“La frente de una esposa que comete prostitución”
DEBIDO a su vergonzoso registro de idolatría, de Jerusalén se dice que tenía “la frente de una esposa que comete prostitución.” (Jer. 3:3) Esto significa que Jerusalén era tan descarada y desvergonzada como una adúltera. Era como si sus actos faltos de fe estuvieran escritos en su frente, visibles a todos.