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  • “La fidelidad”... ¿puede ayudarle?
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1979
w79 1/11 págs. 3-4

“La fidelidad”... ¿puede ayudarle?

“¡ESTOY hasta la coronilla! ¡No puedo aguantar más!” ¿Con cuánta frecuencia ha oído usted a alguien expresarse así, o se ha sentido tentado a expresarse así usted mismo? Los aumentos gigantescos en el delito, la violencia, la injusticia y otras condiciones que oprimen a la gente han llevado a muchas personas al punto de desesperarse.

Pero sí es posible mantener una disposición alegre a pesar de las angustiosas circunstancias actuales. A este respecto, las Escrituras ponen de relieve la importancia de la “fidelidad.” Una experiencia del profeta Habacuc muestra lo provechosa que puede ser esta cualidad.

Aunque evidentemente Habacuc vivió durante el séptimo siglo a. de la E.C., tuvo que enfrentarse a circunstancias muy similares a las que las masas de la gente afrontan hoy día. El profeta se lamentó de la violencia, el pillaje y la contienda que se veían en todo lugar. (Hab. 1:1-3) “Por lo tanto la ley se entumece, y la justicia nunca sale,” exclamó Habacuc, y añadió: “Porque el inicuo rodea al justo, por esa razón la justicia sale torcida.”—Hab. 1:4.

Al igual que mucha gente de hoy día, el profeta de Dios quería saber por qué el Altísimo tolera tal iniquidad. (Hab. 1:13, 14) El Creador suministró la siguiente respuesta:

“Escribe la visión, y ponla claramente sobre tablas, para que el que lea en alta voz de ella lo haga con afluencia. Porque la visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá una mentira. Aun si tardara, manténte en expectativa de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde.”—Hab. 2:2, 3.

La “visión” que daba la impresión de demorarse o tardarse en cuanto a cumplimiento tenía que ver con la destrucción de los inicuos, tanto de los que estaban entre el pueblo de Dios como de los que no alegaban ser adoradores de Jehová. Aunque aparentemente se tardaba, era seguro que la visión se cumpliría.

Pero mientras esperaba el cumplimiento de ésta, ¿cómo debería comportarse el profeta de Dios? Con relación a esto las Escrituras mencionan la fidelidad. A Habacuc se le dijo: “¡Mira! Su alma se ha hinchado; no ha sido recta dentro de él. Pero en cuanto al justo, por su fidelidad seguirá viviendo.” (Hab. 2:4) ¿Cómo hace posible la “fidelidad” que alguien ‘siga viviendo’? En este asunto hay una lección importante hasta para la gente que vive hoy día.

En este contexto la fidelidad no significa simplemente un reconocimiento mental de que Dios existe. Más bien, significa tener fe o firme confianza en la promesa de Dios de poner fin a las condiciones de opresión. Las Escrituras destacan repetidas veces el hecho de que Dios se deleita en los que con confianza creen en esas promesas, así como su desagrado para con las personas que carecen de fe. Esto se declara muy bien en Hebreos 11:6, donde leemos: “Además, sin fe es imposible agradarle bien, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente.”

Entonces, ¿cómo “seguirá viviendo” la persona fiel? Esto tiene que ver tanto con el presente como con el futuro.

De acuerdo con el léxico por Wilhelm Gesenius, frecuentemente la palabra hebrea para “vivir” significa “vivir bien, prósperamente, prosperar, tener éxito.” El individuo que tiene fe firme en la promesa de Dios de eliminar de la Tierra a los malhechores disfrutará de una vida mucho más feliz entretanto la promesa se realiza. El profeta Miqueas, quien vivió en tiempos tan traicioneros que una persona no podía confiar ni siquiera en su cónyuge (“la que se reclina en tu seno”), desplegó una excelente actitud al decir: “Pero en cuanto a mí, es por Jehová que me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una actitud de espera por el Dios de mi salvación.” (Miq. 7:5-7) De la misma forma, los que hoy día muestran “una actitud de espera” para con Dios verán que la extensa maldad que existe no puede vencerlos.

Otro beneficio de la fidelidad es el hecho de que Dios ‘conservará viva’ a la congregación de sus siervos fieles durante situaciones calamitosas, entre ellas hasta la amenaza de muerte. (Sal. 33:18, 19; 41:1, 2; 138:7) Ejemplos de que esto es así se ven en las experiencias de Jeremías y Ebed-melec, quienes aparentemente fueron contemporáneos de Habacuc. Ambos pasaron con vida a través de la caída de Jerusalén a manos de los Babilonios, lo cual fue parte de la visión acerca de los juicios de Dios mencionada por Habacuc.—Hab. 1:6-11; compare con Jeremías 39:11-18; 40:1-10.

La predicción de que hombres que tengan la cualidad de fidelidad continuarán vivos es especialmente significativa para los cristianos. El apóstol Pablo escribió: “Porque no me avergüenzo de las buenas nuevas; son, en realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que tiene fe, al judío primero y también al griego; porque en ellas se está revelando la justicia de Dios a causa de fe y hacia fe, así como está escrito: ‘Mas el justo... por medio de la fe vivirá.’”—Rom. 1:16, 17.

Por medio de estas palabras Pablo da énfasis a los beneficios especiales que recibe la gente que ejerce fe en el sacrificio expiatorio de Jesucristo. Esa clase de fe no solo resulta en bendiciones de parte de Dios para el que la posee mientras espera el fin de la iniquidad, sino que también conduce a perdón de pecados, a una posición de justicia ante Dios y a “salvación”... sí, a la oportunidad de ‘seguir viviendo’ eternamente en perfección.—Hab. 2:4; Juan 3:16; Hech. 10:43; 26:18; Gál. 2:15, 16.

En vista de esas felices perspectivas, todos los que aman a Dios hoy día obtendrán provecho de la siguiente admonición bíblica respecto a la fe: “Por lo tanto, no desechen su franqueza de expresión, la cual tiene un gran galardón que se le ha de pagar. Porque ustedes tienen necesidad de perseverancia, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban el cumplimiento de la promesa. Porque aún ‘un poquito de tiempo,’ y ‘el que viene llegará y no tardará.’ ‘Pero mi justo vivirá a causa de la fe,’ y, ‘si se retrae, mi alma no se complace en él.’ Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.”—Heb. 10:35-39.

De hecho, la fidelidad a Dios puede ser una ayuda para usted. Los justos ‘seguirán viviendo’ tanto por disfrutar de las bendiciones que son el resultado de llevar una vida piadosa ahora como por obtener vida eterna en el nuevo orden de “nuevos cielos y una nueva tierra” que se predice en la profecía bíblica. (2 Ped. 3:13; Rev. 21:1-5) En vista de esto, todos los amadores de Dios prestan atención fielmente a la admonición inspirada: “Aun si tardara manténte en expectativa de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde.”—Hab. 2:3.

[Comentario de la página 3]

“Aun si tardara, manténte en expectativa de ella; porque sin falta se realizará.”—Hab. 2:3.

¿QUÉ QUISO DECIR CON ESO EL PROFETA HABACUC?

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