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  • ¿Se siente frustrado?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1973
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1973
w73 1/1 págs. 3-4

¿Se siente frustrado?

A ESTA era moderna bien se le puede llamar la era de la frustración. Con cada vez más frecuencia la gente está expresando sus frustraciones con violencia o de otras maneras. Por ejemplo, hay la “esposa desertora,” descrita como “un notable fenómeno de la actualidad,” y que recibió atención especial en la revista Life del 17 de marzo de 1972.

La revista habló específicamente de una de estas mujeres, de treinta y cinco años de edad, graduada universitaria, esposa de un ejecutivo de clase media y madre de tres hijos. Relató que después de catorce años de vida matrimonial súbitamente abandonó a su familia y empezó una vida por su propia cuenta, llevándose consigo a su hija de diez años y dejando a dos muchachitos más jóvenes con su padre. ¿Por qué? Porque comenzó “a ver que su vida se hacía cada vez más frustratoria y sofocante.” Ahora se gana la vida como maestra y se ha unido al movimiento de ‘liberación’ de la mujer.

Pero bien puede preguntarse al que se siente frustrado: ¿Hasta qué grado tiene usted mismo la culpa? ¿Es imprescindible que las condiciones bajo las cuales usted trabaja sean frustratorias?

Es cierto que hay, como muestra la Biblia, ciertas condiciones sobre las cuales no tenemos control y que producen frustración. Debido a la transgresión de nuestros primeros padres, Adán y Eva, todos nosotros hemos estado ‘sujetos a futilidad.’ En particular todos los que aman la justicia anhelan ser ‘libertados de la esclavitud a la corrupción.’—Rom. 8:20-22.

La Palabra de Dios ofrece una esperanza de alivio de esa frustración, a saber, por medio del reino de Dios, por el cual oran todos los cristianos: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad . . . sobre la tierra.” Hasta que ese reino le ponga fin a dicha frustración puede aguantarse con la ayuda de la Palabra de Dios, su espíritu y sus siervos.—Mat. 6:10.

Otra razón por la que algunos se sienten frustrados es que tratan de hacer demasiadas cosas a la vez. El proceder que muestra sabiduría y produce contentamiento es el de concentrar la atención en una sola cosa a la vez. Una abeja en un naranjal en flor no se siente frustrada al ver tantas flores de las cuales obtener néctar. No, se concentra en solo una flor a la vez. Y así es cómo deben tratarse las cosas que hay que hacer... tomarlas una a la vez.

Por supuesto, aquí de nuevo debemos usar sabiduría práctica y darnos cuenta de que si son demasiadas las cosas que hay que hacer, algunas quizás no reciban atención, y por eso debemos poner en primer lugar las cosas de primera importancia; empezar con las más importantes y no ceder a la tentación de empezar con las más fáciles o más agradables. Entonces si algo queda sin hacerse, no importa tanto.

Sin embargo, al hacer esto no dedique todo su tiempo a una o dos cosas y desatienda totalmente las demás. Las personas sumamente concienzudas tienen que vigilar esto. No atienda una sola tarea tan cabalmente que no tenga tiempo para otras. Como Jesús, el Hijo de Dios, hizo notar, ponga en primer lugar las cosas principales pero no haga caso omiso de las cosas menores.

Si se siente frustrado debido a tener demasiadas cosas que hacer, es muy posible que pueda conseguir la ayuda de otros. Si hay que preparar una comida grande, la madre puede pedir al resto de la familia que ayude, hasta dejando que los jóvenes participen. Quizás la primera vez requiera más tiempo el mostrarle al niño cómo ayudar, pero a la larga y en ocasiones subsecuentes se ahorrará tiempo. Y eso no es todo. El entrenar a los hijos a prestarse a cooperar los ayudará a madurar intelectual y emocionalmente.

Así mismo puede que a veces el esposo se sienta frustrado a causa de tener demasiado que hacer. Pero si está dispuesto a tener paciencia con su esposa, puede ayudarla a ser una ayuda verdadera; ella puede aprender a usar el auto de la familia para hacer mandados, puede hacer reparaciones domésticas, etcétera.

De modo similar si uno que tiene superintendencia, como sobrestante o gerente, a veces se siente frustrado por tener demasiado que hacer, puede dar parte del trabajo a los subordinados. De modo que aquí también el proceder que muestra sabiduría es el que uno esté dispuesto a delegar responsabilidad a un ayudante y así evitar los efectos repugnantes de la frustración.

Por otra parte, hay la frustración que proviene cuando se espera que uno haga más de lo que posiblemente puede hacer o de lo que razonablemente puede esperarse que haga. La investigación indica que esta forma de frustración es común en la industria y el comercio. Entonces, ¿qué?

Como lo expresó el poeta: ‘Simplemente haz lo mejor que puedas, entonces vale lo mismo la alabanza o culpa que recibas.’ En tanto que su conciencia no lo condene a usted, trate de vivir con las demandas irrazonables de otros, sea en el trabajo o dentro de su familia, rehusando tomar demasiado en serio las demandas, o azucarándolas, por decirlo así, con un poco de humorismo. Es muy posible que pueda hacer ajustes en alguna otra parte de su vida para absorber la situación frustratoria acerca de la cual usted puede hacer poco o nada. Acuérdese del principio bíblico de que a resumidas cuentas cada uno permanece de pie o cae delante de su Hacedor. Por consiguiente, “cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová.”—Rom. 14:4; Col. 3:23, 24.

Prescindiendo de la situación, no permita que lo haga sentirse tan frustrado que estalle en un arranque de violencia. Como dijo un psicólogo: “Si el expresarse puede meterlo en dificultades, el mejor método es callar y aguantar su frustración.” Sí, “no te muestres acalorado solo para hacer mal,” aconseja la Biblia.—Sal. 37:8.

Y no se haga desertor. La esposa que abandonó sus deberes que se mencionó antes admitió que tiene tantos “embrollos” ahora como tenía antes, salvo que ahora son sus embrollos. Pero, ¿qué hay de los dos muchachitos que abandonó? ¿Qué hay cuando ella envejezca? Es posible que su esposo contraiga nuevas nupcias, pero ¿quién querría casarse con una mujer con la disposición mental que ella manifiesta? ¿‘Se levantarán sus hijos y la pronunciarán feliz’? ¿Le dará su esposo la alabanza que el rey Lemuel dijo que se le daría a la esposa capaz? Al huir de sus problemas de familia ¡es posible que haya saltado de la proverbial sartén y haya dado en las brasas!—Pro. 31:10, 28.

¡Sí, hay mejores maneras de tratar las frustraciones que el recurrir a la violencia o hacerse desertor!

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