Un “charlatán”
CIERTOS filósofos de Atenas llamaron al apóstol Pablo un “charlatán.” (Hech. 17:18) La palabra griega que ellos usaron pudiera referirse a ‘un cuervo que recoge semillas.’ En sentido figurado, este término se aplicaba a la persona que recogía sobras de comidas por medio de pedirlas o robarlas. Los filósofos, al usar esta expresión con referencia a Pablo, lo clasificaban como persona que anduviera repitiendo porciones sobrantes de conocimiento, y, de esa manera, lo pintaban como un hablador desocupado.