BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w75 15/6 págs. 355-358
  • Un mundo libre de crimen... ¿cuánto realmente lo desea usted?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Un mundo libre de crimen... ¿cuánto realmente lo desea usted?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1975
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • DE DÓNDE REALMENTE VIENE EL CRIMEN
  • EL ÚNICO MODO DE TENER UN MUNDO LIBRE DE CRIMEN
  • La segura solución al problema del crimen
    ¡Despertad! 1973
  • Cuando no existía el delito
    ¡Despertad! 1998
  • ¿Quiere usted ver eliminado el delito?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
  • ¡Verdadera protección ya muy cerca!
    ¡Despertad! 1976
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1975
w75 15/6 págs. 355-358

Un mundo libre de crimen... ¿cuánto realmente lo desea usted?

¿HA TENIDO usted alguna vez la experiencia de llegar a casa y encontrar que faltan algunas de sus posesiones valiosas? Si ése es el caso —y cada vez más personas tienen esa experiencia hoy día— ¿qué sintió usted?

Para la mayoría de las personas, hay una sensación de indignación. Se llenan de ira por la codicia y falta de amor que representa el acto de hurtar, así como de desdén por la manera socarrona en que el ladrón efectúa su trabajo.

Pero muchas personas también tienen una sensación de impotencia. Parece que queda tan poca defensa contra el crimen en tiempos modernos. La falta de confianza en que se haga observar la ley es la razón por la que cabalmente la mitad de los crímenes no se informan en muchos lugares. De alrededor de la Tierra, los informes revelan la batalla perdedora que llevan a cabo las agencias policíacas.

Conductores de trenes subterráneos en París, Francia, por ejemplo, dicen que a veces ven docenas de carteras vacías en los túneles entre una y otra estación, todas tiradas allí por ladrones.

En Australia un criminólogo preeminente llamó un aumento anual de 50 por ciento en el crimen solo la “parte emergente de un témpano flotante de hielo.”

En la hermosa ciudad de Río de Janeiro, Brasil, se cometieron más asesinatos el año pasado que en Chicago, y el número sigue subiendo.

En los Estados Unidos, donde el crimen va extendiéndose cada día más a las zonas suburbanas y rurales, el costo es enorme... 13.000.000.000 de dólares al año solo para gastos de policía, tribunales y prisiones. El costo en propiedad y vidas es mucho mayor. Un estudio reciente muestra que, si continúa la proporción presente, con el tiempo “el homicidio será la causa de la muerte de aproximadamente una de cada 27” personas en la ciudad de Atlanta. El ministro de justicia de los EE. UU. se refirió a la presente campaña contra el crimen como un “fracaso de dimensión sustancial... severo, amargo y desanimador.”

¿No hace recordar la escena mundial las palabras que Jesús habló en respuesta a la pregunta de sus discípulos en cuanto a la “conclusión del sistema de cosas”? Dijo que parte de la “señal” que precedería el fin sería “el aumento del desafuero.” (Mat. 24:3, 12) Ciertamente hoy como nunca antes la gente en todas partes está hablando acerca del crimen, deplorándolo.

¿Qué se necesitaría para producir un mundo completamente libre de crimen?

DE DÓNDE REALMENTE VIENE EL CRIMEN

Cuando usted piensa en crimen y criminales, ¿en qué piensa? Muchas personas piensan en atracadores, ladrones, violadores, hampones y tipos similares.

Pero ¿qué hay del reparador de autos o aparatos de televisión que con regularidad cobra por trabajo que no hizo, el doctor que aumenta con partidas falsas las cuentas médicas de sus clientes, o el carnicero que pesa falsamente lo que vende? O ¿qué hay del ama de casa que, cuando va de compras, mete a hurtadillas cosas en el bolsillo de su abrigo sin pagarlas, o el empleado que se lleva los productos o herramientas de su compañía? Realmente, ¿cuán diferentes son éstos, en motivo o método, del “ladrón socarrón”? Sin embargo muchas de estas mismas personas se quejan en cuanto al ‘aumento en el crimen,’ dando a entender, por supuesto, ‘crimen en las calles.’

Realmente, como revela un estudio sobre el crimen, el costo en dinero y propiedad que la gente pierde a los atracadores y ladrones es “trivial en comparación con los millones [de dólares] que están envueltos en los crímenes por fraude y desfalco.” Una sola estafa en la bolsa puede implicar muchos millones de dólares y por lo tanto puede hurtar mucho más que decenas de miles de robos con escalo comunes.

Cierto, quizás uno no sienta el impacto inmediato de muchos “crímenes oficinescos.” Pero con el tiempo la gente lo siente en conjunto. Por ejemplo, la pérdida que sufren los comercios debido a los rateros de tiendas y empleados faltos de honradez se transmite toda al público en general en forma de precios más altos.

Y, cuando se trata de crímenes acompañados de violencia, ¿sabía usted que la mayoría de éstos —incluso el asesinato— ocurren entre personas que se conocen mutuamente? Como declara la Encyclopædia Britannica de 1974: “La mayoría de los homicidios se comete dentro de la familia o entre amigos allegados. Aproximadamente la mitad de ellos sucede como resultado de altercación trivial,” y a menudo cuando está envuelto el beber en exceso. La misma obra de consulta señala que en Inglaterra, como un ejemplo, en “dos terceras partes de [los casos] las víctimas femeninas de crimen acompañado de violencia [incluso violación a la fuerza] fueron atacadas por parientes.”

Y ¿no hace recordar todo esto otras palabras que se encuentran en la Biblia, las del apóstol inspirado que dijo: “Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, . . . desleales, sin tener cariño natural, . . . sin gobierno de sí mismos, feroces, sin amor de la bondad”?—2 Tim. 3:1-3.

EL ÚNICO MODO DE TENER UN MUNDO LIBRE DE CRIMEN

El pensar con sobriedad debería ayudarnos a ver que hay dos cosas básicas que se tienen que cambiar si habrá de disfrutarse alguna vez de un mundo libre de crimen. ¿Cuáles son éstas?

Una es el presente sistema de cosas mundial. ¿Por qué? Porque desde tiempos muy remotos la motivación del crimen ha sido parte íntegra de la estructura de ese sistema. Esa motivación es el egoísmo. La codicia humana ha sido la fuerza moldeadora que a través de los siglos ha desarrollado la estructura presente de la sociedad humana que tiene como rasgo continuo tristes condiciones de vida para millones de personas, las cuales condiciones engendran tanto ‘crimen en las calles.’ La explotación y opresión comerciales y políticas producen frustración y hacen que muchos se desesperen de poder mejorar su porción en la vida por medios honrados. Las guerras malignas para alcanzar miras nacionalistas descorazonan y brutalizan a la gente y crean un clima para violencia futura. Elevadas figuras políticas y jueces practican corrupción y hacen que la gente pierda confianza en la justicia legal. Sí, el crimen parece estar entretejido en la mismísima estructura de la sociedad humana.

La Biblia muestra que estamos en el mismísimo umbral del tiempo en que Dios va a abrir el camino para un mundo libre de crimen barriendo de la Tierra a este entero sistema de régimen humano y reemplazándolo con un justo nuevo orden dirigido y administrado por su mismo Hijo, aquel que demostró su amor altruista a la humanidad dando su propia vida a favor de ellos. (Dan. 2:44; Mat. 20:28) De él, se predijo: “Habrá disfrute por él en el temor de Jehová. Y él no juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos. Y con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra.” (Isa. 11:3, 4) Bajo su régimen la gente disfrutará de seguridad genuina. Pero para que haya un mundo libre de crimen se requiere algo más, un segundo cambio. ¿Cuál es ése?

Un cambio en la gente misma. Es por eso que la Biblia dice a los que desean conseguir vida en aquel venidero nuevo orden libre de crimen: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva personalidad, que va haciéndose nueva en conocimiento exacto según la imagen de Aquel que la creó.”—Col. 3:9, 10.

Hoy personas que la comunidad considera como “ciudadanos respetables,” incluso muchos que van a las iglesias, participan en trampería y fraude sobre una base regular. Se excusan con explicaciones justificativas como: ‘Bueno, todo el mundo lo hace,’ y, ‘Puesto que la competencia lo hace, yo tengo que hacerlo para permanecer en los negocios.’ La brevedad de la vida y la falta de esperanza genuina para el futuro fomentan el materialismo en muchos, hasta un esfuerzo feroz por “enriquecerse.”

Hoy los jóvenes cometen tantos crímenes. ¿Por qué? El presidente de la Asociación de Policías Principales de la Gran Bretaña dice de los criminales juveniles allí: “Si tuvieran fe en el futuro, mucho de esto desaparecería.” Los criminólogos Franco Ferracuti y Graeme R. Newman declaran: “La investigación efectuada en los Estados Unidos ha sugerido que la disciplina poco firme [de familia] puede que esté relacionada con aproximadamente setenta por ciento de los hombres criminales.”

Todo esto demuestra la veracidad de la profecía de Jesús, pues él dijo que “por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte.” (Mat. 24:12) Sí, con el crimen de una clase u otra tan penetrante, el amor de la justicia, honradez y decencia sufre mengua de parte de cada vez más personas.

Realmente, ¿no brota todo el desafuero de una falta de amor? Jesucristo dijo que el código grande dado a la antigua nación de Israel se apoyaba en solo dos mandamientos: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. . . . Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Mat. 22:37-40) Y, después de considerar el respeto que los cristianos genuinos deben tener para con las autoridades y sus leyes, el inspirado apóstol Pablo pasó a decir: “El amor no obra mal al prójimo; por lo tanto el amor es el cumplimiento de la ley.” (Rom. 13:1-10) Pero los sistemas humanos jamás pueden desarrollar el clima de amor que acabará con el crimen en la Tierra. Solo el Creador del hombre puede hacer eso y lo hará por medio del venidero nuevo orden y la educación en la justicia que éste traerá.

Se acerca un mundo libre de crimen. Pero para que cualquiera de nosotros disfrutemos de él tenemos que aprender ahora la voluntad, propósitos y normas de Jehová Dios. Él ha provisto amorosamente su inspirada Palabra, la Biblia, para que podamos saber mostrar verdadero amor a él y a nuestro prójimo. En la Biblia él nos da la esperanza y confianza que hará posible que venzamos la frustración y desesperación, y rechacemos la tentación de “adelantarnos” por medios faltos de honradez.

¿Realmente desea usted ver un mundo libre de crimen? Entonces necesita dar los pasos necesarios para sobrevivir la eliminación venidera del presente sistema de cosas. Solo en el Nuevo Orden que sigue, en el cual el amor a Dios y el amor al prójimo prevalecerán en toda la Tierra, podrá la gente disfrutar de la vida libre de todo crimen. Para alcanzar eso, válgase ahora de su oportunidad de conseguir el conocimiento esclarecedor y vivificante que contiene la Palabra de Dios. Debido a que aman a Dios y aman a su prójimo, los testigos de Jehová ofrecen su ayuda gratuitamente.

[Ilustración de la página 357]

LA BIBLIA PREDIJO: “Por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte.”—Mat. 24:12.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir