Jóvenes... ¿están encaminados al verdadero éxito?
HACE más de un siglo un escritor norteamericano, R. W. Emerson, dio una regla para que los jóvenes alcanzaran éxito. Aconsejó: “Pon el tiro muy lejos” (literalmente: “Engancha tu carro a un astro.”). Emerson quiso decir que los jóvenes deberían esforzarse por alcanzar metas encumbradas. Pero para que un joven tenga éxito tiene que afirmarse en las cualidades que hacen posible eso por medio de entrenarse con disciplina hacia esa meta.
Jóvenes, ¿están haciendo ahora planes apropiados para el futuro? Es sabio establecerse metas nobles y determinarse a alcanzarlas.
La juventud es un tiempo en que hay un florecimiento de la vida. Es un tiempo en que se disfruta de comparativa libertad con relación a pesadas responsabilidades; un tiempo en que se mira al futuro con el anhelo intenso de adquirir mayores gozos y alegrías. Los muchachos y las muchachas están llenos de energía y salud, y tienen posibilidades de logros que pudieran comunicarles mucha felicidad.
Lamentablemente, no se ve a gran parte de la juventud hoy día entregada a esfuerzos por alcanzar metas encumbradas en la vida. En cambio, en un esfuerzo fútil por tener independencia y no llevar responsabilidades, muchos buscan una salida por medio del uso de drogas, la promiscuidad sexual y otras actividades extravagantes e insensatas. No obstante, es importante prestar atención al consejo que dice: “De Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.”—Gál. 6:7.
INCLUYE A DIOS EN TUS METAS
La Biblia dice: “Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos.” (Ecl. 11:9a) Así que Jehová, el Creador, desea que los jóvenes disfruten de la vida. Él no toma un punto de vista negativo de los intereses juveniles ni de lo que agita por su atractivo los deseos de los corazones y ojos jóvenes. En cuanto a los jóvenes, deben recordar que tienen que dar cuenta a Dios por sus acciones.
Las Escrituras pasan a decir: “Pero sabe que debido a todas éstas [el derrotero de vida que escoges] el Dios verdadero te traerá a juicio. Por lo tanto quita de tu corazón la vejación, y evita a tu carne la calamidad.” (Ecl. 11:9b, 10a) Aunque el Altísimo permite a los jóvenes escoger, no los protege de las amargas consecuencias de seguir un derrotero incorrecto.
El mismo escritor bíblico añade: “Pues la juventud y la flor de la vida son vanidad.” (Ecl. 11:10b) ¿A qué se debe eso? Para mencionar una cosa, es obvio que la gente no permanece joven para siempre. Hasta personas en la flor de la vida enferman y mueren. El joven que pasa por alto eso puede que no use sabiamente lo que tiene, y malgaste sus energías físicas y sus aptitudes en un curso de vida que puede resultar en que sus años de adulto sean más difíciles.
En vista de eso, ¿qué deben hacer los jóvenes? La Biblia declara: “Acuérdate, ahora, de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad.” (Ecl. 12:1) El mantener a Dios de esa manera en la memoria fomenta la conducta excelente y hace más sólida la relación del joven con Jehová durante los años de su juventud.
EL “YUGO” DEL DISCIPULADO CRISTIANO
La Biblia indica que es necesario que los jóvenes canalicen sus energías en dirección a un objetivo sabio en la vida. De otra forma, con el tiempo ese vigor se extinguirá sin haber logrado metas que valgan la pena.
Jesús dio este estímulo a individuos que estaban oprimidos: “Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:29, 30) ¿Comprendemos que el privilegio de ser un discípulo que aprende de Jesucristo es inapreciable? ¿Qué mejor modo hay de emplear los años de nuestra juventud? Pero eso requiere que la persona dé el paso serio del bautismo cristiano. Es solo entonces cuando la persona puede considerarse individuo ‘que aprende’ de Jesús.
OBTENIENDO ENTRENAMIENTO NECESARIO
José, el padre adoptivo de Jesús, entrenó al joven Jesús en el oficio de la carpintería. (Mar. 6:3) Por eso, hoy día es provechoso que los jóvenes cristianos se sometan a un período de educación básica. Esto significa aceptar educación seglar que los equipe para buscarse el sustento durante los años de adulto.
Con frecuencia la experiencia ha mostrado a los cristianos que es conveniente aprovecharse del entrenamiento seglar corriente que esté disponible donde viven. En Norteamérica la educación de segunda enseñanza suele ser de valor práctico.
Además de los estudios básicos, como los de matemática, historia y el idioma del país donde uno vive, muchas escuelas ofrecen cursos en campos como los del uso de herramientas y maquinaria, carpintería, electricidad, mecánica de automóviles e imprenta. Las muchachas pueden participar en estudios relacionados con asuntos domésticos, mecanografía y otras técnicas secretariales y aprovechar oportunidades de servir en asistencia médica u otros campos interesantes y prácticos que ahora están disponibles a las mujeres.
PENSANDO EN EL FUTURO
Muchos jóvenes llegan a un punto crucial durante los años finales de la segunda enseñanza. Durante ese tiempo ven ante ellos muchas posibilidades.
Durante ese punto crucial, de viraje, es bueno que los jóvenes decidan lo que van a hacer respecto a servir a Jehová. Los años finales de esa educación les proveen excelente oportunidad para aprender destrezas que pueden ayudarles a obtener empleos que les permitan tener mucho tiempo para predicar y hacer discípulos... la obra que Jesús hizo.—Mat. 24:14; 28:19, 20.
“SEMBRANDO TENIENDO EN MIRA EL ESPÍRITU”
Jóvenes, ¿están edificando su futuro en torno al reino de Dios, o en torno a intereses mundanos? Esas metas contrarias producen resultados contrarios. (1 Juan 2:15-17) Jesús mostró claramente que los seres humanos no pueden servir a dos amos. (Mat. 6:24) Los jóvenes sabios fijan su corazón en Jehová Dios. Continúan fortaleciendo su relación personal con Dios. Los jóvenes cristianos no solo predican “estas buenas nuevas del reino” regularmente, sino que también obedecen el consejo bíblico: “No olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios Dios se agrada mucho.”—Heb. 13:16; compare con Santiago 1:26, 27.
Las tendencias pecaminosas hacen que los seres humanos se inclinen hacia el egoísmo y los deseos materialistas. Es necesario que los jóvenes luchen contra lo que la Biblia describe como “los deseos incidentales a la juventud.” (2 Tim. 2:22) Muchos han cometido imprudentes ‘pecados de la juventud’ que les han pesado años más tarde.—Sal. 25:7.
Jóvenes, ¡resuélvanse a evitar la maldad que puede arruinarles el futuro! Los que aman las correrías o el calaverear con la promiscuidad sexual, el abuso de drogas y otros tipos de vida disoluta frecuentemente siegan consecuencias trágicas en años posteriores. A través de experiencias difíciles aprenden la veracidad de esta declaración inspirada: “El que está sembrando teniendo en mira su carne segará de su carne la corrupción.”—Gál. 6:8a.
¿No es mejor tratar de obtener una buena relación con Dios y la congregación cristiana? De esta manera tendrás la gozosa experiencia de que “el que está sembrando teniendo en mira el espíritu, segará del espíritu vida eterna.”—Gál. 6:8b.
Los jóvenes que creen esta verdad bíblica huyen de toda situación que pueda conducir a inmundicia o fornicación. (1 Cor. 6:18) Los jóvenes que desean agradar a Dios tienen que buscar asociación con personas que los fortalezcan en la conducta piadosa. “El oído que está escuchando la censura de la vida se aloja justamente en medio de los sabios.” (Pro. 15:31) ¿Buscas asociación con personas que manifiestan sabiduría divina? (Ve Santiago 3:17, 18.) La Palabra de Dios declara: “Al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Pro. 13:20) ¿Muestra tu proceder en la vida que crees eso?
Los jóvenes que temen a Dios obedecen el mandamiento bíblico: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores.” (Rom. 13:1) “Que ninguno de ustedes sufra como asesino, o ladrón, o malhechor, o como entremetido en asuntos ajenos.” (1 Ped. 4:15) El sujetarse a las “autoridades superiores” gubernamentales significa que uno es observante de la ley en todo respecto, incluso el cumplir con todas las leyes del tráfico.
¿Armoniza tu vida con estas pautas de la Palabra de Dios? Los jóvenes que se hallan en el camino hacia el éxito verdadero siempre prestan atención al consejo inspirado: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.”—1 Cor. 10:31.