Génesis... una base y un modelo
¿QUÉ libro puede compararse con la Biblia? Sea que se le considere como literatura, poesía o drama, como historia, como profecía o como guía para el vivir sabio y correcto, no tiene rival. Consta de sesenta y seis “libros,” escritos por unos cuarenta escritores durante un período de unos dieciséis siglos.
Es sumamente apropiado el hecho de que el primer libro, Génesis, suministre la base y establezca el modelo para los libros que siguen. Sin él, no se podría entender gran parte de lo que se encuentra en el resto de la Biblia, pues los escritores posteriores no solo dan por supuesto que se está familiarizado con Génesis, sino que también dan por sentado que Génesis es histórico, lo cual es, en verdad. Por ejemplo, Génesis suministra la base para las listas genealógicas que se hallan en los libros de Primero de las Crónicas, Mateo y Lucas.
Génesis, especialmente los Gén. capítulos 1 al 11 inclusive, ha sido el blanco favorito de hombres que niegan que Dios esté dispuesto a ejecutar milagros. Pero Génesis, y en particular estos once capítulos, suministran la base, o el primer piso, por decirlo así, para lo que sigue en la Biblia. Levantar contra Génesis la acusación de que está compuesto de mitos es como tratar de imaginarse un rascacielos de sesenta y cinco pisos que esté sosteniéndose en el aire, sin tener primer piso o fundamento sobre el cual estar erigido.a
Originalmente, Génesis era solo la primera parte del Pentateuco (que significa “Cinco Libros”), que comprende lo que ahora son los primeros cinco libros de la Biblia. Tanto los judíos como los cristianos primitivos aceptaron todos estos libros como libros escritos por Moisés. Estos cinco libros: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, fueron llamados la Tora, o Ley, y en las Escrituras subsiguientes se acredita esta Ley a Moisés veintisiete veces.
Lógicamente, Génesis comienza diciendo que el universo fue creado. Entre los escritos sagrados de las principales religiones del mundo solo la Biblia relata que Dios creó algo de la nada, uno de los significados de la palabra hebrea que se vierte “crear.” Vez tras vez, el resto de la Biblia pinta a Dios como Creador del universo. Un ejemplo típico de esto es el capítulo 40 de Isaías, que nos anima a acudir a Dios con fe debido al gran poder y sabiduría que desplegó en la creación de los cielos estrellados. Vea también Isaías 45:12, 18; Hechos 14:15; 17:24; Revelación 10:6.
Luego, Génesis habla de seis “días,” o épocas, durante los cuales el Creador preparó la Tierra para que fuera habitada por el hombre, y creó al hombre y la mujer.b Este registro factual se usa como base para el sábado o día de descanso de los israelitas: “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y procedió a descansar en el séptimo día.” (Éxo. 20:11) En Hebreos capítulos 3 y 4, se da los cristianos la amonestación de que descansen de sus obras por medio de ejercer fe, tal como Dios descansó de sus obras. Vea también Salmo 95:11.
El capítulo 2 de Génesis suministra detalles adicionales sobre la creación del hombre y la mujer por Dios, y sobre el hecho de que llegaron a ser “una sola carne.” Jesucristo citó de este capítulo al definir las normas cristianas en cuanto al matrimonio y el divorcio. (Gén. 2:24; Mat. 19:4-6) Y el apóstol Pablo usa este relato al explicar el principio de la jefatura entre los cristianos y en particular en la congregación cristiana. El hombre ocupa la precedencia, puesto que ‘el hombre fue formado primero.’—1 Tim. 2:13; 1 Cor. 11:7-9.
LA ENTRADA DEL PECADO Y EL RESCATE POR CRISTO
El capítulo 3 de Génesis relata que Eva fue engañada, que Adán se unió a ella en su transgresión y que ambos fueron sentenciados a muerte. Pablo alude a este registro al advertir a los cristianos contra los ardides de Satanás y al recalcar el papel de sujeción de la mujer: “Tengo miedo de que de algún modo, así como la serpiente sedujo a Eva por su astucia, las mentes de ustedes sean corrompidas.” “Adán no fue engañado, sino que la mujer fue cabalmente engañada.”—2 Cor. 11:3; 1 Tim. 2:14.
Las Escrituras Griegas Cristianas muestran que fue como consecuencia de la caída de Adán en el pecado y la muerte que Dios fue impelido a mostrar su incomparable bondad inmerecida al suministrar el rescate. “Porque si por la ofensa de un solo hombre muchos murieron,” el don gratuito de Dios ‘abundó mucho más para los muchos por el un solo hombre Jesucristo.’ Esto desmiente la enseñanza de la evolución, que niega que el hombre haya caído en el pecado. Solo con el registro de Génesis como base tiene sentido el que Jesús dijera que había venido “para dar su alma en rescate en cambio por muchos,” o el que Juan el Bautista aclamara a Jesús como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Sí, “así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados.”—Rom. 5:15; Mat. 20:28; Juan 1:29; 1 Cor. 15:22.
DE ABEL A LA TORRE DE BABEL
El capítulo 4 de Génesis registra el primer asesinato humano: Caín mató a su hermano Abel. Como advertencia contra el odiar a nuestros hermanos, el apóstol Juan alude a ese acontecimiento: “Debemos tener amor los unos para con los otros; no como Caín, que se originó del inicuo y mató atrozmente a su hermano” porque “sus propias obras eran inicuas, pero las de su hermano justas.” (1 Juan 3:11, 12) El Gén. capítulo 5 quinto dice que Enoc anduvo con Dios. Tanto Pablo como Judas mencionan el derrotero justo de Enoc.—Heb. 11:5; Jud. 14, 15.
La vida de Noé y el diluvio a través del cual él y su familia pasaron vivos se informa en los capítulos 6 al 9 de Génesis. Profetas como Isaías mencionan el diluvio y a Noé. También, Jesús predijo que, tal como pereció un mundo indiferente al tiempo del Diluvio, así sería en la conclusión de este sistema de cosas. (Isa. 54:9; Mat. 24:37-39) Pablo y Pedro también aluden a Noé y el diluvio. (Heb. 11:7; 1 Ped. 3:20; 2 Ped. 2:5) El capítulo 10 de Génesis nos da “La Tabla de las Naciones.” El arqueólogo W. F. Albright declaró de esto que “subsiste como documento asombrosamente exacto.” El capítulo 11 de Génesis describe el origen de Babel, o Babilonia, y cómo Dios confundió los lenguajes de la humanidad.
ABRAHÁN, ISAAC Y JACOB
En los capítulos restantes, del Gén. 12 al 50, hallamos la historia, en detalle, de los tres patriarcas de la nación de Israel. A éstos se les menciona vez tras vez en el resto de la Biblia. De hecho, el nombre de Abrahán aparece en veintiséis de los libros posteriores, y tanto Esteban, mártir del cristianismo primitivo, como Pablo hablan extensamente acerca de la morada de Abrahán como residente forastero (y también de las de Isaac y Jacob). (Hech. 7:2-16; Heb. 11:8-22) En Gálatas 3:16, 29 aprendemos que Jesucristo y los que están asociados con él como miembros de un cuerpo son la descendencia espiritual de Abrahán. Así se llama la atención al cumplimiento de la promesa que Dios le hizo casi dos mil años antes a Abrahán, de que ‘todas las naciones ciertamente se bendecirían por medio de su descendencia.’ (Gén. 22:17, 18; compare con Génesis 3:15.) Verdaderamente, el registro de Génesis en cuanto a la promesa abrahámica forma la base para entender gran parte de lo que viene después en la Biblia.
Los capítulos 11 al 19 de Génesis abarcan acontecimientos que tienen que ver con la familia de Lot y con Sodoma y Gomorra. Jesús advirtió contra el ser como la esposa de Lot, que perdió la vida porque desobedeció al mirar atrás a Sodoma, la ciudad condenada a destrucción, y predijo que tal como fue en los días de Lot, así sería en los días del Hijo del hombre. (Luc. 17:28-32) En confirmación de Génesis, tanto Pedro como Judas comentaron sobre la depravación de Sodoma, y Jesús también la llamó una ciudad inicua, pero clasificó a ciudades que rechazaron su mensaje del Reino como más censurables todavía.—Luc. 10:12; 2 Ped. 2:6; Jud. 7.
Isaac el hijo de Abrahán continuó fiel y obediente, tal como su padre, y Jacob el hijo de Isaac se portó de igual manera. Jacob verdaderamente apreció las cosas sagradas, como cuando mostró interés en obtener la primogenitura y luchó toda la noche con un ángel por conseguir una bendición, a lo cual también se alude en Oseas 12:3. En su lecho de muerte Jacob también dio una profecía sumamente notable tocante a sus hijos. (Gén. 49:1-28) Pero se nos advierte que no seamos como Esaú, hermano de Jacob, que no apreció las cosas sagradas.—Heb. 12:16; Gén. 25:34.
De los doce hijos de Jacob, Judá y José fueron sobresalientes. Judá “mismo resultó ser superior entre sus hermanos.” (1 Cró. 5:2) Por medio de Judá habría de venir Silo el Mesías, y, efectivamente, Jesucristo nació en la tribu de ese nombre. A Jesús se le llama el “León que es de la tribu de Judá.”—Rev. 5:5; Gén. 49:10.
Los capítulos 37 a 50 de Génesis muestran que José fue intachable en todo respecto. Aunque fue vendido como esclavo, mantuvo su integridad para con su Dios Jehová. Como resultado de esto fue bendecido al grado de llegar a ser primer ministro de la potencia mundial de Egipto y salvador de su pueblo, así como de la familia de su padre.—Hech. 7:9-14.
GÉNESIS ESTABLECE EL MODELO
Verdaderamente el libro de Génesis nos suministra la base para muchísimo de lo que está registrado en lo demás de la Biblia. No solo eso, sino que también establece el modelo o patrón para el resto de la Palabra de Dios como revelación de Su voluntad y propósito para la humanidad. Génesis también establece el modelo bíblico al ser veraz tocante a la naturaleza humana, al caracterizarse por candor y al revelar los atributos o cualidades de Dios.
Génesis 1:26-28 da a conocer el propósito de Jehová Dios tocante a la Tierra y el hombre... que el hombre sea fructífero, llene la Tierra, la sojuzgue y ejerza dominio sobre sus otras criaturas. La Oración Modelo (el padrenuestro) del Señor y la profecía de Revelación 21:4 —acerca de que no habrá más muerte, ni lamento, clamor ni dolor— nos aseguran que algún día se realizará plenamente la voluntad y propósito de Dios para la Tierra y el hombre. Génesis 3:15 suministra la primera profecía mesiánica, que la descendencia espiritual de la mujer, a saber, el Cristo, magullaría la cabeza de la serpiente, Satanás el Diablo, y a esto alude Romanos 16:20. Génesis 22:15-18 revela el papel de Abrahán en relación con esa descendencia, como ya se ha señalado.
Tocante a la naturaleza humana, el libro de Génesis también dice cómo Satanás puso bajo su poder a Adán por medio de Eva, engañando a ésta primero. De manera similar, hay hombres faltos de escrúpulos que emplean a mujeres para entrampar a sus víctimas, como los filisteos usaron a Dalila para atrapar a Sansón. (Jue. 16:4-21) Dios mencionó que Adán dominaría a su esposa. Y a través de los siglos, ¡cuán injustamente han seguido muchos hombres a Adán al dominar a sus esposas! También se ajustan a la realidad de la naturaleza humana los celos asesinos de Caín para con Abel, así como los que sintieron los hermanos de José debido a que era favorecido por su padre Jacob.
Revelando más lo que es la naturaleza humana caída, Génesis no calla las debilidades de los siervos de Dios: Que Noé se emborrachó; que Rubén, el hijo primogénito de Jacob, ‘profanó el canapé de su padre’ al tener relaciones con una de las concubinas de Jacob; que Simeón y Leví, otros dos hijos de Jacob, con crueldad asesina exterminaron a los varones de todo un clan porque uno de ellos había violado a su hermana. ¡Entre paréntesis, nótese que este candor que se encuentra en Génesis refuta las afirmaciones de los críticos de que los escritores primitivos atribuían excelentes cualidades imaginarias a sus personalidades!—Gén. 49:3-7.
En particular el libro de Génesis establece el modelo para los libros de la Biblia que le siguen al revelarnos las cualidades incomparables de Jehová Dios y que él recompensa a los que le sirven y siguen un derrotero de rectitud. Ciertamente al relatar que él creó todas las cosas visibles e invisibles da testimonio del amor del Creador como Dador de Vida, de su sabiduría infinita y su omnipotente poder. El hecho de que Dios comisionara a Adán a llenar la Tierra, sojuzgarla y gobernar sobre la creación animal de la Tierra también fue una expresión de Su amor para con Adán y la prole futura de éste. La prohibición que Jehová impuso en cuanto al fruto de cierto árbol llamó atención a su sabiduría y justicia. Solo por medio de pasar con buen éxito tal prueba de obediencia podía mostrar Adán que apreciaba todas sus bendiciones.
Cuando Adán y Eva se rebelaron, la justicia de Dios también se desplegó, así como su consistencia al sentenciarlos a la muerte. Sin embargo, al permitir que vivieran fuera del Jardín de Edén, Dios extendió misericordia a la prole de ellos, que no había nacido aún, dándoles la oportunidad de alcanzar la vida.
Cuando la Tierra se corrompió, debido a que hijos angélicos de Dios descendieron a la Tierra y se casaron con las hijas de los hombres, Dios desplegó poder... limpiando la Tierra por medio del Diluvio. Pero de nuevo, con misericordia, perdonó a Noé y su familia y géneros representativos de todos los animales. La justicia de Dios también se ve en el hecho de que decretara, después del Diluvio, la sentencia de muerte para los asesinos humanos. En otro despliegue de su misericordia Dios hizo provisión para Lot y sus hijas cuando destruyó a Sodoma y Gomorra.
Las cualidades de justicia, sabiduría y amor de Dios también se hacen prominentes por la manera en que él trató con los patriarcas. De Abrahán, y más tarde de Isaac, leemos que murieron ‘ancianos y satisfechos.’ (Gén. 25:8; 35:29) ¡Qué vida remuneradora vivió Jacob con sus grandes rebaños y gran familia, y qué grande fue la recompensa que Jehová Dios le dio a José por guardar integridad!
No hay lugar a dudas en cuanto a ello. El libro de Génesis suministra la base para muchísimo de lo que está registrado en los subsiguientes sesenta y cinco libros de la Biblia. También establece el modelo para ellos al ser una revelación de la voluntad y propósito de Dios para la humanidad.
Verdaderamente de Génesis, como del resto de las Sagradas Escrituras, se puede decir que ‘es inspirado de Dios y provechoso para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, estando completamente equipado para toda buena obra.’—2 Tim. 3:16, 17.
[Notas]
a Para las respuestas a las objeciones usuales contra lo que aparece en los capítulos 1 al 11 de Génesis, vea ¿Llegó a existir el hombre por evolución, o por creación? y ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?
b Uno de los principales geólogos de los Estados Unidos, Wallace Pratt, declaró: “Si se me pidiera que como geólogo explicara brevemente nuestras ideas modernas del origen de la Tierra y el desarrollo de la vida que hay en ella a un pueblo sencillo y pastoral como las tribus a las cuales se dirigió el Libro de Génesis, difícilmente podría hacer algo mejor que seguir con bastante cuidado gran parte del lenguaje del primer capítulo 1 de Génesis.” Comentando sobre los seis “días,” preguntó: “¿No se nos asegura, sí, que para el Creador ‘un día es como mil años y mil años como un día?’”—The Lamp, Otoño de 1971, Vol. 53, Núm. 3.