Perseguidos por tratar de servir a Dios
MI AMIGA y yo empezamos a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová alrededor de noviembre de 1967. Habíamos hablado con ellos unas cuantas veces aquí en Miami, Florida. Hasta ese tiempo formábamos parte de esta “nueva generación.” En lo que a mí tocaba era lo suficientemente rebelde para ser “guru,” que para los hippies significa ser perito en experiencias “psicodélicas.” Así me consideraban mis asociados en la zona donde yo vivía. Después de vivir constantemente “achispado” o “en onda” durante dos años, habiendo estado varias veces en la cárcel y una vez ante el tribunal, y después de unos cuantos viajes “psicodélicos” durante los cuales me parecía que yo mismo necesitaba un “guru” que me ayudara a salir del paso, decidí que era hora de dejar este modo de vivir vacío.
Al estudiar la Biblia gradualmente comenzamos a darnos cuenta de la importancia de ella y de la belleza de su verdad. Aumentó nuestro interés, y pronto comenzamos a asistir a las reuniones de los testigos de Jehová. Esto ayudó a avivar nuestro interés y poco tiempo después comenzamos a efectuar cambios en nuestra apariencia (cabello, ropa) y en nuestra personalidad.
El que tomáramos en serio la verdad de Jehová Dios y el que amáramos esta nueva vida que él bondadosamente nos hizo disponible en relación con las cosas maravillosas que estábamos aprendiendo no pasaron inadvertidos. ¡Recibimos ataques feroces de parte de la familia de mi amiga! Son judíos y, a pesar del hecho de que no son muy religiosos ni muy fuertes en su fe, no podían soportar la idea de que su hija se hiciera cristiana, mucho menos testigo cristiana de Jehová.
Sus padres, hermanos, abuela y otros parientes no apreciaron los cambios excelentes que la verdad de Dios estaba efectuando en nuestra vida. Más bien, amontonaron insultos sobre mí porque pensaban que había sido mi influencia la que la había metido en esta situación religiosa y que yo la estaba reteniendo allí. Sin embargo, estaban muy equivocados acerca de esto, porque no fui yo, sino el propio vivo deseo y aprecio de ella lo responsable. Esto hizo que fracasaran todos los esfuerzos que hicieron por detenernos.
Cuando iba a su casa apenas me hablaban salvo cuando nos rodeaban, haciéndonos muchas preguntas y levantando falsos testimonios para tratar de debilitar nuestra fe. A veces había una gritería terrible. Cierta noche, durante una de estas andanadas, propusieron que trajéramos a otro Testigo y que ellos conseguirían a su rabino para que se reuniera con nosotros para que nos mostrara lo falsos y fanáticos que éramos. ¡Qué chasco resultó, pues el rabino nos dijo que lo que estábamos haciendo era hermoso y que siguiéramos adelante!
Triste es decirlo, pero esto no detuvo la persecución de parte de ellos, porque ahora entró en una etapa de guerra fría. Solo me decían ¡Hola! y ¡Adiós! y nada más. Nos bautizamos en símbolo de nuestra dedicación a Jehová Dios en mayo de 1968. Meses después decidimos casarnos. Ellos dijeron que no tendrían nada que ver con ello y que no lo aprobaban. Trataron de tentar a mi novia con viajes a Europa, pero esto también falló. Anunciaron que no vendrían a nuestra ceremonia de matrimonio y que no habríamos de esperar ninguna ayuda de ellos.
Aunque su oposición nos dolió, no resultó en debilitarnos. ¡Cuánto nos alegramos de que Jehová Dios nos haya fortalecido durante toda esta prueba para que mantuviéramos nuestra integridad! Proseguimos con nuestros planes de matrimonio con la ayuda de nuestros compañeros Testigos. ¿Sabe usted qué sucedió? Vinieron a nuestra boda, junto con casi todo miembro de su familia. ¿Y a que no sabe quién entregó la novia? ¡Mi suegro!
El que mantuviéramos resueltamente nuestra conducta excelente hasta este día ha cambiado completamente a mis parientes políticos. Se requerirían páginas para decirles cómo son ahora. Por ejemplo, cuando emprendí la predicación de tiempo cabal, me ofrecieron un trabajo de tiempo parcial en su compañía de construcción para ayudarme en mi ministerio. Ahora trabajo un máximo de solo tres días a la semana por un salario excelente. Debido a esto, va a ser posible que mi esposa se me una en la predicación de tiempo cabal pronto. Todo esto a causa de la bondad inmerecida y amor de Jehová Dios. ¡Cuánto nos regocijamos por haber dejado atrás el modo de vivir “hippie” y aguantado la persecución que recibimos por haber cambiado al único camino que lleva a vida eterna, la adoración de Jehová Dios.—Contribuido.