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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1972
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1972
w72 15/5 págs. 305-307

¿Qué hay de concertar citas?

Hechos útiles que desean saber los jóvenes

TODA persona normal desea vivir felizmente, verdaderamente gozar de la vida. La Biblia muestra que esto es correcto, pues alista el gozo como uno de los “frutos” del espíritu de Dios.—Gál. 5:22.

Muchos jóvenes, especialmente en los países occidentales, consideran el concertar citas como el medio principal para gozar de la vida. A menudo hacen arreglos para pasar tiempo, sin acompañantes, con alguien del sexo opuesto. ¿Deberías hacerlo tú?

Algunos opinan que todo lo que produce placer vale la pena. Pero, ¿es cierto eso? Todos hemos aprendido que el placer ahora puede acarrear dolor más tarde... como cuando una persona come demasiados dulces y después enferma.

Si acostumbras buscar el porqué de los asuntos, no solo querrás considerar los efectos de corto alcance de concertar citas, sino también los resultados de largo alcance. Es verdad, la juventud es la “primavera” de la vida. Pero, ¿qué hay de las otras “estaciones” venideras? ¿Te importan?

¿Has leído estas palabras dirigidas al “joven” en Eclesiastés 11:9, 10? “Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos. Pero sabe que debido a todas éstas el Dios verdadero te traerá a juicio. Por lo tanto quita de tu corazón la vejación y evita a tu carne la calamidad; pues la juventud y la flor de la vida son vanidad.” ¿Qué significa esto?

Aquí la Biblia está diciendo en cuanto a los jóvenes (y en tiempos bíblicos a un varón se le consideraba “joven” aun a los treinta años de edad o más) que Dios no les impide directamente de obrar según lo que ellos prefieran. No obstante, también muestra que Dios considera responsables a los jóvenes por lo que hacen. Su juventud no los excusa de afrontar las consecuencias del proceder que escojan.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con el concertar citas? Bueno, pregúntate: “¿Por qué deseo concertar citas? ¿Qué estoy buscando que no pudiera disfrutar, por ejemplo, como parte de un grupo? ¿Por qué quiero hacer pareja con una persona, con alguien del sexo opuesto?”

¿Se debe a que estás interesado en casarte con esa persona?a La mayoría de los jóvenes que tienen citas no dirían que están pensando seriamente en casarse ahora mismo ni que necesariamente les gustaría como cónyuge la persona con la que salen juntos. En casi todos los lugares donde se considera cosa común el concertar citas, simplemente se ve como una forma de diversión, como una manera de pasar una noche o un fin de semana. Pero, ¿es eso todo lo que está envuelto en ello?

LOS EFECTOS DEL CONTACTO FÍSICO

Algunos jóvenes, no deseando que se les considere “diferentes,” tienen citas porque otros de su edad lo hacen. Pero la razón básica por la que los jóvenes tienen citas es debido al aumento de atracción que sienten hacia los del sexo opuesto. Se ve que esto es así porque por lo general el atractivo físico tiene mucho que ver con el que una persona sea deseable como “cita.” También, más a menudo que no, el concertar citas envuelve algo de contacto físico... agarrarse de la mano, besarse, o algo más allá de eso.

Debido a esto, el asunto debe pensarse seriamente, por lo menos si uno quiere evitar la “vejación,” o hasta la “calamidad,” acerca de la cual advierte la Biblia. Al principio, el solo tocar la mano de la otra persona puede ser muy agradable, haciendo que uno sienta una sensación agradable. Pero después de un tiempo esto quizás pierda su emoción y no tenga el mismo efecto. Algo más, como el besar, puede atraer. Pero luego eso también puede llegar a ser común, hasta algo trillado. ¿A qué se debe esto?

Se debe a que todo forma parte de una cadena de acontecimientos que están diseñados para conducir a un resultado específico. El primer eslabón es el primer contacto. El último eslabón lo forman las relaciones sexuales, las cuales la Palabra de Dios muestra que están reservadas para los que son cónyuges. Todo lo que hay entre el primero y el último eslabón simplemente son pasos progresivos a ese último eslabón de la cadena. Prescindiendo de cuánto trates de convencerte de que las cosas no son así, no puedes cambiar los hechos de la vida. Así estamos hechos los humanos.

Por eso, si no estás casado, ni siquiera comprometido para casarte, ¿es prudente el que comiences con ese primer eslabón, o con alguno de los otros? El hacerlo solo va a producir “vejación.” ¿Por qué? Porque tu cuerpo va a prepararse para algo que no debe recibir: el último eslabón. El estimular el deseo a las relaciones sexuales sin satisfacer este deseo resulta en irritación y frustración, en tensión nerviosa. Llega a ser una selección entre vejación y fornicación.

Pero ni siquiera la fornicación pondrá fin a la vejación. Y esto resulta en “calamidad.” ¿Cómo?

Además de impedir que tengas una conciencia limpia para con Dios, puede resultar en una enfermedad venérea. Ha habido un ascenso fantástico de esta enfermedad entre los jóvenes. Esta enfermedad puede impedir que una joven dé a luz hijos, y en cualquiera de los dos sexos puede resultar en la ruina del sistema nervioso. ¿Es eso lo que tú quieres?

La fornicación también puede resultar en una preñez que no se desea. Esto podría obligar a la pareja a contraer un matrimonio para el cual realmente no están preparados. ¿Cómo afectaría eso su probabilidad de felicidad futura? Los hechos no son animadores. En los Estados Unidos, por ejemplo, más de la mitad de todos los matrimonios de adolescentes terminan en divorcio. Muchos de estos matrimonios se contrajeron debido a una preñez. Sin duda muchos de estos matrimonios fracasaron debido a que ningún cónyuge tenía mucha razón para tenerle verdadero respeto o admiración al otro. Su matrimonio solo les produjo vejación... y terminó en calamidad.

Por otra parte, quizás el joven rehúse casarse con la joven a quien ha puesto encinta. Entonces ella se ve obligada a criar al niño sola sin esposo. O quizás se vea tentada a abortar, lo cual la Biblia muestra que es una forma de asesinato. ¿No es esto calamidad?

Quizás estés determinado a que el concertar citas no te acarreará estas consecuencias. Pero muchos de los que al fin afrontaron estas dificultades estaban igualmente determinados.

TU DESARROLLO PERSONAL

Y aunque el concertar citas no resulte directamente en “calamidad,” sí tiene otras desventajas. Una de ellas es que limita tu interés a una sola persona... en un tiempo cuando, para el desarrollo de tu propia madurez emocional, puedes sacar el mayor provecho de asociarte con una extensa variedad de personas. Si estás en tu mocedad varonil, ¿por qué no te concentras primero en llegar a ser un verdadero hombre teniendo tus principales amistades con otros hombres que demuestran amor a lo que es correcto, aprendiendo de ellos habilidades y maneras varoniles? Si estás en tu mocedad femenina, ¿por qué no te interesas primero en desarrollarte en una verdadera mujer, sacando provecho de la asociación con las que tienen y pueden ayudarte a desarrollar excelentes habilidades y modos femeninos? El concertar citas realmente interrumpe y retarda ese desarrollo.

Por eso, ¿estás ayudándote, o lastimándote cuando tienes citas? La evidencia muestra que estás lastimándote. Estás exponiéndote a vejación y calamidad.

Como muestra el libro The Family in Social Context: “El concertar citas como lo conocemos probablemente surgió después de la I Guerra Mundial.” Antes de la I Guerra Mundial, la gente, incluso los jóvenes, hallaban bastantes cosas que les producían gozo... probablemente a mayor grado que la generación actual. Lo mismo puede ser cierto de ti. Puedes obtener verdadero gozo de conversar, aprender, desarrollar habilidades, trabajar en proyectos, participar en juegos, visitar lugares y ver cosas. Y puedes gozar mucho al hacer estas cosas con alguien de tu propio sexo o con un grupo. A menudo hallarás que mientras más extensa sea la variedad de individuos en el grupo —algunos de tu edad, algunos mayores, algunos más jóvenes— más gozo tendrás.

¿Por qué no pasar la ‘flor de tu vida’ de un modo que realmente te produzca bien y fortalezca tu corazón para conseguir una vida de felicidad duradera? Sin duda esto es lo que tus padres quieren para ti. Y tú sabes de la Palabra del Creador que esto es lo que él quiere para ti. Acepta la ayuda de ellos.

[Nota]

a El cortejo serio antes del matrimonio recibirá consideración en un artículo futuro de esta serie.

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