Por qué podemos estar seguros de que se realizarán nuestras buenas esperanzas
“Dios hace que todas sus obras cooperen juntas para el bien de los que aman a Dios.”—Rom. 8:28.
1. En nuestro siglo veinte una cantidad cada vez mayor de miembros de la creación gimiente han llegado a estar informados acerca de ¿qué? ¿y en qué condición se halla su esperanza después de todas estas décadas, y por qué?
EN NUESTRO siglo veinte una cantidad cada vez mayor de miembros de la creación humana han llegado a estar informados acerca de la cercana “revelación de los hijos de Dios,” y ahora saben qué esperar que venga pronto. A pesar de todo el ‘gemir y estar en dolor’ a que ha sido sometida la creación humana hasta ahora, estas personas informadas que están a la expectativa se regocijan con esperanza. A pesar de las décadas de tiempo que han pasado desde que esta “grande muchedumbre” empezó a formarse originalmente, la esperanza de éstos es también una esperanza viva. A semejanza de un “árbol de vida,” vive dentro de su corazón, porque está fundada en la promesa de Dios que está escrita en las páginas de la Biblia.—Pro. 13:12; Rev. 7:9; 21:5; Rom. 8:19-22.
2. (a) La “grande muchedumbre” pide en oración que Jehová Dios sea vindicado en ¿qué posición que merecidamente ocupa? (b) Al orar: “Santificado sea tu nombre,” ¿qué acción están pidiendo, y cuándo se cumplirá esto?
2 Sobre todo, esperan que pronto sea vindicada la soberanía universal de Jehová el Creador. Comprenden que él es justo en su ejercicio de soberanía sobre todo el universo, que es creación suya. Por eso, son inflexibles en su oposición a la “serpiente original,” Satanás el Diablo, quien juzga mal y representa mal la soberanía de Jehová y quien ha puesto en contra de ella a la mayor parte de la creación humana. Oran a Jehová usando la oración que enseñó el Señor, y dicen: “Santificado sea tu nombre.” (Mat. 6:9, 10) Así, oran que Jehová mismo santifique su nombre. Él contestará esta oración durante la inminente “grande tribulación,” que culminará en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón y que será seguida por la acción de atar y encerrar en el abismo a “la serpiente original” y a todos los que componen su “descendencia” demoníaca.—Eze. 36:23; 38:16, 23; 39:27; Rev. 16:14, 16; 20:1, 2.
3. Según Revelación 7:9, 10 la “grande muchedumbre” de personas esperanzadas sobrevivirá para ser testigos de ¿qué sucesos?
3 La “grande muchedumbre” de personas esperanzadas sobrevivirá y será testigo de la vindicación de la soberanía universal de Jehová y la santificación de su nombre. Muy apropiadamente, pues, Revelación 7:9, 10 los pinta proféticamente como personas que después de eso están de pie ante el trono del Dios vindicado y ante su Hijo que se dio en sacrificio, Jesucristo, y que dicen con agradecimiento: “la salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.”
4. Porque la “grande muchedumbre” no comparte los temores de las personas mundanas, ¿qué hacen con genio apacible y profundo respeto delante de las autoridades mundanas?
4 En la situación actual que precede al estallido de la “grande tribulación,” cuando el mundo se encuentra paralizado de temor, la “grande muchedumbre” no teme lo que la gente mundana teme. Valerosamente hacen caso de lo que escribió el apóstol Pedro: “Santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para hacer una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con un genio apacible y profundo respeto.”—1 Ped. 3:15.
5. ¿Cómo toman parte ellos en el cumplimiento de la profecía que Jesús dio en Mateo 24:14, y cuál es la actitud de ellos para con el mandato de Jesús en Mateo 28:19, 20?
5 Altruistamente comparten su gloriosa esperanza con toda persona a quien puedan hablar. Así, están participando en el cumplimiento de la profecía de Jesús que dice: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” Ahora es más urgente que nunca el que ellos presten atención a este mandato de Jesús: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos, . . . enseñándoles.”—Mat. 24:14; 28:19, 20.
6. ¿Por qué seremos favorecidos nosotros a mayor grado que los cristianos de tiempos anteriores que tenían una esperanza semejante a la nuestra?
6 Nadie más tiene una esperanza fundada en la Biblia como la nuestra. Es lo mejor que podemos compartir con otras personas. Nuestra esperanza es un tesoro por el cual regocijarnos. “Regocíjense en la esperanza,” se nos dice. (Rom. 12:12) Con confianza podemos esperar verla realizada pronto. No es en vano que estamos esperando su realización con aguante. Los cristianos de tiempos anteriores se limitaron a esperar lo que nosotros ya estamos por ver realizado. Muy favorecidos seremos al experimentar de hecho su magnífica realización.
LAS OBRAS DE DIOS DE SEGURO COOPERARÁN PARA BIEN
7, 8. (a) ¿Por qué no es demasiado lo que nosotros esperamos que se realice? (b) En cuanto a eso, ¿qué sabemos nosotros, igual que el apóstol Pablo, según se declara en Romanos 8:28–30?
7 Lo que estamos esperando que se realice no es demasiado, si está escrito en la Palabra de Dios. ¡Nada que está escrito le será imposible a él! Él no puede fallar en cuanto a cumplir su gloriosa promesa, puesto que es el Dios Todopoderoso. Si lo amamos, y demostramos eso por nuestra obediencia, él sin falta hará de todas sus buenas promesas una realidad gloriosa. Esto lo sabemos, como lo sabía el apóstol Pablo del primer siglo E.C. En Romanos 8:28-30, escrito alrededor de 56 E.C., Pablo hizo la siguiente afirmación:
8 “Ahora bien, sabemos que Dios hace que todas sus obras cooperen juntas para el bien de los que aman a Dios,a los que son llamados según su propósito; porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. Además, los que él predeterminó son los que él también llamó; y los que él llamó son los que él también declaró ser justos. Finalmente los que él declaró justos son los que él también glorificó.”
9. ¿Cómo vierten la Versión Moderna y varias otras traducciones modernas de la Biblia Romanos 8:28, pero cómo leen de manera similar a la Traducción del Nuevo Mundo otras versiones modernas?
9 En la Versión Moderna de la Biblia Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que todas las cosas cooperan juntas para el bien de los que aman a Dios, los que son llamados según su propósito.” En una buena cantidad de otras traducciones modernas de la Biblia este versículo lee de la misma manera. Sin embargo, la Versión Bover-Cantera de la Sagrada Biblia dice: “Y sabemos que Dios coordena toda su acción al bien de los que le aman, de los que según su designio son llamados.” La Nueva Biblia Española dice: “Sabemos también que, con los que aman a Dios, con los que él ha llamado siguiendo su propósito, él coopera en todo para su bien.” La Versión Popular dice: “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman.”—Vea también The Authentic New Testament, por Schonfield, p. 338, párrafo 2.
10, 11. (a) ¿Cuáles son las obras que Dios hace que cooperen juntas para el bien de los llamados? (b) ¿Qué clase de acciones personales no deben incluirse entre “todas las cosas” que se mencionan en Romanos 8:28?
10 Todas las cosas de que se habla en Romanos 8:28-30 son obras de Dios, no del hombre. Las obras de Dios son las que, según el registro, él hace que cooperen para el bien de los llamados que lo aman, porque él quiere que consigan el Reino al cual él los ha llamado. Pero si alguien que afirma ser cristiano bautizado y encaminado hacia el reino celestial obra de una manera que no armoniza con su llamada celestial, no podemos esperar que Dios haga que esa acción obre para el bien del ofensor; ni siquiera podemos esperar que su acción resulte automáticamente en bien para él. Por ejemplo, si alguien que dice ser cristiano y haber respondido a la llamada celestial participa con demasiado vigor en algún deporte durante su período de recreo y se quiebra una pierna o fractura el tobillo, ¿hace Dios que esa lesión resulte para bien del deportista? O si, en un período de debilidad y malas inclinaciones, un cristiano llamado elige pasar por un sector reservado para las rameras, ya sea por curiosidad o para ver cómo se atrae a otros hombres a la inmoralidad con las rameras y él mismo cae víctima de las provocaciones de una de estas mujeres y comete fornicación, ¿puede esperarse que Dios haga que esa experiencia resulte en bien para el pecador? ¿Acaso el poner a Dios a prueba de tal manera obra para bien?
11 El resultado de tal daño físico o moral depende enteramente de la manera en que el individuo que haya tenido la experiencia responda a las consecuencias de su proceder desatinado. Pudiera aprender una lección de tan dura experiencia. Pero, porque él aprenda una lección, ¿puede decirse que eso hace de todo el asunto una de las obras de Dios, especialmente porque Dios quizás ejerza misericordia respecto al asunto? ¡Ciertamente que no! Tal experiencia no debe incluirse entre “todas las cosas” que Pablo menciona en Romanos 8:28.
12. ¿De qué naturaleza son todas las obras de Dios que se relatan en Romanos 8:29, 30, y en qué orden las relata Pablo?
12 Cuando pasamos a leer los Ro 8 versículos 29, 30 y notamos las obras de Dios que se mencionan allí, discernimos que, sin excepción, todas las obras de Dios para con el cristiano llamado y predeterminado son buenas. Además, cooperan juntas para el bien del heredero del Reino en cada etapa de los asuntos que Dios está manejando. Invirtiendo las etapas, Pablo escribe: “Porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. Además, los que él predeterminó son los que él también llamó; y los que él llamó son los que él también declaró ser justos. Finalmente los que él declaró ser justos son los que él también glorificó.”
13. (a) ¿Cuándo efectúa Dios la glorificación de los que son declarados justos? (b) ¿Sobre qué base se efectúa el declarar justos a los individuos?
13 ¿Cuándo efectúa Dios la glorificación? Cuando da a los favorecidos el esplendor del conocimiento de su Hijo primogénito ya ensalzado a Su diestra. Así Dios los pone en el camino que conduce hacia la gloria celestial. Después de esta obra inicial de Dios, él puede pasar a declararlos justos, pero solo si ellos ejercen fe en el glorificado Cristo hasta el punto de entregarse o dedicarse a Dios sin reservas.
14. (a) ¿Cómo consigue uno ser de los “llamados” de Dios? (b) ¿Cómo llega uno a ser incluido entre los “predeterminados” de Dios?
14 Bueno, a estas alturas, ¿cómo llama Dios al discípulo bautizado y dedicado de su Hijo glorificado, para que se le ‘transfiera al reino del Hijo de su amor’? (Col. 1:13) Dios lo hace por medio de engendrarlo con Su espíritu para que llegue a ser un hijo engendrado por espíritu de Dios. Entonces es cuando Dios puede llamar o invitar a tal hijo espiritual a llegar a ser parte del reino celestial, del cual solo pueden disfrutar los que finalmente son resucitados a vida como espíritus en el cielo. (1 Cor. 15:43-50) Dios predeterminó que hubiera en asociación con su Hijo un cuerpo de hermanos que tuvieran la misma naturaleza divina de éste y que se amoldaran a la imagen de Su Hijo primogénito, Jesucristo. Por lo tanto, después de ser llamado, el hijo engendrado por espíritu de Dios llega a ser miembro de la clase predeterminada, en la cual tiene que probar su fidelidad hasta su muerte terrestre. Dios predeterminó a esta clase, no a ningún individuo en particular por nombre de los que llegan a ser parte de esa clase. Dios predeterminó que el número de los hermanos celestiales de Cristo sería de 144.000, sin que se mencione el nombre de ningún individuo en relación con eso.—Rev. 14:1-3.
15. ¿Cuándo y cómo dio Dios “su primer reconocimiento” a los predeterminados?
15 En Romanos 8:29, 30 el apóstol Pablo señala que a la clase de cristianos a quienes Dios procede a glorificar u honrar y dignificar, a declarar justos, a llamar y a predeterminar, él “dio su primer reconocimiento.” Eso fue lo que Dios hizo allá en el pasado lejano en el jardín de Edén cuando dio su profecía respecto a la “descendencia” de su propia “mujer” y la victoriosa hazaña que efectuaría aquella “descendencia.” (Gén. 3:15) Se ve, pues, que milenios antes de que aquella “descendencia” llegara a existir Dios fue el primero que reconoció que se necesitaba, así como la especial asignación de trabajo que ella tendría. A partir de ese momento Dios dio “su primer reconocimiento” a la obligación que él tenía de producir esta “descendencia.” De modo que esto encabezó el programa de Dios. Por consiguiente, lo que Dios consideró digno de “su primer reconocimiento” lo mantuvo en mente y corazón durante el transcurso del tiempo hasta producir aquella “descendencia” en su Hijo Jesucristo y los fieles discípulos de este Hijo engendrados por espíritu. Durante todo el tiempo que transcurrió hasta que se levantó aquella “descendencia,” Dios la preconoció y le dio reconocimiento especialmente favorecido.
16. (a) ¿Cómo desempeña su papel cada una de “todas sus obras” según se relata en Romanos 8:28–30? (b) Por lo tanto, ¿qué es seguro para todos los que son “llamados según su propósito”?
16 Por lo tanto, desde el principio hasta el fin, ¿las “obras” de quién son las que se nos presentan en detalle en Romanos 8:28-30? Son las “obras” de Dios. Y puesto que él es un Dios consecuente, que en todos sus tratos obra en perfecta armonía consigo mismo, él “hace que todas sus obras cooperen juntas para el bien de los que aman a Dios.” No hay ni siquiera una de “todas sus obras” que esté desalineada, que no esté de acuerdo con todas Sus otras obras de propósito determinado. Estas obras proceden de modo ordenado, una progresando hasta la otra y preparando el terreno para ella. El propósito de Dios es magnífico, y él sabe exactamente cómo llevarlo a cabo con buen éxito. Por eso, “los que son llamados según su propósito” pueden estar seguros de que él nunca fallará. Si ellos permanecen fieles y cooperan amorosamente con él, de seguro participarán en el logro del propósito de él por medio de tener parte activa en el reino celestial de él con Jesucristo.
SE PRECONOCIÓ A OTRA CLASE
17. ¿Qué propósito amoroso tenía Dios con relación a los llamados y predeterminados, y desde cuándo?
17 Por medio de los “llamados” a quienes Dios dio su “primer reconocimiento,” él tiene un propósito amoroso que cumplir. Esto se manifestó claramente 2.083 años después de la creación de Adán, a saber, en el año 1.943 a. de la E.C. En aquel año Dios dijo al fiel patriarca Abrahán: “Ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo.” Así, esta bendición abarcaba al mundo y habría de conseguirse por medio de una “descendencia” de Abrahán. (Gén. 12:1-3; 22:17, 18) Esta “descendencia” predeterminada consistiría en Jesucristo y sus 144.000 discípulos “llamados.” (Rev. 7:1-8; 14:1-3; Gál. 3:16, 29) La promesa sencilla de Dios a Abrahán mostró que Dios tenía presciencia de una clase de la “descendencia,” sin que él declarara el número definitivo de los que la compondrían. Solo el último libro de la Biblia nos da el número.
18. En la antigüedad, antes de Cristo, Dios usó a individuos y grupos para que tipificaran o ilustraran proféticamente ¿qué?
18 En la antigüedad, antes de Cristo, hubo individuos y grupos que trataron amigablemente a los descendientes naturales de Abrahán. Dios utilizó a estos individuos o grupos como tipos o ilustraciones proféticas de personas de nuestros propios tiempos modernos que tratarían con amigabilidad al pequeño resto de los “llamados” que todavía están en la Tierra y se asociarían con ellos.
19. ¿Cómo describe Revelación 7:9–14 a los compañeros activos del resto de los discípulos “llamados” de Cristo, y qué privilegio tendrán estos compañeros en el futuro próximo?
19 El mismísimo último libro de la Biblia, escrito por el apóstol cristiano Juan alrededor del año 96 E.C., predijo a esos compañeros activos del resto de los “llamados” y los describió como una “grande muchedumbre” sin número. Los miembros de esta “grande muchedumbre” serán conservados con vida a través de la venidera “grande tribulación,” sí, a través de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón, y entrarán en un nuevo orden en una Tierra limpia bajo el reinado milenario de Jesucristo y sus 144.000 “llamados.” El cuadro profético de esta “grande muchedumbre” registrado en Revelación 7:9-14 se explicó verbalmente y por página impresa en el año 1935.—Rev. 16:14, 16.
20. Desde 1935, ¿cuántos tipos y profecías que señalan a la grande muchedumbre han sido presentados en nuestras publicaciones, y por qué es la esperanza de esta grande muchedumbre singular y no obstante segura de realizarse?
20 En los 45 años desde entonces, las publicaciones de la Sociedad Watch Tower han presentado por lo menos 42 tipos o cuadros proféticos de aquella “grande muchedumbre” de sobrevivientes de Har-Magedón. (Vea Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios, publicado en 1958, y las páginas 366, 367.) Todos estos tipos y profecías muestran que Dios se había propuesto solo lo bueno para con esta preconocida “grande muchedumbre.” Esto se debe a que ellos también lo aman a él. Muchos de ellos han estado dispuestos a probar su amor inquebrantable a él hasta el punto de sufrir muerte de mártir. En verdad, la esperanza puesta delante de la “grande muchedumbre” es una que no se ha ofrecido al grueso, por mucho, de la creación humana. Aunque la esperanza que los de la “grande muchedumbre” tienen es singular y maravillosa, ellos con confianza esperan ver la realización de ésta en un futuro próximo. Jamás quedará desilusionada esta esperanza viva que tienen, porque el Dios que da esperanza es fiel. Su promesa para con ellos es fidedigna y se cumplirá con absoluta seguridad: “El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.”—Rev. 7:15-17.
[Nota a pie de página]
a Esta lectura es según el Manuscrito Vaticano Núm. 1209, el Manuscrito Alejandrino y el Papiro Núm. 46. Véase The Syriac New Testament por el Dr. James Murdock.