Un pueblo celoso de obras excelentes
1. ¿Qué razones deben hacer que seamos celosos de obras excelentes?
LA VIDA que tiene propósito tiene significado. Cuando el corazón y la mente se unen en el esfuerzo por alcanzar una meta que vale la pena, las cosas que la persona hace diariamente tienen significado, pues dan sustancia a la existencia de la persona. A personas de esta clase se les ha de contar entre las más felices del mundo; las que llevan una vida sin objetivo se cuentan entre sus más desilusionadas. El deseo natural de ser feliz es suficiente razón para que edifiquemos nuestra vida en torno de obras que efectúen lo bueno para nosotros mismos y para otros. El celo en llevar a cabo esas obras trae un abundante galardón en bendiciones.
2. (a) ¿El ejemplo de quiénes podemos imitar? (b) ¿A hacer qué excelente obra nos moverá eso?
2 Jehová es el Dios de las obras excelentes, y es celoso al hacer que se lleven a cabo. Todo lo que hace es para el bien de los que le sirven. Jesús puso un ejemplo perfecto, en imitación de su Padre. A las personas piadosas que quieren agradar a Jehová también se les puede identificar por obras excelentes. El esfuerzo que hicieran los discípulos de Jesús por seguir el ejemplo de él produciría para su Padre un “pueblo peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes.” (Tito 2:14) Las obras excelentes de un cristiano son las que benefician a otros. La cosa más provechosa que podemos hacer por otra persona es ayudarla a conocer y servir a Jehová. La obra de predicar y hacer discípulos de la congregación cristiana es una obra excelente del mayor beneficio posible. La necesidad y urgencia de ésta la hacen digna de nuestro más intenso celo.
3, 4. (a) ¿Qué es celo? (b) ¿Qué preguntas debemos hacernos?
3 ¿Qué es celo? Es ardor. Es un deseo solícito, fervoroso, de hacer lo correcto y apropiado. Donde hay celo hay vida, entusiasmo, la pulsación que denota vigor o actividad. Un interés vivo en el resultado impulsa a desplegar interés personal en lograr que las cosas se hagan. La actitud mental es de concentración, de plenitud de corazón. Cuando falta celo, el modo de obrar de uno es mecánico. El envolvimiento personal es superficial. La actitud no denota inspiración, sí, es apática. Por eso, ¿se le puede describir a usted como celoso?
4 Sí, pregúntese si es celoso por las obras excelentes. ¿Puede describirse su apoyo a la actividad de predicar de su congregación como ardorosa, de toda alma? ¿Lo ha movido un deseo sincero de hacer cuanto pueda para ayudar a otros a aprender en cuanto a los propósitos de Jehová? ¿O ha estado contento con solo participar, desplegando solo el mínimo interés y esfuerzo? ¿Ha estado simplemente ‘haciendo como que hace’ sin envolvimiento verdadero?
5. ¿Qué revela en cuanto a nuestro celo la actitud que mostramos?
5 Su actitud le hará saber mucho en cuanto a la intensidad de su celo. Un discípulo verdaderamente celoso no permite que intereses personales no esenciales reciban reconocimiento como superiores, por delante de la obra de predicar y hacer discípulos. Cuando usted participa, ¿está siempre gobernada su participación por el reloj? ¿Participa usted físicamente, mientras que mentalmente está en otro lugar? ¿Están concentrados sus pensamientos en cosas que piensa hacer después, como ver un programa de televisión favorito o ir a una cita social? Pudiera ser que usted considerara la actividad de servicio como algo con lo cual acabar rápidamente de modo que le fuera posible pasar a hacer las cosas que usted realmente quiere hacer. Pudiera ser que considerara esa actividad simplemente como su “deber” como testigo de Jehová, y cumpliera con ella solo como con una obligación que envuelve poco deseo de corazón.
6. ¿Por qué el que necesitemos disciplina personal no significa necesariamente que carezcamos de celo?
6 Quizás usted no tenga la personalidad de un extrovertido. Para usted quizás sea una cosa muy difícil el tomar la iniciativa en hablar a otros, especialmente a extraños. Lo que parece que otros hacen naturalmente, es un desafío para usted. El seguir expresándose quizás requiera disciplina personal de su parte, aun por obligarse usted mismo a veces. Eso no necesariamente quiere decir que a usted le falta celo. En algunos respectos, su celo podría ser más intenso que el de otros porque es posible que lo que usted esté haciendo represente una convicción más fuerte y más profunda, que requiera esfuerzo adicional. La cosa importante es que usted tiene un deseo fervoroso en su corazón. Entiende que la fe verdadera está acompañada de una expresión exterior de amor a Jehová y a su semejante. El celo por demostrar su fe lo ayuda a vencer sus inhibiciones. El amor intenso produce denuedo que hace que se desvanezca el temor al hombre. La resultante declaración pública de fe es una obra excelente que expresa un celo genuino.
CELO NO MEDIDO POR CUOTAS
7. (a) ¿Por qué no es prudente establecer cuotas o metas? (b) ¿Cuál es la medida verdadera del celo?
7 A veces se ha intentado estandarizar los esfuerzos de todos por medio de establecer ciertas cuotas como metas comunes para todos. En muchos casos el celo entonces se mediría por el logro de esas metas. Invariablemente esto ha resultado en una tendencia a compararnos unos con otros, lo cual nunca ha resultado ser una medida exacta o aprobada de amor o celo. (2 Cor. 10:12) Sin importar cuánto investiguemos, no podemos hallar cuotas manifestadas en la Palabra de Dios como un requisito mínimo de predicación. La cantidad de trabajo que hacemos tiene poco que ver con la manera en que Jehová avalúa nuestro celo. Él está mucho más interesado en nuestros motivos, los deseos que hay dentro de nuestro corazón. El único requisito uniforme para todos es sencillamente que ‘trabajemos en ello de toda alma.’ (Col. 3:23) Dios hace accesible una extensa variedad de oportunidades y luego permite que cada uno de nosotros “haga así como lo ha resuelto en su corazón.” Nuestro esfuerzo, que no es “como obligado,” verdaderamente refleja lo que está en nuestro corazón. (2 Cor. 9:7) Lo que nuestro corazón nos mueve a hacer llega a ser la medida verdadera de nuestro celo.
8. (a) ¿Por qué hay una diferencia en lo que cada uno puede hacer? (b) ¿Qué es lo importante?
8 Cuando cada uno da de corazón, Jehová puede considerar iguales, uniformes, todos nuestros esfuerzos, aunque haya extensa variedad en la cantidad que cada uno haga. Las circunstancias personales son diferentes en cada caso. La edad, salud, responsabilidades de familia, trabajo seglar, etcétera, todos son factores que afectan nuestro nivel de actividad. Es posible que uno que disfrute de circunstancias favorables pueda hablar a un número mucho mayor de personas en cuanto al reino de Dios de lo que otro puede. Quizás alguien que tenga más responsabilidades pueda hablar solamente a una fracción de ese número de personas. Debido a la variedad de circunstancias, cierto número de horas pudiera representar un esfuerzo extraordinario en un caso pero solo un esfuerzo de muestra en otro. Por eso, el que podamos efectuar mucho y tengamos oportunidad para ello no nos suministra razón alguna para hacer alarde y, a la inversa, el que nuestro servicio resulte limitado sin que sea culpa nuestra no debe hacer que nos sintamos avergonzados. Lo importante es que tenemos celo que nos mueve a aprovecharnos de toda oportunidad que nos está disponible.
9. ¿De qué maneras podemos demostrar nuestro celo por la obra de predicar?
9 La intensidad de nuestro celo se refleja por la prontitud con la cual nos aprovechamos de oportunidades o creamos oportunidades para declarar las buenas nuevas, buscando modos de ‘comprar’ tiempo para efectuar más. (Efe. 5:15, 16) De vez en cuando, cuando temporáneamente nos vemos con menos responsabilidades, nuestra anuencia a usar en el servicio de Jehová el tiempo adicional de que disponemos es una excelente evidencia de celo. También, el tomar la iniciativa en manejar nuestras circunstancias para hacer que nos permitan más tiempo para el servicio muestra que tenemos un deseo fervoroso de esmerarnos en sumo grado. Un publicador celoso pudiera analizar cuidadosamente su trabajo seglar, buscando maneras de minimizar sus obligaciones. En vez de aceptar pasivamente limitaciones innecesarias por causa de ventajas materiales, pudiera solicitar ajustes que le suministraran más libertad para la obra del Reino. Los celosos se esfuerzan por utilizar su tiempo y recursos con provecho óptimo, siempre manteniendo en primer lugar los intereses del Reino.
10. ¿En qué respectos es un agricultor asiduo un buen ejemplo de celo?
10 El comprender la urgencia creciente de ver que la obra se haga realidad efectuada es prueba de celo. El agricultor asiduo sabe bien que una cosecha de buen éxito requiere períodos de trabajo extraordinario en las temporadas de siembra y siega. Porque siente una responsabilidad personal y se interesa vivamente en el resultado, sus esfuerzos no están gobernados por ninguna norma “sindical” que solo requiera un esfuerzo mínimo y compensación extra por todo lo que pase de eso. Con gusto trabaja largas horas y se esfuerza estrenuamente cuando es necesario. Si somos ardorosos en nuestro deseo de ayudar a otros, daremos libremente de nuestro tiempo y energías sin pensar en lo que se espere de nosotros. Cuando hay necesidad de hacer ciertas cosas, y se nos da la oportunidad de ayudar, el darnos nosotros mismos para ello es una evidencia loable de celo.
LAS OBRAS EXCELENTES NO ESTÁN LIMITADAS A PREDICAR EL REINO Y HACER DISCÍPULOS
11. ¿Son el predicar y el hacer discípulos las únicas obras excelentes del cristiano, y, si no, cómo hay que considerar otras obras?
11 Aunque apropiadamente enfatizamos la obra de predicar debido a su urgencia, de ninguna manera es la única actividad que haya de abarcarse en la definición de “obras excelentes.” “Obra” se puede definir como “una tarea, deber, función o asignación específica que a menudo es parte o una fase de alguna actividad mayor.” La predicación de las buenas nuevas es parte de una actividad mayor que comprende muchas obras excelentes que los cristianos ejecutan por amor a otros. Sería un error considerar otras obras excelentes como de poca importancia. Aunque ciertas obras quizás reciban mayor énfasis a veces, desde el punto de vista que abarca todo aspecto todas son igualmente importantes. Cada obra excelente hace su propia contribución a la fuerza, unidad y productividad de la congregación cristiana.
12. ¿Qué obras excelentes describe Pablo en Tito 2:10?
12 En su carta a Tito, Pablo nos da una idea del extenso alcance de las obras excelentes del cristiano. A los hombres se les anima a ser “moderados en los hábitos, serios, de juicio sano, saludables en fe, en amor, en perseverancia.” Las mujeres, a su vez, deben ser diligentes en ‘amar a sus esposos, amar a sus hijos, ser de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, en sujeción a sus propios esposos.’ Esta conducta en el hogar contribuiría directamente a la diseminación de las buenas nuevas. No se ‘hablaría injuriosamente’ de la Palabra de Dios, y los extraños no tendrían “nada vil que decir acerca de nosotros.” Eso finalmente serviría para ‘en todas las cosas adornar la enseñanza de nuestro Salvador, Dios.’ (Tito 2:1-10) Claramente, pues, éstas también son obras excelentes por las cuales correctamente puede ser celoso el cristiano.
PRODUCIENDO OBRAS EXCELENTES DENTRO DEL CÍRCULO FAMILIAR
13. (a) ¿Qué preguntas pueden ayudar a los padres a medir su celo por el bienestar de sus hijos? (b) ¿Qué beneficios resultan de ese celo?
13 Padres, ¿despliegan celo ustedes en mostrar amor a sus hijos? El interés genuino en su bienestar significa más que solo suministrarles lo que necesitan en sentido material, llevarlos a las reuniones o conducir un estudio bíblico semanal con ellos. El celo por su bienestar se demuestra por un interés sincero en todas sus necesidades y problemas. Pregúntese: ¿Realmente sé lo que piensan mis hijos en cuanto a los requisitos de Dios? ¿Los he preparado para problemas a los que quizás se enfrenten en el futuro? ¿Estoy alerta para ayudarlos a vencer debilidades como el orgullo, el egoísmo, la pereza, etcétera? ¿Sé lo que se les está enseñando en la escuela y a qué grado está influyendo en ellos el modo de pensar mundano? ¿Sienten mis hijos que pueden abordarme con toda libertad en cuanto a sus problemas, o tengo que aguijonearlos? ¿Puedo discernir por su expresión o tono de voz que algo anda mal? ¿Soy paciente cuando trato de averiguar qué es? ¿Soy comprensivo y compasivo, y les doy continuamente seguridad de mi amor? Cuando usted realmente trata de familiarizarse bien con sus hijos, de entender sus problemas y ayudarlos espiritualmente, está llevando a cabo una obra excelente que resulta en una bendición para su familia y un testimonio al nombre de Jehová en la comunidad.
14. ¿Cómo puede una esposa desplegar celo por las obras excelentes en el hogar?
14 La tendencia hacia más agresividad e independencia de parte de las mujeres ha producido mucha contienda en el hogar y una proporción de divorcios que sube vertiginosamente. ¡Qué digno de alabanza el ver a una esposa cristiana desplegar celo por las obras excelentes por sumisión amorosa a su esposo! Ella sobrepuja lo que pudiera esperarse en el mundo, al demostrar un deseo fervoroso de contribuir a la felicidad y bienestar de él. Cuando difieren las preferencias personales de ellos, el respeto a la jefatura de él le impide a ella tratar de obligarlo a hacer lo que ya él ha rechazado. Desempeña gozosamente los quehaceres domésticos, y como remuneración tiene el aprecio de la familia. La preparación de las comidas no es simplemente una faena rutinaria, sino una oportunidad selecta de satisfacer una necesidad para gran aumento del bienestar de los que ama. Encuentra satisfacción en mantener un hogar nítido y atractivo porque su familia disfruta del ambiente agradable. Estas son obras excelentes que aprecia su familia, y por éstas ella correctamente “se procura alabanza.”—Pro. 31:30.
15. ¿De qué maneras puede mostrar su celo un esposo?
15 El esposo que despliega celo expresa amor a su esposa. En muchísimas cositas trata de agradarle sin sacrificar su jefatura ni los mejores intereses de la familia. No insiste en salirse con la suya en todo; toma en consideración los sentimientos de ella. Tiene a su esposa en alta estima; no la considera simplemente como medio por el cual satisfacer su pasión sexual. Hace que ella sienta que él la necesita, lo cual la ayuda a ser una esposa y ayudante aun más capacitada. El celo de él al expresar su cariño, a su vez, produce beneficios que aumentan incomensurablemente su propia felicidad.
16. (a) ¿Cómo puede mostrar celo por su trabajo seglar el cristiano? (b) ¿Qué beneficios tiene esto?
16 Es correcto que el cristiano despliegue celo tocante a su trabajo seglar. Esto no significa una búsqueda ferviente de cosas materiales para garantizar la seguridad financiera de la familia. Más bien, él cumple de toda alma con obligaciones de carácter ineludible a un patrono, “como para Jehová.” (Col. 3:22, 23) Tiene el deseo de ejecutar trabajo que sobresalga en calidad. Trata de ser un empleado cooperativo, útil y honrado. Usa las horas de trabajo de la manera más ventajoso sin pérdida innecesaria de tiempo o materiales. Se esfuerza por ganar la reputación de ser confiable y fiel a su palabra. Por estas razones, se ha dado el caso frecuente de patronos que han dado a conocer que prefieren emplear a nuestros hermanos espirituales. Lo que es más importante todavía es que estas cualidades realzan el atractivo de las buenas nuevas que nuestros hermanos llevan a otros.
17. ¿Qué puede revelar en cuanto a nosotros mismos un examen personal?
17 Un aprecio más profundo de las obras excelentes que se describen en la Palabra de Dios debe hacer que nos echemos un buen vistazo a nosotros mismos. En muchos respectos nuestras obras quizás muestren que tenemos ardor por lo que es excelente. En otros aspectos quizás tengamos que admitir que no hemos sido precisamente celosos. Si queremos ser dignos seguidores de nuestro Dechado, Jesús, quizás necesitemos más en tiempo y esfuerzo para cultivar mayor celo. Pudiera ser que el progreso personal requiriera mucho esfuerzo, pero los beneficios satisfacientes y útiles valdrán la pena.
EJEMPLOS MODERNOS DE CELO
18. ¿Cómo demostró un cabeza de familia su celo?
18 Es un estímulo ver a otros que despliegan celo por las obras excelentes. Cobramos ánimo cuando vemos que nuestros hermanos manifiestan su celo aunque se les someta a circunstancias penosas. Por ejemplo, un hermano de un estado del sudoeste de los Estados Unidos sirve de anciano nombrado y tiene una familia grande. Puesto que tiene responsabilidades de congregación, obligaciones de familia y un trabajo seglar exigente, mucho se requiere de él. Sin embargo, ha considerado las actividades seglares y no teocráticas simplemente como un medio hacia un fin, a saber, ayudar a hacer posible que él mismo y su familia participen tan plenamente como les sea posible en las obras excelentes de la congregación. Limitó su trabajo seglar a lo que le era necesario a su familia, y esto le dejó tiempo para servir de precursor temporero en cuatro ocasiones durante el año pasado. Cuando se le preguntó por qué hizo aquello, sencillamente contestó: “Simplemente se trata de lo que uno pone en primer lugar en su vida . . . lo que en realidad esté primero en su corazón.” Los beneficios trascendentales de su celo posiblemente estén reflejados en el hecho de que veintinueve publicadores de esa congregación participaron con él en el servicio de precursor temporero durante el mismo año.
19. ¿Cómo mostró una hermana casada su celo, con qué bendición para su familia?
19 Una hermana casada ha demostrado un celo similar. Tiene tres hijos y un esposo incrédulo, y dedicó su vida a Jehová hace unos cinco años. El esposo de ella, un negociante próspero y con poca inclinación hacia la religión, se mostraba muy escéptico en cuanto a lo genuino de la fe que ella confesaba. En el pasado, muchas eran las veces en que ella no había desplegado un “espíritu tranquilo y apacible” en las relaciones de familia y la asociación con otros. (1 Ped. 3:1-4) El cambio en los modales y la conducta de ella pronto lo convencieron de lo contrario de lo que pensaba. Vio menos énfasis en las cosas materiales y más interés en la conducta cristiana apropiada. Aunque ella apartaba gran parte de su tiempo para actividades que eran práctica de su fe, él al mismo tiempo descubrió que ella se interesaba más en él. La anuencia sincera de ella en cuanto a someterse ahora a la jefatura de él marcó un cambio decisivo hacia mejores circunstancias en la relación de ellos. Él vio un entusiasmo renovado por atender bien la casa. Había más interés en los hijos que solo lo que tenía que ver con sus necesidades materiales o educación seglar; los períodos de instrucción bíblica llegaron a ser parte integrante de la rutina cotidiana. Los amigos de la familia no pudieron menos que notar el cambio, no solo en el espíritu más feliz de la familia, sino también en la conducta de ella fuera de la casa, que incluía sus visitas a los hogares de ellos para compartir el mensaje del Reino. Su celo en aplicar los principios bíblicos la hizo una mejor esposa y madre, fortaleció los vínculos de la familia y recomendó altamente a otros las virtudes de la adoración pura.
20. ¿Cómo probó su celo un hermano de edad avanzada?
20 El estar entrados en años no ha disminuido el celo de muchos de nuestros hermanos de mayor edad. Un fiel hermano ungido que se asocia con una congregación de la ciudad de Nueva York ha estado celosamente activo en el servicio de Jehová desde que dedicó su vida en 1915. Con el transcurso de los años tuvo asignaciones de responsabilidad en casi todo puesto de superintendencia de la congregación. A pesar de situaciones penosas, no permitió que nada apagara su celo por las obras excelentes. Hoy, aun a la edad de setenta y ocho años, su celo es ejemplar. Cuando la mala salud le impide asistir a las reuniones o participar en el servicio del campo, su ausencia lo hace conspicuo. Su conversación, comentarios en las reuniones, así como sus oraciones, se caracterizan por continuas expresiones de aprecio a la verdad, su amor a la organización e interés en el bienestar de otros. Para él es inconcebible seguir voluntariamente un derrotero que disminuya su participación en la actividad de la congregación. Es una bendición para la congregación el que en ella esté presente uno a quien sus obras excelentes identifican tan obviamente como uno de los “hermanos” ungidos del Rey mesiánico.—Mat. 25:40.
AHORA ES EL TIEMPO DE DESPLEGAR CELO POR OBRAS EXCELENTES
21. ¿Qué deberían poder ver otros en nosotros?
21 El creciente apremio de los tiempos subraya el valor de las obras excelentes. Como testigos de Jehová, hemos llegado a ser una brillante ‘luz para el mundo.’ (Mat. 5:14-16) Las obras y cualidades que otros vean en nosotros deberían moverlos a honrar a Jehová. Jehová mismo debe poder ver reflejado en nosotros Su propio celo por las obras excelentes. Personas que solo afirman ser cristianos despliegan esas obras solo periódicamente y por razones dudosas. Si somos cristianos verdaderos, todo lo que hagamos diariamente mostrará que tenemos celo por lo que es bueno, recto y apropiado. El fruto del espíritu de Jehová se identificará claramente en todo lo que hagamos y digamos.—Gál. 5:22, 23.
22. Si verdaderamente somos celosos, ¿en hacer qué hallaremos gozo?
22 La declaración pública de nuestra esperanza no se circunscribirá a una hora o dos de vez en cuando y aparte de eso ser cosa olvidada. Consideraremos todo contacto con otra persona como una posible oportunidad de compartir nuestra fe. El interés personal en las personas de características de oveja hará que sea un gozo para nosotros poder usar nuestro tiempo y habilidades en enseñarles. Convencidos del valor sobresaliente de las buenas nuevas, bondadosamente continuaremos ofreciéndoselas aun a los que inicialmente las rechazan. Sí, “en todas las cosas” nos esforzaremos por demostrar que somos “ejemplo de obras excelentes.”—Tito 2:7.
23. ¿Qué nos mueve a persistir en obras excelentes, y qué esperanza nos da esto para el futuro?
23 Nuestro motivo para practicar obras excelentes brota de un deseo profundamente arraigado de demostrar nuestro amor a Jehová y probar que el interés que tenemos en nuestro prójimo es igual al que sentimos por nosotros mismos. (Mat. 22:37-39) Al acercarse la “grande tribulación,” tratamos con mayor vigor de ‘obrar lo que es bueno para con todos.’ (Gál. 6:10; Rev. 7:14, 15) Confiamos en que habrá abundante galardón para nuestra persistencia en las obras excelentes. Gozosamente esperamos el día venidero en el cual todos los hombres en toda la Tierra practicarán celosamente obras excelentes en apoyo del régimen del reino de Cristo.