La esperanza... valiosa posesión
LA ESPERANZA tiene tremendo poder de sustentación. Muchas personas, porque han creído que sus circunstancias difíciles con el tiempo mejorarían, han soportado injusticias, opresión y privación. A veces, pacientes hospitalizados a quienes los médicos habían dado por incurables han experimentado un asombroso recobro. ¿Por qué? Porque nunca perdieron la esperanza. Por otra parte, personas que tenían las mejores posibilidades de restablecerse han muerto por ceder a la desesperación.
En los últimos años los médicos y otras personas han adquirido un mayor entendimiento del valor de la esperanza. Sin embargo, solamente nuestro Creador, Jehová Dios, conoce cabalmente cuán valiosa es. En su gran amor por la humanidad, Él proveyó una esperanza segura en un tiempo en el que parecía que no había ninguna expectativa brillante. El Altísimo pronunció un decreto judicial que dio origen a la esperanza. ¿Contra quién se dirigió aquel fallo, y por qué señaló a un futuro mejor para la prole de Adán y Eva?
Del libro bíblico de Génesis aprendemos que Eva fue engañada por medio de una serpiente, una criatura inferior. En otro pasaje de las Escrituras se identifica como responsable de ese engaño a Satanás el Diablo, una persona invisible de la región de los espíritus que evidentemente dio uso a la serpiente de manera muy semejante a como un ventrílocuo usa un muñeco. Esa persona de la región espiritual deliberadamente se puso en oposición a Dios y también lo calumnió. De ese modo, se hizo a sí mismo Satanás, que significa “Resistidor,” y Diablo, que significa “Calumniador.” En vista de la manera en que el Adversario usó a la serpiente, la Biblia lo llama la “serpiente original.”—Gén. 3:1-6; Juan 8:44; Rev. 12:9.
Por lo tanto, el fallo se dirigió a esta “serpiente original” en las siguientes palabras: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.”—Gén. 3:15.
El decreto judicial concerniente a la serpiente original reveló que Satanás sería destruido. Las Escrituras identifican claramente a Jesucristo como la persona que destruirá a la serpiente, y deshará el daño que ésta ha ocasionado. En 1 Juan 3:8 leemos: “Con ese propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo.” Mientras estuvo en la Tierra, Jesús, por supuesto, sufrió una ‘herida en el talón’ cuando fue ejecutado en el madero de tormento. Sin embargo, ya resucitado a vida inmortal en los cielos, puede magullar a la serpiente en la cabeza.
La remoción de Satanás y su mortífera influencia, y la anulación de todas las obras inicuas de éste, traerán magníficas bendiciones a la humanidad. Se cumplirán estas palabras consoladoras: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor.”—Rev. 21:4.
En este siglo 20, centenares de miles de personas han recibido consuelo de esta maravillosa esperanza que se presenta en las Escrituras. Se pudo ver una sobresaliente demostración de esto en la serie de Asambleas de Distrito “Esperanza Viva” que los testigos de Jehová celebraron a partir de junio del año pasado. En los Estados Unidos continentales 982.585 personas se reunieron en 93 asambleas, y 8.630 personas se bautizaron. Se celebraron asambleas semejantes en otras partes del hemisferio septentrional. Se hicieron arreglos para celebrar otras asambleas “Esperanza Viva” en el hemisferio meridional. ¿Precisamente cómo demostraron los delegados a esas reuniones que la esperanza los sustentaba?