La voz de la conciencia en lo interior
“Siempre que los de las naciones que no tienen ley hacen por naturaleza las cosas de la ley, . . . demuestran tener la sustancia de la ley escrita en su corazón, mientras su conciencia da testimonio con ellos.”—Rom. 2:14, 15.
1, 2. (a) ¿Cuál es la situación hoy día tocante a las normas morales? (b) ¿Por qué se necesita guía moral en particular desde 1914?
HOY lo que sea “correcto” o “incorrecto” está en condición de cambio constante. En un discurso sobre “Moralidad pública” el Dr. Emanuel Demby declaró: “Una razón importante por la cual se nos hace tan difícil identificar con exactitud la naturaleza moral de nuestros tiempos es que es un período de gran transición.” Las normas que se seguían extensamente como normas aceptadas hace solo unos cuantos años han sido modificadas o reemplazadas. Y ante el hecho de que la vida se hace cada vez más compleja, ¿quién ha de decir hasta qué punto son válidas las nuevas normas, o por cuánto tiempo durarán? ¿Qué guía tiene uno?
2 A esta situación nos encaramos en particular los que vivimos desde 1914 E.C. ¿Por qué especialmente desde entonces? El Dr. Archibald Chisholm comentó: “Tan grande ha sido el trastorno en la manera de pensar y la moralidad, que algunos sugieren que debemos considerar que vivimos en el año [61] A.B. (anno belli [el año de la guerra]), con lo cual indican su punto de vista de que con el estallido” de la I Guerra Mundial empezó una nueva época. El mismísimo hecho de que desde 1914 haya habido tal trastorno en la manera de pensar y la moralidad enfatiza que necesitamos una voz orientadora, dirección apropiada.
3. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a confiar en la conciencia?
3 Muchas personas que están al tanto de esta necesidad expresan el punto de vista de que al fin y al cabo cada persona debería confiar en su conciencia. Dicen: “Que su conciencia sea su guía.” Al decir “conciencia” piensan en que cada persona parece tener dentro una “voz,” un sentido interior que le dice lo que es correcto y lo que es incorrecto. Pero ¿es cierto eso en todos los casos? ¿Sabe usted de qué fuente vino la conciencia y precisamente hasta qué grado está esparcida? También, ¿precisamente cuánto se puede confiar en este sentido interior? Aunque otros puedan depender de su conciencia, ¿puede usted?
LA CONCIENCIA... ¿DE DÓNDE?
4. Según algunas autoridades mundanas, ¿de qué fuente viene la conciencia?
4 Si usted fuese a acudir a intelectuales y filósofos para que le explicaran la fuente de su conciencia, probablemente le dirían que simplemente es un producto social de la evolución. La opinión del evolucionista Carlos Darwin era “que cualquier animal, dotado de instintos sociales bien marcados, . . . inevitablemente adquiriría un sentido moral o conciencia, tan pronto como sus facultades intelectuales hubiesen llegado a estar bien, o casi tan bien desarrolladas, como en el hombre.” Y Sigmund Freud pensó que podríamos “rechazar la sugerencia de una aptitud original —como uno pudiera decir, natural— para distinguir entre lo bueno y lo malo.”
5. ¿Sostiene la Biblia estos puntos de vista acerca de la conciencia del hombre?
5 Pero ¿representan esos puntos de vista la explicación verdadera? El registro más antiguo y consistentemente confiable de la historia y los tratos del hombre responde: ¡No! En primer lugar, la Biblia declara correctamente lo que ha sido confirmado por observación científica honrada, que todas las cosas vivas se reproducen “según su género.” De consiguiente el hombre no es simplemente un producto de la evolución, ni lo es su conciencia. (Gén. 1:21-26) Además, la Biblia identifica con exactitud la fuente de esa voz en lo interior de usted, su conciencia. Muestra por qué —a pesar de esfuerzos de hombres como Hitler, que, jactándose, dijo: “Estoy liberando al hombre de la degradante quimera que se conoce como conciencia”— por toda la Tierra los hombres continúan teniendo conciencia. Y la Biblia puede ayudarnos a usar la conciencia y beneficiarnos de ella.
6, 7. (a) ¿Qué indica la Palabra de Dios en cuanto al origen de la conciencia? (b) ¿Qué era la conciencia de Adán?
6 Las Escrituras nos dicen que el Creador hizo al hombre a Su propia imagen, con inteligencia y un sentido moral, tal como Dios mismo tiene estas cosas. (Gén. 1:27) Y desde el mismo principio el primer hombre poseyó una conciencia dada por Dios; no fue algo que simplemente se desarrollara a medida que la sociedad fue creciendo. Esto se puede ver en el relato de las acciones y la actitud de Adán después de haber quebrantado el mandato de Dios concerniente al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. (Gén. 2:17) El registro dice que Adán y Eva entonces “procedieron a esconderse . . . del rostro de Jehová Dios entre los árboles.” Y cuando Jehová habló, no hubo una respuesta rápida de Adán. ¿Por qué no? Porque Adán percibía su culpa; era como si hubiese una voz dentro de él que estuviera condenándolo, acusándolo, testificando de que había pecado.—Gén. 3:7-10.
7 Así, el más antiguo registro histórico disponible indica que la conciencia del hombre se manifestó desde el principio. Es interesante el hecho de que en el primer siglo E.C. el historiador judío Flavio Josefo, escribiendo en griego, señaló que el que Adán vacilara en contestar a Dios había sido evidencia de que tenía “mala conciencia.” Para la palabra “conciencia” Josefo usó el término griego synéidesis, que significa literalmente “tener conocimiento de algo con uno mismo” o “con-ciencia.” La conciencia de Adán había procedido de Dios; era su sentido moral interior, y estaba relacionado con su mente inteligente. Puesto que Adán fue creado a la imagen de Dios, cuando obró en oposición a las cualidades o voluntad revelada de Dios sintió un conflicto interior. Pero ¿qué relación tiene esto con nuestros sentimientos y acciones? ¿Fue transmitida la conciencia a los descendientes de Adán? Sí, la evidencia, tanto bíblica como no bíblica, demuestra que lo fue, hasta a cada uno de nosotros hoy día.
8. ¿Qué relato bíblico posterior refleja un sentido moral heredado?
8 Note el relato histórico de lo que sucedió en el caso de José más de dos mil años después del pecado de Adán. José era esclavo en la casa de Potifar, un oficial de la corte egipcia. Tentada quizás por la belleza masculina de José, la esposa de Potifar trató de seducirlo. Puesto que solo era un esclavo, José fácilmente pudo haberse sentido obligado a obedecerla, posiblemente con la esperanza de mejorar su posición. Sin embargo, José rechazó rotundamente los requerimientos amorosos inmorales de ella y dijo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Gén. 39:1-9) ¿Qué movió a José a ver el adulterio como un pecado contra Dios?
9. ¿Por qué rechazó José el adulterio como un “pecar contra Dios”?
9 Él no respondió de esa manera debido a una ley escrita de Dios que prohibiera el adulterio, como la que solo más tarde apareció en los Diez Mandamientos. (Éxo. 20:14) Y aquí José estaba en Egipto, lejos de toda presión de familia o reglas patriarcales. Claramente la conciencia de José estuvo envuelta en esto. El adulterio violaba su sentido moral. Probablemente podía “sentir” que era incorrecto tomar lo que no le pertenecía, la esposa de otro hombre. Y este sentimiento pudo haberse fortalecido por haber reflexionado él en el hecho de que un hombre y su esposa son “una sola carne,” un hecho con el cual Adán estaba bien familiarizado. (Gén. 2:24; Mat. 19:4, 5) También, habría oído de las experiencias de Abrahán e Isaac, que no mostraban aprobación del adulterio. (Gén. 20:1-18; 26:7-11) Por consiguiente, aun sin una ley contra el adulterio la conciencia de José podía moverlo a rechazarlo.
10. ¿Qué evidencia hay de que otros pueblos, también, heredaron la facultad de la conciencia?
10 Pero si Adán transmitió a sus descendientes un grado de conciencia, ¿no debería haber percibido la esposa de Potifar, también, que el adulterio era incorrecto? Sí, aunque obviamente ella dejó que la pasión la controlara. Los egipcios, junto con la gente por toda la Tierra, comprendían que el adulterio era una grave ofensa moral. Sus más antiguos textos religiosos asociaban el Juicio Final con poner el “corazón” en la balanza. ¿Y en cuanto a qué se juzgaba a uno? El antiguo “Libro de los Muertos” egipcio representa a los difuntos declarando su inocencia, diciendo: ‘No he robado. No he matado hombres. No he mentido. No he contaminado a la esposa de ningún hombre.’ Por eso, la conciencia debe haberlos llevado a percibir lo incorrecto del adulterio. Introduciendo la conciencia en el cuadro, el historiador Josefo escribió más tarde que José instó a la esposa de Potifar a evitar una concupiscencia que traería remordimiento y sufrimiento, y a más bien ser fiel a su esposo y disfrutar de “una buena conciencia.”
11. ¿De qué manera ilustran una conciencia en funcionamiento fuentes tanto bíblicas como no bíblicas?
11 Además, encontramos descripciones, tanto bíblicas como no bíblicas, que son ilustración de una conciencia en funcionamiento. En una ocasión el rey David de Israel hizo que se tomara un censo de la nación. La Biblia describe cómo afectó a David el comprender que había pecado. Mostrando la conciencia en operación, la Biblia dice que el “corazón de David empezó a darle golpes.” (2 Sam. 24:1-10) Un efecto similar de una conciencia herida se menciona en una tablilla cuneiforme antigua que da la oración de un babilonio que había pecado. Imploraba a su dios que escuchara “a causa de su pecho, que se queja como una flauta resonante.”
12. (a) Por eso, ¿qué se puede concluir correctamente en cuanto a la facultad de la conciencia, como lo indica el apóstol Pablo? (b) ¿Manifiesta conciencia toda la gente?
12 Todo esto muestra que tenemos una conciencia debido a haber heredado de Adán inteligencia y un sentido moral. Así, hasta naciones que no sabían nada de la ley mosaica, dada por Dios, prohibían cosas como hurtar, mentir y cometer incesto, asesinato y adulterio. Sí, aunque “no tienen ley,” ellas “hacen por naturaleza las cosas de la ley.” El apóstol Pablo puso de relieve la base que había para las normas morales de ellas, diciendo: “su conciencia [griego, synéidesis] da testimonio con ellos y, entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados.” (Rom. 2:14, 15) Tan universal es la facultad de la conciencia dada por Dios que una enciclopedia declara: “Todavía no se ha encontrado una cultura en la cual no se reconozca la conciencia como realidad.” Y concerniente a los individuos que aparentemente “no tienen conciencia,” el Dr. Geoffrey Stephenson escribió: “Eso era y todavía es considerado por algunos como una forma genuina de locura o psicosis.”—Compare con Tito 1:15.
LA CONCIENCIA... SU OPERACIÓN Y ENTRENAMIENTO
13. ¿Por qué se necesita más que solo saber que tenemos una conciencia?
13 Por consiguiente, ¿podemos simplemente ‘hacer por naturaleza las cosas de la ley’? No, se necesita más. El simplemente entender la fuente verdadera de la conciencia y por qué tenemos esa facultad no nos asegura que nos estamos beneficiando plenamente de ella. Recuerde que los egipcios de la antigüedad tenían ciertas normas morales que manifestaban los efectos de la conciencia. Pero ¿fue suficiente aquello en sí? ¿Los protegió solo aquello de toda cosa impropia? Su repugnante adoración de animales, en la cual se rendía “servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó,” demuestra que no bastaba con simplemente tener un grado de conciencia. (Rom. 1:20-25) Por consiguiente, es necesario que sepamos más que solo que tenemos una conciencia. Debemos saber cómo funciona, cómo puede ser entrenada y lo que Dios dice acerca de usarla en la vida cotidiana.
14. ¿Cuál es una de las maneras en que funciona su conciencia?
14 Los ejemplos bíblicos que hemos considerado ilustran dos maneras esenciales en las cuales su conciencia puede y debe funcionar. Es probable que el dirigir la atención al pasado de uno y juzgar lo moral que hayan sido sus actos en el pasado sea la operación de la conciencia en que más comúnmente se piense. Notamos esta función en el caso del pecado de Adán y en la experiencia de David después que éste hubo obrado incorrectamente. La conciencia de éstos los hirió. ¿No ha sentido usted que su conciencia funciona de este modo? Esta voz interior de la conciencia que aflige a los que han hecho lo malo puede ser tan insistente que éstos tomen acción drástica para limpiar su conciencia o quizás se vean afligidos por su conciencia por años.
15. ¿De qué manera importante puede ayudarle esto?
15 Sin embargo, un efecto mucho más importante de esta operación de la conciencia es que puede mover a uno al arrepentimiento piadoso. David escribió: “Cuando me quedé callado se gastaron mis huesos debido a mi gemir todo el día. Por fin te confesé mi pecado, y no encubrí mi error. Dije: ‘Haré confesión acerca de mis transgresiones a Jehová.’ Y tú mismo perdonaste el error de mis pecados.” (Sal. 32:3, 5) Por consiguiente, la conciencia de usted en funcionamiento puede hacer que regrese a Dios, pues le ayuda a reconocer que es necesario tener el perdón de él y seguir Sus caminos en el futuro.—Sal. 51:1-4, 9, 13-15.
16. ¿De qué otra manera puede y debe funcionar su conciencia?
16 La otra función de la conciencia es la de funcionar por anticipado para guiar y aconsejar al que tiene que hacer una selección moral o tomar una decisión moral. El conferenciante Eric D’Arcy comentó: “En los escritores paganos la conciencia no aparecía en la escena sino hasta después que se ejecutaba la acción, y su papel era meramente judicial; pero en [la Biblia], a la conciencia se le atribuye una función legislativa.” Fue este aspecto de la conciencia lo que hizo que José pudiera percibir de antemano que no debía cometer adulterio. Siguió su conciencia al rechazar un derrotero que estaba contra su sentido moral. ¿Ha funcionado la conciencia de usted de este modo? ¿Le está ayudando como debería ayudarle?
17, 18. (a) ¿Qué peligro existe si una persona reprime su conciencia? (b) ¿En qué condición dejaría esto a uno?
17 Para que la conciencia nos guíe y beneficie, es necesario dar atención y entrenamiento a esas dos funciones de ella. El hecho de que ninguno de los dos aspectos puede ser pasado por alto o reprimido se ve claramente por lo que sucede cuando se ha hecho eso. Normalmente, como resultado de que la persona ha heredado de Adán la conciencia, ésta pudiera remorderle o indicarle que es incorrecto mentir o hurtar. Esto es similar a la señal que uno recibe cuando su mano se acerca a una llama; sus receptores sensorios intraconstruidos lo ponen a uno sobre aviso en cuanto al peligro y uno puede alejar del fuego la mano. Pero ¿qué hay si ya hubiera desarrollado un fuerte callo en esa parte de su mano, o quizás su mano tuviera una gran porción cicatrizada debido a una quemada previa? En ese caso sus sentidos pudieran estar bloqueados; debido al tejido encallecido o cicatrizado la zona sería insensible, no podría responder. De igual manera la conciencia pudiera ser amortiguada si se le pasara por alto o reprimiera repetidas veces. El apóstol Pablo escribió acerca de hombres “cuya conciencia ya no siente nada, como si se la hubieran quemado con un hierro caliente.” (1 Tim. 4:2, Versión Popular) Esos hombres, sin remordimiento de conciencia, podrían mentir, obrar con hipocresía o extraviar intencionalmente a los cristianos, como dijo Pablo.
18 En consecuencia, una conciencia que ha sido pasada por alto o reprimida no solo ya no causa dolor a la persona después que ha cometido lo malo, sino que no suministra guía confiable de antemano. Una descripción de personas en esa situación se da en Efesios 4:19: “Los cuales, habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas.” (Biblia de Jerusalén) Es fácil entender por qué Hitler quería poner a la gente en esa condición. Su conciencia no los restringiría en absoluto, sino que podrían hacer cualquier cosa que se les pidiera, sin importar lo baja o vil que fuera. Ciertamente queremos evitar llegar a ser así; más bien, queremos que nuestra conciencia siga funcionando y respondiendo.
19. ¿De qué manera es la Biblia una ayuda con relación a que uno tenga una conciencia en funcionamiento?
19 La Biblia es una ayuda inestimable en esto. Puesto que presenta las mayores indicaciones que tenemos en cuanto a las cualidades y caminos de Dios, puede ayudarnos a llegar a estar en armonía o sintonía con su imagen. Así, pues, el salmista cantó: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de rectitud.” (Sal. 143:10) Mientras más aprendamos y comprendamos Sus tratos y voluntad, más fortaleceremos la influencia de la conciencia piadosa en nuestra vida. (Sal. 119:1-16) La voz interior se hace más fuerte y más clara, así como por medio de cultivo y entrenamiento el solista consigue voz y oído más exactos y el relojero aguza su vista.
20. Puesto que la conciencia se hereda, ¿por qué contiene leyes contra ciertas ofensas morales la Biblia?
20 La Biblia contiene leyes o mandamientos claros de Dios contra ciertas graves ofensas morales, como el hurtar, mentir, cometer adulterio y asesinar. Esos agravios se prohibían en la Ley que él dio a Israel, y las prohibiciones se repiten en el consejo de Dios para los cristianos. (Éxo. 20:13-16; Efe. 4:28; Col. 3:9; 1 Cor. 6:9, 10; Rev. 21:8) Por consiguiente, hasta si por la crianza o experiencia de una persona en la vida su conciencia hubiera sido amortiguada a cualquiera de estos pecados, por la Biblia le sería fácil ver que son incorrectos. No habría base para decir: ‘Pero mi conciencia no me molestó; no me pareció que fuera incorrecto.’ Además, esas leyes darían lugar a que los responsables de la congregación cristiana procedieran a fin de proteger de todo practicante de pecado a los miembros de ésta. Sería expulsado o cortado del compañerismo.—1 Cor. 5:11-13.
21. ¿Qué otro valor tienen los principios bíblicos?
21 Pero además de leyes contra agravios crasos, las Escrituras contienen muchos principios de conducta que reflejan la personalidad, caminos y normas de Dios. Estas son indicaciones amplias de cómo podemos ser a su imagen. Aunque se pudieran citar numerosos ejemplos de principios bíblicos, note las indicaciones claras de que Dios es justo e imparcial. Ante todo, se nos dice eso directamente. (Deu. 32:4; Job 34:10, 12; Hech. 10:34, 35) Y esto se respalda con ejemplos que muestran que Dios desplegó esas cualidades. Por ejemplo, cuando un rey ungido de Israel pecaba y obraba injustamente para con algunos de sus súbditos, Jehová claramente mostraba lo incorrecto del derrotero de éste. Y, en armonía con la propia justicia de Dios, no eximía de castigo ni siquiera al rey. (2 Sam., caps. 11, 12) Al impresionar en nuestro corazón y mente esos principios de conducta e indicaciones de la personalidad de Dios, fortificamos nuestra conciencia para que obre de manera confiable. Por consiguiente leemos: “En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.”—Pro. 3:6; Sal. 16:8.
22. Dé un ejemplo de un principio bíblico importante. ¿Cómo pudiera afectar esto la conciencia de uno, con qué provecho para el individuo?
22 Habiendo aprendido que Dios es justo e imparcial, ¿no tendría usted una conciencia más sensible al despliegue de injusticia o parcialidad para con otros? Quizás a usted se le hubiera criado con prejuicio contra individuos de ciertos antecedentes, y por eso no le molestara el discriminar contra ellos. Si usted solía atender clientes en una tienda, probablemente tendía a pasar por alto a éstos o tratarlos con menos atención o bondad. Pero entonces usted aprendió por la Biblia la justicia de Dios y que él insta a los que quieren tener su aprobación a desplegar justicia e imparcialidad. (Miq. 6:8; Pro. 24:23) Y llegó a comprender que todas las criaturas humanas son de los mismos padres humanos originales, Adán y Eva. (Hech. 17:26; Gén. 3:20) Ante una situación similar a otra del pasado en la cual usted habría obrado injustamente, la “voz” de su conciencia le insta ahora a obrar con justicia e imparcialidad. Además, si usted prosiguiera y obrara con su prejuicio anterior, probablemente su conciencia lo afligiría después de eso. Sería como si oyera desde lo interior una voz que lo condenara por haber seguido un derrotero que usted sabía que era incorrecto. De modo que usted puede ver que su conciencia ha recibido entrenamiento, ha sido aguzada, se ha hecho más sensible. Ahora suministra mejor guía para usted; lo acerca más a la imagen de Dios.
23. ¿Por qué se hace cada vez más difícil decidir los asuntos hoy día?
23 Como se ha mencionado, hoy nos enfrentamos a extenso cambio y derrumbe en lo moral. Esto hace cada vez más difícil la tarea para los que quieren cooperar con la voz de su conciencia. Además, ¿no parece que la vida se está haciendo cada vez más complicada? ¡Parecen tantos los factores que hay que considerar al tomar una decisión! El juez Felix Frankfurter, del Tribunal Supremo de los EE. UU., hizo el siguiente comentario en cierta ocasión: “Difícilmente hay una cuestión de verdadera dificultad delante del Tribunal que no envuelva más de un llamado principio. Cualquiera puede decidir una cuestión si solo hay un principio individual en controversia.”
24, 25. (a) ¿Qué podemos hacer al enfrentarnos a una decisión complicada? (b) ¿De qué manera, pues, será una ayuda para nosotros nuestra conciencia?
24 Sin embargo, mientras más amplio sea nuestro conocimiento de los principios divinos que se hallan en la Biblia, mejor podremos pesar los asuntos y decidir. Al enfrentarnos a una cuestión o decisión, podemos meditar en los principios bíblicos que parecen aplicar. Dependiendo de la naturaleza del asunto, pudiera tratarse de principios como los siguientes: respete la jefatura (Col. 3:18, 20); sea honrado en todas las cosas (Heb. 13:18); odie lo que es malo (Sal. 97:10); siga tras lo que contribuye a la paz (Rom. 14:19); obedezca a las autoridades gubernamentales (Rom. 13:1; Mat. 22:21); rinda devoción exclusiva a Dios (Mat. 4:10); evite las malas asociaciones (1 Cor. 15:33); no haga tropezar a otros (Fili. 1:9, 10). Aunque los principios mismos nos ayudan, si aumentamos nuestro conocimiento y aprecio de los principios y caminos de Dios la voz de nuestra conciencia será más confiable. Pablo dijo que la conciencia de él era ‘dadora de testimonio.’ (Rom. 9:1) La nuestra también lo será. Los aguijonazos de nuestra conciencia que ha sido entrenada por la Palabra de Dios nos ayudarán a reflejar la personalidad y cualidades de Dios en nuestras decisiones.
25 Así, pues, todos tenemos disponible para nuestra guía un grado de conciencia, que suministró Dios. Pero si aumentamos nuestro conocimiento de las cualidades y principios de Dios, nuestra conciencia puede hacérsenos aun más valiosa en lo que se refiere a guiar nuestros pasos y tomar decisiones.
[Ilustración de la página 529]
José escuchó la voz de su conciencia y huyó de un “pecar contra Dios”