Ponderando las noticias
Los que desean sobrevivir se preparan para el “Armagedón”
“Los que desean sobrevivir se preparan para el Armagedón,” fue el encabezamiento que apareció recientemente en el “Times” de Los Ángeles. El artículo describía un movimiento en los Estados Unidos que está creciendo rápidamente y que procura prepararse para un desastre venidero. “Los que desean sobrevivir hacen referencia a una variedad de argumentos acerca de cómo llegará el Armagedón,” explica el “Times.” “Puede que lo cause un terremoto, una plaga, el hambre o una revolución.” El espectro de una guerra nuclear, un desplome económico o guerras urbanas también llena de temor a los que desean sobrevivir. La literatura de uno de los grupos dice: “La gente acudirá a la oclocracia, y la civilización será destruida.”
Para prepararse, los que desean sobrevivir acumulan oro, alimento, herramientas, suministros médicos y armas. Los refugios para la protección contra la precipitación radioactiva han comenzado a venderse nuevamente con rapidez. Están surgiendo campos de entrenamiento en los que se enseñan técnicas de supervivencia... especialmente el manejo de armas de fuego. “Usted debería entrenar a sus hijos a usar armas,” dijo un instructor de supervivencia. “Mi hija menor tiene 11 años de edad, y la estamos enseñando a disparar un arma.”
¿Protegerán tales preparativos a los que desean sobrevivir al Armagedón? No. El Armagedón no es algo causado por actos humanos o desastres naturales... no según la Biblia, donde se originó el término. En vez de eso, es “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” que se peleará para eliminar a “los que están arruinando la tierra.” (Revelación 11:18; 16:14, 16) Por lo tanto, la supervivencia dependerá, no de cuánto alimento se tenga almacenado, o con cuánta precisión se pueda disparar, sino, más bien, de seguir el mandato: “Busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra . . . busquen justicia, busquen mansedumbre.” A todos los que hacen esto, el profeta dice: “probablemente sean ocultados en el día de la cólera de Jehová.”—Sofonías 2:3.
Los estudiantes y el ‘naufragio’
Según un análisis que el Consejo Carnegie hizo sobre las Normas de Estudio de la Enseñanza Superior, ha habido un cambio fundamental en las metas de los estudiantes universitarios de los Estados Unidos. En vez de poner en primer lugar las metas y los valores humanos, como por lo general lo hacían los estudiantes de hace una década, el “estudiar una carrera apropiada y ganar mucho dinero” parece ser la filosofía actual. ¿Por qué? “Hoy día muchos estudiantes universitarios piensan que son pasajeros de un barco que está naufragando, como el Titanic, llamado los Estados Unidos o el Mundo,” dice el estudio. “Cada vez son más los estudiantes universitarios que opinan que, si están condenados a navegar en el Titanic, al menos deberían hacer que el viaje fuera tan placentero —más bien, tan despilfarrador— como fuera posible e ir en primera clase, pues suponen que no hay nada mejor.”
Hasta el apóstol Pablo reconoció que se podía esperar tal punto de vista de la vida si uno no tiene esperanza: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir.” Pero él dijo que esto habría de esperarse solo “si los muertos no han de ser levantados.” Por otro lado, puesto que los que tienen fe se dan cuenta de que la vida eterna en felicidad es posible tanto para los vivos como para los muertos, emprenden el derrotero sabio que recomienda Pablo. Él instó a “los que hacen uso del mundo” a ser “como los que no lo usan plenamente.”—1 Corintios 7:29-31; 15:29-32; Juan 17:3.
Aborto, ¿un pecado menor?
El sociólogo británico Colin Francome dio a conocer algunos hechos alarmantes acerca de los abortos, en una encuesta que efectuó por dos años sobre las clínicas de aborto de Boston, Massachusetts y Long Island, Nueva York. Él dijo: “Un dato estadístico sorprendente que reveló el estudio es que el 66 por ciento de las pacientes que recurrieron al aborto en la clínica de Boston eran católicas, mientras que de toda la población de Boston solo el 35 por ciento es católica. Pero, quizás, la revelación más sorprendente del estudio fue el hecho de que la mayoría de las pacientes eran católicas solteras que creían que el aborto era el menor de los dos males. ¿Por qué? El estudio dice que debido a los antecedentes religiosos, ¡ellas opinaban que era mejor abortar que “pecar repetidas veces por medio de usar anticonceptivos”!
Parece que un punto de vista desequilibrado del pecado ha sido inculcado en las personas por una iglesia que hace del control de la natalidad un asunto tan controversial —algo que la Biblia ni siquiera considera específicamente— como el asunto de matar a un feto, lo cual está claramente prohibido. Mientras tanto, en el furor sobre el control de la natalidad, apenas se habla sobre el pecado de la fornicación, lo cual en primer lugar produjo el bebé que no se deseaba.—Exodo 20:13; 21:22, 23; 1 Corintios 6:9, 10.