¡La bendición de libertad de asamblea en Grecia!
TITULARES de primera plana de diarios de Atenas proclamaron la noticia: ¡Los Testigos de Jehová están celebrando una gran asamblea pública en Grecia!
Titulares como los siguientes, a menudo acompañados de fotografías de aquella reunión, declararon: “20.000 ASISTEN A CONGRESO INTERNACIONAL,” “¡UNA REUNIÓN ABARROTADA DE TESTIGOS DE JEHOVÁ!” “¡UNA REUNIÓN PACÍFICA!”
Pero ¿qué tenía eso de insólito? A los testigos de Jehová se les conoce por todo el mundo por sus grandes asambleas. Centenares de éstas se han celebrado en ciudades principales de todo el mundo por décadas. Los más grandes estadios de béisbol, campos de fútbol, hipódromos, auditorios y varios otros lugares que tienen espacio para muchedumbres grandes han sido escena de muchas asambleas públicas celebradas por los testigos de Jehová.
¿Por qué, entonces, fue este suceso noticia para titulares en Atenas el julio pasado?
¿POR QUÉ NOTICIA DE PRIMERA PLANA?
¡Esta reunión fue noticia de primera plana porque representó un cambio notable! ¡Esta era la primera vez que las autoridades habían permitido que los testigos de Jehová tuvieran una asamblea grande en Grecia! Gobiernos anteriores habían prohibido que estos cristianos tuvieran reuniones como ésta, reuniones que en otros países reciben buena acogida como sucesos normales cada año.
Pero para Grecia, la organización y celebración con buen éxito de la asamblea el año pasado fue un acontecimiento de importancia extraordinaria. Significó un gran cambio de actitud por parte del gobierno. Y debido a que esta asamblea de cuatro días representaba un punto significativo de desarrollo en Grecia, la prensa le dio extensa publicidad.
¿Por qué no era posible antes celebrar asambleas de este tipo? Porque por medio de presión la Iglesia Ortodoxa Griega dominante había logrado que los gobiernos anteriores prohibieran estas asambleas. De hecho, la intolerancia y persecución religiosa por parte del clero era de tal magnitud que hasta a los matrimonios de los testigos de Jehová se les rehusaba reconocimiento legal. Y a la prole de estos matrimonios se le consideraba ilegítima.
LO QUE RESULTÓ EN LA ASAMBLEA
Meses antes del acontecimiento, los testigos de Jehová en Grecia decidieron tratar de celebrar una asamblea en Atenas o cerca de allí a mediados de julio. Pero puesto que los gobiernos anteriores no habían permitido tales asambleas, dudaban que se concediera permiso.
Sin embargo, ciertos acontecimientos suministraron alguna esperanza de que fuese posible celebrar esta reunión pacífica de cristianos sinceros. Primero, en 1974 entró en el poder un nuevo gobierno en Grecia, después de lo cual se adoptó una nueva constitución de tipo democrático. Esta constitución entró en vigor el 11 de junio de 1975.
La nueva constitución salvaguardaba, entre otras cosas, el derecho de celebrar reuniones pacíficas. También, garantizaba libertad de conciencia religiosa, y la ejecución de los servicios religiosos de cualquier religión conocida sin impedimento. La ley protegería estos derechos fundamentales.
Otro acontecimiento significativo fue que, el 8 de julio de 1975, los periódicos de Atenas publicaron el fallo del Consejo del Estado, Núm. 2106/1975. Este fallo declaraba que la religión de los testigos de Jehová era conocida y reconocida, y que toda unión matrimonial solemnizada entre los testigos de Jehová sería reconocida por la ley. Los hijos que provinieran de estos matrimonios serían considerados legítimos.
Estos nuevos desenvolvimientos crearon un ambiente favorable. Hicieron surgir esperanzas de que al fin se podría convocar una asamblea en la cual no ocurrieran dificultades. Eso verdaderamente sería un punto significativo de desarrollo en la lucha por la libertad de cultos en Grecia. Pues, aunque Grecia una vez estuvo clasificada como la “cuna de la democracia,” había perdido muchos derechos democráticos fundamentales debido a intervención clerical y gobierno de tipo dictatorial. ¡Sí, por mucho tiempo aquella “cuna” resultó estar vacía!
Se había hecho solicitud a las autoridades apropiadas para celebrar una asamblea de cuatro días. Las autoridades consideraron la solicitud... ¡y la aprobaron!
El sitio para esta Asamblea “Soberanía Divina” era el Estadio Apolo, situado en Rhizupolis, cerca de Atenas. El programa sería similar al de las muchas otras asambleas de los testigos de Jehová que se celebraron el año pasado en veintenas de diferentes ciudades a través del mundo.
PREPARATIVOS PARA LA ASAMBLEA
Antes que comenzara la asamblea, muchos testigos de Jehová de diversas habilidades vinieron a trabajar gratuitamente para preparar el estadio. Con entusiasmo emprendieron la tarea, apreciando mucho el privilegio de tener parte en esta importante ocasión que haría historia.
Entre otras cosas, se tenía que construir un escenario para las diversas partes del programa. Había que instalar altavoces en muchos lugares del estadio. Además, había que construir instalaciones de excusados para damas y caballeros, puesto que en el estadio no había. Se hicieron arreglos para obtener zonas de estacionamiento en la cercanía. Se efectuó mucho trabajo adicional para que los que asistieran tuvieran comodidad y para atender sus necesidades, físicas y espirituales.
Cuando llegó el tiempo para que comenzara la asamblea, el jueves 10 de julio, multitudes de asambleístas entraron pacíficamente en el estadio y ocuparon sus asientos. Fue un espectáculo maravilloso, conmovedor, en vista de la historia pasada de oposición e intolerancia clerical. De muchos ojos fluyeron espontáneamente las lágrimas.
En otros países donde los testigos de Jehová se congregan con regularidad, las asambleas reciben buena publicidad, por la prensa, la radio y la televisión, así como por medio de invitaciones impresas que se dejan en los hogares de la gente que vive en la localidad. Pero aquí, en un esfuerzo por evitar todo problema que pudiera surgir, se evitó toda esa publicidad previa para la asamblea.
ENORME PUBLICIDAD
¡Pero de todos modos la ocasión recibió enorme publicidad! La Iglesia Ortodoxa Griega y organizaciones relacionadas empezaron una campaña de publicidad en gran escala llena de vilipendio e insulto.
El metropolitano Augustine, de Florina, Macedonia, dijo, según informó el 6 de julio el diario de Atenas Hellinikos Vorras: “Es imperativo convocar extraordinariamente a toda la jerarquía para enfrentarnos a hechos sociales y religiosos de enorme importancia. La Iglesia se traicionará si continúa inactiva. Protestamos muy vigorosamente contra [la asamblea de los testigos de Jehová], y deseamos esperar que sea cancelada al último momento; de otra manera, por orden del Sínodo todos los sacerdotes de Atenas deben subir a los campanarios y repicar en son de duelo las campanas de las iglesias, durante todo este congreso satánico. Pues, sin exageración, algo está muriendo en Grecia, y lo que está muriendo es su alma, la cual alma es la fe ortodoxa.”
Organizaciones eclesiásticas siguieron la dirección del clero. Por ejemplo, centenares de miles de hojas sueltas que contenían acusaciones falsas contra los testigos de Jehová se distribuyeron en hogares y tiendas en las zonas de Atenas-Pireo. Una hoja suelta, patrocinada por seis revistas religiosas, contenía declaraciones como éstas acerca de los testigos de Jehová: “Agentes del Sionismo Internacional están en marcha con dólares de los judíos americanos.” “Ellos . . . repudian a Cristo.” “Predican . . . la dominación de Israel sobre todo el mundo.” La hoja suelta concluía así: “¡PUEBLO GRIEGO! ¿Permitirás la reunión de personas de esa índole?”
Sin embargo, personas que tengan siquiera un conocimiento elemental de las creencias de los testigos de Jehová saben que esas acusaciones son totalmente falsas. Es absurdo alegar que los dólares judíos americanos están financiando a los testigos de Jehová cuando hoy los Testigos declaran que el sionismo judío fracasará.a También, cualquiera que examina las publicaciones de los testigos de Jehová puede ver que se da a Jesucristo el más alto respeto debido a su relación con el Creador, Jehová Dios, y debido al papel que Cristo desempeña en los propósitos de Dios.
En cuanto a la actitud de los testigos de Jehová para con las autoridades gubernamentales, se sabe bien que son observantes de la ley y pacíficos. Obedecen el mandato de Jesucristo de ‘dar a César lo que es de César y dar a Dios lo que es de Dios.’ (Mat. 22:21) A todos los testigos de Jehová se les enseña a respetar la autoridad civil, puesto que Romanos 13:1 dice: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores,” es decir, los gobiernos civiles. Por consiguiente, los testigos de Jehová obedecen todas las leyes del país que no están en pugna con las leyes de Dios.
Además de distribuir hojas sueltas infamatorias, representantes del Santo Sínodo dieron pasos para tratar de ejercer presión en las autoridades gubernamentales para que cancelaran la asamblea. Con este fin, clérigos y personas inspiradas por el clero despacharon miles de telegramas al Ministerio de Religiones y al Departamento del Primer Ministro.
¿QUÉ HARÍA EL GOBIERNO?
Ahora la pregunta era: ¿Qué haría el gobierno griego? ¿Cedería a la presión del clero? ¿Prohibiría una reunión cristiana pacífica que se celebraría en plena armonía con las leyes del país? ¿Resultaría eficaz la constitución griega recientemente aprobada por votación, que salvaguarda la libertad de asamblea?
Los periódicos tomaron nota, extensamente, de las protestas contra la asamblea de parte de los líderes eclesiásticos y sus grupos relacionados. También, se notó que el arzobispo Seraphim ejerció presión personalmente en el ministro de Gobernación y el ministro del Orden Público para tratar de cancelar la asamblea. Como declaró el diario Vradyni, estas objeciones estaban “siendo consideradas por el Gobierno.”
Pero ¡para crédito del gobierno griego, éste no cedió a esta presión religiosa! ¡Ni los grupos religiosos, ni los metropolitanos, ni el arzobispo Seraphim pudieron prevalecer! El gobierno griego demostró que respetaba y aplicaba la constitución griega recién aprobada. Resolvió proteger los derechos de todo su pueblo, no solo de algunos de ellos. Por consiguiente, como comentó un observador, se podría decir que en este asunto “la democracia finalmente ha vuelto a su cuna” después de una larga ausencia.
UN TREMENDO TESTIMONIO
Los que asistieron a esta asamblea pacífica, de cuatro días, disfrutaron muchísimo de ella. Y del orden y la conducta ejemplar de los delegados comentaron favorablemente muchos que no eran testigos de Jehová. Como resultado, se dio un tremendo testimonio por toda Grecia.
En el segundo día de la asamblea, los periódicos publicaron excelentes fotografías panorámicas de las multitudes que se habían reunido en el estadio. Los periódicos presentaron comentarios objetivos. También, representantes de la televisión vinieron y grabaron escenas de diferentes partes del programa, como los dramas bíblicos que se representaron para ilustrar diversos principios bíblicos. ¡Estas escenas, junto con otras del estadio abarrotado, se exhibieron en la televisión nacional, algo que uno ni siquiera se hubiera podido imaginar un año atrás!
La asamblea pacífica, el excelente programa con su información edificante acerca de Dios y sus propósitos, y el orden de los Testigos, contrastaron en la mente de muchas personas con la conducta impía del clero y sus organizaciones religiosas. Religiosos fanáticos distribuían sus hojas sueltas infamatorias por los caminos que llevaban al estadio, tratando de instigar a la gente a tomar acción hostil contra los Testigos.
Otros fanáticos sacaron iconos, como el “crucifijo” y los “querubines de seis alas” de una iglesia cercana, y, bajo la dirección de un sacerdote, se plantaron frente al estadio. Salmoneaban, y hacían ademanes amenazantes a los Testigos que pasaban. Y durante todas estas manifestaciones ruidosas las campanas de las iglesias vecinas repicaban en son de duelo.
Sin embargo, no se produjo ningún incidente serio. A los testigos de Jehová se les habían dado instrucciones de que continuaran en su calma y comportamiento no provocativo acostumbrados en toda situación. No prestaron ninguna atención a los alborotadores y evitaron toda discusión que pudiera irritar a alguien y posiblemente resultar en un desorden.
En el penúltimo día de la asamblea, más de 400 sacerdotes se reunieron en la iglesia de Santa Irene. Akropolis, un diario de Atenas, informó: ‘400 SACERDOTES CONDENAN LA ASAMBLEA... PREPARADOS PARA CUALQUIER COSTO Y PELEA SI SE REPITE.’ El periódico imprimió una resolución aprobada por los sacerdotes. Decía, en parte: “Nosotros los sacerdotes ortodoxos griegos, congregados en una reunión panclerical extraordinaria hoy . . . expresamos nuestra vívida inquietud . . . El conceder un permiso [para la asamblea] a pesar de los pasos que ha dado el Santo Sínodo del monseñor Seraphim, arzobispo de Atenas y de toda Grecia, y de los reverendísimos metropolitanos, constituye una acción hostil contra la Iglesia, puesto que [los testigos de Jehová] no son simplemente de otro credo, sino que son enemigos y perseguidores reconocidos de la Iglesia . . . Advertimos al Gobierno, al Parlamento del país y a todas las administraciones gubernamentales, que nosotros los curas, líderes, auxiliares y amigos de nuestro pueblo apacible y piadoso, consciente del honor, estamos listos para toda lucha y costo en cuanto a toda acción futura similar del Gobierno.”
Pero, por supuesto, los observadores sin prejuicios podían ver fácilmente que no eran los testigos de Jehová los que mostraban falta de respeto al gobierno, ni perseguían a la Iglesia de ninguna manera. En cambio, el clero ortodoxo griego claramente demostró su hostilidad contra el gobierno y su constitución, al participar en entremetimiento político no cristiano. Fueron los clérigos quienes participaron en perseguir, al tratar de impedir la asamblea de los testigos de Jehová, al lanzar sus acusaciones infamatorias, y al tratar de incitar a la gente contra estos cristianos pacíficos.
La policía obró de manera muy encomiable. Se encargó de sostener los derechos de la gente. Se expresó apropiadamente encomio por esta excelente actitud de la policía griega. Cuando unos cuantos perturbadores causaron algún daño a los autos estacionados de varios testigos de Jehová, la policía sugirió que se presentara acción judicial contra los perpetradores del daño. Pero, tratando de evitar toda dificultad en esta ocasión, el sentir de los Testigos fue que sería mejor no presentar acción judicial contra estos elementos desaforados. Felizmente, un testigo de Jehová que es dueño de una estación de servicio para autos ofreció reparar los autos averiados y cubrir el costo él mismo.
Durante los cuatro días de la asamblea, y en los días posteriores, el tema de esta reunión estuvo en primer plano en los informes periodísticos. Por todas partes hubo discusiones acerca del acontecimiento. Muchas personas de corazón sincero y honrado expresaron disgusto por las repugnantes manifestaciones y protestas impropias de las organizaciones religiosas.
Un bien conocido diputado al parlamento de Atenas, y comentarista de un prominente diario ateniense, escribió: “No pude entender la ira desenfrenada de las organizaciones [eclesiásticas], que quieren la cabeza de los testigos de Jehová en un plato.” (Diario To Vima, 16 de julio de 1975) Otro periódico ateniense publicó una fotografía excelente de la asamblea. Y cuando algunos de sus lectores protestaron contra el que este periódico hubiese presentado un reportaje sobre la asamblea, éste contestó: ‘Tantos miles de personas reunidos en algún lugar, prescindiendo de con qué propósito, constituyen noticia. ¿Cómo puede pasar por alto esto un periódico, estimados lectores, prescindiendo de qué sean ustedes respecto a esta manifestación... sean enemigos, amigos o indiferentes?’—Diario Kathimerini de Atenas, 12 de julio de 1975.
Un periodista le preguntó a un Testigo que estaba encargado de relaciones públicas: “De las campanas de las iglesias que están repicando en son de duelo... ¿qué dice usted?” El Testigo contestó: “Para nosotros, esta reunión es un tiempo de gozo y alegría. Pero para esas personas es tiempo de lamentarse, de modo que repican sus campanas en son de duelo.”
El espíritu de los dos grupos de personas estuvo en agudo contraste, e hizo recordar que la Palabra de Dios dice que donde está el espíritu de Dios también se halla “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” (Gál. 5:22, 23) También se recordó lo que Dios, por medio del profeta Isaías, dijo hace mucho tiempo: “¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón, pero ustedes [los opositores] mismos clamarán a causa del dolor de corazón y aullarán a causa de puro quebranto de espíritu.”—Isa. 65:14.
COMENTARIOS FAVORABLES DE OBSERVADORES
El orden y la limpieza que reinaron en toda la asamblea impresionaron favorablemente a los observadores, aun a los que previamente habían tenido opiniones desfavorables.
Los oficiales y agentes de la policía encargados del tránsito y de hacer cumplir la ley en el estadio expresaron gran satisfacción por la obediencia inmediata de los testigos de Jehová cuando la policía les daba instrucciones. Un agente dijo: “Si todas las reuniones que se celebran fueran tan ordenadas, a nosotros los policías no se nos necesitaría para nada.”
Los hombres de la administración del estadio expresaron su aprecio por la paz, orden y limpieza de los cristianos que llenaron su estadio. Declararon que aquellas instalaciones y servicios “siempre estarán a disposición de los Testigos.”
Un visitante que vino a la asamblea comentó: “Ni un pedacito de papel hay en este estadio. ¡Qué gente tan limpia son los testigos de Jehová!” Un periodista escribió: “El estadio estaba abarrotado, pero . . . no había humo allí.” Quedó impresionado por el hecho de que nadie estuviera fumando tabaco. Un ingeniero de una fábrica eléctrica cercana, después de asistir a algunas de las sesiones, declaró: “Ahora voy a asistir con regularidad a sus reuniones.”
Verdaderamente esta asamblea fue una ocasión trascendental, inolvidable. Ciertamente fue un punto significativo en la actividad de los testigos cristianos de Jehová en Grecia. Se apreció muchísimo el tener libertad para disfrutar de reunirse pacíficamente de esta manera por primera vez.
La muchedumbre de 19.211 personas que escucharon los comentarios de conclusión el domingo por la tarde expresaron su profundo agradecimiento al Señor Soberano Jehová y a su Hijo Jesucristo por esta ocasión maravillosa. Con aplauso prolongado también expresaron sus gracias a todos los que hicieron posible esta excelente asamblea.
¡UNA ASAMBLEA DELEITABLE TAMBIÉN EN TESALÓNICA!
Tres semanas después de la próspera asamblea de los testigos de Jehová en Atenas, se celebró una asamblea similar de cuatro días en la ciudad histórica de Tesalónica, Macedonia. En el día final de esta asamblea, el 3 de agosto, una multitud entusiástica de 10.124 personas oyó la información alentadora de que el justo nuevo orden de Dios pronto será una realidad.
La reacción del clero ortodoxo griego y sus organizaciones religiosas fue similar a lo que sucedió durante la asamblea de Atenas. Sin embargo, el agente responsable encargado de la gendarmería en Macedonia Central le dijo a la organización de la asamblea: “La Constitución, y las leyes del Estado, los protegen a ustedes y estamos aquí para concederles protección durante su asamblea y dondequiera que sea necesario.” Y el Director de la Policía de Tesalónica agregó: “Nuestros agentes estarán a su disposición para protegerlos. Personalmente yo sé que ustedes son personas observantes de la ley y no necesitan policías alrededor. Pero nuestros agentes estarán allí.” De modo que en Tesalónica, como previamente en Atenas, las autoridades demostraron su respeto a la nueva constitución griega.
Todos los que asistieron disfrutaron mucho de esta bendición de libertad para reunirse en asamblea y oír la Palabra de Dios, tal como sus hermanos habían disfrutado de ella tres semanas antes en Atenas.
[Nota]
a Vea ¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial!, publicado en 1975 por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Note en particular el capítulo 13 intitulado “¡Cuando ya no haya más cristiandad ni judaísmo!”
[Ilustración de la página 58]
La Asamblea “Soberanía Divina” de los Testigos de Jehová en el Estadio Apolo, cerca de Atenas, Grecia, del 10 al 13 de julio de 1975