¿Estará usted presente... la noche de miércoles 29 de marzo?
¿PRESENTE, dónde? En el Salón del Reino local de los testigos cristianos de Jehová, después de las 6:00 p.m., Hora Normal.
¿Con qué propósito? Para celebrar la “Cena del Señor.” Mandó que se hiciera esto nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, la noche antes de su muerte.
El año pasado más de 3.450.000 personas asistieron a esta celebración que se llevó a cabo en más de 27.000 congregaciones a través del mundo. ¿Estará usted entre los que asistan este año?
¿Se ha circunscrito el interés de usted en asuntos religiosos a escudriñar esta revista u otras publicaciones de los testigos de Jehová? ¿Por qué no lo amplía asistiendo a la celebración de la cena del Señor en el Salón del Reino local de los testigos de Jehová? Sin duda quedará impresionado con la sinceridad de la presentación así como con lo sencillo y razonable que es lo que se dice en esa ocasión. Pero eso es algo que usted solo podrá probar que es así asistiendo.
¿Es usted uno de los que está estudiando la Biblia con la ayuda de un testigo de Jehová? En tal caso, encarecidamente lo invitamos a que asista. Acrecentará su entendimiento y aprecio de la Palabra y propósitos de Dios. Además de eso, usted verá exactamente de qué manera mandó Jesús que se celebrara la cena del Señor, y esto le ayudará a entender el significado de todo ello.
¿O ha comenzado usted recientemente a participar en predicar las buenas nuevas del reino de Dios? Entonces ciertamente querrá estar presente con todos los que han estado predicando estas buenas nuevas en su localidad por muchos años. Fortalecerá su fe para continuar como proclamador de las buenas nuevas.
¿Se da el caso de que uno o más miembros de su familia son testigos de Jehová, mientras que usted mismo no lo es? ¿Por qué no los acompaña al asistir ellos a la cena del Señor en el Salón del Reino local? El tener su compañía los hará felices y usted ciertamente recibirá una bendición espiritual.
Por supuesto, todos los testigos cristianos de Jehová, sea que tengan una esperanza celestial o terrenal, estarán presentes; no se les ocurriría perderse esta ocasión. Y no solo ellos estarán allí, sino que antes de asistir cada uno se ocupará en invitar a otros a asistir. Entre éstos estarán aquellos con quienes conducen estudios bíblicos, o a quienes vuelven a visitar de vez en cuando, así como los individuos que ellos saben que son suscriptores de esta revista.
La Biblia, en 1 Corintios 11:23-25, dice exactamente cómo Jesucristo instituyó este memorial de su muerte. Dice: “El Señor Jesús, en la noche que fue arrestado, tomó pan y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: ‘Esto es mi cuerpo, que es para ustedes; hagan esto como memorial de mí.’ De la misma manera, tomó la copa después de cenar, y dijo: ‘Esta copa es el nuevo pacto sellado con mi sangre. Siempre que la beban, hagan esto como memorial de mí.’”—The New English Bible.
¿Qué beneficios puede usted esperar o tener de asistir a la cena del Señor? Puesto que Jesús mandó que se observara —“Hagan esto como memorial de mí”— ciertamente habrá una bendición por obedecer su mandato. Esta ocasión edifica el aprecio de uno de lo que Jehová Dios hizo al dar a su Hijo unigénito para que todos los que creen en él no perezcan sino consigan vida eterna.—Juan 3:16.
En particular la cena del Señor nos recuerda lo que hizo por nosotros Jesucristo. ¿Y qué hizo a favor de nosotros? Ante todo, como Palabra de Dios dejó la gloria celestial, vino a la Tierra como humano y dio su vida como rescate por los pecados del mundo. (Mat. 20:28; Juan 1:1, 29) Jesús no solo dijo: “No hay mayor amor que éste, que un hombre entregue su vida por sus amigos,” sino que ejemplificó este gran amor haciendo precisamente eso. (Juan 15:13, NEB) De modo que su muerte es de vivo interés para todos nosotros.
En segundo lugar, puesto que es el Gran Maestro nos reveló la voluntad de Dios. Enseñó la verdad a sus seguidores, la cual verdad los libra de la esclavitud al pecado, del temor al hombre, de la religión falsa. Los ayudó a familiarizarse más con Jehová Dios y Sus justos requisitos. Correctamente se refirió a sí mismo como “Maestro.”—Mat. 23:8; 22:36-39.
Y en tercer lugar, Jesucristo puso el ejemplo, dándonos un modelo que seguir. No trató de agradarse a sí mismo. No hizo nada de su propia originalidad; puso la voluntad de Dios adelante de su propia voluntad. Como leemos: “A eso fueron llamados ustedes, porque Cristo sufrió a favor de ustedes, y así les dejó un ejemplo; se trata de que ustedes sigan en sus pasos.”—1 Ped. 2:21, NEB; Juan 14:10.
Todos los que asistan a la celebración de la cena del Señor, con la correcta actitud mental, y que presten atención cuidadosa a las verdades presentadas allí, ciertamente sacarán mucho provecho. Hará aumentar su gratitud a Jehová Dios y Jesucristo; conseguirán un mejor entendimiento de la voluntad de Dios para ellos y serán fortalecidos en su determinación de hacer lo que es agradable a la vista de Dios. También discernirán mejor que nunca antes que los cristianos verdaderamente pueden estar en unidad.
La celebración de la cena del Señor principiará con palabras de bienvenida y un cántico en que participa la congregación seguido por oración. Entonces se presentará un edificante discurso bíblico acerca del significado, propósito y beneficios que han de obtenerse de esta celebración. Tras éste se pedirá la bendición sobre el pan y la bendición sobre el vino, y se servirá primero el pan sin levadura y luego el vino tinto. Comparativamente pocos participarán del pan y el vino, pues el año pasado, de los más de tres millones de concurrentes, menos de 10.400 participaron. Después de unos comentarios apropiados la reunión terminará con cántico y oración.
No se hará colecta ni se ejercerá presión sobre nadie para que contribuya o ingrese en algo. Todos los que están conscientes de su necesidad espiritual verdaderamente querrán estar presentes en esta ocasión, el 29 de marzo de 1972. ¿Estará usted presente? Lo animamos calurosamente a que lo haga.