Ponderando las noticias
Esclavitud de las fuerzas satánicas
● Un ex-instructor de meditación trascendental dice que ésta lo puso en “esclavitud a fuerzas ocultas, satánicas,” informa el “Star” de Toronto, Canadá. Cuando él se esforzó por abandonar aquella práctica, después de siete años de meditar, a veces por 16 horas al día, admitió que experimentó “síntomas de abstinencia” peores que los que experimentan alcohólicos o narcómanos.
Sobre los resultados de su meditación trascendental, el anterior hombre de negocios de Toronto explicó: “Uno cree que está controlando otras fuerzas, ocultas, del universo. Pero, y esto es algo que asusta, ahora creo que en realidad ellas controlan a uno.” Dijo que su mente quedó tan “vacía de pensamientos” por la meditación prolongada que ya “no podía admitir” la idea de pensar por sí mismo.
En un espacio de tres meses durante los cuales participó en aquella meditación, ejercicios de yoga y técnicas especiales de respirar, se alarmó por los ataques frecuentes a que fue sometido, sin aviso, por fuerzas invisibles. A veces le parecía percibir vagos contornos de figuras y rostros alrededor.
La Biblia, en el capítulo 6 de Efesios, identifica la existencia de “fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales,” Satanás el Diablo y sus demonios. La Palabra de Dios nos insta a resistir a estos “gobernantes mundiales de esta oscuridad.” “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes,” aconseja Santiago 4:7. ¿Cómo? Llenando nuestra mente de las verdades protectoras que se encuentran en la Palabra de Dios, no dejando “vacía de pensamientos” la mente y absorbiéndonos en procedimientos que invitan a las fuerzas demoníacas a controlar nuestra mente.—Luc. 11:24-26; Efe. 6:11-18.
“Necesita un nombre nuevo”
● Por siglos tanto la religión católica como la protestante han usado los términos “Antiguo Testamento” y “Nuevo Testamento” para describir las partes de la Biblia en los idiomas hebreo y griego. Con referencia a esto, el “National Catholic Reporter” dijo recientemente: “El término ‘Antiguo Testamento’ inevitablemente crea una atmósfera de inferioridad y obsolescencia,” y por eso “necesita un nombre nuevo.”
Eso es cierto, porque la Palabra de Dios declara: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas.” (2 Tim. 3:16) De modo que la Biblia es una sola obra completa. Su mensaje es consistente desde el principio hasta el fin. Las Escrituras Hebreas forman el fundamento de las Escrituras Griegas. Ambas partes tienen profecías que se están cumpliendo en nuestro día, o que han de cumplirse en el futuro. Ninguna parte es obsoleta; nada es “antiguo.”
La publicación católica sugiere esto: “‘Escrituras Hebreas’ . . . es, por mucho, preferible a ‘Antiguo Testamento.’” También sugiere el término “Escrituras Cristianas” para la porción griega.
Este ha sido el punto de vista de los testigos de Jehová por mucho tiempo. Por eso en su “Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras,” y en todas sus publicaciones, por mucho tiempo han usado ya los términos “Escrituras Hebreas” y “Escrituras Griegas Cristianas” para esas partes de la Biblia.
Paz y abundancia
● Se calcula que por todo el mundo cada año se están construyendo 1.000 proyectiles balísticos intercontinentales y estratégicos de largo alcance con conos de combate nucleares. Esto se revela en el último informe de peritos de las Naciones Unidas intitulado “Las consecuencias económicas y sociales de la carrera de armamentos y sus extremadamente dañinos efectos en la paz y seguridad mundial.” El periódico filipino Bulletin Today, citando del informe, declara: “El disparo colectivo de tal acumulación de armas durante un momento de gran aberración humana puede convertir a la humanidad en polvo cósmico en unas cuantas horas.”
Además, el informe de la ONU indica que el acopio de armas nucleares es el obstáculo principal a los esfuerzos por combatir la pobreza extrema, el mayor problema de la humanidad. El periódico también dice que, según el informe, el uso de los recursos para el desarrollo y la manufactura o construcción de armas nucleares “significa gastos anuales de 350 mil millones de dólares, una cantidad que es suficiente para financiar proyectos que mejorarían las condiciones de vida de los mil millones de personas afligidas por la pobreza en el mundo.”
La persona de término medio no puede alterar estas angustiosas circunstancias. De hecho, en realidad los líderes humanos no pueden cambiarlas. Para que la carrera de armamentos termine y la pobreza se desvanezca, Dios tiene que entrar en acción. Felizmente, su Palabra inspirada da la seguridad consoladora de que él pronto ‘hará que cesen las guerras’ y eliminará la pobreza espiritual y material de entre toda la humanidad obediente.—Sal. 46:8, 9; Isa. 25:6-8.
Amigos del hampa
● Hace poco, otro personaje que supuestamente ocupaba un lugar encumbrado dentro del crimen organizado fue enterrado después de una misa solemne de réquiem en Brooklyn, Nueva York. “Ayer, hablando en la iglesia donde [el supuesto pandillero] solía adorar,” dice el “Times,” “el padre Gigante instó a los que lo conocían a no derramar lágrimas.” En un emotivo discurso de 10 minutos en elogio del difunto, el sacerdote, un “amigo de la familia” alegó que el difunto “efectuó su trabajo en la vida mientras amaba y ayudaba a otros. . . . Está en las manos de Dios ahora.”
Mientras tanto, al otro lado de la calle, agentes policíacos de la Oficina para el Control del Crimen Organizado notaban la presencia de otro supuesto pandillero y del “rabino Abraham Novitsky, quien hasta hace poco manejaba un negocio ilegal de juego de azar en un supermercado de Queens,” informa el “Daily News” de Nueva York. Recientemente, el mismo sacerdote Gigante había sido emplazado por desacato al tribunal debido a que rehusó testificar acerca de favores ilegales que, según se alegaba, él obtuvo para otro “amigo” del hampa entonces en prisión mientras éste servía de consejero de la ciudad. Tanto el sacerdote como el rabino condujeron el servicio funeral al lado del sepulcro.
Esos relatos, comunes en los periódicos de las grandes ciudades estadounidenses, hacen que las personas pensadoras se pregunten cómo puede ser posible que las iglesias y sinagogas pasen por alto tan públicamente los malos hechos de sus miembros y su clero. Es verdad que las iglesias deben ayudar a los pecadores, y Jesús vino a salvarlos, pero los que recibían esta ayuda habían de cambiar de costumbres y no continuar haciendo el mal bajo una capa de respetabilidad religiosa.—Vea 1 Corintios 5:11-13; 6:10, 11; Ezequiel 18:21-23.