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  • Desplegando amor salvavidas al prójimo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
w81 1/9 págs. 9-12

Desplegando amor salvavidas al prójimo

CORRÍA el año 1559 de nuestra era común. El príncipe Guillermo de los Países Bajos y el rey Enrique de Francia estaban en una partida de caza a las afueras de París. Cuando, por casualidad, los dos se encontraron a solas, el rey Enrique habló sin ambages al príncipe acerca de un plan del rey Felipe de España para matar a todos los protestantes de los Países Bajos y Francia. Los ejecutores para los Países Bajos serían las tropas españolas que se hallaban allí.

Todo esto fue una noticia que sacudió al príncipe holandés, puesto que él no había tenido la menor sospecha de tal plan.a A pesar de que él mismo había sido criado en la religión católica (con antecedentes luteranos), se conmovió profundamente por los protestantes que estaban en lista para ser muertos. Al oír de este plan sanguinario, él muy discretamente disimuló la sorpresa y toda otra emoción que sintió, y como resultado de este incidente se le apellidó “Guillermo el Taciturno.”

Antes de volver a los Países Bajos, él recibió órdenes específicas en cuanto al papel que tenía que desempeñar en este terrible complot. Pero tan pronto como volvió a su país él despertó el sentimiento del pueblo en contra de las tropas españolas, para hacer que éstas saliesen del país. De hecho, él hizo todo lo posible para frustrar aquel plan inicuo... todo lo cual, de paso, lo encaminó a ser conocido como “el Padre de su nación.”

En particular Guillermo había recibido una lista de nombres de ciertas “personas excelentes de quienes se sospechaba que eran miembros de la nueva religión” además de instrucciones para asegurarse de que estas personas no escaparan. Lejos de cumplir con aquellas instrucciones, él más bien dio advertencia a aquellas “personas excelentes,” y así les ayudó a escapar. Según él mismo dijo más tarde, estuvo “pensando que era preciso obedecer a Dios más bien que a los hombres.” En todo esto, Guillermo desplegó amor salvavidas al prójimo.b

SE DA UNA ADVERTENCIA HOY

Hoy hay un grupo de personas, cristianos que son testigos de Jehová, que obran impulsados por motivos similares a los ya considerados. Están advirtiendo a cuantas personas pueden acerca de cierto terrible fin que les espera en el futuro cercano. Sin embargo, el fin que hoy aguarda a tantas personas no será el resultado de la intolerancia religiosa de hombres enceguecidos. Más bien, se debe a que el Dios justo de los cielos y la Tierra pronto tomará acción en contra de los que están manchando de oprobio su nombre y arruinando la Tierra. El cumplimiento de las profecías bíblicas indica que se está acercando rápidamente “el tiempo señalado” en el cual Jehová Dios causará “la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Rev. 11:18) Sí, se acerca el tiempo para el comienzo de la más grande tribulación que habrá ocurrido alguna vez.—Mat. 24:21.

Debido a la proximidad de este acontecimiento catastrófico los testigos de Jehová están repitiendo la advertencia angelical a todas las personas amadoras de la verdad y la justicia que se hallan bajo el dominio del imperio mundial de la religión falsa, “Babilonia la Grande”: “Sálganse de ella, . . . si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.” (Rev. 18:2, 4) Por supuesto, no basta con que estas personas sinceras se separen de toda forma de religión falsa organizada. También tienen que huir al lugar de refugio, el reino de Dios. Así, pues, los Testigos continúan predicando “estas buenas nuevas del reino” por toda la Tierra.—Mat. 24:14.

Por eso los testigos de Jehová también están dedicando todos sus esfuerzos a ayudar a las personas sinceras que buscan la verdad a obedecer el mandamiento que se encuentra en el libro bíblico de Sofonías: “Busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente sean ocultados en el día de la cólera de Jehová.” (Sof. 2:3) Así estos Testigos están obedeciendo el mandato que Jesucristo dio a sus seguidores antes de su partida: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.”—Mat. 28:19, 20.

PREDICANDO Y ENSEÑANDO DE CASA EN CASA

Es debido a la proximidad del día de juicio de Jehová que los Testigos sienten la urgencia de dirigir a las personas amadoras de la verdad al reino de Dios como su único medio de escape. Puesto que la vida es tan importante, ciertamente es muestra de amor el ayudar a otras personas de esta manera.

Los informes muestran que la buena conducta cristiana ha ayudado a algunas personas a encaminarse en la senda que lleva a la vida. Como dijo un periodista ruso que estuvo en una asamblea de los Testigos en Alemania: “El mejor sermón de ustedes es su conducta.” Los Testigos han hallado que el pararse en las esquinas de las calles para ofrecer revistas bíblicas a los transeúntes es un modo eficaz de predicar las “buenas nuevas.” Además, los Testigos están alerta para hallar o crear oportunidades de predicar las buenas nuevas del reino de Dios a personas con quienes tratan en sus negocios y al viajar, o a sus compañeros de trabajo. Los hechos prueban que toda esa actividad también da buenos resultados.

No obstante, es patente que si los del pueblo de Jehová se limitaran a estos medios de testificar pasarían por alto a muchas personas que bien pudieran ser amadoras de la verdad y de la justicia y que merecen escuchar el mensaje de advertencia, así como también las buenas nuevas del Reino. Por eso, los Testigos han adoptado la práctica de predicar de casa en casa. De hecho, se han dedicado tan diligentemente a este método de predicar que se puede decir que ha llegado a ser la marca identificadora de los Testigos. Así, en cierto programa de televisión se mostró a una familia que al contestar un toque a la puerta comentó: ‘Debe ser un testigo de Jehová.’

No hace mucho esta actividad de los Testigos fue proscrita en cierto país de América Central. Cuando los Testigos apelaron de la proscripción, el funcionario que atendió la apelación dijo: “Otras sectas religiosas no van de casa en casa como ustedes los Testigos. ¿Es esta actividad parte de su culto?” Se le contestó que no solo era parte de su culto, sino que era uno de los aspectos más importantes de su adoración. Como resultado de esto se revocó la proscripción.

Los Testigos tienen firmes precedentes en las Escrituras para continuar en la actividad de predicar de casa en casa. Cuando Jesús envió a sus discípulos, les mandó que fueran con su mensaje a las casas de la gente. (Mat. 10:7, 12, 13, 42; Luc. 10:5, 6) Además, el apóstol Pablo declaró a los ancianos de la congregación de Éfeso: “Bien saben ustedes cómo desde el primer día que puse pie en el distrito de Asia estuve con ustedes todo el tiempo, . . . mientras no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Antes, di testimonio cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús.”—Hech. 20:18-21.

Sí, Pablo estuvo enseñando en ‘una casa tras otra.’ Aunque sin duda alguna él visitó a los que ya eran cristianos para fortalecerlos y animarlos, de ningún modo podemos limitar las palabras de Pablo a únicamente una referencia a las actividades de pastorear o apacentar a los cristianos. ¿Por qué no? Porque Pablo declaró que él estaba predicando “arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús” tanto a judíos como a griegos. Eso indica claramente que estas personas todavía no eran cristianas. Se puede ver que él consideraba que ésta era una obra salvavidas, porque a continuación declaró que, como resultado de predicar, él estaba “limpio de la sangre de todo hombre.”—Hech. 20:25-27.

MODELO PROFÉTICO

Lo susodicho queda corroborado por la profecía que se halla en el capítulo 9 de Ezequiel, que prefiguró la obra de casa en casa que los testigos de Jehová hacen hoy. Ese capítulo relata una visión que el profeta Ezequiel tuvo hace unos 2.500 años.

En el capítulo anterior Eze 8 el profeta relata que recibió una visión en la cual vio que los judíos estaban cometiendo toda clase de idolatría y apostasía en su templo, en Jerusalén. Entonces, en el capítulo 9 de Eze, Ezequiel registra una visión en la cual había seis hombres que llevaban armas de degüello y un séptimo hombre, no con armadura, sino vestido de lino y con un tintero de secretario a las caderas. A aquel hombre se le dijo que pasara por en medio de la ciudad de Jerusalén y ‘pusiera una marca en la frente de los hombres que estuvieran suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se estaban haciendo en medio de ella.’ (Eze 9 Versículo 4) A los seis hombres que llevaban armas de degüello se les mandó que siguieran detrás de aquél y que mataran a todas las personas que no tuvieran la marca, sí, a todas las que no estaban suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se estaban haciendo en medio de la ciudad.

¿Cómo hallaría este hombre vestido de lino a los que estaban suspirando y gimiendo? La Atalaya del 15 de junio de 1972 explica: “No solo por ir a la plaza pública o al mercado, sino a los hogares de la gente, yendo de casa en casa. De esa manera podría oír sus expresiones procedentes del corazón y decidir si deberían ser marcados en la frente o no. Esta no era una operación rápida, de ningún modo, sino que exigía paciencia y el ir concienzudamente de casa en casa o de puerta en puerta y hacer una honrada inspección, sin mostrar parcialidad, sino marcando solo a aquellos que sinceramente estaban afligidos por todas las cosas detestables que otros estaban haciendo dentro de la ciudad real. . . . puso la marca distintiva sobre la frente de éstos, donde pudiera ser vista públicamente por amigos o enemigos.”

Así como se requirió que el hombre vestido de lino fuera visitando de casa en casa para poder desempeñar plenamente su obligación de marcar a las personas que merecían escapar de la ejecución, igualmente hoy en día se requiere la obra de ir de casa en casa que desempeñan los testigos de Jehová para hallar a las personas que aman la verdad y la justicia y darles la oportunidad de huir al reino de Dios.

¿Qué cosa corresponde hoy a la marca que el hombre vestido de lino puso sobre la frente de las personas que merecían ser salvadas? El recibir la marca en la frente parece representar el cultivar una personalidad semejante a la de Cristo. El poseer tal personalidad es lo único que puede hacer que uno sea digno de no sufrir destrucción a manos de los ejecutores de Jehová en la venidera “grande tribulación.” (Mat. 24:21) Al igual que una marca sobre la frente sería visible a los ojos de toda la gente, así una personalidad semejante a la de Cristo sería algo que todos fácilmente podrían distinguir. Las Escrituras a menudo instan a que se cultive una personalidad semejante a la de Cristo. Por supuesto, se requiere tiempo, energía y medios para marcar a una persona de esta manera, pero los testigos de Jehová se alegran de hacer tales sacrificios. De esa manera ellos también están desplegando amor salvavidas al prójimo.—Efe. 4:20-24; Col. 3:9-11.

Sí, importante como sea el primer paso de ir de casa en casa para encontrar a los que aman la verdad y la justicia, que están suspirando y gimiendo por todas las condiciones inicuas que existen, éste es simplemente el primer paso. El desplegar este amor salvavidas al prójimo requiere que el siervo de Jehová efectúe esta obra a cabalidad mediante volver a visitar a las personas y establecer estudios de la Biblia con ellas. Estos estudiantes de la Biblia también tienen que aprender a orar, necesitan asociarse con la congregación cristiana y tienen que aplicar los principios bíblicos en su vida. A su vez, es necesario que ellos también participen en la obra de dar a conocer a otros las cosas que están aprendiendo. Todo esto debería llevarlos a dedicarse a Jehová Dios para hacer Su voluntad, y a bautizarse. Se debe añadir que el seguir este proceder es imprescindible para recibir la ‘marca,’ es decir, para vestirse de una personalidad semejante a la de Cristo. Al llevar a cabo esta obra los testigos de Jehová realmente están desplegando amor salvavidas al prójimo.

[Notas a pie de página]

a El descubrimiento casual de aquel complot por Guillermo muy bien puede haber sido providencial, porque quién sabe como la historia de Europa y el adelanto hacia la libertad religiosa pudiesen haber sido afectados si el complot se hubiese llevado a cabo con éxito.

b Rise of the Dutch Republic, Tomo 1, págs. 239, 240.

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