con mis planes a pesar de la severa oposición de mi esposo.
“La mañana que había de salir me levanté a las cinco. ¡Fue un momento de gran gozo estar por fin dentro del auto y en marcha! Este fue el principio de una semana que resultó en un gozo tras otro, y por todas estas bendiciones estoy rebosando de agradecimiento a Jehová.”
¿Qué hay en cuanto a usted? ¿Ya ha estado o estará usted en una de esta serie de Asambleas de Distrito “Hombres de Buena Voluntad”?